Se
acercó al calendario que tenía colgado en su habitación y tachó el día 20 de
junio. Dejó el rotulador rojo en la mesa y se giró para ver a sus amigas, que
estaban dormidas.
-¡Despertad!-
les gritó ella con una exagerada alegría y Hayley y Guiomar abrieron los ojos
de golpe, asustadas.
Emma se
lanzó al colchón donde dormían sus amigas y las abrazó. Éstas se quejaron con
gruñidos.
-¿Qué
tiene de especial hoy?- masculló Hayley volviendo a cerrar los ojos.
-Es el
último día de clases- le respondió Em alzando una ceja.
Guiomar
gimió dramáticamente y se tapó la cara con la almohada.
-Aggh,
¿y qué mas da? Si no hemos acudido a clase después de lo de Raquel.
Hoy
terminaba el peor curso de sus vidas sin sus dos compañeras de cuarto. Ese día
no había clases como tal sino que era fiesta. Por la tarde había una obra de teatro, en el que iba a actuar Hayley ya que estaba apuntada a dicha actividad extraescolar, que lo presentarían los miembros de Teatro que habían ensayado durante ocho meses con tanto esmero y para finalizar la celebración daría lugar a un partido de Fútbol Americano. Emma estaba emocionada por regresar a la
universidad aunque fuera un día, simplemente porque era lo que cualquier
adolescente haría, pero a Guiomar y a Hayley no le hacían tanta gracia; tenían
malos recuerdos de allí. Guiomar fue secuestrada en su propia habitación mientras
que Hayley fue atacada en la ducha de los vestuarios.
Hayley
se levantó a regañadientes y se fue a ducharse con la ropa que se pondría hoy.
Emma hizo lo mismo en el baño de sus padres para no perder tiempo. Ambas
dejaron sola a Guiomar por lo que ella aprovechó aquel tiempo a solas para
reflexionar. Siempre buscaba cualquier excusa para estar sola y esta vez no lo
había necesitado, pensó Guiomar.
Últimamente
había estado rodeada de sus amigos, que la apoyaban incondicionalmente. Guiomar
sabía que si estaba viva era mérito de ellos. Emma y Hayley estaban al lado de
ella en todo momento y, aunque a veces eran unas pesadas y no las soportaba, lo
agradecía. Emma no había pasado mucho tiempo con Harry, menos del que debería,
y aunque Guiomar no tenía la culpa no podía evitar sentirse mal por ello.
Incluso su prima Nicole suspendía citas con Thomas para cuidar de ella. Guiomar
odiaba depender de ellos y se quejaba en voz alta pero, en el fondo, sabía que
les necesitaba.
Sin
embargo, hoy había tenido una pesadilla y no había dormido muy bien. Había
soñado que estaba paseando por una calle invernal desconocida y se reencontraba
con Marcos, a quien creía muerto. Se habían besado y Marcos le había dicho que
la quería. Parecía tan real que sentía el tacto de sus labios en los suyos
aunque sabía que todo era fruto de su imaginación. Suspiró.
-Te
toca- le dijo Emma cepillándose el pelo mojado al entrar en la habitación por
lo que Guiomar sustituyó la cara triste de inmediato por otra más alegre.
Guiomar
sacó la ropa de la mochila que había traído y se dirigió al baño de Will y Amy.
Emma,
ya aseada, bajó a la planta baja y se sorprendió al ver a toda su familia
(menos Justin, que estaba en casa de Cassandra) desayunando; no era habitual
que se despertaran tan pronto. Cogió una tostada de la encimera de la cocina y
le pegó un mordisco sin untar mermelada.
-¿Vendréis?-
les preguntó Emma después de tragarse el pan.
Los
familiares estaban invitados a acudir a la fiesta de la Universidad de
Shelffield.
-Sí,
por supuesto- asintió Amy en nombre de todos.
-¿Pueden
venir Jeremy y Jason?- preguntó Aroa dejando su taza de Cola-cao en la mesa.
En
realidad, el máximo número de invitados por persona era cinco pero Emma
asintió. Podrían pasar como invitados de Guiomar ya que ella no invitaba a
nadie: sus padres tenían que trabajar, cómo no. Además, su hermano Justin había invitado a sus mejores amigos, Ryan y Miley, a su novia Helena y a Cassandra. Eran cuatro y junto con el padre de Hayley, entrarían con las entradas de ésta. Meryan, la madrastra de Hayley, no podía acudir a la fiesta ya que tenía mucho trabajo.
