domingo, 27 de octubre de 2013

61- ¿Quién dijo película?

Hoy era el día. Hoy era 22 de julio.

Emma sonrió para sí misma y se levantó de un salto para rodear de rojo el día de hoy. Se fue a duchar y una vez ya arreglada completamente, bajó con prisa abajo.

-Buenos días, hermanita- dijo la voz de un chico en la cocina.

Emma entró a ella y se preparó un café.

-¿Qué haces tú por aquí? Son las ocho, tú no te levantas hasta las doce como mucho.

-Tú tampoco te levantas temprano- rió Justin, también vestido. Vio como su hermana se echaba el líquido en la taza- ¿café? ¡A ti no te gusta el café!

-Lo sé, simplemente es para mantenerme despierta. Estoy muy nerviosa.

-¿Por qué?- rió de nuevo.

-Hoy los chicos nos llevarán a un sitio. Es una sorpresa.

-¿Nos llevarán? ¿Quiénes van?- preguntó él, hincando su galleta de chocolate.

-Guiomar, Bambi y Hay.

-Pásatelo bien, hermanita- finalizó Justin, tirando el envoltorio de las galletas a la papelera.

-¿Tú qué harás?

-Pues… Vendrá Ryan- contestó él, rascándose la cabeza.

Emma sonrió.

-Sabes que él ya no me gusta, no hay nada de lo que preocuparse.

-Sí ya, tú lo has superado, pero él… Sabes que no. Le diste ilusiones cuando volvisteis juntos de nuevo.

Aquellos recuerdos le agolparon terriblemente. Taylor anunció su embarazo y Em, tan tonta, la creyó y para olvidarse de Harry salió con Ryan.

-Tenía mis motivos.

-Has estado jugando con su corazón.

-Te recuerdo que fue él el que me dejo- respondió más enfadada de lo que quería.

-Lo sé. Aun se maldice por ello, dice que jamás ha perdido a alguien tan importante como tú.

-¿Helena y Miley van a venir también?- preguntó, intentando cambiar de tema sutilmente.

-Helena va a venir. Quiero que Ryan la conozca.

-¿Y Miley?

La cara de Justin se desencajó completamente. Puso una mueca.

-Nos hemos enfadado.

-Oh. Pero hace dos días la he visto salir de casa.

-Precisamente se fue porque nos enfadamos ese mismo día- le explicó Justin desganado, apoyado en la puerta, esperando alguna pausa para escabullirse de allí.

Emma entendió al instante el raro comportamiento de Miley de ese día.

-¿Por qué?- quiso saber.

Justin tragó saliva.

-Odia a Helena. Ha dicho cosas que no quiero ni decirlas.

A Emma se le escapó una risita.

-¿Qué es lo que te hace gracia?- replicó Justin, molesto.

-Creo que a Miley le gustas. Miley siempre pone malas caras cuando viene Helena, y el otro día me confesó de que no se llevaba bien con ella.

Justin bajó la cabeza, avergonzado.

-La verdad es que tiene sentido pero… Miley es mi mejor amiga, eso no puede ser.

-Díselo tú a ella- suspiró la rubia.

-Es imposible. He salido con muchas chicas y Miley siempre ha sido simpática con ellas.

-Puede que empezó a enamorarse de ti cuando vino de EEUU- sugirió Emma, entristecida.

-No puede ser. ¡Soy el mismo!

-Puede que ella haya descubierto alguna faceta tuya que le gusta. Simplemente… No lo sé- habló la muchacha, pensativa- Yo también lo encuentro raro.

Justin bajó la cabeza aún más.

-No te sientas culpable. Tú no tienes la culpa, ¿sabes?- le animó Emma, acercándose a él- Lo importante es que tienes a Helena, ¿la quieres a ella, no?

-Ahora yo… No lo sé, estoy confundido. ¿Eso es normal?- preguntó notablemente preocupado- tú no te has preocupado de tus sentimientos hacia Harry por Ryan- se justificó.

-Puede que Miley te gusta y nunca te has dado cuenta.

Aquella explicación le dejó petrificado al joven. Asintió con la cabeza, confuso y se fue de la cocina. En ese mismo momento, reinaba el silencio, algo que le calmaba a Emma pero…

-Ya te he dicho que no me gusta- dijo April apresuradamente, en pijama.

-Lo dudo, y mucho. Cuando me fui con Jason no parábais de mirarnos.

-¡Eso era porque Daisy y Phoebe también te miraban!- se justificó April.

-¡Mentira! Ellas estaban en los columpios y tú estabas plantada de pie, espiándonos.

-Eso no es cierto. No me gusta Jason, te lo he dicho un millón de veces.

Al escuchar ese nombre, Emma puso los ojos en blanco y salió de la cocina tan rápido como le permitían las piernas. Estaba cansadísima de escuchar ese nombre cada vez que estaba con las gemelas.

                                                                      ~~~


-Me acaba de llamar Zayn. Ha cambiado de opinión y dice que sí va al evento de hoy- les informó Lou Teasdale, la estilista de One Direction.

-Me alegro pero… ¡Au! ¡Por favor, sé menos bruta y más cautelosa!- chilló Harry como un niño pequeño.

-Tan quejica como todos- suspiró la chica- no te toques el pelo ni la cara que voy a atender a Louis.

Los cuatro estaban sentados en el vestuario personal de One Direction. Niall, Harry, Louis y Liam estaban sentados en fila con un espejo delante mientras que Lou les maquillaba y les peinaba.

-Luego tenemos que buscarlas- comentó Liam riéndose por los alaridos de su compañero de trabajo- ¿Bambi se quedará en tu casa, no Harry?

-Sí. Le he dejado macarrones en la nevera para que coma y a las cinco vamos a buscarla.

-Vale. ¡Lou, atiéndeme que tengo prisa!- chilló Niall, evitando los quejidos de Louis.

-No me dejáis libre ni un minuto- suspiró ella, exasperada- sois peor que Lux.

-¿Dónde está ella?- preguntó Harry ansioso.

Lux era la hija de la estilista. La niña, con tan solo casi dos años (cumpliría dos años el 11 de septiembre) ganó el corazón de los chicos.

-Durmiendo- contestó Lou, atendiendo esta vez a Niall, que casi estaba terminado.

-Jo- se quejó Harry- ¿vosotros vendréis?

-Sí. Nos veréis a Tom y a mí allí.

-¿Y Lux?- preguntó Liam esta vez.

-También. Que obsesionados- rió Lou- Niall, ya he termin…

Antes de que pueda acabar la frase, el aludido se levantó inmediatamente y se marchó de allí.

