Guiomar
salió pitando del vestuario haciendo caso omiso a las llamadas de Emma. Subió por las escaleras, no podía perder tiempo con el ascensor,
hasta llegar a la planta de los dormitorios. Abrió la puerta de su cuarto con súbita brusquedad y una chica chilló.
-¡¿Qué
haces?!- Nicole saltó de su cama y por poco no se cayó del suelo. Raquel
también se asustó.
-¿Habéis
visto a Elisabeth?- preguntó ésta a voz en cuello.
Su
prima ni se dignó en escucharla y siguió pintándose las uñas de los pies.
Raquel, en cambio, negó con la cabeza con semblante interrogante.
-¿Ha
pasado algo?
Pero
Raquel no obtuvo respuesta, Guiomar ya había cerrado la puerta con otro sonoro
golpe y volvió a correr hacia la escalera, bajando al comedor. Se cruzó con Emma.
-¡¿Se
puede saber por qué te has ido corriendo?!- gritó Emma furiosa sin hacer caso a
los demás estudiantes que pasaban por ahí y la miraban, curiosos- ¡Le he tenido
que decir a Marcos que llevara a Hayley al hospital sin nosotras!
Guiomar
pensó que Emma merecía una respuesta. La agarró fuertemente de la muñeca y tiró
de ella hacia una clase vacía. Cerró la puerta tras ellas después de comprobar que
ningún profesor se diera cuenta.
-¿Qué...?
-Esta
pulsera es de Elisabeth- la interrumpió ella con prisa- me lo enseñó justo
antes de Navidad...
-¿Cómo?
Pero... Entonces...- Emma tartamudeó sin poder creérselo- ¿Quieres decir que
ella es...? No puede ser.
-¿Y
quién si no atacó a Hayley?
Emma se
quedó un momento en blanco pero después su cerebro empezó a funcionar
rápidamente. Empezó a rebuscar en el pasado algún indicio o sospecha de que
fuera ella pero no encontraba ninguno. No podía creer que la última
conversación que había tenido con Elisabeth era sobre la virginidad...
-¡Hayley
sospechaba de Elisabeth! Fue a ella quién se le ocurrió que podría ser el
anónimo por los celos- saltó Guiomar, caminando de un
lado a otro- Y puede que por ese motivo la haya atacado...
-Elisabeth
no ha podido escuchar nuestra conversación porque estábamos en el despacho de
Marcos- inquirió ésta, convenciéndose a sí misma que aquella era una confusión
garrafal- Y además Elisabeth... Quiero decir, el anónimo... Me encerró en el
despacho cuyo objetivo era atacarme cuando no le había hecho nada.
-Elisabeth
adora a Harry- concluyó Guiomar con voz tajante, como si eso lo explicara todo-
Emma, es ella. Si no, ¿qué hacía su pulsera en el vestuario? ¡Se le habrá caído
sin querer mientras atacaba a Hay!
Em se
quedó sin habla mientras que se llevaba un gran chasco. La verdad le vino
encima como un chorro de agua fría. Elisabeth era 88-20.
-Tenemos
que buscarla- fue lo único que dijo. Guiomar asintió y un segundo después ambas
ya estaban fuera.
Se
pasaron toda la tarde buscándola. La rastrearon juntas, sin separarse ni un
segundo ya que no se fiaban de nadie, evitando las preguntas de los estudiantes
que rondaban por los patios y los pasillos. No había ni rastro de Elisabeth.
Nadie la había visto.
Llegada
la noche, Marcos las llamó por teléfono: a Hayley le habían tenido que hacer
siete puntos pero estaba totalmente recuperada, aunque tenía que pasar la noche
en el hospital. Guiomar y Emma hubieran ido pero habrían levantado sospechas así que se quedaron.
-¿Dónde
os habíais metido?- preguntó Raquel muy preocupada cuando las dos entraron a la
habitación. Nicole también se acercó a ellas.
-Hemos
estado fuera- contestó Emma intentando sonar tranquila pero no lo consiguió. Al ver la
cama vacía de Elisabeth no pudo evitar sentir rabia. ¿Huyó después de atacar a una de sus mejores amigas?
-¿Y
Elisabeth?- preguntó Raquel- ¿No la buscabais?
-No
sabemos donde está, es raro- se excusó Guiomar dándole la espalda para eludir
las preguntas.
Emma se
puso el pijama e inmediatamente se metió en la cama. ¿Dónde estaría Elisabeth?
