martes, 12 de agosto de 2014

83- Baile de Verano.

Emma, ataviada con el vestido azul eléctrico que le había regalado Harry, jamás había estado tan nerviosa como en ese momento. Ni siquiera cuando se enteró de que padecía cáncer. Ni de cerca.


-Tenemos que bajar ya, Emma- le dijo Guiomar con una voz muy suave, nada propio en ella. También se la veía nerviosa- todo el mundo está abajo.

Emma comprobó que su habitación estaba vacía. Nicole, Raquel y Hayley ya habían bajado. Expiró aire y asintió lentamente con la cabeza. Guiomar le dedicó una sonrisa y ambas bajaron por la escalera en dirección al jardín de la universidad.

Admiraron el lugar en cuanto llegaron. Habían decorado el jardín con serpentinas de colores, banderines y más; las flores tenían mejor aspecto. En el centro había una gran pista de baile (como si fuera una discoteca) y encima de la pista había una gran bola que iluminaba el lugar y cada minuto cambiaba de color; en el fondo había una orquesta que tocaba varios instrumentos, entre ellos, el piano y la trompeta. Lejos de la pista de baile había una pasarela iluminada con luces plateadas, Emma pensó que era para el Concurso de la Reina de Verano. Más allá del jardín, muy lejos a la entrada del edificio, había varias mesas llenas de aperitivos y copas. El jardín estaba completamente distinto.

Pero Em dejó de observar los cambios cuando se dio cuenta de que un chico se acercaba a ella. Su mirada se convergió en Harry y la musiquita del fondo y los murmullos de las personas se habían apagado por completo.


-Estás fabulosa- le alabó su pareja cuando estuvo al lado de ella.

Em iba a contestar cuando alguien la interrumpió.

-Ejem, ejem. ¿Y algún piropo para tu mejor amiga?

Entonces la música y los murmullos volvieron a los oídos de Emma. Y se dio cuenta de que todo el mundo les miraba. Claro, ¿quién no iba a mirar a Harry Styles? Odió a todas las chicas del lugar por ello.

-Tú también estás divina, Guiomar- respondió Harry con una sonrisa que casi derritió a Em. Pero mantuvo la compostura.

-No es suficiente- ella puso una mueca pero a continuación sonrió- era broma. Me voy, mi pareja me estará esperando. Suerte, Emma- y le dirigió una mirada a su amiga que sólo ella entendió.

-Tranquila. Suerte a ti también.

Guiomar resopló y se perdió en el gentío. Harry se acercó más aún y le dijo:

-¿Quién es su pareja?

-¿No te lo ha dicho?- se extrañó Em, pues sabía que Harry y Guiomar eran mejores amigos- ya lo verás.

-No me lo quiso decir. Pero sospecho quién podría ser- Harry le lanzó una mirada interrogante acompañada de una sonrisa.

-Es él- asintió ella.

Harry sonrió aún más y, delicadamente, posó su mano en la cintura de Emma. Ella dio un respingo y ambos se dirigieron a la pista.

-Muchas gracias por el vestido. Es precioso- habló Em con las mejillas sonrojadas. ¡Por Dios, fue su novio! ¿Por qué le costaba tanto hablar con él?

-Creo que estás más guapa de lo que me he imaginado. Y de nada- le susurró él en el oído mientras caminaban apartando a la gente con cuidado.

-¿Sí?- preguntó la muchacha y sintió una renovada alegría al escuchar aquello. Eso significaba que Harry había pensado en ella. Él asintió- gracias. Tú también estás muy guapo.

Y era cierto. Harry llevaba una blusa blanca y un pantalón azul marino a juego con su americana. Y llevaba una pajarita.. Eso lo hacía especial, siempre había pensado que a Harry le quedaban mejor las pajaritas que las corbatas.

-Menos mal que nadie se ha lanzado a por mí, de momento- bromeó él.

-No creo que vayan a por ti. Es un evento muy importante como para estropearlo- explicó ella- aunque nos mira todo el mundo...


Cerca de ellos, Bambi acababa de llegar al baile. Llevaba un vestido rojo de lentejuelas sin tirantes que le cubrían los pies. También poseía un bolsito de color negro en la mano, donde llevaba sus objetos personales.


-Estás guapísima con este vestido- se asombró Thomas al encontrarse con ella. Su compañera sonrió, enseñando sus dientes completamente blancos- veo que te has teñido el pelo. Ahora lo tienes castaño.

-Sólo es temporal- le explicó ella agarrando el brazo de Thomas para que la guiase- es que el pelo rojo no pegaba con este vestido.