-¡Adiós chicos!

-Menudas prisas- murmuraron todos y acto seguido, rieron.

-¿De qué os reís?- preguntó una voz nueva. Era Zayn.

-¡Zayn! Ven, siéntate aquí- señaló Lou el mismo sitio donde Niall estaba sentado anteriormente.

Él obedeció sin rechistar.

-¿Dónde estabas?- preguntó Liam, preocupado.

-En mi casa, ¿Dónde va a ser?

-¿Por qué no viniste a casa de Harry? Nos lo pasamos muy bien- siguió Louis el hilo de la conversación, con tono persuasivo.

-No tuve ganas. Además tenía pensado en no ir al evento de hoy. 

-¿Qué te hizo cambiar de idea? 

-Las Little Mix irán- dijo Zayn poniendo una mueca mientras que Lou le cepillaba el pelo.  

 
-Ohhhhhh, Zayn va a ver a su amorcito- canturreó Harry.

-¡Mira quien fue a hablar!- gritó Louis- el que va a llevar a su noviecita a su país natal.

-¿Estás celoso, Louis?- preguntó Harry irónicamente.

-Sí, muy celoso- bromeó él.

Zayn se rió y la risa se fue apagando poco a poco.

-¿Y Niall?- preguntó, dándose cuenta de su falta presencia.

En ese momento Niall conducía nerviosamente. Escuchaba La La La de Naughty Boy. No le gustó mucho la canción, no le convencía, pero solamente quería olvidar lo que haría a continuación. No es malo, para nada, era todo lo contrario. Pero estaba tan nervioso...

Cinco minutos después, llegó al aeropuerto de Stansted. Recordó la triste marcha de Anna y Zac. Buscó en la parte trasera de su coche unas gafas de sol, un pañuelo y un sombrero. Se puso los dichos accesorios y salió rápidamente del coche. Caminó deprisa hasta llegar donde estaba Marii y dos personas más. Era demasiado tarde y los recién llegados ya habían aterrizado.

-Marii…

-¡Niall! ¡Estás irreconocible!- chilló ésta al darse cuenta de su presencia. Los otros dos se sobresaltaron.

-Shh, habla más bajo.

-Has llegado tarde, Niall- le regañó Marii, tocando su reloj con el dedo índice.

-Lo siento, mi peinado tenía que estar perfecto para lo de esta tarde, ya sabes- dijo Niall- ¿me los presentas?- preguntó, señalando a las dos personas muy trajeadas que se situaban al lado de Marii.

-Oh sí, perdona. Éste es Sergio, uno de mis mejores amigos y el de Belén- señaló Marii al chico alto, rubio y de ojos verdes- y mi gran amiga se llama Jordina- dijo finalmente, señalando a la aludida. Era una chica esbelta, muy guapa y tenía el pelo muy largo y ondulado con flequillo.

-Hola- saludó Jordina avergonzadamente y le dio dos besos.

Niall miró a Marii. Ella se rió.

-Ambos son sordos hipoacúsicos, como yo- explicó Marii.

-Hey, he escuchado vuestra música, eres realmente bueno- saludó Sergio con un gran inglés fluido. A Jordina le costaba más y a simple vista, era muy tímida.

-Muchas gracias- respondió Niall, algo cortado. Ayudó a Jordina a llevar una maleta y los cuatro salieron del aeropuerto, dirigiéndose a la casa de Niall.

Y esa era la sorpresa de Belén, Niall estaba seguro de que le gustaría. Últimamente echaba mucho de menos a sus amigos y su familia de allí, de España. Ambos chicos, Sergio y Jordina, eran muy buenos amigos de Marii y Belén cuando vivían en España. Por lo que Niall decidió traerles a Inglaterra un mes.

                                                                           ~~~

-Ya les he mandado un mensaje diciendo que hemos llegado bien- manifestó Anna compungida.

-Ah, vale- aceptó el muchacho delante suya. Separaba los espirales verdes de los naranjas, sin ninguna gana de comer.


-¿Estás seguro?- preguntó Anna, Zac lo entendió al instante.

-Sí.

-¿Pero por qué? ¿Por qué tienes que renunciarlo todo por ella?

-No lo sé. Supongo que simplemente es un enamoramiento de adolescente- bromeó, al ver que Anna no sonreía, su cara se puso seria de nuevo- no lo he renunciado todo. Sólo he vuelto a mi país natal, donde me gustaría estar.

Anna arqueó una ceja.

-Vale no, me gusta más Inglaterra. Pero tampoco quería dejarte sola.

-¿Y tu prima?- susurró muy bajo. Zac la oyó.

-Bambi tiene a los demás. No quería estropear su ilusión, Anna. Bambi nunca ha tenido amigos.

Ella puso una mueca.

-Bueno, sólo a Taylor. Ella le apartó de los demás niños y la mandaba. Mi prima estaba muy ciega. Yo igual… Bambi y yo no hemos tenido una infancia muy buena, Taylor estaba encima nuestra continuamente.

-Lo entiendo- lo toleró Anna, finalmente.

                                                                                  ~~~


-Papá, Meryan, dentro de nada me tengo que… ¿Por qué gritas, papá?

-¿Qué haces con este vestido?- preguntó Alan, con la boca al suelo. Meryan también parecía sorprendida.

-Oh, esto. Lo encontré en el armario el otro día y…

-A lo que llamas “esto” era el vestido favorito de tu madre.

-Lo… Lo siento mucho, papá- tartamudeó Hayley, tropezándose con los tacones- yo… No lo sabía, lo vi en mi armario, me gustó y…

-Quédatelo, hija. Estás preciosa…- se maravilló su padre.

Meryan parecía satisfecha.

-Muchas gracias, papá.

-Pero, ¿a dónde vas?- le preguntó.

El timbre la interrumpió.

Hayley fue a abrir la puerta, pero Alan la adelantó.

-Buenas tardes, señor Lekker- sonrió Louis en la puerta- ¿me permite a su hija esta tarde?

Hayley empezó a reírse tontamente. Alan la miró y pidió una explicación.

-Papá, nos vamos a una fiesta. Éste es Louis, ya lo sabes, uno de los chicos que siempre vemos en la televisión.


Alan le tendió la mano. Después de tantas veces oír hablar de ellos a su hija por fin conoce a uno de e

-Encantado- atribuyó Alan- ¿a dónde vas a llevar a mi niña?

Las orejas de Hayley se encendieron al rojo vivo. Al parecer, Louis lo notó y rió.

-No puedo decírselo, aún es una sorpresa…

Alan pareció algo preocupado. Meryan, que apareció detrás, también.

