Emma,
ataviada con el vestido azul eléctrico que le había regalado Harry, jamás había
estado tan nerviosa como en ese momento. Ni siquiera cuando se enteró de que padecía cáncer. Ni de cerca.
-Tenemos que bajar ya, Emma- le dijo Guiomar con una voz muy suave, nada propio en ella. También se la veía nerviosa- todo el mundo está abajo.
Emma
comprobó que su habitación estaba vacía. Nicole, Raquel y Hayley ya habían
bajado. Expiró aire y asintió lentamente con la cabeza. Guiomar le dedicó una
sonrisa y ambas bajaron por la escalera en dirección al jardín de la
universidad.
Admiraron
el lugar en cuanto llegaron. Habían decorado el jardín con serpentinas de colores,
banderines y más; las flores tenían mejor aspecto. En el centro había una gran pista de baile (como si fuera una discoteca) y encima
de la pista había una gran bola que iluminaba el lugar y cada minuto
cambiaba de color; en el fondo había una orquesta que tocaba varios
instrumentos, entre ellos, el piano y la trompeta. Lejos de la pista de baile
había una pasarela iluminada con luces plateadas, Emma pensó que era para el Concurso de la Reina de Verano. Más allá del jardín, muy lejos a la entrada del edificio, había varias mesas llenas de aperitivos y copas. El jardín estaba
completamente distinto.
Pero Em
dejó de observar los cambios cuando se dio cuenta de que un chico se acercaba a
ella. Su mirada se convergió en Harry y la musiquita del fondo y los murmullos
de las personas se habían apagado por completo.
-Estás
fabulosa- le alabó su pareja cuando estuvo al lado de ella.
Em iba
a contestar cuando alguien la interrumpió.
-Ejem,
ejem. ¿Y algún piropo para tu mejor amiga?
Entonces
la música y los murmullos volvieron a los oídos de Emma. Y se dio cuenta de que todo
el mundo les miraba. Claro, ¿quién no iba a mirar a Harry Styles? Odió a todas
las chicas del lugar por ello.
-Tú
también estás divina, Guiomar- respondió Harry con una sonrisa que casi
derritió a Em. Pero mantuvo la compostura.
-No es
suficiente- ella puso una mueca pero a continuación sonrió- era broma. Me voy,
mi pareja me estará esperando. Suerte, Emma- y le dirigió una mirada a su amiga
que sólo ella entendió.
-Tranquila.
Suerte a ti también.
Guiomar
resopló y se perdió en el gentío. Harry se acercó más aún y le dijo:
-¿Quién
es su pareja?
-¿No te
lo ha dicho?- se extrañó Em, pues sabía que Harry y Guiomar eran mejores
amigos- ya lo verás.
-No me
lo quiso decir. Pero sospecho quién podría ser- Harry le lanzó una mirada
interrogante acompañada de una sonrisa.
-Es él-
asintió ella.
Harry
sonrió aún más y, delicadamente, posó su mano en la cintura de Emma. Ella dio
un respingo y ambos se dirigieron a la pista.
-Muchas gracias por el vestido. Es precioso- habló Em con las mejillas sonrojadas. ¡Por Dios, fue su novio! ¿Por qué le costaba tanto hablar con él?
-Creo
que estás más guapa de lo que me he imaginado. Y de nada- le susurró él en el oído mientras
caminaban apartando a la gente con cuidado.
-¿Sí?-
preguntó la muchacha y sintió una renovada alegría al escuchar aquello. Eso significaba que Harry
había pensado en ella. Él asintió- gracias. Tú también estás muy guapo.
Y era
cierto. Harry llevaba una blusa blanca y un pantalón azul marino a juego con su
americana. Y llevaba una pajarita.. Eso lo hacía especial,
siempre había pensado que a Harry le quedaban mejor las pajaritas que las
corbatas.
-Menos
mal que nadie se ha lanzado a por mí, de momento- bromeó él.
-No
creo que vayan a por ti. Es un evento muy importante como para estropearlo-
explicó ella- aunque nos mira todo el mundo...
Cerca
de ellos, Bambi acababa de llegar al baile. Llevaba un vestido rojo de
lentejuelas sin tirantes que le cubrían los pies. También poseía un bolsito de
color negro en la mano, donde llevaba sus objetos personales.
-Estás
guapísima con este vestido- se asombró Thomas al encontrarse con ella. Su
compañera sonrió, enseñando sus dientes completamente blancos- veo que te has
teñido el pelo. Ahora lo tienes castaño.
-Sólo
es temporal- le explicó ella agarrando el brazo de Thomas para que la guiase-
es que el pelo rojo no pegaba con este vestido.