Tienes razón- buscó con la mirada el lugar de la pista de baile. Con tanta gente en el jardín, era fácil perderse. Pero se desconcentró cuando su mirada se topó con los ojos castaños de Nicole. Ella iba bastante seria e iba de la mano con, cómo no, Nick. Él ni la miraba, se dedicaba a lanzar sonrisas por todo el lugar.

-Despierta- le susurró Bambi pellizcándole la espalda. Él dio un suspiro y la llevó a una gran mesa donde había aperitivos y ponches.

-¿Ésta no es Guiomar?- preguntó el chico de repente mientras bebía un trago de ponche. Bambi, a su lado, que comía un trozo de tortilla asintió con la cabeza con los ojos como platos.

-¡Y su pareja es, nada más y nada menos, Marcos!- gritó ella muy sorprendida.

Ambos observaron a la pareja. Los dos se encontraban en la pista de baile, Guiomar tenía las manos en el hombro de su profesor y él en las caderas de ella. Bailaban al son de la música, intentando pasar desapercibidos. Pero, obviamente, todo el mundo los miraba boquiabiertos. ¿Un profesor bailando con una alumna?

-Alucinante. Ahora Marcos acapara todas las miradas- murmuró Bambi.


-Ya nadie nos está mirando- comentó Hay echando un vistazo a su alrededor, que bailaba junto a Niall. Dejó escapar un suspiro, aliviada, y sus mejillas se volvían cada vez menos rojas.

Niall también miró a su alrededor y sonrió al darse cuenta que su pareja tenía razón. Buscó con la mirada la solución de su problema.

-Es por Marcos y Guiomar, mira.

Hayley soltó una exclamación. Ellos no hacían caso a las miradas que le dedicaban y a simple vista parecía que ya sabían que aquello iba a ocurrir.

-La verdad es que no sé porqué me sorprende- repuso Hayley sonriendo un poco. Miró a Niall, que agarraba sus caderas, y se contuvo de lo que iba a hacer.

-¿Pasa algo?- preguntó el rubio algo preocupado. Había detectado un cambio en los ojos de su amiga.

Iba a responder que no cuando alguien habló a sus espaldas.

-¡Hola chicos!- era Guiomar, que se había acercado a ellos sigilosamente, y a su lado estaba Marcos- ¿cómo estáis?

La chica iba muy guapa y elegante. Vestía un largo vestido de vuelo azul oscuro con tirantes. También llevaba guantes blancos que apenas llegaban al codo. Llevaba el pelo recogido en un moño pero había dejado suelto varios mechones, acabados en tirabuzones.


-Muy bien- respondió Niall educadamente y se soltó del agarre- hola Marcos, encantado de conocerte. Guiomar me ha hablado mucho de ti.

Guiomar enrojeció a la velocidad de la luz y le dio una disimulada patada a Niall en la espinilla. Él ni se inmutó.

-Niall Horan- contestó Marcos con el mismo tono. Ambos se estrecharon la mano- a usted le conocí cuando se coló en las habitaciones de mujeres de esta universidad ilegalmente.

Ahora no se sabía quién estaba más rojo, si Niall o Guiomar. El muchacho maldijo interiormente a Harry por haberle hecho pasar un mal rato.

-Era broma, tranquilo- dijo Marcos y Niall soltó una risotada- es un placer conocerte- se giró y miró a su pareja- Hayley Lekker, eres afortunado- bromeó él y Hayley notó la cara ardiente- es una de las estudiantes más brillantes que tenemos aquí.

-Me complace oírlo- afirmó Niall mirando con orgullo a su amiga. Ella sonrió a la fuerza- ¿vamos a por ponche?

Las chicas se negaron y ellos se fueron un momento. Hay y Guiomar se apartaron un poco del alboroto.

-¿Qué tal la noche?- le preguntó Hayley con una cabezada. Sonrió cuando su amiga alzó el pulgar hacia arriba, muy feliz- ¿estás nerviosa? Dentro de poco empieza la competición.

-¡Muy nerviosa!- asintió ella agarrando con fuerza su vestido. Echó un vistazo al sitio donde se encontraban Niall y Marcos, estaban hablando animadamente- y creo que Marcos también.

-Normal. Tiene que dar un discurso y todo- respondió Hayley- estoy muy orgullosa de ti.

-Y yo de ti- respondió Guiomar- ¿has oído a Marcos? ¡Eres una de las mejores alumnas de esta universidad! Increíble.

Ambas se rieron, Hayley un poco cortada. La morena sacó un papel rectangular de su bolso.

-Pues mira, siendo la mejor alumna me he traído una tabla periódica al Baile de Verano- comentó sarcásticamente. Guiomar soltó una risita, mirando la tabla que sujetaba su amiga. Acto seguido abrió los ojos (casi se le salieron de las órbitas), gimió y agarró tan fuerte la muñeca de Hay que ésta soltó un alarido.