-Señor Lekker, le prometo que la traeré sana y salva- habló Louis cortésmente, entendiendo la situación.

-¿Sois novios? ¿Esto es una cita?- preguntó Alan, pidiendo una explicación a su hija.

Las orejas de Hayley se encendieron aún más, azorada. Louis rió de nuevo, mostrando sus dientes blanquecinos.

-¡No!- rió él- la llevaré a una fiesta. No será nada malo- añadió- le gustará, ya verás.

-Papá, Emma y Guiomar también van- añadió Hayley.

-¿Vestidas y maquilladas así?

-Oh, no te creas, Guiomar todavía más- se le adelantó Louis- todos están el coche esperando…

-Oh papá, ¡vamos!

Meryan le dirigió una mirada severa a Alan.

-Está bien, sólo estaba preocupado por mi niña…- Hayley puso los ojos en blanco y esta vez Louis no rió- prométeme que no beberás.

-No beberé, papá. ¿No habrá bebidas allí, verdad Louis?- preguntó Hay.

-Eh… Bueno, la verdad es que sí- quiso ser sincero, para no ocasionar problemas después- Pero no beberemos- añadió tras ver la mirada intolerante del señor Lekker- os juramos cuidar de las chicas.

-Venga Alan, déjala. Parece buen chico- insistió Meryan.

-Está bien, si eso es lo que quiere mi hija- suspiró él mirándola. ¡Cuánto había crecido!

-Gracias, papá- dijo Hayley, abrazándole con todas sus fuerzas- te prometo que cuidaré el vestido de mamá y no beberé. Gracias a ti también Meryan.

Tras doblar la esquina con Louis, dijo:

-¿Los demás están en la limusina?

-Todos, incluido las chicas. Mira, ahí están- mostró Louis la limusina pero Hayley no pudo ver nada ya que los cristales eran de color negro como la pólvora. Al entrar a la limusina, con ayuda de Louis, pudo ver a sus amigas: Guiomar, Bambi y Emma.

-¡Hola!

-Te lo dije- dijo Emma con un tono de superioridad a Guiomar tras ver a Hay- ¡te has pasado al maquillarte! Y mucho.

-Vale, vale- se rindió Guiomar- pensaba que Hayley se maquillaría aun más. 

Hayley se rió.

-Sí claro después de ver la cara de mi padre al verme.

Las cuatro rieron.

-Es que estás muy mona, se me hace raro verte así- admitió Bambi.

-Cierto- rió Harry en el asiento posterior.

-¡Chicos! No os había visto- saludó Hayley muy avergonzada por los comentarios anteriores. Harry, Niall y Liam estaban delante de ellas. Louis, Zayn y Eleanor estaban detrás del conductor- ¿Adónde iremos?- preguntó la morena, intentando no parecer avergonzada.

-No te creas, les hemos insistido durante el camino y no lo han dicho- se quejó Guiomar.

-Es que es una sorpresa. Sólo os diré que está bastante apartado de Londres- afirmó Liam.

-Eleanor, ¿tú sabes a dónde nos dirigimos?- preguntó Emma.

-Qué va. Estoy tan intrigada, como vosotras.

-¿Es algo especial?- se emocionó Hayley.

-Mucho- habló Zayn.

-¡Hey! Guiomar y Emma me dijeron que no vendrías- se acordó Hayley.

-Cambié de opinión- se encogió de hombros.

-Sí. Le insistimos durante varios días ya que la fiesta… Bueno, es muy importante para nosotros y él se negó- protestó Niall- y ahora que van las…

-¡Cállate Niall! Ellas no deben saber nada- le recordó Liam.

Obviamente, Niall iba a decir las palabras "Little Mix", pero las chicas no podían saber nada.
 
-Es verdad.

Las chicas le sacaron la lengua. ¡Niall casi pica!

-¿Y dónde están Marii y Belén?- preguntó la pelirroja.

Todas las miradas se centraron en Niall.

-Veréis, le preparé una sorpresa a Belén. Invité a dos amigos suyos de España. Fue la idea de Marii, la verdad.

-¿Y no me lo querías decir?- preguntó Harry, abriendo los ojos.

-No quería que se enterara Belén, imagínate que se te escapa- se defendió el rubio.

-Si Belén se entera, el único culpable serías tú, puesto que se te escapa todo- bromeó el cantante.

Niall se encogió de hombros.

-Prosigo- continuó él como si no hubiese pasado nada- Belén, Jordina y Sergio a partir de ahora dormirán en mi casa, ya que en la de Marii no caben.

-Qué romántico- murmuró Hayley- por eso no podía quedarse Bambi en la tuya.

-Bueno, sólo quería alegrar a Belén. Y sí, por eso.

Emma sonrió.

-Gracias por hacer tal cosa a mi prima. Le harías muy feliz.

-Pero no tanto como te lo hago yo a ti- se chuleó Harry, colocándose el pelo.

-Cállate Harry- protestaron todos.

-Ya hemos llegado- anunció el chófer de la limusina. En breve, varios murmullos de alegría y de ansiedad le interrumpieron. Todos bajaron del coche para admirar una gran casa.

Era enorme.

-¿Qué es esto?- preguntó Bambi finalmente, tras varios segundos de observación.

-Ya lo veréis nada más entrar- contestó Louis con una sonrisa, y cogió de la mano a Eleanor.

Los demás les siguieron detrás. Eleanor llamó al timbre, esperanzada.

-Buenos días- le saludó una voz bastante metálica. Era una mujer vestida de esmoquin, con gafas de pasta y el pelo recogido en un moño.

-One Direction- respondió Niall.

-¿Y las chicas?- preguntó la mujer, frunciendo el ceño mientras miraba a Hayley y a Emma que estaban atónitas.

-Están invitadas- se regodeó Harry- tome.

Le tendió cinco tarjetas a la mujer. Ella las inspeccionó y acto seguido les dejó pasar. Las chicas se quedaron a cuadros.

Nada más entrar, había un espacioso jardín. Estaba atestada de gente; algunos bebían refrescos mientras hablaban con otros, unos cuantos nadaban en la amplia piscina con burbujas y varios estaban de pie, cantando a coro con el cantante que estaba encima del escenario. Los que pasaban cerca de ellos les felicitaban y les saludaban.

-Dime que estoy soñando, chicos- murmuró Guiomar, temblando de pies a cabeza. 

Las demás todavía tenían la boca abierta.

-No lo estás haciendo- rió Niall comiendo palomitas- uhmmm, no sé cómo han llegado las palomitas aquí.

-No me digas que acabo de ver a Ellie Goulding. Creo que sufro alucinaciones- suspiró Emma, agarrándose fuertemente el brazo de Harry, temiendo a desmayarse.