Diez
minutos más tarde bajaron sus dos amigas aseadas y con el pelo mojado. Los
padres y las hermanas de Emma terminaron de desayunar por lo que se marcharon
de la cocina. Emma cogió la caja Froot Loops, unos cereales que a sus
amigas y a ella les encantaban; Guiomar calentó las tres tazas de leche y Hayley
dejó en la mesa el Cola cao, el azúcar y tres cucharillas. Se sentaron.
-A las
siete habrá un concierto de One Direction en Londres- les anunció Emma echando
los cereales en su taza correspondiente- ¿nos apuntamos?
-¿Por
qué no?- preguntó Guiomar retóricamente. Le pareció una buena idea: cuanto
menos tiempo pasara en la universidad, mejor.
Hayley
también estuvo de acuerdo.
-Perfecto.
En
veinte minutos, las tres ya estaban en el Bugatti Veyron de Emma. Todos
los días, aunque en contra de su voluntad ya que siempre lo había odiado,
utilizaba el coche porque sabía que eso alegraría a Harry.
-¿Creéis
que Marcos fue a la Universidad de Sheffield a enseñar por mí?
Emma y
Hayley, que estaban en la parte delantera del coche, se miraron. Guiomar, que estaba
detrás de ellas, no se dio cuenta. Hayley carraspeó.
-Creo
que sí. Él sabía que ibas a estudiar allí; no puede ser coincidencia.
Guiomar compuso una mueca y miró el paisaje a través de la ventana: estaban a junio y Londres estaba muy verde. Suspiró, no solía hablar con sus amigas sobre Marcos pero cada vez que lo hacía sentía algo parecido como una puñalada en el corazón. Pensaba que al paso de los días el dolor disminuiría pero era todo lo contrario: le echaba muchísimo de menos.
Guiomar compuso una mueca y miró el paisaje a través de la ventana: estaban a junio y Londres estaba muy verde. Suspiró, no solía hablar con sus amigas sobre Marcos pero cada vez que lo hacía sentía algo parecido como una puñalada en el corazón. Pensaba que al paso de los días el dolor disminuiría pero era todo lo contrario: le echaba muchísimo de menos.
-Si
Marcos no se hubiera ingresado en la universidad estaría vivo- opinó.
Emma
bufó pero sabía que no tenía ningún derecho a replicar ya que ella misma
también se sentía culpable por todo lo que le había pasado a Harry.
-Fue
decisión de él, no tuya- intervino Hay.
No volvieron
a hablar durante el camino y poco después llegaron a la universidad. Al ver el
enorme edificio, ellas se sintieron extrañas pese que llevaban casi un año
viviendo allí.
La
universidad estaba abarrotada de gente. Para sorpresa de las tres, todos los
estudiantes se quedaban mirándolas y se susurraban entre ellos. Eso fue una
gran puñalada para Guiomar y Hayley pero a Emma le daba totalmente igual: ella
estaba acostumbrada a los cuchicheos habituales por ser la novia del gran
cantante Harry Styles.
-¡Oh,
Dios mío! ¿Cómo estáis?- les preguntó Grace, la antigua amiga de Emma. Parecía
preocupada.
-Bueno,
se puede estar mejor- le comentó Hayley molesta: cada vez la miraban más y más
personas.
Grace
miró el lugar donde observaba Hayley y asintió.
-No paran
de hablar sobre vosotras. Llevan veinte días así y ha sido la noticia más
duradera de esta universidad- les explicó Grace.
Emma
rodó los ojos y se adentró en el edificio para recoger los libros que tenía en
la taquilla. Había traído su mochila para guardarlos y llevarlos de vuelta a
casa.
-Te
digo yo que esta chica está detrás de todo esto- oyó murmurar a alguien Emma.
Ella lo ignoró y abrió la puerta de su taquilla- primero el famoso ese y ella
rompen secretamente y después se queda en coma, Guiomar y ella estaban
enfadadas al principio del curso, que me lo dijo Nicole, y después fue secuestrada...