Tienes
razón- buscó con la mirada el lugar de la pista de baile. Con tanta gente en el
jardín, era fácil perderse. Pero se desconcentró cuando su mirada se topó con
los ojos castaños de Nicole. Ella iba bastante seria e iba de la mano con, cómo
no, Nick. Él ni la miraba, se dedicaba a lanzar sonrisas por todo el lugar.
-Despierta-
le susurró Bambi pellizcándole la espalda. Él dio un suspiro y la llevó a una
gran mesa donde había aperitivos y ponches.
-¿Ésta
no es Guiomar?- preguntó el chico de repente mientras bebía un trago de ponche.
Bambi, a su lado, que comía un trozo de tortilla asintió con la cabeza con los
ojos como platos.
-¡Y su
pareja es, nada más y nada menos, Marcos!- gritó ella muy sorprendida.
Ambos observaron a la pareja. Los dos se encontraban en la pista de baile, Guiomar
tenía las manos en el hombro de su profesor y él en las caderas de ella.
Bailaban al son de la música, intentando pasar desapercibidos. Pero,
obviamente, todo el mundo los miraba boquiabiertos. ¿Un profesor bailando con
una alumna?
-Alucinante.
Ahora Marcos acapara todas las miradas- murmuró Bambi.
-Ya
nadie nos está mirando- comentó Hay echando un vistazo a su alrededor, que bailaba junto a
Niall. Dejó escapar un suspiro, aliviada, y sus mejillas se volvían cada vez
menos rojas.
Niall
también miró a su alrededor y sonrió al darse cuenta que su pareja tenía razón.
Buscó con la mirada la solución de su problema.
-Es por
Marcos y Guiomar, mira.
Hayley
soltó una exclamación. Ellos no hacían caso a las miradas que le dedicaban y a
simple vista parecía que ya sabían que aquello iba a ocurrir.
-La
verdad es que no sé porqué me sorprende- repuso Hayley sonriendo un poco. Miró
a Niall, que agarraba sus caderas, y se contuvo de lo que iba a hacer.
-¿Pasa
algo?- preguntó el rubio algo preocupado. Había detectado un cambio en los ojos
de su amiga.
Iba a
responder que no cuando alguien habló a sus espaldas.
-¡Hola
chicos!- era Guiomar, que se había acercado a ellos sigilosamente, y a su lado estaba
Marcos- ¿cómo estáis?
La chica iba muy guapa y elegante. Vestía un largo vestido de vuelo azul oscuro con tirantes. También llevaba guantes blancos que apenas llegaban al codo. Llevaba el pelo recogido en un moño pero había dejado suelto varios mechones, acabados en tirabuzones.
-Muy
bien- respondió Niall educadamente y se soltó del agarre- hola Marcos,
encantado de conocerte. Guiomar me ha hablado mucho de ti.
Guiomar
enrojeció a la velocidad de la luz y le dio una disimulada patada a Niall en la
espinilla. Él ni se inmutó.
-Niall
Horan- contestó Marcos con el mismo tono. Ambos se estrecharon la mano- a usted
le conocí cuando se coló en las habitaciones de mujeres de esta universidad
ilegalmente.
Ahora
no se sabía quién estaba más rojo, si Niall o Guiomar. El muchacho maldijo
interiormente a Harry por haberle hecho pasar un mal rato.
-Era
broma, tranquilo- dijo Marcos y Niall soltó una risotada- es un placer
conocerte- se giró y miró a su pareja- Hayley Lekker, eres afortunado- bromeó
él y Hayley notó la cara ardiente- es una de las estudiantes más brillantes que
tenemos aquí.
-Me
complace oírlo- afirmó Niall mirando con orgullo a su amiga. Ella sonrió a la
fuerza- ¿vamos a por ponche?
Las
chicas se negaron y ellos se fueron un momento. Hay y Guiomar se apartaron
un poco del alboroto.
-¿Qué
tal la noche?- le preguntó Hayley con una cabezada. Sonrió cuando su amiga alzó el
pulgar hacia arriba, muy feliz- ¿estás nerviosa? Dentro de poco empieza la
competición.
-¡Muy
nerviosa!- asintió ella agarrando con fuerza su vestido. Echó un vistazo al
sitio donde se encontraban Niall y Marcos, estaban hablando animadamente- y creo
que Marcos también.
-Normal.
Tiene que dar un discurso y todo- respondió Hayley- estoy muy orgullosa de ti.
-Y yo
de ti- respondió Guiomar- ¿has oído a Marcos? ¡Eres una de las mejores alumnas
de esta universidad! Increíble.
Ambas
se rieron, Hayley un poco cortada. La morena sacó un papel rectangular de su
bolso.
-Pues
mira, siendo la mejor alumna me he traído una tabla periódica al Baile de
Verano- comentó sarcásticamente. Guiomar soltó una risita, mirando la tabla
que sujetaba su amiga. Acto seguido abrió los ojos (casi se le salieron de las órbitas), gimió y agarró tan fuerte
la muñeca de Hay que ésta soltó un alarido.