-¡Allí está Adele!

-¡La que está cantando es Katy! ¡¡La mismísima Katy Perry!!- gritó Eleanor.

-¡Rihanna me acaba de saludar! ¡Mueroooooooooo!

-Chicas, calmaros. Aquí está lleno de cantantes. Podéis ir uno a uno pidiendo autógrafos o como queráis- las serenó Liam- pero sin pasaros.

-No me lo puedo creer. ¿A qué se debe esto?- preguntó Hayley, indiscreta.

-Ya lo verás. En una hora tendrás que entrar allí- indicó Louis una puerta enorme, parecía una puerta de un garaje.

-Vale. Oye, ¿y Guiomar?

-Oh no. Os dije que sería una mala idea- bromeó Niall, comiéndose su última palomita- bueno, voy a saludar por ahí.

La hora pasó rápida, como si hubiese sido un soplo. Todos se dirigieron allí. Para sorpresa de las chicas, era una gran sala con una pantalla de televisión enorme. En resumen, un cine.

-Chicas, me ha avisado Zayn de que tenéis que dirigiros a la primera fila a la derecha- indicó la misma señora de antes, solo que la voz sonaba mucho más amable y menos monótona.

Las cinco: Guiomar, Hayley, Bambi, Eleanor y Emma se dirigieron allí. One Direction y varios señores más, estaban esperándola. Había cinco asientos reservados para ellas, lo supieron por el folio colgado en cada asiento con sus nombres.

-Guau, aun me tienes intrigada. ¿Qué peli vamos a ver?- le susurró Emma a Harry, que se sentaba a su lado.

-Ya verás. Creo que te gustará- le sonrió- ¿has conocido a alguien?

-¡Sí! He conocido a Nathan Sykes, a Selena Gomez, a Avril Lavigne la he visto de reojo, a uno de la banda de Maroon 5 que no sé cómo se llama, a…

-Vale, vale. Lo he captado- rió Harry.

-¡Incluso me he hecho una foto con Miley Cyrus! Mira.


-Guau. Muy guapas- la felicitó su novio.

Cuando todas las personas invitadas al evento especial de One Direction se sentaron en sus sitios correspondientes, la película empezó.

Pronto las chicas descubrirían que lo que iban a ver no era una película, sino…

¡El videoclip de Best song ever vista por primera vez!

Durante todo el vídeo, que duraba poco más de seis minutos, la sala se quedó en completo silencio, sólo se oían varias risas provocadas por Zayn del vídeo. Los chicos cada vez estaban más nerviosos, ¿les gustarán?

Al acabar, las luces se encendieron y One Direction podían ver las caras de las personas a su alrededor.

Varios les felicitaban; otros, más sentimentales, se acercaban a ellos para abrazarlos con semejante fuerza; las chicas, en cambio, lloraron orgullosas.

-¡Oh, no me lo pude creer!- gritó Guiomar- ¡En ningún momento se me ha pasado que era la publicación de vuestra canción!

-Es preciosa, chicos- susurró Bambi, emocionadísima por ser una de las únicas personas de la Tierra que vio Best song ever, de momento- Zayn, no sé cómo demonios te atreviste a vestirte de mujer.

-¡Cantáis como los ángeles!- les abrazó Eleanor. Las demás hicieron lo mismo.

Después del gran video, todos se dirigieron, de nuevo, al jardín. Hubo una pequeña discoteca al aire libre apartada y la piscina cada vez se iba vaciando.

-Aun no me cabe en la cabeza que han venido muchísimos famosos de distintos países- comentó Hayley a Niall, una vez fuera, tomándose un refresco.

-Ni yo. Son más de cien- sonrió.

El jardín estaba brillante, alegre, multicolor, parecía absorber los estados de ánimo de los chicos.

El sol se escondía cada vez más, enseñando un atardecer hermoso. Al otro lado se encontraban Harry y Emma después de haber entablado una conversación con Joe Jonas.

-¡Lux!- gritó Harry emocionado. La pequeña ahijada del cantante corría hacia él.

-Por fin conozco al bebé más famosa en carne y hueso- sonrió Emma. Detrás de la niña vinieron sus padres, Lou y Tom.

-¡Al fin te conozco!- le abrazó Lou y después cogió a la niña en brazos- Harry me ha hablado mucho de ti.

Ambas sonrieron con timidez. La última y única vez que se conocieron fue en una pantalla del ordenador, cuando Harry se encontraba de gira y hablaba con ella por skype, le presentó a Lou, varios meses antes.

-Gracias- respondió al fin- lo mismo te digo.

-La fiesta es estupenda, Harry- le dijo Tom y después se centró en Emma- encantado. Me llamo…

-Tom, lo sé- le interrumpió. Baby Lux le acarició la pierna- ooooh, si es una monada.

-Todo el mundo dice lo mismo cuando la ven por primera vez- carcajearon los padres de la niña.

-¡¡Eh, eh!!- gritó la voz dura de Zayn, sobresaltando a todos- ¿habéis visto a Perrie? ¿La habéis visto?

-Me pareció verla antes en la mesa de los refrescos con Jade…

Zayn se fue a la velocidad del rayo, dejando las demás palabras de Emma al aire.

-Y bueno- empezó Harry una vez ya a solas- ¿te ha gustado la sorpresa?

-¿Qué si me ha gustado? ¡Claro que sí, es increíble! A todos le han gustado vuestra canción.

-¿Y a ti?

-También, me ha encantado pero uhhhm… Me molesta una cosilla…

-¿El qué?- preguntó Harry alarmado.

-Has coqueteado con otra chica que no era yo… 

-¿Pero qué…?- de repente cayó en la cuenta- ¡Es Zayn, majadera!

-Lo sé, sólo te bro… Oh no.

-¿Qué pasa?- murmuró ésta vez más abstraído aún.

-Harry- avisó Emma con voz tan grave que el pánico le inundó- mira atrás.



Louis miró el reloj, y entusiasmado dijo:

-¡El lanzamiento de la canción es ahora mismo! ¡Las fans ya deberían haber visto Best song ever!

-Pues a mí me ha encantado la canción. Y el video es estupendo- comentó Cher Lloyd a su lado. Eran grandes amigos y tenían suficiente confianza, ya que se conocieron en xfactor.

-A mí igual. Me ha requete-encantado- dijo Bambi junto a Eleanor. Ella también asintió, conforme.

-¿Ese es Zayn? ¡Oh, voy a saludarle!- gritó Cher contenta, al volver a ver a su amigo.