-¡Guiomar! ¿Qué haces?

Pero ésta miraba a la tabla periódica con los ojos tan abiertos que parecía que de un momento a otro se iban a caer. Murmuró palabras ininteligibles. Hayley pensó que a Guiomar se le había ido la chaveta e iba a gritar cuando...

-¿Dónde está Raquel?- preguntó ella, de repente. Dejó de mirar la tabla periódica y la miró directamente- ¿dónde está? ¿La has visto?

-Guiomar...

-¡Dímelo!- rugió ella. Hayley se sobresaltó y miró a su amiga, ¿qué le había pasado para que reaccionara así?

-Pues antes la vi hablar con un chico, supongo que era su pareja. Creo que era JG, el ex novio de la mejor amiga de Grace, Shailene.

Guiomar asintió mientras internamente memorizaba la cara del chico. Se alejó rápidamente de Hayley y fue en busca de JG.

-¡Guiomar, Guiomar! ¡Espera! ¿Adónde vas? Tienes que estar en la Competición de la Reina de Verano- chilló Hayley siguiendo a su amiga pero pronto perdió su rastro. Con toda gente que había en el jardín era imposible encontrarla.

Guiomar buscaba con la mirada a un chico que tenía el pelo como de paja, rubio y con pecas. Se equivocó muchas veces hasta que encontró a una chica bajita y morena.

-¡Grace! ¿Sabes dónde está JG?

La chica se separó de su pareja, algo molesta por la interrupción, y miró a Guiomar.

-¿Has visto a JG?- preguntó a trompicones.

Grace pareció reflexionar un momento.

-Sí, está allí- señaló a un lugar que estaba un poco afuera del jardín. Estaba sentado en un banco, solo- ¿por?- añadió, extrañada.

Guiomar no contestó y corrió lo más rápido que le permitían los tacones. Al llegar tosió y habló sin aliento:

-¿Sabes dónde... dónde está Raquel?

El chico la miró con una mueca nada agradable, parecía triste y enfadado.

-Pues mira, está en su habitación- contestó con amargura por haberle dejado solo.

La chica no se quedó a consolar a JG y, corriendo más aún, entró al edificio. Estaba vacío y oscuro pero a Guiomar no le daba miedo. Se lanzó al ascensor, agotada, y le dio el botón con el número 7 marcado.


En el jardín, Hayley miraba a su alrededor, algo nerviosa y preocupada, buscando a su amiga que raramente se había marchado. Pronto vinieron Niall y Marcos, con un vaso de ponche en la mano.


-Te he traído ponche, por si querías- Niall le tendió el vaso. Hayley lo tomó, emocionada, y le sonrió.

-¿Dónde está Guiomar?- inquirió Marcos, dándose cuenta de su ausencia.

La sonrisa de Hay cayó en picado.

-No lo sé. Creo que ha ido a ver a JG- le dijo, ocultando su nerviosismo para no preocuparle más- ya volverá.

Marcos frunció el ceño, indeciso, y estiró el cuello para buscarla en la multitud. Después de un minuto, masculló:

-Pero ahora es el...

Pero no pudo acabar la frase porque una voz, ampliada por la ayuda de un micrófono, habló desde la pequeña pasarela que habían instalado en el jardín.

-Todas las chicas suscritas al Concurso Reina de Verano que vayan inmediatamente detrás del telón. Los chicos vayan a instalarse en la izquierda de la pasarela para prepararos.

Marcos enmudeció y, blanco como la cera, miró a Niall y a Hayley pidiendo ayuda con los ojos. A Hayley le pareció extraño que un profesor le pidiera ayuda.

-Ve allí. Guiomar jamás se perdería un concurso como éste- le tranquilizó el muchacho dándole unos golpecitos suaves en la espalda. Hayley estuvo de acuerdo pero a juzgar por la cara que había puesto Guiomar al ver la tabla periódica no estaba tan segura.

Marcos asintió y aturulladamente se dirigió donde había indicado la voz femenina. Mientras le miraba marchar, Hayley vio de reojo a Nicole, que iba a paso rápido detrás del telón.

-¿Dónde demonios se ha metido Guiomar?- preguntó Niall casi gritando, dirigiéndose a Hayley- ¿y si le ha entrado una crisis nerviosa y se ha escapado? De esa mujer no me extrañaría nada- añadió el irlandés medio en serio medio en broma.

-Lo sé, lo sé, tranquilízate, me pones más nerviosa de lo que ya estoy. Voy a buscar a Emma y a Harry, a ver si la han visto- repuso ella yéndose de allí, con el ponche en la mano.