-¡Guiomar!
¿Qué haces?
Pero
ésta miraba a la tabla periódica con los ojos tan abiertos que parecía que de
un momento a otro se iban a caer. Murmuró palabras ininteligibles. Hayley pensó
que a Guiomar se le había ido la chaveta e iba a gritar cuando...
-¿Dónde
está Raquel?- preguntó ella, de repente. Dejó de mirar la tabla periódica y la
miró directamente- ¿dónde está? ¿La has visto?
-Guiomar...
-¡Dímelo!-
rugió ella. Hayley se sobresaltó y miró a su amiga, ¿qué le había pasado para
que reaccionara así?
-Pues
antes la vi hablar con un chico, supongo que era su pareja. Creo que era JG, el
ex novio de la mejor amiga de Grace, Shailene.
Guiomar
asintió mientras internamente memorizaba la cara del chico. Se alejó
rápidamente de Hayley y fue en busca de JG.
-¡Guiomar,
Guiomar! ¡Espera! ¿Adónde vas? Tienes que estar en la Competición de la Reina de
Verano- chilló Hayley siguiendo a su amiga pero pronto perdió su rastro. Con
toda gente que había en el jardín era imposible encontrarla.
Guiomar
buscaba con la mirada a un chico que tenía el pelo como de paja, rubio y con
pecas. Se equivocó muchas veces hasta que encontró a una chica bajita y morena.
-¡Grace!
¿Sabes dónde está JG?
La
chica se separó de su pareja, algo molesta por la interrupción, y miró a
Guiomar.
Grace pareció reflexionar un momento.
-Sí,
está allí- señaló a un lugar que estaba un poco afuera del jardín. Estaba
sentado en un banco, solo- ¿por?- añadió, extrañada.
Guiomar
no contestó y corrió lo más rápido que le permitían los tacones. Al llegar
tosió y habló sin aliento:
-¿Sabes
dónde... dónde está Raquel?
El
chico la miró con una mueca nada agradable, parecía triste y enfadado.
-Pues
mira, está en su habitación- contestó con amargura por haberle dejado solo.
La
chica no se quedó a consolar a JG y, corriendo más aún, entró al edificio.
Estaba vacío y oscuro pero a Guiomar no le daba miedo. Se lanzó al ascensor,
agotada, y le dio el botón con el número 7 marcado.
En el
jardín, Hayley miraba a su alrededor, algo nerviosa y preocupada, buscando a su
amiga que raramente se había marchado. Pronto vinieron Niall y Marcos, con
un vaso de ponche en la mano.
-Te he
traído ponche, por si querías- Niall le tendió el vaso. Hayley lo tomó,
emocionada, y le sonrió.
-¿Dónde
está Guiomar?- inquirió Marcos, dándose cuenta de su ausencia.
La sonrisa de Hay cayó en picado.
-No lo
sé. Creo que ha ido a ver a JG- le dijo, ocultando su nerviosismo para no
preocuparle más- ya volverá.
Marcos
frunció el ceño, indeciso, y estiró el cuello para buscarla en la multitud.
Después de un minuto, masculló:
-Pero
ahora es el...
Pero no
pudo acabar la frase porque una voz, ampliada por la ayuda de un micrófono,
habló desde la pequeña pasarela que habían instalado en el jardín.
-Todas
las chicas suscritas al Concurso Reina de Verano que vayan inmediatamente
detrás del telón. Los chicos vayan a instalarse en la izquierda de la pasarela para prepararos.
Marcos
enmudeció y, blanco como la cera, miró a Niall y a Hayley pidiendo ayuda con los ojos. A Hayley le pareció extraño que un profesor le pidiera ayuda.
-Ve
allí. Guiomar jamás se perdería un concurso como éste- le tranquilizó el
muchacho dándole unos golpecitos suaves en la espalda. Hayley estuvo de acuerdo
pero a juzgar por la cara que había puesto Guiomar al ver la tabla periódica no
estaba tan segura.
Marcos
asintió y aturulladamente se dirigió donde había indicado la voz femenina.
Mientras le miraba marchar, Hayley vio de reojo a Nicole, que iba a paso rápido
detrás del telón.
-¿Dónde
demonios se ha metido Guiomar?- preguntó Niall casi gritando, dirigiéndose a
Hayley- ¿y si le ha entrado una crisis nerviosa y se ha escapado? De esa mujer
no me extrañaría nada- añadió el irlandés medio en serio medio en broma.
-Lo sé,
lo sé, tranquilízate, me pones más nerviosa de lo que ya estoy. Voy a buscar a
Emma y a Harry, a ver si la han visto- repuso ella yéndose de allí, con el
ponche en la mano.