-Está hablando con Perrie- informó Eleanor, al verle junto a ella.

-La está llevando a un lado. Perrie se está riendo- dijo Louis. Los cuatro les miraban fijamente.

-Han entrado en la casa. A saber lo que harán- rió Bambi.

-Hay habitaciones de sobra- siguió Cher la broma- mejor no le interrumpo.

Todos se rieron.

-Me encanta tu voz- dijo Bambi, tras reír un rato.

-¿La mía? Muchas gracias- la agradeció Cher.

La canción de Hit the lights, cantada por Selena Gomez en el escenario, terminó.

-¿Quién quiere cantar ahora?- preguntó ella misma, esperando para tenderle alguien el micrófono.

-Canta tú de nuevo- sugirió Louis.

-¿Por qué no cantas tú? Tienes una voz muy bonita- se le adelantó Cher.

-Pero necesito a los chicos. Zayn está con Perrie, Harry con Emma, Niall con las palomitas y Liam buscando a Guiomar, que ha vuelto a desaparecer.

-¿Y tú?- se dirigió a Bambi.

-Yo nunca he cantado- se negó la pelirroja.

-Pues cantamos juntos- se apuntó Niall apareciendo de quién sabe dónde.

-No voy a cantar- repitió la pelirroja.

-Venga, pruébalo. Encima cantas con Niall, él tiene experiencia- probó la cantante.

-Eso- bromeó Niall.

-Tienes una voz muy dulce- la animó Eleanor.

-Yo no... No puedo, chicos.

-¿Por qué? Solo se intenta y ya.

-¡Que cante Eleanor!- gritó Bambi, agobiada.

-¿Ella? ¡No, no! Que será el fin del mundo, os lo digo yo- dijo Louis.
 
Eleanor le dio un puñetazo cariñoso en el hombro.

-¡Tampoco canto tan mal!

-Tienes razón, cantas fatal- la agravió en broma el cantante.

-Me arrepiento de haberos dicho que cantáis como los ángeles...

-Venga- la persuadió Niall de nuevo a Bambi- canto todo y tú el estribillo. ¿Te parece?

-¿Por qué yo?

-Porque no quedan más cantantes, y yo solo no quiero cantar.

-Y yo ya he cantado- añadió Cher.

-Y yo... Pues tengo que cuidar de Eleanor, que después se me pierde- se excusó Louis.

Bambi suspiró. No podía cantar... No quería, la última vez que cantó...

-Está bien- suspiró, vencida- cantaré.

-¡Bien!- chilló Niall. Todos hicieron lo mismo- vamos.

La cogió de la mano y tiró de él. Subieron al escenario y Niall le quitó el micrófono a Selena para entregárselo a Bambi. Él cogió otro, encima de un altavoz.

-Bien. Cantaremos la de...

-¡Justin Bieber!- pidió Niall- la de Baby.

Bambi resopló. No podía excusarse de que no se sabía la letra de la canción porque la conocía todo el mundo.

-Está bien- intentó subir el pedestal. Se lo colocó perfectamente, tenía el micrófono delante de sus labios y sonrió.

-Perfecto- consiguió decir.

-Vale, tú el estribillo solo.

Ella asintió. Niall abrió la boca tras escuchar la célebre melodía de la canción. Se la sabía de memoria.


You know you love me
I know you care
Just shout whenever,
And I'll be there
You want my love
You want my heart
And we would never, ever, ever be apart

Are we an item?
Girl quit playin'
We're just friends,
What are you sayin'?
Said there's another as you look right in my eyes
My first love, broke my heart for the first time 


 Bambi tomó aire. Empezó a cantar el afamado estribillo.

And I was like
Baby, baby, baby ooh
Like
Baby, baby, baby noo
Like
Baby, baby, baby ohh
I thought you'd always be mine (mine)
Baby, baby, baby ohh
Like
Baby, baby, baby noo
Like
Baby, baby, baby ohh
I thought you'd always be mine





lunes, 14 de octubre de 2013

60- Despedida ya conocida.



Hoy estaba enfurruñada. Muy, muy enfurruñada. Se limitó a echarse colacao en la leche caliente. Un poco de polvo se había caído en la mesa de la cocina. Delante de ella estaba Aroa. La miró con malicia por lo ocurrido hace diez minutos.

-¡¡EMMA!!- gritó Aroa por tercera vez. Pero su hermana se cambió de lado. Seguía profundamente dormida.

La niña gruñó enfadada. De repente, sonrió con malignidad y salió de la habitación. Un poco después entró al cuarto de su hermana mayor de nuevo, solo que esta vez con un cubo de playa lleno de agua. Obviamente, se lo echó encima de su hermana.

Emma reaccionó al instante. Se revolvió en la cama y se levantó de golpe, asustada y a la vez cansada. Miró a la causante de todo esto y profirió un grito.

-¿QUÉ HACES?

Aroa tartamudeó, asustada. Emma estaba realmente enfadada. La niña pensaba que de un momento a otro se tiraría por la ventana.

-No encuentro mi zapatilla de andar por casa. Me falta la izquierda- dijo Aroa, inocentemente, mostrando su zapatilla derecha: la del gato Silvestre.

Eso hizo que Emma explotara. No sabía si echarse a reír o a llorar.

-¿Y me dices esto a las siete de la mañana, Aroa?- preguntó con una voz increíblemente dulce.

Eso hizo calmar a Aroa. Bajó la guardia y contestó:

-Es que no lo encuentro… Creo que…

De repente Emma la miró de una manera tan sombría que dio mucho miedo. Parecía la antagonista de una película de terror. Se volvió a tumbar en la cama, como si nada hubiese ocurrido.

Se tragó el colacao con dos tragos. Tenía un sueño increíble pero no se veía capaz de dormir de nuevo. Por más que lo intentara, le era imposible.

-No sé cómo no te he llevado a un internado- susurró Em, levantándose para llevar la taza a la pila.

-Cuando sea tía, les advertiré- le amenazó Aroa, levantándose ella también, mientras caminaba con sus dos zapatillas. Resultaba que la izquierda estaba debajo de su cama.

-¿Hoy que vas a hacer?- le preguntó a su hermana, pasando del tema.

-Mamá me va a llevar al parque. Phoebe y Daisy vendrán.

Después del incidente en la casa de los Smith, las cuatro se convirtieron en amigas inseparables. De vez en cuando se telefoneaban.

-Me alegro- dijo, y era verdad.

-¿Y tú?

Emma suspiró desoladamente.

-Al aeropuerto. Anna vuelve a Italia.

La cara de Aroa se formó en una de sorpresa.

-¿Por qué?