¿Se habría dado cuenta de que le faltaba la pulsera y por ese mismo motivo
había huido? Era todo muy extraño. Había desaparecido misteriosamente...
Parecía
que la conversación que había mantenido con ella sobre Marcos había ocurrido
hace milenios...
Su
corazón dio un vuelco. ¿Y si Elisabeth había atacado a Hayley porque la había
descubierto? ¡A lo mejor su amiga había visto algo antes de ser agredida
violetamente! No se durmió hasta horas después, cuando su corazón empezó a
latir regularmente.
-No-
afirmó Hayley muy segura cuando Em le preguntó al día siguiente si había podido
ver al atracador- estaba comprobando la temperatura del agua antes de meterme a
la ducha cuando alguien me arrebató de las manos la cabeza de la ducha y me
golpeó ahí...- dijo señalando la parte dañada de su cabeza- Y todo se volvió negro. No pude ver a nadie- suspiró
ésta- así que... ¿Habéis visto una pulsera de Elisabeth en el suelo?
-Sí. Y
no ha aparecido- contestó Guiomar resoplando sin parar- ¿creéis que ha huido?
-Ningún
profesor ha advertido su ausencia- les explicó Marcos con una mueca en los labios-
pero el lunes se darán cuenta...
Y en
efecto, el lunes toda la universidad estaba enterada de que Elisabeth había
desaparecido sin dejar rastro. Pronto la policía inglesa fue en busca de la
joven muchacha.
-Es hora de informárselo a la policía- afirmó testarudamente Bambi en un susurro.
-Yo también lo creo. Además, como Elisabeth ha huido, no nos puede hacer nada, ¿no?
-O puede que nos tienda alguna trampa...
-Oh vamos, Emma. No seas tan tonta. Estoy segura de que ella se ha ido una vez que le hemos desenmascarado- apostilló Guiomar altivamente.
-Yo creo que es lo mejor- asintió Marcos, captando la atención de las cuatro chicas- las notas anónimas son asuntos policiales. La amenaza es un delito grave- inquirió con voz monótoma.
-Pero...- Hayley hizo una pausa, eligiendo cuidadosamente las palabras que posteriormente iba a decir- es demasiado tarde. Quiero decir, resultaríamos sospechosas si le enseñamos las notas que nos mandó varios meses después. Nos podría caer una buena- dijo finalmente con una mueca.
Las chicas asintieron con la cabeza, admitiéndolo duramente.
-Además en las notas contienen nuestros secretos...- susurró Guiomar evitando la mirada de Marcos.
Los cinco se quedaron en silencio. Había sido unos meses muy duros para ellos. No sólo por las continuas amenazas de 88-20, que aún no sabían su significado. Emma lo pasaba realmente fatal pensando en los dos chicos que más quería en el mundo, su ex-novio y en Zac, y que, a la vez, más daño les había causado. Guiomar no podía deshacerse del recuerdo que la acompañaba cada vez que veía a su único y gran amor: la primera y última vez que se habían besado, en la casa de Guiomar; cuando aún él era su profesor particular y cuando Bella no existía en sus vidas. Hayley sufría silenciosamente, estaba pasando por la peor época de su vida, le costaba muchísimo dejarlo una vez empezado a entrar en el mundo de las drogas; pero no sólo eso, la llama de esperanza de una posible relación entre Niall y ella aún afloraba en su corazón. Bambi se debatía entre el sí y el no, no sabía que le pasaba a su corazón porque se volvía loco cada vez que veía a aquel chico; no sabía si, por primera vez, se había enamorado. Hacía tiempo que Marcos había dejado de mentirse: no estaba enamorado de Bella. Siempre le había gustado Guiomar y creía que jamás podría encontrar a otra chica más perfecta que ella.
-88-20 será un secreto que nos lo llevaremos a la tumba- dijo Bambi mirando a los presentes.
Ninguno puso alguna objeción.
-Es hora de informárselo a la policía- afirmó testarudamente Bambi en un susurro.
-Yo también lo creo. Además, como Elisabeth ha huido, no nos puede hacer nada, ¿no?
-O puede que nos tienda alguna trampa...
-Oh vamos, Emma. No seas tan tonta. Estoy segura de que ella se ha ido una vez que le hemos desenmascarado- apostilló Guiomar altivamente.
-Yo creo que es lo mejor- asintió Marcos, captando la atención de las cuatro chicas- las notas anónimas son asuntos policiales. La amenaza es un delito grave- inquirió con voz monótoma.