Niall
resopló y se pasó una mano en la cabeza, angustiado. Las personas que no
estaban atentas al escenario le miraban, hablando entre ellos pero Niall
decidió ignorarlos. Para tranquilizarse, decidió volver a tomar otro ponche. Al
agarrar un vaso, se dio cuenta de que a cinco metros de él estaba Bambi,
mirando al escenario.
-Antes
de que empiece el Concurso de Reina de Verano la Universidad de Sheffield
quiere presentaros a... ¡¡Fall
Out Boy!!- presentó la voz. Se oyeron vítores y gritos por todo el jardín.
-Hola-
saludó Niall al acercarse a su amiga. La pelirroja (o mejor dicho, castaña) dio un respingo y miró a su
amigo con una sonrisa.
-¡Hey!
¿Por qué no estás allí?- Bambi señaló a la multitud, se encontraba
alrededor de la pasarela, que estaba aguardando el comienzo del concurso.
-Buff,
estoy nervioso. Es que Guiomar ha desaparecido- le explicó. Curiosamente, Bambi
no puso cara de sorpresa.
-No sé
porqué no me sorprende- bromeó la chica.
Niall
se rió y acto seguido tomó un trago de ponche. Bambi dio un mordisco a su trozo
de tortilla.
-¿Dónde
está tu pareja? ¿Era Thomas, no?- le preguntó el rubio dejando su vaso en la
mesa, ya vacío.
Bambi
asintió, miró el alboroto que se había producido cuando la banda musical, Fall
Out Boy, había salido a cantar en pasarela. Después miró a Niall.
-Allí,
cómo no- musitó ella- no quiere perderse ni un segundo el discurso de Nick y la
presentación de Nicole.
El
chico asintió con la cabeza y, por primera vez, no supo qué decir. Al parecer,
a Bambi le sucedió lo mismo porque le miró sin decir nada, con manchas rojas en
las mejillas. Después del silencio incómodo, Niall habló:
-Podrías
cantar en el escenario- pronto se arrepintió de lo que había dicho.
-¿Qué?
Bambi
le lanzó una mirada llena de confusión. Niall se mordió el labio.
-Sé que
cantas. Te oí en la fiesta donde presentamos Best Song Ever, ¿te
acuerdas?
Aturdida,
Bambi reaccionó.
-Pero
yo canto mal, Niall- soltó una risotada para hacerle creer que lo que había
dicho no le importaba- no soy cantante. Es lo más tonto que has dicho.
-Sabes
que no- insistió él- tienes una voz muy bonita. Creo que es hora de que venzas
tu miedo. Taylor no te podrá hacer nada.
Bambi
se removió, conmocionada. No sabía qué decir pero quería que Niall supiera
cuánto le había llegado al corazón.
-Podrías
ser nuestra telonera- comentó Niall, orgulloso de su idea. Agarró a Bambi por
los hombros y la zarandeó- ¿por qué no? 5 Second of Summer es famoso gracias a
nosotros.
Bambi,
decidida pero asustada, rodeó con los brazos el cuello de Niall y le plantó un
beso en la boca.
Niall
estaba confuso, no sabía qué hacer. Cuando Bambi abrió la boca para profundizar
el beso, Niall se mareó al sentir un gran torrente de sentimientos: confusión,
aturdimiento, miedo... Pero no pudo evitar admitir que le gustaba la sensación al besar a Bambi. Aunque jamás la había visto como algo más que una amiga.
Cuando
Niall abrió la boca también, Bambi se apartó de él con brusquedad y se alejó de
él después de murmurar.
-Lo
siento muchísimo.
Niall
se quedó pasmado. Vio a Bambi perdiéndose en la multitud y tuvo ganas de ir
detrás de ella a buscarla pero se quedó quieto. ¿Qué acababa de suceder? Aparte
de Belén, había besado a pocas chicas. Jamás se lo había esperado, la tímida
e inocente Bambi le había besado con seguridad. Aunque después se había
apartado de él...
A Niall
le inundó un miedo que jamás había sentido antes... ¿Y si besaba mal? Bambi se
había escaqueado de él justo cuando iba a abrir la boca... ¿Y si Belén le había
dejado porque no aguantaba sus besos? Niall no sabía en qué pensar.
Frustrado,
bebió otro ponche. Al beber la tercera copa se sintió aún más mareado. El
jardín daba vueltas y la canción de Fall Out Boy se había acabado. En lugar de
las voces graves de rock, se escuchaba una voz suave femenina.
Notó
unas suaves punzadas en la espalda. Niall gruñó y cogió otro ponche cuando
volvió a notar otras punzadas, éstas más fuertes. Al cabo de unos segundos se
dio cuenta de que no eran punzadas, alguien le llamaba por detrás. Se dio la
vuelta, enfadado.