El
chico alzó la voz para que le escuchara y Emma lo sabía. Cerró la puerta de la
taquilla de un portazo y se giró para ver de quién se trataba, hecha una furia.
Vio que la voz era ni más ni menos de Nick Cradford, el ex novio de Nicole.
Vio cómo Nick se reía y el corazón de Emma se hundió en su pecho. No le dolía por el hecho de que se burlaba de ella sino porque le hacía creer a la gente que había sido ella la que hizo todo eso aquello a su novio y a su mejor amiga. ¿Cómo podía la gente decir y creer cosas como esa?
Emma
avanzó unos cuantos pasos dispuesta a gritarle cuando Nicole se le adelantó y tiró
a Nick de un empujón.
-¡Vete
a la mierda, hijo de puta!
A Nick
se le crispó su hermoso rostro al ver quién le había empujado. Se levantó
ágilmente y se enfrentó a Nicole.
-Serás
zorra- le escupió- ¿cómo has podido caer tan bajo con el palurdo ese?
A
Nicole se le cambió completamente la cara y Emma supo lo que iba a hacer. Para evitar una pelea, le
tomó del brazo y la tiró hacia sí.
-No vale
la pena, Nicole- le dijo ella para tranquilizarla y se la llevó de allí.
Salieron al patio.
Nicole
estaba verdaderamente enfadada y casi estaba que echaba humos. Intentó tranquilizarse y
después de tragar saliva, respiró hondo.
-Me
recuerdas a Guiomar- bromeó Emma en un intento de hacerla reír. Lo consiguió.
-No he
podido controlarme cuando te había insultado- confesó- y cuando dijo lo de
Thomas...
Emma
sonrió. La gran Nicole Ellis había cambiado completamente y todo había sido obra de Thomas
Wells. Sabía que a Thomas le gustaba Nicole desde hacía mucho tiempo pero
siempre había pensado que Nicole no se merecía su amor. Thomas era inteligente
y un chico de los que no habían mientras que Nicole era... Una chica que sólo
pensaba en sí misma con un enorme ego.
Ya
había cambiado de opinión al respecto. Thomas había visto algo más allá de la
falsedad de Nicole y, en efecto, la había cambiado totalmente. Cuando notó cómo
Nicole estaba dispuesta a darle una paliza a Nick por el simple hecho de
haberle insultado entendió que Nicole amaba al chico. ¡Ni siquiera había ido maquillada a la universidad, por el amor de Dios!
-Hola
chicas.
La cara
de Nicole se encendió de pura alegría y Emma supo de quién se trataba, pues
sólo había una persona en el mundo que alegrara de esa forma a Nicole. Abrazó a su amigo Thomas y a
Bambi, que estaban juntos.
-A las
cinco empezará el partido- les avisó Thomas.
Hayley
llegó corriendo y jadeando.
-¡Chicos!-
básicamente la gritó y todos la miraron- al fin os encuentro. El director
quiere hablar con nosotros.
Todos
menos Bambi siguieron a Hayley hasta el despacho del director, que estaba en la
planta baja. Guiomar ya se encontraba en la sala.
-Buenos
días- le saludó cortésmente Thomas. El director había colocado cinco sillas
delante del escritorio, por lo que se sentaron.
-Bienvenidos
de nuevo- habló el director Westhampton. Todos se encogieron en el asiento: su
voz era muy grave e intimidante.
Era la
primera vez que el director les dirigía la palabra. Él era mulato pero su piel
era totalmente negra. Rondaba los cincuenta años y se le notaban unas cuantas
arrugas en la cara.
-Veamos...-
el director sacó cinco folios blancos con el sello de la Universidad de
Sheffield y lo leyó uno a uno- Hayley Lekker, Guiomar Brandon, Thomas Wells,
Emma Smith y Nicole Ellis; no habéis pasado al siguiente curso. Vosotros habéis
sido suspendidos por no presentaros al examen final de la tercera evaluación.
Emma
tragó saliva. Ella ya sabía que iba a repetir, incluso recibió una carta en su
casa tal y como le dijo su hermano, pero escucharlo en la boca del propio
director resultaba amenazador.
-¿Podemos
solicitar plazas del primer curso de nuevo en esta universidad?- le preguntó
Hayley.