Niall resopló y se pasó una mano en la cabeza, angustiado. Las personas que no estaban atentas al escenario le miraban, hablando entre ellos pero Niall decidió ignorarlos. Para tranquilizarse, decidió volver a tomar otro ponche. Al agarrar un vaso, se dio cuenta de que a cinco metros de él estaba Bambi, mirando al escenario.

-Antes de que empiece el Concurso de Reina de Verano la Universidad de Sheffield quiere presentaros a... ¡¡Fall Out Boy!!- presentó la voz. Se oyeron vítores y gritos por todo el jardín.

-Hola- saludó Niall al acercarse a su amiga. La pelirroja (o mejor dicho, castaña) dio un respingo y miró a su amigo con una sonrisa.

-¡Hey! ¿Por qué no estás allí?- Bambi señaló a la multitud, se encontraba alrededor de la pasarela, que estaba aguardando el comienzo del concurso.

-Buff, estoy nervioso. Es que Guiomar ha desaparecido- le explicó. Curiosamente, Bambi no puso cara de sorpresa.

-No sé porqué no me sorprende- bromeó la chica.

Niall se rió y acto seguido tomó un trago de ponche. Bambi dio un mordisco a su trozo de tortilla.

-¿Dónde está tu pareja? ¿Era Thomas, no?- le preguntó el rubio dejando su vaso en la mesa, ya vacío.

Bambi asintió, miró el alboroto que se había producido cuando la banda musical, Fall Out Boy, había salido a cantar en pasarela. Después miró a Niall.

-Allí, cómo no- musitó ella- no quiere perderse ni un segundo el discurso de Nick y la presentación de Nicole.

El chico asintió con la cabeza y, por primera vez, no supo qué decir. Al parecer, a Bambi le sucedió lo mismo porque le miró sin decir nada, con manchas rojas en las mejillas. Después del silencio incómodo, Niall habló:

-Podrías cantar en el escenario- pronto se arrepintió de lo que había dicho.

-¿Qué?

Bambi le lanzó una mirada llena de confusión. Niall se mordió el labio.

-Sé que cantas. Te oí en la fiesta donde presentamos Best Song Ever, ¿te acuerdas?

Aturdida, Bambi reaccionó.

-Pero yo canto mal, Niall- soltó una risotada para hacerle creer que lo que había dicho no le importaba- no soy cantante. Es lo más tonto que has dicho.

-Sabes que no- insistió él- tienes una voz muy bonita. Creo que es hora de que venzas tu miedo. Taylor no te podrá hacer nada.

Bambi se removió, conmocionada. No sabía qué decir pero quería que Niall supiera cuánto le había llegado al corazón.

-Podrías ser nuestra telonera- comentó Niall, orgulloso de su idea. Agarró a Bambi por los hombros y la zarandeó- ¿por qué no? 5 Second of Summer es famoso gracias a nosotros.

Bambi, decidida pero asustada, rodeó con los brazos el cuello de Niall y le plantó un beso en la boca.

Niall estaba confuso, no sabía qué hacer. Cuando Bambi abrió la boca para profundizar el beso, Niall se mareó al sentir un gran torrente de sentimientos: confusión, aturdimiento, miedo... Pero no pudo evitar admitir que le gustaba la sensación al besar a Bambi. Aunque jamás la había visto como algo más que una amiga.

Cuando Niall abrió la boca también, Bambi se apartó de él con brusquedad y se alejó de él después de murmurar.

-Lo siento muchísimo.

Niall se quedó pasmado. Vio a Bambi perdiéndose en la multitud y tuvo ganas de ir detrás de ella a buscarla pero se quedó quieto. ¿Qué acababa de suceder? Aparte de Belén, había besado a pocas chicas. Jamás se lo había esperado, la tímida e inocente Bambi le había besado con seguridad. Aunque después se había apartado de él...

A Niall le inundó un miedo que jamás había sentido antes... ¿Y si besaba mal? Bambi se había escaqueado de él justo cuando iba a abrir la boca... ¿Y si Belén le había dejado porque no aguantaba sus besos? Niall no sabía en qué pensar.

Frustrado, bebió otro ponche. Al beber la tercera copa se sintió aún más mareado. El jardín daba vueltas y la canción de Fall Out Boy se había acabado. En lugar de las voces graves de rock, se escuchaba una voz suave femenina.

Notó unas suaves punzadas en la espalda. Niall gruñó y cogió otro ponche cuando volvió a notar otras punzadas, éstas más fuertes. Al cabo de unos segundos se dio cuenta de que no eran punzadas, alguien le llamaba por detrás. Se dio la vuelta, enfadado.