Pero
casi se desmayó de la sorpresa al ver a una chica menuda con la melena rubia con pequeñas ondulaciones. Llevaba un vestido precioso... Era de color azul cielo y era tan largo que le llegaba hasta los pies...
Era
Belén y, para Niall, era un ángel.
Hayley
paró en seco al escuchar la voz. Era preciosa, suave y aguda, perfecta para su
gusto. Aunque reconocía la voz, alzó la vista y vio a Bambi cantando, sujetando
con firmeza el micrófono y alzando una mano con los ojos cerrados.
Ella
salió del ensimismamiento y vio a Emma, tirando de Harry, acercándose a ella.
-¡¡Al
fin os encuentro!!- chilló ella y un gran alivio se extendió por su cuerpo.
Em la
ignoró y miró sonriente a sus dos amigos.
-¡Ahí
está Bambi, no me lo puedo creer! ¡Y dentro de poco saldrá Guiomar!- aplaudió y
dio un pequeño salto, como una niña pequeña que le acabaran de dar un regalo-
qué orgullosa estoy.
-No, no
saldrá.
-¿Qué?-
Harry y Emma abrieron los ojos como platos.
Hayley
suspiró y les sacó de la muchedumbre. Les llevó a la pista de baile, que sólo
había tres parejas bailando, y les contó lo que le había pasado a Guiomar.
Harry frunció el ceño y se miró los pies, como si estuviera pensando; Emma, en
cambio, estaba preocupadísima. Cogió su móvil y la llamó. Salió el contestador.
Emma gritó de rabia y la llamó de nuevo. Tres. Cuatro. No había cogido
ninguna de sus llamadas.
-Antes
he visto a JG y estaba con Grace, hablando. ¡Guiomar no estaba con él!- dijo Em
y miró a las parejas que bailaban a su alrededor, como deseando que Marcos y
Guiomar fueran uno de ellos.
-Yo
pensé que estaba con vosotros o algo por el estilo- bufó la morena y agarró la
mano de Emma- puede que esté en la habitación, escondida. Vamos.
Los
tres caminaron rápidamente en dirección al edificio.
-¿Te
dijo que quería ver a Raquel?- interrogó la rubia muy extrañada. Conocía a la
perfección a Guiomar y sabía que si estaba nerviosa o necesitaba ayuda acudiría
a ella o a Hayley. No a Raquel.
-Ajá-
asintió ella, pensando lo mismo.
-¿Te lo
dijo después de ver tu tabla periódica?- volvió a preguntar Emma, intentando
entender el comportamiento de su amiga.
-Sí. Lo
leyó y después me preguntó dónde estaba Raquel, muy alarmada. Como si hubiera
descubierto la cura del cáncer.
Em
sonrió un poco e iba a decir algo cuando Harry gritó, después de pensar un
largo rato.
-¡Espera!
Las
otras dos se detuvieron justo en la puerta de entrada. Emma le miró
inquisitivamente.
-¡Dame
la tabla periódica!
Hayley
obedeció sin decir ni una palabra y lo sacó de su bolso. Harry se lo arrebató
sin cuidado y las dos chicas se pusieron uno en cada lado para mirar la tabla
periódica también.
-¿Qué?- preguntó Emma, curiosa- ¿has encontrado algo?
-Dios
mío... Oh, Dios mío...- susurró él y el alma le cayó a los pies- ¿cómo se
apellida Raquel?
-Carrington-
respondió la morena inmediatamente- ¿por qué?
-El
símbolo de Radio es “Ra” que es el número 88. Y el número 22 es Calcio, “Ca”.
A Emma
se le encogió tanto el corazón que le dolió y estuvo a punto de desmayarse.
-Eso es
lo que Guiomar había descubierto- dijo el chico con un hilo de voz.
Los
tres se miraron y automáticamente se adentraron en el edificio en busca de
Guiomar corriendo lo más rápido que le permitían sus pies (y sus vestidos).
-¡Marcos,
Marcos!- el chico escuchó una voz femenina que le llamaba. Reconoció la voz al
instante pero se giró con la esperanza de que fuera Guiomar.
-Hola-
le saludó a su hermana, que se acercaba a él con Justin, Helena y una chica que
le sonaba bastante (Miley)- acabamos de llegar.
-¿Cómo
habéis entrado?- le preguntó él, con las manos sudando.
-Ha
sido fácil. Liam, Louis, Zayn y su novia han llegado aquí y la liaron bien parda.
Las chicas que estaban en la entrada del jardín se volvieron locas y entre el
gentío pudimos pasar- explicó Justin riéndose a carcajadas. La chica bajita y
morena que estaba a su lado también se rió.
-¿Preparado?-
preguntó Helena. Marcos no pudo evitar ponerse nervioso. Todos los chicos que
había en la fila le miraban y se susurraban entre ellos menos dos chicos que
discutían acaloradamente. A uno le reconoció, era uno de los chicos que siempre
estaba con Guiomar.