Emma la
miró y vio como a su amiga le temblaba el labio. Sabía cuán duro había sido
para ella repetir: durante toda la vida se había dejado la piel para sacar
notas excelentes y llegar a la edad correspondiente para trabajar. Abrazó a su
amiga, pues sabía que Hay había faltado a los exámenes por ella y Guiomar.
-En mi
caso para el segundo- intervino Nicole, que iba por un curso delante que ellos.
-Por
supuesto.
-Perdone,
me gustaría saber una cosa- inquirió Guiomar y todos voltearon la cabeza para
mirarla- ¿puedo matricularme en otra carrera?
Emma
abrió los ojos como platos y se dio cuenta de que no era única que estaba
desconcertada. Guiomar nunca le había comentado su deseo de cambiarse de
carrera.
-Depende.
¿A cuál?
-Derecho.
Me gustaría ser abogada- se sinceró.
El
director Westhampton releyó el vitae de Guiomar y murmuró unas cuantas palabras
ininteligibles.
-Sí.
Estás autorizada.
Guiomar
sonrió y le dio las gracias.
Los
cinco se levantaron y salieron del despacho. Una estudiante, que les esperaba
afuera, se acercó a ellos con el semblante serio.
-Hayley.
-¡Bessie!
Hola- le saludó la aludida con cara de sorpresa.
-Tenemos
un problema- le dijo ésta- hemos estado ensayando últimamente para la obra que
tenemos hoy...
-Sé que
he faltado a los ensayos pero tengo un papel menor y, además, me lo sé todo- le
interrumpió la morena.
Todos
escucharon atentamente a la conversación.
-Lo
sabemos pero no es eso- se negó Bessie- Raquel era la protagonista...
-¡Oh!
Hayley
se tapó la boca con una mano y se quedó como una tonta. No había pensado en
ello y ahora que lo decía... ¿Qué iban a hacer? Una buena idea, aunque
descabellada, se le cruzó por la mente.
-Guiomar
se sabe el papel de Raquel.
La
interpelada tardó un poco en entender lo que quería decir Hayley.
-¡Ni de
coña!
-Venga-
le suplicó Bessie, que estaba encantada con la idea que había tenido Hay.
Guiomar
se negó en redondo. Emma apoyó a Hayley: todas se sabían la obra de las veces
que habían estado Hayley y Raquel ensayando sus papeles y sabía que Hayley
había escogido a Guiomar para distraerla y animarla.
-La
protagonista es una princesa y se tiene que poner un vestido rosa- comentó con
repugnancia Guiomar.
-Que
más da. A Raquel le gustaba porque le recordaba a la Princesa Chicle- le dijo
Hayley.
Emma le
lanzó una mirada de advertencia para que parara de hablar de Raquel. Hay se
mordió el labio de puro arrepentimiento pero Guiomar no se enfadó.
-Uuuuuuuuffffff-
resopló Guiomar, indecisa, pero Hayley y Em sabían que la tenían ganada: cuando
Guiomar se resignaba era que pronto se iba a rendir.
-Lo
harás genial- habló su prima Nicole dándole una palmada en el culo.
-Di que
sí- le pidió de nuevo Bessie juntando ambas manos como si rezara.
Guiomar
miró al techo y se quedó pensativa unos segundos.
-Pfffffffffff,
no es que me guste mucho la idea pero... Sólo con una condición.
-Dilo- cedió Bessie.
Los demás miraron expectantes a la respuesta de Guiomar.
-Solo si me cambiáis de vestido.
Hayley miró a Bessie y arqueó una ceja. La chica dudó, se suponía que la princesa era una cursi y que le encantaba el rosa pero si había vestido, no había Guiomar. ¿Qué podían perder? Asintió con la cabeza, resignada.
Después
las tres se marcharon a la Sala de Actos para ensayar la obra por primera vez
como Guiomar de protagonista.
~~~
Ya eran las dos y media (habían comido en la cafetería de la universidad, donde ofrecían comida gratis) y faltaba una hora para que diera comienzo la obra. Guiomar y Hayley estaban ensayando la obra por lo que Nicole y Emma dieron un paseo por los pasillos de la Universidad.
-Todo me recuerda a Raquel- se sinceró Em tristemente en cuanto, casualmente, su mirada se topó con la taquilla de Raquel.