Pero casi se desmayó de la sorpresa al ver a una chica menuda con la melena rubia con pequeñas ondulaciones. Llevaba un vestido precioso... Era de color azul cielo y era tan largo que le llegaba hasta los pies...

Era Belén y, para Niall, era un ángel.


Hayley paró en seco al escuchar la voz. Era preciosa, suave y aguda, perfecta para su gusto. Aunque reconocía la voz, alzó la vista y vio a Bambi cantando, sujetando con firmeza el micrófono y alzando una mano con los ojos cerrados.

-¡Hayley! ¡Hayley!

Ella salió del ensimismamiento y vio a Emma, tirando de Harry, acercándose a ella.

-¡¡Al fin os encuentro!!- chilló ella y un gran alivio se extendió por su cuerpo.

Em la ignoró y miró sonriente a sus dos amigos.

-¡Ahí está Bambi, no me lo puedo creer! ¡Y dentro de poco saldrá Guiomar!- aplaudió y dio un pequeño salto, como una niña pequeña que le acabaran de dar un regalo- qué orgullosa estoy.

-No, no saldrá.

-¿Qué?- Harry y Emma abrieron los ojos como platos.

Hayley suspiró y les sacó de la muchedumbre. Les llevó a la pista de baile, que sólo había tres parejas bailando, y les contó lo que le había pasado a Guiomar. Harry frunció el ceño y se miró los pies, como si estuviera pensando; Emma, en cambio, estaba preocupadísima. Cogió su móvil y la llamó. Salió el contestador. Emma gritó de rabia y la llamó de nuevo. Tres. Cuatro. No había cogido ninguna de sus llamadas.

-Antes he visto a JG y estaba con Grace, hablando. ¡Guiomar no estaba con él!- dijo Em y miró a las parejas que bailaban a su alrededor, como deseando que Marcos y Guiomar fueran uno de ellos.

-Yo pensé que estaba con vosotros o algo por el estilo- bufó la morena y agarró la mano de Emma- puede que esté en la habitación, escondida. Vamos.

Los tres caminaron rápidamente en dirección al edificio.

-¿Te dijo que quería ver a Raquel?- interrogó la rubia muy extrañada. Conocía a la perfección a Guiomar y sabía que si estaba nerviosa o necesitaba ayuda acudiría a ella o a Hayley. No a Raquel.

-Ajá- asintió ella, pensando lo mismo.

-¿Te lo dijo después de ver tu tabla periódica?- volvió a preguntar Emma, intentando entender el comportamiento de su amiga.

-Sí. Lo leyó y después me preguntó dónde estaba Raquel, muy alarmada. Como si hubiera descubierto la cura del cáncer.

Em sonrió un poco e iba a decir algo cuando Harry gritó, después de pensar un largo rato.

-¡Espera!

Las otras dos se detuvieron justo en la puerta de entrada. Emma le miró inquisitivamente.

-¡Dame la tabla periódica!

Hayley obedeció sin decir ni una palabra y lo sacó de su bolso. Harry se lo arrebató sin cuidado y las dos chicas se pusieron uno en cada lado para mirar la tabla periódica también.

-¿Qué?- preguntó Emma, curiosa- ¿has encontrado algo?

-Dios mío... Oh, Dios mío...- susurró él y el alma le cayó a los pies- ¿cómo se apellida Raquel?

-Carrington- respondió la morena inmediatamente- ¿por qué?

-El símbolo de Radio es “Ra” que es el número 88. Y el número 22 es Calcio, “Ca”.

A Emma se le encogió tanto el corazón que le dolió y estuvo a punto de desmayarse.

-Eso es lo que Guiomar había descubierto- dijo el chico con un hilo de voz.

Los tres se miraron y automáticamente se adentraron en el edificio en busca de Guiomar corriendo lo más rápido que le permitían sus pies (y sus vestidos).



-¡Marcos, Marcos!- el chico escuchó una voz femenina que le llamaba. Reconoció la voz al instante pero se giró con la esperanza de que fuera Guiomar.

-Hola- le saludó a su hermana, que se acercaba a él con Justin, Helena y una chica que le sonaba bastante (Miley)- acabamos de llegar.

-¿Cómo habéis entrado?- le preguntó él, con las manos sudando.

-Ha sido fácil. Liam, Louis, Zayn y su novia han llegado aquí y la liaron bien parda. Las chicas que estaban en la entrada del jardín se volvieron locas y entre el gentío pudimos pasar- explicó Justin riéndose a carcajadas. La chica bajita y morena que estaba a su lado también se rió.

-¿Preparado?- preguntó Helena. Marcos no pudo evitar ponerse nervioso. Todos los chicos que había en la fila le miraban y se susurraban entre ellos menos dos chicos que discutían acaloradamente. A uno le reconoció, era uno de los chicos que siempre estaba con Guiomar.