-No lo
sé. No sé si Guiomar está detrás del telón- repuso.
-¿Qué
quieres decir?- preguntó Cassandra, ceñuda. Pero Justin la interrumpió:
-¡Eh! ¿La que está cantando no es
Bambi? Es amiga de mi hermana.
La
cantante que se hallaba en la pasarela paró de cantar y sonrió al público. Se le notaba nerviosa. Bajó por
los pequeños escalones y miró al amigo de Guiomar, que gritaba a otro chico.
Abrió los ojos como platos y parecía que quería ayudar pero pronto muchas
personas del público la tiraron de la mano y la ovacionaron.
-¡Bueno,
bueno! Después de la bonita canción que ha cantado aquella chica- una de las
profesoras de la universidad hablaba por el micrófono, que acababa de salir del
telón de detrás- daremos comienzo al Concurso de Reina de Verano- la señora
sacó un papel del sobre que sujetaba y lo leyó- la primera en salir será Nicole
Ellis con su pareja, Nick Crawford.
Los
chicos que discutían alzaron el cuello al oír aquello y tras empujones y patadas, sólo
uno de ellos consiguió subir al escenario. Nicole salió del telón con una
preciosa sonrisa y se quedó a cuadros al ver al chico que tenía al lado aunque
después intentó disimularlo. La profesora le tendió el micrófono al chico y
éste se puso en medio de la pasarela.
Hubo
comentarios y grititos de sorpresa en el público al darse cuenta de que aquel tío no era el popular Nick Crawford.
Era Thomas Wells.
En la
habitación de las chicas no había nadie. Ni Raquel ni Guiomar.
-¡Maldita
sea!- gritó Harry desesperado. Hayley y Emma miraron en cada rincón de la
habitación por si acaso.
-Ni
rastro de ellas- habló Hayley abriendo la puerta del armario- las cosas de
Raquel están aquí. Y las de Guiomar también.
Emma,
que estaba mirando debajo de las camas, miró a Harry sin saber qué hacer.
-Será
mejor que nos separemos- dijo el chico con el corazón como un puño al ver a
Emma así. Habían estado esperando tanto tiempo a que llegara ese día...
-De
ninguna manera- negó Emma rotundamente. Se acercó a él y le miró a los ojos- no
nos vamos a separar.
-Ahora
que sabemos que es Raquel no nos podemos separar en ningún momento- mostró su
apoyo a Em.
-Mirad-
Harry tomó una voz grave y autoritaria. Quería que le tomaran en serio y lo
consiguió, Emma y Hayley le miraron con atención- Guiomar podría estar en
cualquier parte. Raquel, al parecer, también ha desaparecido y lo más probable
es que esté con Guiomar. En este mismo momento puede que esté en peligro y
nosotros estamos aquí, perdiendo el tiempo. En serio, tenemos que buscarla por
separado.
-Pero...
Pero
Harry no le dio tiempo a Emma para hablar y la interrumpió:
-Emma,
dirígete al jardín y búscala. Puede que ella nos esté buscando- Harry sabía que
ella no estaría en peligro en el jardín, pues había mucha gente- y si
encuentras a Bambi, a Niall o a quién sea, avísales.
Sabía
que Emma no estaba de acuerdo pero obedeció sin rechistar para no perder más
tiempo. Miró a Hayley y después a Harry. Tenía muchísimo miedo de que le pasara algo. Quiso darle un beso de despedida pero sabía que no hacía nada más que perder el tiempo y además Hayley estaba presente. Mirándole por última vez sin decirle nada, se marchó de la habitación.
-Voy a
buscarla en las clases- dijo Hayley cuando Emma se fue de la habitación- y en
la cafetería. En el comedor también, por si acaso. ¡Ah, y en el laboratorio!
-Yo la
buscaré en la otra salida de la Universidad. ¿Hay dos, no?
-Sí-
asintió ella- está al lado de los vestuarios. ¿Sabes dónde...?
-Sé
dónde está- respondió él, que conocía bastante bien la universidad- los
vestuarios de la Sala de Actos, ¿no?
-Sí,
donde ensayo teatro- reafirmó ella con un asentimiento.
Hayley
le miró y se dio la vuelta, dispuesta a marcharse. Cuando abrió la puerta que
había cerrado Em, Harry habló:
-Hayley-
la chica le miró de nuevo, interrogante- llama a la policía si no la ves en ningún lado. Puede que esto sea más serio de lo que parece.
Hayley,
pálida, asintió por tercera vez. Harry vio el miedo reflejado en sus ojos. La
chica frunció los labios. El chico supo que estaba intentando contener las
lágrimas. Y mirándola, Harry dijo:
-Buena
suerte.