Se la imaginó caminando por los pasillos con un archivador en mano y mirando a su alrededor para buscarlas. Pronto deshechó aquel recuerdo en su memoria.
-Me pasa lo mismo cada vez que veo a Kitty...- comentó su amiga- me acuerdo de Elisabeth y, a su vez, de Raquel. Es imposible no relacionarlas.
Em se detuvo en seco.
-¿Kitty? ¿La gata de Elisabeth? ¿La estás cuidando tú?
Emma se había olvidado completamente de la gatita de Elisabeth. Cuando su compañera había desaparecido, meses atrás, Nicole la había cuidado y dado de comer pero en cuanto dejaron de acudir a la universidad no pensó en la pobre gatita... Se sintió culpable.
-Sí. Está en casa de Guiomar- contestó Nicole, indiferente. Nicole vivía en la casa de su prima.
A Em se le cayó la mandíbula.
-¡Pero si odias a los gatos!
Nicole compuso una sonrisa triste. Se estaba acordando de las infinitas discusiones que habían tenido Elisabeth y ella por la demoníaca gata.
-Odiaba- le corrigió ella- ya no.
Emma se asombró de lo mucho que había cambiado Nicole. Aquella chica le gustaba y le caía muchísimo mejor. Sonrió y la abrazó.
En ese momento, Bambi se acercó de nuevo a ellas con un par de libros en los brazos. Nicole y Emma alzaron una ceja.
-¿Qué?- interrogó Bambi, encogiéndose de hombros.
-¿Por qué tienes libros?- le preguntó Emma tratando de no reírse.
Bambi mostró su dentadura blanca.
-¡Eh, fingir que eres universitaria ligas mucho!- exclamó ella agachándose un poco y alzando un brazo de pura alegría. Su pelo recogido en una cola de caballo se agitó un poco.
-Madre mía, las cosas que se te ocurren- se rió Emma.
De pronto, Emma y Bambi se enfrascaron en una conversación de cómo estaba Zac, que en ese momento se encontraba en Italia.
-Me voy al baño un momento- se disculpó Nicole.
El baño no estaba muy lejos de donde se encontraban en ese momento. Justo cuando alzó la cabeza para buscar el aseo se dio cuenta de que todo el mundo la observaba. No sólo a ella sino que a Emma también. A Nicole ya no le importaba lo que pensaba la gente.
Iba a entrar al baño cuando una chica le obstruyó el paso.
-¿Qué haces?- le espetó Nicole de mala gana.
La chica entrecerró los ojos y la miró de arriba abajo. Nicole la reconoció: era la nueva novia de Nick Cradford. Sí, al parecer, él ya había pasado página rápidamente. Los cotilleos volaban.
-Lo hago por el propio bien de ese baño, puta. Le he cogido cariño- contestó ella con voz asqueada sin borrar su gesto de repugnancia.
Nicole pilló la indirecta. Ese baño era el lugar donde ella y Nick mantenían relaciones sexuales. Nicole se rió ante la estupidez de la pobre chica.
-¿Crees que eres la única?- se burló Nicole.
Nicole intentó pasar de largo y entrar en el baño cuando la chica la agarró fuertemente de la muñeca. La apretó con brutalidad y ésta gimió de dolor.
-Suéltame- le escupió Nicole sin demostrar cobardía alguna. Mantuvo la cabeza alta y fría.
La chica la miró a los ojos, parecía disfrutar de la situación. Ambas se quedaron mirándose con odio y rencor hasta que una voz intervino.
-Suéltala.
Ambas chicas miraron hacia la derecha y vieron a un Thomas enfadado. Inmediatamente, la chica le soltó y se alejó de ambos.
-Guau, sí que das miedo- bromeó Nicole en un intento de suavizar la situación.
-Esa chica... ¿Por qué te ha tratado de esta manera?
Nicole no pasó por alto el dolor de la voz de Thomas. Se aclaró la garganta.
-Es la nueva novia de Nick- le contestó ella con los ojos en blanco- por cierto, ¿dónde estabas? He estado buscándote- dijo ella acercándose a él. Thomas rodeó la cintura de la muchacha con el brazo.
-Hablando con el entrenador Dickens y justificando mi falta. Hoy a las cinco tengo un partido.