-Pero...- Hayley hizo una pausa, eligiendo cuidadosamente las palabras que posteriormente iba a decir- es demasiado tarde. Quiero decir, resultaríamos sospechosas si le enseñamos las notas que nos mandó varios meses después. Nos podría caer una buena- dijo finalmente con una mueca.
Las chicas asintieron con la cabeza, admitiéndolo duramente.
-Además en las notas contienen nuestros secretos...- susurró Guiomar evitando la mirada de Marcos.
Los cinco se quedaron en silencio. Había sido unos meses muy duros para ellos. No sólo por las continuas amenazas de 88-20, que aún no sabían su significado. Emma lo pasaba realmente fatal pensando en los dos chicos que más quería en el mundo, su ex-novio y en Zac, y que, a la vez, más daño les había causado. Guiomar no podía deshacerse del recuerdo que la acompañaba cada vez que veía a su único y gran amor: la primera y última vez que se habían besado, en la casa de Guiomar; cuando aún él era su profesor particular y cuando Bella no existía en sus vidas. Hayley sufría silenciosamente, estaba pasando por la peor época de su vida, le costaba muchísimo dejarlo una vez empezado a entrar en el mundo de las drogas; pero no sólo eso, la llama de esperanza de una posible relación entre Niall y ella aún afloraba en su corazón. Bambi se debatía entre el sí y el no, no sabía que le pasaba a su corazón porque se volvía loco cada vez que veía a aquel chico; no sabía si, por primera vez, se había enamorado. Hacía tiempo que Marcos había dejado de mentirse: no estaba enamorado de Bella. Siempre le había gustado Guiomar y creía que jamás podría encontrar a otra chica más perfecta que ella.
-88-20 será un secreto que nos lo llevaremos a la tumba- dijo Bambi mirando a los presentes.
Ninguno puso alguna objeción.
~~~
-En la universidad de mi hermana celebrarán un baile el día 1 de junio. Tiene pinta de ser guay, ¿te vienes?- le preguntó Justin a Miley, mientras paseaban por los amplios jardines de la Universidad Imperial College.
-¿Estás seguro de que podemos ir? Tú has dicho que sólo es un invitado por pers...
-Ya, pero hacemos como que nos han invitado las amigas de mi hermana- dijo Justin con una pizca de emoción- también se lo diré a Helena, seguro que se apuntará. Y si ella quiere que Cass también venga. Además ella es la hermana de un profesor que trabaja allí así que seguro que no necesitará permiso.
-Seguramente- asintió Miley con la cabeza- y oye, ¿con Helena todo mejor?- interrogó con una ceja alzada.
-Sí, sí- confirmó éste cambiando su tono de golpe. No le gustaba hablar sobre la pelea que tuvieron.
-¿Y tus hermanas que tal?- preguntó de nuevo con una sonrisa. Miley adoraba a las gemelas sobretodo cuando se enteró de que les desagradaba Helena. Se rió interiormente al acordarse de aquello.
-¿April y Aora? Muy mal- respondió con una mueca- ya no son las mismas... Han crecido pero lo peor de todo es que ya no están tan unidas...
-Vaya...- murmuró Miley- ¿y eso por qué?
-Pues principalmente creo que... Por Jason.
-¿Por mi hermano? ¿Porque él y Aroa están saliendo?- soltó una risotada- buah ya romperán. Sólo son niños.
-Díselo tú a ellas- suspiró Justin desganado. Había perdido la cuenta de cuántas veces se lo habían dicho su hermana y él.
~~~
En los últimos días, Thomas no había intercambiado ni una palabra con Nicole. Pero, al parecer, ella tampoco intercambiaba muchas palabras con Nick Crawford, sino más bien besos. Thomas se dio cuenta de que Nicole se apartaba disimuladamente de Nick cuando él se cruzaba con ellos.
Tenía más amigos aparte de Nicole pero se sentía muy solo. Nadie sabía que se habían peleado porque Thomas no soportaba estar ni un segundo más con Nicole sin ser querido, aunque a veces había pillado a Guiomar escuadriñándole cuando él miraba a su prima o suspiraba tristemente.
Quedaban cuatro meses exactos para el Baile de Verano y todas las chicas ya comentaban qué vestidos ponerse. Eso lo ponía muy nervioso y malhumorado. Raquel había rechazado su petición como pareja de baile y aún no sabía a quién pedírselo. Estuvo tentado en pedírselo a alguna de sus amigas pero pensó que ellas querrían estar con alguien mucho mejor. Después de darle tantas vueltas se le ocurrió una candidata como pareja de baile.