-No lo sé. No sé si Guiomar está detrás del telón- repuso.

-¿Qué quieres decir?- preguntó Cassandra, ceñuda. Pero Justin la interrumpió:

-¡Eh! ¿La que está cantando no es Bambi? Es amiga de mi hermana.

La cantante que se hallaba en la pasarela paró de cantar y sonrió al público. Se le notaba nerviosa. Bajó por los pequeños escalones y miró al amigo de Guiomar, que gritaba a otro chico. Abrió los ojos como platos y parecía que quería ayudar pero pronto muchas personas del público la tiraron de la mano y la ovacionaron.

-¡Bueno, bueno! Después de la bonita canción que ha cantado aquella chica- una de las profesoras de la universidad hablaba por el micrófono, que acababa de salir del telón de detrás- daremos comienzo al Concurso de Reina de Verano- la señora sacó un papel del sobre que sujetaba y lo leyó- la primera en salir será Nicole Ellis con su pareja, Nick Crawford.

Los chicos que discutían alzaron el cuello al oír aquello y tras empujones y patadas, sólo uno de ellos consiguió subir al escenario. Nicole salió del telón con una preciosa sonrisa y se quedó a cuadros al ver al chico que tenía al lado aunque después intentó disimularlo. La profesora le tendió el micrófono al chico y éste se puso en medio de la pasarela.

Hubo comentarios y grititos de sorpresa en el público al darse cuenta de que aquel tío no era el popular Nick Crawford. 

Era Thomas Wells.



En la habitación de las chicas no había nadie. Ni Raquel ni Guiomar.

-¡Maldita sea!- gritó Harry desesperado. Hayley y Emma miraron en cada rincón de la habitación por si acaso.

-Ni rastro de ellas- habló Hayley abriendo la puerta del armario- las cosas de Raquel están aquí. Y las de Guiomar también.

Emma, que estaba mirando debajo de las camas, miró a Harry sin saber qué hacer.

-Será mejor que nos separemos- dijo el chico con el corazón como un puño al ver a Emma así. Habían estado esperando tanto tiempo a que llegara ese día...

-De ninguna manera- negó Emma rotundamente. Se acercó a él y le miró a los ojos- no nos vamos a separar.

-Ahora que sabemos que es Raquel no nos podemos separar en ningún momento- mostró su apoyo a Em.

-Mirad- Harry tomó una voz grave y autoritaria. Quería que le tomaran en serio y lo consiguió, Emma y Hayley le miraron con atención- Guiomar podría estar en cualquier parte. Raquel, al parecer, también ha desaparecido y lo más probable es que esté con Guiomar. En este mismo momento puede que esté en peligro y nosotros estamos aquí, perdiendo el tiempo. En serio, tenemos que buscarla por separado.

-Pero...

Pero Harry no le dio tiempo a Emma para hablar y la interrumpió:

-Emma, dirígete al jardín y búscala. Puede que ella nos esté buscando- Harry sabía que ella no estaría en peligro en el jardín, pues había mucha gente- y si encuentras a Bambi, a Niall o a quién sea, avísales.

Sabía que Emma no estaba de acuerdo pero obedeció sin rechistar para no perder más tiempo. Miró a Hayley y después a Harry. Tenía muchísimo miedo de que le pasara algo. Quiso darle un beso de despedida pero sabía que no hacía nada más que perder el tiempo y además Hayley estaba presente. Mirándole por última vez sin decirle nada, se marchó de la habitación.

-Voy a buscarla en las clases- dijo Hayley cuando Emma se fue de la habitación- y en la cafetería. En el comedor también, por si acaso. ¡Ah, y en el laboratorio!

-Yo la buscaré en la otra salida de la Universidad. ¿Hay dos, no?

-Sí- asintió ella- está al lado de los vestuarios. ¿Sabes dónde...?

-Sé dónde está- respondió él, que conocía bastante bien la universidad- los vestuarios de la Sala de Actos, ¿no?

-Sí, donde ensayo teatro- reafirmó ella con un asentimiento.

Hayley le miró y se dio la vuelta, dispuesta a marcharse. Cuando abrió la puerta que había cerrado Em, Harry habló:

-Hayley- la chica le miró de nuevo, interrogante- llama a la policía si no la ves en ningún lado. Puede que esto sea más serio de lo que parece.

Hayley, pálida, asintió por tercera vez. Harry vio el miedo reflejado en sus ojos. La chica frunció los labios. El chico supo que estaba intentando contener las lágrimas. Y mirándola, Harry dijo:

-Buena suerte.