-Ha tenido problemas con Liam, y quiere marcharse- le explicó, sin detalles.

-No es justo. Porque nos enfademos no significa que tengamos que irnos a otro país- protestó ella furibunda- yo me enfado con April y no me voy ni de casa.

-Es diferente- rió Emma- lo suyo es una discusión fuerte. Las de verdad- añadió.

-¿Por ejemplo si Harry y tú discutís y no salís más juntos?

-Por ejemplo.

-¿Y tú te irías?

-No. Tengo a mi familia aquí y mi casa está aquí. Anna no tiene donde ir- susurró, mientras un escalofrío recorrió su espalda.

Aroa lo entendió al instante.

-Entonces… Liam y Anna fueron novios y rompieron. ¿Es eso?

Emma asintió paulatinamente y salió de la cocina.

                                                                            ~~~


Intentó agotar la energía que le quedaba e hizo un sprint mientras sus dos trenzas volaban de un lado a otro. Intentaba despejar todo de su mente, pero aunque por más que lo intentaba, más se acordaba.

Hoy era la partida de Anna, se marcharía. Y no sabía cuándo la volvería a ver. Pero no era lo único que le rondaba en la cabeza…

Por otro lado estaba Marii. ¿La pediría perdón? Guiomar sabía que hizo mal en decir aquella frase pero muy en el fondo del corazón se sentía aliviada al decir aquello. Es decir, no lo pensaba, para nada. Por el contrario, temía que Liam hubiese dejado a Anna por Marii.

De repente, vio a una cabellera plateada doblar una esquina. Aquella persona no podía ser más que…

Corrió, agotando sus fuerzas, y dobló la esquina al igual que ella. Llegó a un polideportivo, estaba repleto de deportistas. Guiomar vio muchas cabezas, pero el de Cassandra destacaba.

-¡Cassandra!- gritó a pleno pulmón, pero sonó jadeante. Estaba realmente cansada.

La aludida giró su cabeza y se clavó en Guiomar. Su rostro era indescriptible, pero se acercó.

-Hola.

-Hey- saludó Guiomar, simpática como siempre. Sonrió.

-Tú por aquí. ¿Por qué?

-Quiero adelgazar- dijo Guiomar.

Cassandra se rió escrupulosamente.

-¿Qué? ¿Estás de coña, no?

-No- respondió de la forma más neutral posible, aunque no era del todo cierto- ¿y tú?

-Intentar despejar mi mente y salir un rato de mi casa…- dijo ella, asqueada- ya sabes. Es claustrofóbica.

-No te quejes. Tienes un hermano genial.

La sonrisa de Cass se curvó. Formó una sonrisa irónica.

-Sí claro, no me extraña que dijeras eso.


-¿Por?- intentó que su voz sonara indiferente, pero no lo consiguió y Cassandra lo notó- A propósito, ¿hoy que día de la semana es?

-Jueves- respondió.

-Me toca clases con tu hermano.

-Eso no lo sé- contestó ella.

-Sólo informaba.

-Ah.

Guiomar intentó decir algo pero no sabía que decir. ¿Cómo se las ingenió Helena para que esta persona resultase divertida? Dijo lo primero que se le pasó por su mente, aunque se arrepintió al instante:

-¿A qué universidad vas a ir?
 
-No la conoces- suspiró ella- es pública- añadió visiblemente molesta.

-Deberías agradecerle a tu hermano. Marcos ni fue a la universidad.

La cara de Cass se desencajó por completo. Intentó ser amable, tal y como le prometió a Helena.

-Lo sé.

-Tienes mucha suerte.

-Sí, más que tú seguro- respondió irónicamente.

Guiomar frunció el ceño.

-Mira. Yo prácticamente no tengo familia. Mi hermana mayor nunca viene a visitarme y está casada, a punto de tener un hijo. Mis padres casi nunca están en casa, y si lo están o están viendo la tele, o están trabajando en casa con el ordenador encerrados en sus respectivos despachos. Vivo sola- vociferó indignada- bueno, desde hace poco con mi prima.

-Pero tienes dinero.

-Prefiero tener a una familia que me quiera antes que el dinero.

-Tus padres te quieren, sino, no contratarían a Marcos. Estaban preocupados por tus notas.

Guiomar rió mordazmente.

-Lo único que le interesa a mi padre es que ocupe su empresa.

-Lo siento- dijo Cassandra de todo corazón.

-Deberías apreciar más lo que tienes.

La chica la miró, estupefacta.

-No te entiendo. Eres cruel pero a la vez eres una persona honrada.

-Soy honrada con las personas que me importan- contestó, y dicho esto salió corriendo, con su renueva energía.


                                                                            ~~~


Harry se sobresaltó en la cama, después de un sueño realmente apacible. Se dejó caer en la cama, agotado. El teléfono dejó de sonar y Harry sonrió, intentando volver a dormir. Pero volvió a sonar, para maldición de Harry. Se giró y miró el provocador del ruido. Descolgó el teléfono.


-¿Quién llama?

-Sentimos las molestias que te estamos ocasionando con la información publicitaria. Para dejar de recibir cualquier tipo de información de Movistar…

-Niaaaaaaaaaaaaall- acusó el cantante de cabellera rizada por todo lo alto.

-¿Cómo lo has sabido?

-Porque imitas fatal a las llamadas publicitarias.

-Buah, no sabes apreciar mi talento- se quejó éste.

Harry salió de su habitación, no sin antes ponerse una camiseta de manga corta, y bajó a la cocina, dispuesto a engullir un desayuno decente.

-Niall, que cuelgo- avisó él.

-Vale, vale. Te llamaba para decirte que Bambi no puede venirse a mi casa.

-¿Por?- preguntó él singularmente.

-No puede ser. Además vendrá Belén a mi casa los próximos días.

-Niall, tu casa es enorme- dijo él, sorprendido. Lo captó inmediatamente- ah, queréis intimidad. ¿Es eso?

-¿Qué? ¡No, no!- respondió avergonzado- que no.

-Niall, no me seas absurdo. ¡Es normal querer estar a solas con tu novia!

-No, no. Es una sorpresa, no se lo puedo decir a nadie.

-¿Belén lo sabe?- preguntó él, curioso.

-No. Sólo Marii y yo. Ya verás- contestó el rubio.

-¿Y en casa de Zayn? ¿No puede quedarse?

-No. Le llamé y me ha dicho que no puede ser… Dijo que le encantaría pero en esos momentos que no podía ser.

-Zayn está muy extraño.

-Ya… Podría estar enfermo, no me quiere decir nada- susurró él, notablemente afectado.

-¿Y en casa de Liam?