-¡Hola, Thomas!- contestó alegremente una voz cantarina al otro lado de la línea, después de que el muchacho marcase su número.
-Hola, Bambi. ¿Cómo estás?- sabía que la pregunta sobraba ya que el tono de voz de la pelirroja estaba más claro que el agua.
-Muy bien- respondió ésta con una sonrisa- tú seguro que bien también, ¿no?
-Sí, sí, muy bien- mintió él. No le apetecía dar explicaciones ni mucho menos confesar que le gustaba Nicole.
-Me alegro. ¿A qué se debe tu llamada?
Thomas tragó saliva y se obligó a sí mismo a que se calmara. Jamás había pedido salir a una chica... ¿Cómo se empezaba? ¿Qué hay que hacer? ¿Debería usar el tono interesado o desinteresado?
-Me preguntaba si querrías ser mi pareja de baile- habló de golpe con un tono bastante neutral- el Baile de Verano que se celebra el 1 de junio- especificó.
-Claro que sí. ¿Por qué no?- aceptó la pelirroja sin cambiar su tono. Lo llevaba esperando hacía días, ¡así tendría más tiempo de espiarle y sonsacarle algo! Una sonrisa se asomó en sus labios rápidamente.
-Vale, pues perfecto entonces- suspiró Thomas, algo más aliviado. Por fin tenía alguien con quien ir al Baile de Verano- muchas gracias.
-Gracias a ti. Seguro que nos lo pasamos genial. ¡Un beso!
-Chao- se despidió Thomas. Bambi fue la primera en cortar la llamada.
_______________________________Tenía más amigos aparte de Nicole pero se sentía muy solo. Nadie sabía que se habían peleado porque Thomas no soportaba estar ni un segundo más con Nicole sin ser querido, aunque a veces había pillado a Guiomar escuadriñándole cuando él miraba a su prima o suspiraba tristemente.
Quedaban cuatro meses exactos para el Baile de Verano y todas las chicas ya comentaban qué vestidos ponerse. Eso lo ponía muy nervioso y malhumorado. Raquel había rechazado su petición como pareja de baile y aún no sabía a quién pedírselo. Estuvo tentado en pedírselo a alguna de sus amigas pero pensó que ellas querrían estar con alguien mucho mejor. Después de darle tantas vueltas se le ocurrió una candidata como pareja de baile.
-¡Hola, Thomas!- contestó alegremente una voz cantarina al otro lado de la línea, después de que el muchacho marcase su número.
-Hola, Bambi. ¿Cómo estás?- sabía que la pregunta sobraba ya que el tono de voz de la pelirroja estaba más claro que el agua.
-Muy bien- respondió ésta con una sonrisa- tú seguro que bien también, ¿no?
-Sí, sí, muy bien- mintió él. No le apetecía dar explicaciones ni mucho menos confesar que le gustaba Nicole.
-Me alegro. ¿A qué se debe tu llamada?
Thomas tragó saliva y se obligó a sí mismo a que se calmara. Jamás había pedido salir a una chica... ¿Cómo se empezaba? ¿Qué hay que hacer? ¿Debería usar el tono interesado o desinteresado?
-Me preguntaba si querrías ser mi pareja de baile- habló de golpe con un tono bastante neutral- el Baile de Verano que se celebra el 1 de junio- especificó.
-Claro que sí. ¿Por qué no?- aceptó la pelirroja sin cambiar su tono. Lo llevaba esperando hacía días, ¡así tendría más tiempo de espiarle y sonsacarle algo! Una sonrisa se asomó en sus labios rápidamente.
-Vale, pues perfecto entonces- suspiró Thomas, algo más aliviado. Por fin tenía alguien con quien ir al Baile de Verano- muchas gracias.
-Gracias a ti. Seguro que nos lo pasamos genial. ¡Un beso!
-Chao- se despidió Thomas. Bambi fue la primera en cortar la llamada.
Siento este capítulo tan corto pero eso no es lo peor. Es uno de los peores capítulos que he escrito en la vida. Lo he modificado mil veces pero no ha servido para nada. El capítulo siguiente será mucho mejor aunque tardará mucho. Dentro de poco vendrán mis amigos de Barcelona y una de Murcia a pasar unos días en Madrid y después estaré en Barcelona con ellos. No volveré hasta el día 9 de julio y al día siguiente... ¡Concierto de 1D! Empezaré a escribir el 11 de julio y no sé cuándo subiré. ¡Mil sorrys! Un besazo<33
Al parecer, 88-20 es Elisabeth...