El chico resopló de frustración cuando se quedó solo. Estaban en una situación nada fácil. Tenía mucho miedo. Muchísimo.

Estaban en peligro.

Y, negando la cabeza para apartar ese pésimo pensamiento, echó a correr. Fue hacia la Sala de Actos, que estaba vacía, y se adentró hasta llegar a los vestuarios. Parecía intacto y vacío. Se dio la vuelta y corrió hacia la salida.

No había nadie y a Harry no le extrañó. Todo el mundo estaba en el jardín, o bien celebrando la fiesta o bien mirando el concurso. Salió a la calle y miró lo que tenía delante.

La calle estaba a oscuras y no había nadie. Hacía un poco de frío y Harry fulminó al cielo por burlarse de él. Pero apartó la vista cuando escuchó un quejido lastimero.

-Harry... ¡Harry!- el chico entendió que le llamaban por su nombre a la segunda.

Miró a su derecha, donde procedía la voz, y la vio.

Guiomar estaba medio tumbada, medio sentada. Tenía la cara y los brazos ensangrentados pero eso no era lo que le llamó la atención a Harry. Tenía una gran brecha en la cabeza, parecida a la de Hayley.

-¡Guiomar!- aulló. Y al darse cuenta de que estaba parado como un tonto, corrió hacia ella pero la chica negó con la cabeza, o eso intentaba, porque estaba muy débil.

-Atrás... No- murmuró ella tan bajo pero aun así Harry la escuchó. ¿Qué quería decir con eso?- mira... atrás.

Harry lo entendió e iba a hacerlo cuando notó un golpe fuerte en la cabeza. Notó algo caliente chorreando por la nuca. Un segundo después, Harry se desplomó en el suelo. Pero antes de cerrar los ojos y perder la conciencia vio, borrosamente, que Guiomar lloraba y gritaba su nombre.



-Thomas... ¿Qué estás haciendo aquí?- le preguntó Nicole en un susurro, casi sin mover los labios. Pero éste no le respondió si no que sujetó con más fuerza aún el micrófono, mirando al público, impasible.

Pero después la miró detenidamente y se dio cuenta de lo guapa que iba, por primera vez.

-En todos los colegios, institutos y universidades la gente convive por separado. Esta universidad no es la excepción. Aquí hay populares, sabelotodos, atletas, normales, marginados y frikis. Yo estoy en el grupo de los frikis, por supuesto- nadie se rió. El público estaba atento a las palabras de Thomas pero éste sólo tenía ojos para Nicole que se moría de vergüenza- increíblemente, la chica que está a mi lado me aceptó por ser como era y me convertí en su amigo. Ella pertenece al grupo de los populares y quería que yo también lo fuera. Me presentó a chicos populares y me apuntó a Fútbol Americano para ser popular. Sabía que ella sólo lo hacía por mí, para ser amigos sin ser juzgados por la gente. Sabía que ella me quería como amigo pero... ¿Quién no se iba a enamorar de ella? Yo, obviamente, no soy la excepción. Ella merece ser la Reina de Verano por ser preciosa, tanto por fuera como por dentro. Por ser amiga de un friki torpe aún después de que éste le haya pedido distancia y tiempo. Nicole siempre ha soñado en ser Reina de Verano y se lo merece. Ella tiene que ganar. Es una de las personas más increíbles que he conocido.

Thomas había dejado de mirar a Nicole hacía rato pero volvió a mirarla. Su amiga tenía lágrimas en los ojos y le sonreía.

-La gente piensa que no podemos estar juntos porque somos diferentes. Pero yo tengo una teoría de que sí podemos estar juntos. No se completa un puzzle con piezas iguales, ¿a qué no?

Nicole hipó y empezó a llorar aún más. Thomas miró al público y se dio cuenta de que muchas personas lloraban. Buscó a sus amigos en la multitud pero sólo vio a Bambi. La pelirroja lloraba pero le dedicó una sonrisa reconfortante. También aplaudía.

Notó que le agarraban fuertemente el hombro y le llevaba a otra dirección. Era Nicole. Se miraron a los ojos.

-Lo siento mucho, yo... Nick iba a decir tonterías sobre ti. Le di un papel que redacté hace tiempo para que lo dijera en el discurso pero hoy me dijo que lo había tirado. Lo siento- repitió él, lamentándose profundamente- él no iba a decir nada más que tonterías... Yo sólo quería que ganaras.

Pero Nicole no le respondió, si no que le besó brusca y desesperadamente. La gente aplaudió y algunos gritaron entusiasmados pero Thomas sintió que el gentío estaba muy lejos, la verdad es que le importaba un pimiento todo lo demás. Agarró con fuerza la cintura de Nicole y la atrajo hacia así, sin parar de besarla.