El
chico resopló de frustración cuando se quedó solo. Estaban en una situación
nada fácil. Tenía mucho miedo. Muchísimo.
Estaban
en peligro.
Y,
negando la cabeza para apartar ese pésimo pensamiento, echó a correr. Fue hacia
la Sala de Actos, que estaba vacía, y se adentró hasta llegar a los vestuarios.
Parecía intacto y vacío. Se dio la vuelta y corrió hacia la salida.
No
había nadie y a Harry no le extrañó. Todo el mundo estaba en el jardín, o bien
celebrando la fiesta o bien mirando el concurso. Salió a la calle y miró lo que
tenía delante.
La
calle estaba a oscuras y no había nadie. Hacía un poco de frío y Harry fulminó al cielo
por burlarse de él. Pero apartó la vista cuando escuchó un quejido lastimero.
-Harry...
¡Harry!- el chico entendió que le llamaban por su nombre a la segunda.
Miró a
su derecha, donde procedía la voz, y la vio.
Guiomar
estaba medio tumbada, medio sentada. Tenía la cara y los brazos ensangrentados
pero eso no era lo que le llamó la atención a Harry. Tenía una gran brecha en
la cabeza, parecida a la de Hayley.
-¡Guiomar!- aulló. Y al darse cuenta de que estaba parado como un tonto, corrió hacia ella
pero la chica negó con la cabeza, o eso intentaba, porque estaba muy débil.
-Atrás...
No- murmuró ella tan bajo pero aun así Harry la escuchó. ¿Qué quería decir con
eso?- mira... atrás.
Harry
lo entendió e iba a hacerlo cuando notó un golpe fuerte en la cabeza. Notó algo
caliente chorreando por la nuca. Un segundo después, Harry se desplomó en el
suelo. Pero antes de cerrar los ojos y perder la conciencia vio, borrosamente,
que Guiomar lloraba y gritaba su nombre.
-Thomas...
¿Qué estás haciendo aquí?- le preguntó Nicole en un susurro, casi sin mover los
labios. Pero éste no le respondió si no que sujetó con más fuerza aún el
micrófono, mirando al público, impasible.
Pero
después la miró detenidamente y se dio cuenta de lo guapa que iba, por primera
vez.
-En
todos los colegios, institutos y universidades la gente convive por separado.
Esta universidad no es la excepción. Aquí hay populares, sabelotodos, atletas,
normales, marginados y frikis. Yo estoy en el grupo de los frikis, por
supuesto- nadie se rió. El público estaba atento a las palabras de Thomas pero
éste sólo tenía ojos para Nicole que se moría de vergüenza- increíblemente, la
chica que está a mi lado me aceptó por ser como era y me convertí en su amigo. Ella pertenece al grupo de los
populares y quería que yo también lo fuera. Me presentó a chicos populares y me
apuntó a Fútbol Americano para ser popular. Sabía que ella sólo lo hacía por
mí, para ser amigos sin ser juzgados por la gente. Sabía que ella me quería
como amigo pero... ¿Quién no se iba a enamorar de ella? Yo, obviamente, no
soy la excepción. Ella merece ser la Reina de Verano por ser preciosa, tanto
por fuera como por dentro. Por ser amiga de un friki torpe aún después de que
éste le haya pedido distancia y tiempo. Nicole siempre ha soñado en ser Reina
de Verano y se lo merece. Ella tiene que ganar. Es una de las personas más increíbles que he conocido.
Thomas
había dejado de mirar a Nicole hacía rato pero volvió a mirarla. Su amiga tenía
lágrimas en los ojos y le sonreía.
-La
gente piensa que no podemos estar juntos porque somos diferentes. Pero yo tengo
una teoría de que sí podemos estar juntos. No se completa un puzzle con piezas
iguales, ¿a qué no?
Nicole
hipó y empezó a llorar aún más. Thomas miró al público y se dio cuenta de que
muchas personas lloraban. Buscó a sus amigos en la multitud pero sólo vio a
Bambi. La pelirroja lloraba pero le dedicó una sonrisa reconfortante. También
aplaudía.
Notó
que le agarraban fuertemente el hombro y le llevaba a otra dirección. Era
Nicole. Se miraron a los ojos.
-Lo
siento mucho, yo... Nick iba a decir tonterías sobre ti. Le di un papel que redacté hace tiempo para que lo dijera en el discurso pero hoy me dijo que lo
había tirado. Lo siento- repitió él, lamentándose profundamente- él no iba a decir nada más que tonterías... Yo sólo quería que ganaras.
Pero
Nicole no le respondió, si no que le besó brusca y desesperadamente. La gente
aplaudió y algunos gritaron entusiasmados pero Thomas sintió que el gentío
estaba muy lejos, la verdad es que le importaba un pimiento todo lo demás. Agarró con fuerza la cintura de Nicole y la atrajo hacia así,
sin parar de besarla.