-Él está herido, Harry.

-¿Y en el de Louis?- preguntó, aferrado a su nueva esperanza.

-¿Y que Bambi esté en una casa con cuatro niñas y los padres? Recuerda que la familia de Louis se ha trasladado aquí en verano- rió Niall- Bambi se sentirá incómoda.

Harry resopló descorazonado. Cogió una magdalena y se dispuso a juguetear con ella.

-¿Por qué te importa tanto que Bambi se quede en tu casa? ¿Todavía le guardas rencor?- preguntó Niall con tacto.

-No es eso. Ella me cae muy bien y la quiero mucho. Sobre todo después de lo de Taylor- susurró Harry con la boca llena de magdalena- es que voy a llevar a Emma a Holmes Chapel.

Niall se rió al otro lado del teléfono.

-¿Conque presentarla a tu familia, eh? Suerte.

-¡Gracias! Lo necesito.

-¿Cuándo os iréis?- preguntó él.

-A mediados de agosto- respondió Harry inmediatamente- probablemente el 10 o no sé.

-No hay problema. A mediados de agosto podrá quedarse a mi casa. Ningún problema- repitió.

-Vale. ¿Cuándo vendrá?

Sonó el timbre como respuesta.

Harry se despidió de su amigo y colgó. Fue rápidamente a darle la bienvenida a su amiga.

-¡Pelirrojilla! Niall me acaba de informar de que vendrás aquí.

-Sí- respondió ella alegre- no aguantaba más estar en casa de Liam.

-¿No le soportas?

-No es eso. No para de hacerme preguntas de que si hizo lo correcto. Que si no se qué que si no se cuál. Últimamente era un pesado, aunque le tengo mucho aprecio al bobillo ese.

Harry se rió.

-Liam no soporta afectar a una persona. Siempre está pidiendo perdón- habló el cantante mientras subía la maleta con ayuda de Bambi.

-Sí. ¿Por qué?

-De pequeño sufrió bullying. No quiere que las personas sufran tanto como sufrió él.

Bambi se acordó de Anna inmediatamente: ella también sufrió bullying. Y su primo era el causante de ello.

-Harry, tenemos que ir al aeropuerto. El vuelo sale a las once- informó la pelirroja mientras el muchacho le presentaba su nueva habitación.

-Vale, en media hora salimos. Haz lo que tengas que hacer y nos vamos.

La dejó sola en la habitación. Era muy amplia y las paredes de color caoba. La cama era de matrimonio y parecía cómoda. Se tumbó y acertó: era mucho más cómoda de lo que aparentaba. La habitación no tenía muchos muebles, tan sólo lo básico: una cama, un armario de color caoba más claro que la pared, una estantería vacía, una mesilla de noche y un escritorio. Se sintió a gusto con la habitación.

Se dio un remojón en la ducha y salió del baño completamente vestida y su pelo desenredado, dejando mostrar una bonita cabellera rojiza. Bajó abajo, donde Harry estaba esperándola notablemente arreglado y ambos salieron de la mansión.

Llegaron en cuestión de minutos. Todos estaban allí, incluso Liam. Bambi corrió a abrazar a Zac y Anna.

-¿Cuándo saldrá el vuelo?- preguntó Harry a Hayley.

-Dentro de quince minutos- le respondió ella, con lágrimas en los ojos. Guiomar la abrazó.

-¿Y tu prima?

-Se ha quedado sola en casa. No pintaba nada aquí así que no la he traído- dijo ella mientras que Hayley lloraba a lágrima viva en su hombro.

-¿Has vuelto a correr?- preguntó Emma, uniéndose a la conversación.

-Sí. ¿Huelo mal?

-No. Tu cara te delata- dijo Emma, volviéndose a Anna, que abrazaba a Zayn en señal de despedida.

-¿Estás completamente segura?- le preguntó Zayn, mientras Emma lo escuchaba silenciosamente.

-Nunca he estado más segura como ahora- contestó Anna.

-Huir no es la elección.

-Zayn, tú no sabes lo que es romper con alguien que amas- respondió la italiana fríamente aunque por dentro se moría de pena. Él se limitó a agachar la cabeza mientras Louis se acercaba para abrazarla.

-No llores más por ese tonto, anda. Seguro que encontrarás a alguien- le animó.

-Gracias Louis.

Emma buscó a Zac con la mirada, le encontró abrazado de su prima. Sintió melancolía.

-Bueno, supongo que te marcharás- habló Em, apenada, acercándose al efusivo abrazo.

-Sí- le respondió Zac, rezagándose del abrazo.

-¿Te sentías descontento aquí? ¿No te lo has pasado bien?- le preguntó tristemente.

-No es eso…- tragó saliva- es que…

Harry interrumpió las siguientes palabras.

-Adiós Zac, un placer verte de nuevo- se despidió, dándole una palmada en la espalda, pillándole desprevenido- cuida de Anna.

-Lo haré. Adiós Harry, cuida de Emma.

Él miró a su novia, la sonrió y contestó:

-Lo haré.

Emma le sonrió. Zac hizo lo mismo y recogió las maletas, disponiendo a irse mientras que Bambi le abrazaba una vez más.

-Zac, te veré en septiembre.

-Sí Bambi.

La pelirroja sonrió y le abrazó por última vez acompañada de una lágrima.

-Hasta la vista…

Zac se despidió con la mano y entró a la siguiente sala, sólo permitida para los viajantes. Le tocaba el turno a Anna.

Abrazó a todos los chicos. Hayley, Guiomar y Emma lloraban mientras insistían una vez más en que se quedase. Bambi se acercó y la abrazó fuertemente, siendo la cuarta chica que lloraba.

-Adiós Anna. Es una pena que te vayas… Se supone que estamos aquí gracias a ti.

Anna sonrió y negó con la cabeza.

-No. Viniste conmigo por tu cuenta y obligaste a Zac a hacerlo, ¿recuerdas?

Bambi mostró una sonrisa triste.

-Sí, lo siento.

-No te disculpes, he sido yo la que lo ha cagado todo.

Esta vez fue Bambi la que negó con la cabeza, pero no dijo nada.

-Adiós Anna- se acercó Liam. Bambi se fue con los demás.

-Ti amo, Liam. Non dimenticherò mai, io ti amo e non smetterò mai di amarti.

Anna se marchó arrastrando sus maletas mientras que dejaba a Liam completamente estupefacto. ¿Qué había dicho? Se estremeció.

-¿Qué pasa, amigo?- preguntó Zayn, golpeando cariñosamente el hombro de Liam.

-Nada- respondió, saliendo de su ensimismamiento- ¿nos vamos?