Nicole era lo único que le importaba en ese momento.

Pero notó que alguien le alejaba de Nicole y le propinaba un puñetazo. El público chilló.



Emma no encontraba a Guiomar por ningún lado. Preguntó a varias personas pero ninguno la había visto. También le había preguntado a JG si había visto a Raquel después de que ella se subiera a la habitación pero no la había visto.

Emma iba a echarse a llorar y dejar que el mundo se la echara encima cuando vio a Zayn con Louis, Liam y Beth. Se estaban riendo de algo y ella no pudo evitar que la rabia le inundara. Pero se recordó a sí misma que no tenían la culpa, no se habían enterado...


-¡Emma!- Liam se había dado cuenta de su presencia y se acercó a ella. Los otros tres también lo hicieron- ¿dónde está Harry?

Emma, sin poder evitarlo, empezó a llorar. Ellos se quedaron atónitos. Beth la abrazó, aunque costaba un poco por su prominente barriga.

-Eh, eh... ¿Qué ha pasado?- le preguntó Louis, acariciándole del pelo.

-¿Te has peleado con él?- inquirió Zayn.

Emma negó con la cabeza y se secó las lágrimas. No podía más. Pero sabía que debía decírselo a sus amigos. Con un nudo en la garganta comenzó a explicarles lo que había sucedido.

-¿Qué Guiomar está desaparecida?

-¿Os habéis separado para buscarla?

-¿Cómo puede ser Raquel? Dios mío.

Emma rompió a llorar de nuevo tras el torrente de preguntas. No sabía qué decir pero afortunadamente, Hayley vino corriendo hacia ellos.

-¡Chicos! ¿Y Harry? ¿Todavía no ha venido? He llamado a la policía hace veinte minutos.

Emma empezó a asustarse aún más.

-¡No nos alarmemos!- gritó Liam, aunque él también estaba nervioso- vendrá en cualquier momento. Vamos a buscarle.

-Y a Guiomar- añadió Beth con una mueca de dolor que sólo vio Emma. Iba a decir algo pero Bambi, que acababa de salir de quién sabe quién, gritó:

-¿Habéis oído el discurso de Thomas? ¡Ha sido precioso! ¿Habéis visto a Niall...?- se interrumpió al ver las caras funestas de sus amigos- ¿qué ha pasado?

Liam empezó a hablar pero se vio interrumpido cuando Beth dio un grito que heló la sangre.

-¿Te estás meando?- inquirió su novio, con los ojos como platos, al ver que le salía líquido en la entrepierna.

-¡Has roto aguas!- gritó Bambi, entusiasmada. Todos los chicos miraron a Beth, que sonreía- ¡tu hijo o hija está en camino!

-¡Pero si sólo tiene ocho meses de embarazo!- gritó Zayn aturullado, pálido y embobado.

Emma estuvo a punto de poner los ojos en blanco al ver que no era el momento adecuado para parir. ¡Tenían que buscarles!

-¡Dios mío!- chilló Zayn de nuevo sin saber qué hacer. Pero pronto reaccionó y sujetó a su novia- ¡tenemos que irnos al hospital!

Zayn se alejó de ellos con Beth sujetándole en el hombro. Bambi y Liam decidieron acompañarles (éste último pidiendo disculpas por no ayudar ya que tenía que llevarles al hospital en coche. Zayn estaba muy nervioso para hacerlo).

-¿Dónde buscamos?- dijo Louis antes de que Hay y Emma hablaran.

Pero pronto escucharon la música inicial de I’d come for you de Nickelback. Al principio pensaban que procedía de la pista de baile pero de pronto Hayley gritó:

-¡Mi móvil!

Sacó su iPhone del bolso pero Emma se lo arrebató de las manos. Descolgó sin ver quién era.

-¿Sí?- dijo, con la esperanza de que contestara Harry o Guiomar. Louis y Hayley se acercaron a ella para escuchar.

-Policía nacional- Emma abrió los ojos y se puso nerviosísima. ¿Debería estar asustada o aliviada?- usted llamó recientemente por la desaparición de Guiomar Brandon.

-Sí- respondió ella con un hilo de voz. Pero el señor le escuchó.

-Ha habido un asesinato. Raquel Carrington, la chica a la que denunció, acaba de matar a una persona en las afueras de la universidad.

Emma se puso pálida y notó cómo el mundo se tambaleaba. Se mareó y se cayó pero Louis la cogió a tiempo.

-¿Qué ha pasado? ¿Han encontrado algo? ¡Emma!

El policía, desde el teléfono, para rematarlo aún más anunció:


-Hemos encontrado un cadáver.