Nicole
era lo único que le importaba en ese momento.
Pero notó que alguien le alejaba de Nicole y le propinaba un puñetazo. El público chilló.
Emma no
encontraba a Guiomar por ningún lado. Preguntó a varias personas pero ninguno
la había visto. También le había preguntado a JG si había visto a Raquel
después de que ella se subiera a la habitación pero no la había visto.
Emma
iba a echarse a llorar y dejar que el mundo se la echara encima cuando vio a
Zayn con Louis, Liam y Beth. Se estaban riendo de algo y ella no pudo evitar
que la rabia le inundara. Pero se recordó a sí misma que no tenían la culpa, no
se habían enterado...
-¡Emma!-
Liam se había dado cuenta de su presencia y se acercó a ella. Los otros tres
también lo hicieron- ¿dónde está Harry?
Emma,
sin poder evitarlo, empezó a llorar. Ellos se quedaron atónitos. Beth la abrazó, aunque costaba un poco por su prominente barriga.
-Eh,
eh... ¿Qué ha pasado?- le preguntó Louis, acariciándole del pelo.
-¿Te
has peleado con él?- inquirió Zayn.
Emma
negó con la cabeza y se secó las lágrimas. No podía más. Pero sabía que debía
decírselo a sus amigos. Con un nudo en la garganta comenzó a explicarles lo que
había sucedido.
-¿Qué
Guiomar está desaparecida?
-¿Os
habéis separado para buscarla?
-¿Cómo
puede ser Raquel? Dios mío.
Emma
rompió a llorar de nuevo tras el torrente de preguntas. No sabía qué decir pero
afortunadamente, Hayley vino corriendo hacia ellos.
-¡Chicos!
¿Y Harry? ¿Todavía no ha venido? He llamado a la policía hace veinte minutos.
Emma
empezó a asustarse aún más.
-¡No
nos alarmemos!- gritó Liam, aunque él también estaba nervioso- vendrá en
cualquier momento. Vamos a buscarle.
-Y a
Guiomar- añadió Beth con una mueca de dolor que sólo vio Emma. Iba a decir algo
pero Bambi, que acababa de salir de quién sabe quién, gritó:
-¿Habéis
oído el discurso de Thomas? ¡Ha sido precioso! ¿Habéis visto a Niall...?- se
interrumpió al ver las caras funestas de sus amigos- ¿qué ha pasado?
Liam
empezó a hablar pero se vio interrumpido cuando Beth dio un grito que heló la
sangre.
-¿Te
estás meando?- inquirió su novio, con los ojos como platos, al ver que le salía
líquido en la entrepierna.
-¡Has
roto aguas!- gritó Bambi, entusiasmada. Todos los chicos miraron a Beth, que
sonreía- ¡tu hijo o hija está en camino!
-¡Pero si sólo tiene ocho meses de embarazo!- gritó Zayn aturullado, pálido y embobado.
Emma
estuvo a punto de poner los ojos en blanco al ver que no era el momento
adecuado para parir. ¡Tenían que buscarles!
-¡Dios
mío!- chilló Zayn de nuevo sin saber qué hacer. Pero pronto reaccionó y sujetó a su
novia- ¡tenemos que irnos al hospital!
Zayn se
alejó de ellos con Beth sujetándole en el hombro. Bambi y Liam decidieron
acompañarles (éste último pidiendo disculpas por no ayudar ya que tenía que
llevarles al hospital en coche. Zayn estaba muy nervioso para hacerlo).
-¿Dónde
buscamos?- dijo Louis antes de que Hay y Emma hablaran.
Pero
pronto escucharon la música inicial de I’d come for you de Nickelback.
Al principio pensaban que procedía de la pista de baile pero de pronto Hayley
gritó:
-¡Mi
móvil!
Sacó su
iPhone del bolso pero Emma se lo arrebató de las manos. Descolgó sin ver quién
era.
-¿Sí?-
dijo, con la esperanza de que contestara Harry o Guiomar. Louis y Hayley se
acercaron a ella para escuchar.
-Policía
nacional- Emma abrió los ojos y se puso nerviosísima. ¿Debería estar asustada o
aliviada?- usted llamó recientemente por la desaparición de Guiomar Brandon.
-Sí-
respondió ella con un hilo de voz. Pero el señor le escuchó.
-Ha
habido un asesinato. Raquel Carrington, la chica a la que denunció, acaba de
matar a una persona en las afueras de la universidad.
Emma se
puso pálida y notó cómo el mundo se tambaleaba. Se mareó y se cayó pero Louis
la cogió a tiempo.
-¿Qué
ha pasado? ¿Han encontrado algo? ¡Emma!
El
policía, desde el teléfono, para rematarlo aún más anunció:
-Hemos
encontrado un cadáver.