Zayn le dirigió una mirada cargada de tristeza.

-Liam, ¿estás seguro de que no la quieres? ¿Y si es una completa equivocación y estás perdiendo a la mujer de tu vida?

Liam le devolvió la mirada. Miró a Emma que hablaba con Harry mientras que éste la atendía. Después miró a Belén que se reía de una torpeza más de Niall.

Finalmente, miró a su mejor amigo, a su hermano.

-Estoy completamente seguro de que ella no es la mujer de mi vida.

                                                                               ~~~


Se descompuso una vez más. Entre que Anna se había marchado, que no se hablaba con Marii ni le dirigía la palabra y ahora esto…

-Prueba una vez más. ¿Qué grupo social quiso llamarse moderado y en qué siglo?

Guiomar intentó vaciar su cerebro hasta encontrar algún momento que había leído esta palabra.

-La burguesía del siglo XVIII.

Marcos la miró y con lentitud empezó a aplaudirla.

-Ese era difícil. ¡Y te lo has sabido!- le animó.

Ella bufó, agotada.

-No puedo pensar más.

-Mi hermana me ha dicho que te vio correr esta mañana- rió Marcos- la próxima vez que tengas clase, reposa.

Guiomar también sonrió.

-Vale. Hazme otra pregunta.

Y la formuló. Esa era más fácil que la anterior pero aún así Guiomar acertó con la pregunta.

-Quiero que te estudies estos apuntes que te he traído- dijo él, sacando de su pequeña mochila unos folios bien limpios y cuidados.

-¿Seis hojas?

-Sí. La semana que viene te pregunto.

Guiomar estaba anonadada.

-¿Tengo que estudiarme seis hojas para la semana que viene?

-Ajá- asintió- recuerda que irás a la universidad.

Ella asintió y torpemente empezó a ojear las hojas.

-Quiero que te estudies eso para la semana que viene. Si te sabes eso, estoy completamente seguro de que serás una arquitecta excelente.

Guiomar sonrió ampliamente, increíblemente feliz. Toda la amargura que sentía minutos antes se había disipado. Se levantó de un salto de su silla y salieron de su habitación, dispuestos a despedirse.

-Buenas tardes, señor Brandon- respondió Marcos de forma cortés al encontrarse al padre de la alumna en el pasillo de la grande casa.

-Joshua, Marcos. Joshua.

-Perdone- rió. Guiomar hizo lo mismo y bajaron.

-Hasta el martes, entonces.

-Sí y que disfrutes del verano.

-Gracias- sonrió ella abriendo la puerta- ¿mejor con el tema del dinero?- se atrevió a preguntar.

-No- negó- estoy muy enfadado conmigo mismo. No es justo que Cassandra vaya a una universidad de mala calidad con lo lista que es ella.

-Puedo intentar a…

-No intentes nada. Son nuestros problemas, no el tuyo… Tienes que centrarte en lo tuyo, aún eres joven.

-Pero soy mayor de edad, soy consciente de lo que hago.

-Adiós Guiomar. Me ha encantado volver a verte.

-Y a mí- se aguantó por el repentino cambio de tema.

Se despidió con una pequeña cabezada y cerró la puerta. Guiomar sonrió y subió de nuevo arriba, solo que esta vez no fue a su habitación.

-Papá- dijo con una voz casi susurrando, mientras abría la puerta de su despacho- ¿podemos hablar?

-Dime hija- respondió él fríamente, dejando las hojas a un lado y quitándose las gafas- ¿ha pasado algo? Tengo cosas muy importantes que hacer, debo hacer una llamada.

-No papá, sólo quería hablar un rato contigo. Hace tanto tiempo que no…

-Guiomar, no tengo tanto tiempo para estupideces. Tengo mucho trabajo- soltó, volviendo a lo suyo y sin hacerle el menor caso.

La joven suspiró tristemente, sabía que reaccionaría así. Cerró la puerta para dejarle tranquilo y se encontró con Nicole derrochando alegría.

-¿Nos vamos de compras?- dijo la pelirroja sonriéndola con compasión.

La rubia sonrió y asintió, agradecida.

-Vámonos.

                                                                            ~~~

Harry, Niall, Liam, Bambi y Louis estaban en la casa del primero. Los cinco veían películas de todo tipo mientras masticaban tranquilamente las palomitas, a gusto.

Niall no quería quedarse solo, así que fue a dormir en casa de Harry. Liam fue por el mismo motivo y Louis lo hizo para no mantenerse al margen. Zayn prefirió irse a su casa.

-¿Belén y Marii no van mañana a…?- preguntó Liam, apartando su mirada de la televisión por primera vez, que fue interrumpido por Harry.

-Shhhh, Bambi está aquí.

La aludida, que estaba entre Liam y Harry, le miró enfurruñada.

-¿Y qué si estoy aquí?

-Es un secreto- explicó Louis, que estaba sentado en el suelo ya que lo prefirió así- queremos no lo sepa nadie. Es una especie de sorpresa.

-¿Pero qué es?- preguntó Bambi, curiosa.

-Solo te diré que nos lo pasaremos bien- abordó Niall, masticando muchas palomitas a la vez.

-¿A qué hora iremos?

-A las cinco hay que estar ahí- finalizó Louis.

-¿Pista?

-No- rió Harry- secreto.

-¡Pero decidme algo, aunque sea pequeño!- se quejó la pelirroja, picada por la curiosidad, revolviéndose en el sitio, provocando que Liam y Harry se cayeran del sillón y aplastaran a Louis.

-Calla pelirrojilla, estoy intentando ver la peli- refunfuñó Harry con el entrecejo fruncido mientras se sentaba en el sillón de nuevo.

-Me has hecho daño en el culo- dijo, en cambio, Liam.

-¡Y a mí en la cabeza!- gritó Louis enfadado.

-Harry, tú no estás viendo la película. Te he estado vigilando y estás mirando la peli, que no es lo mismo. Piensas en otras cosas.

Niall rió escrupulosamente, Harry sabía que de un momento a otro pasaría.

-¡Harry llevará a Emma a Holmes Chapel!

-¿En serio?- preguntó Louis, mofándose de él.

Liam se quedó boquiabierto.

-¿En eso pensabas?- se burló Louis de nuevo- ¡oh, que bonito!

-Callaros chicos, no queremos que Harry se ponga nervioso, ¿verdad?- interrumpió Liam, tan meditador como siempre.

Harry le sonrió como muestra de agradecimiento y le dio la razón.

Pero nadie le hizo caso y Bambi, Niall y Louis siguieron picándole todo el rato hasta que cayó la noche.