De pronto, Nicole se olvidó completamente de que tenía que ir al baño y salió con su novio al jardín de la Universidad, donde se besaron por primera vez en el Baile de Verano.
-Es raro volver a la universidad, ¿verdad?- comentó Thomas, cargado con una mochila en el hombro para llevar los libros a casa.
Nicole le escuchó, pensativa, y asintió. Definitivamente, volver a la universidad era muy extraño.
Más tarde, Nicole se fue con unas amigas de la universidad y Thomas decidió ir a recoger los libros, que estaban en su taquilla. En el pasillo se encontró con Guiomar.
-¡Hey! ¿No deberías estar ensayando?
Se dio cuenta de que Guiomar estaba muy nerviosa mirando alrededor. Se sobresaltó al escuchar la voz de Thomas.
-Ah, eres tú...- contestó ella, aliviada- tenemos veinte minutos de descanso y he decidido venir aquí. A pesar de todo lo ocurrido tengo buenos recuerdos.
Thomas empezó a caminar de nuevo hacia su taquilla y Guiomar le acompañó, a su lado.
-Sin embargo, estabas pensando en los malos momentos, ¿verdad?- le preguntó Thomas refiriéndose al comentario de su amiga.
Guiomar sonrió y miró hacia el techo.
-¡Cómo me conoces!
-Te he pillado un poco nerviosa- reconoció el chico.
Guiomar suspiró. Se detuvieron en cuanto llegaron a la taquilla de Thomas. El chico abrió la portezuela y metió todos sus libros en la mochila mientras que Guiomar se apoyó contra la pared, observando al novio de su prima.
-Estaba pensando en las veces que he caminado por este largo pasillo con Elisabeth. Y en las veces que me he topado con Marcos. Sin embargo, ahora los dos están muertos- dijo con amargura.
A Thomas se le cayeron unos cuantos libros de las manos al escuchar el nombre de Marcos y Elisabeth. Sintiéndose un poco tonto, recogió los libros del suelo y los metió en la mochila.
-¡No digas eso!- le reprendió Thomas cerrando con fuerza la puerta de la taquilla.
Guiomar compuso una sonrisa triste.
-Es la verdad.
De pronto, Nicole se olvidó completamente de que tenía que ir al baño y salió con su novio al jardín de la Universidad, donde se besaron por primera vez en el Baile de Verano.
-Es raro volver a la universidad, ¿verdad?- comentó Thomas, cargado con una mochila en el hombro para llevar los libros a casa.
Nicole le escuchó, pensativa, y asintió. Definitivamente, volver a la universidad era muy extraño.
Más tarde, Nicole se fue con unas amigas de la universidad y Thomas decidió ir a recoger los libros, que estaban en su taquilla. En el pasillo se encontró con Guiomar.
-¡Hey! ¿No deberías estar ensayando?
Se dio cuenta de que Guiomar estaba muy nerviosa mirando alrededor. Se sobresaltó al escuchar la voz de Thomas.
-Ah, eres tú...- contestó ella, aliviada- tenemos veinte minutos de descanso y he decidido venir aquí. A pesar de todo lo ocurrido tengo buenos recuerdos.
Thomas empezó a caminar de nuevo hacia su taquilla y Guiomar le acompañó, a su lado.
-Sin embargo, estabas pensando en los malos momentos, ¿verdad?- le preguntó Thomas refiriéndose al comentario de su amiga.
Guiomar sonrió y miró hacia el techo.
-¡Cómo me conoces!
-Te he pillado un poco nerviosa- reconoció el chico.
Guiomar suspiró. Se detuvieron en cuanto llegaron a la taquilla de Thomas. El chico abrió la portezuela y metió todos sus libros en la mochila mientras que Guiomar se apoyó contra la pared, observando al novio de su prima.
-Estaba pensando en las veces que he caminado por este largo pasillo con Elisabeth. Y en las veces que me he topado con Marcos. Sin embargo, ahora los dos están muertos- dijo con amargura.
A Thomas se le cayeron unos cuantos libros de las manos al escuchar el nombre de Marcos y Elisabeth. Sintiéndose un poco tonto, recogió los libros del suelo y los metió en la mochila.
-¡No digas eso!- le reprendió Thomas cerrando con fuerza la puerta de la taquilla.
Guiomar compuso una sonrisa triste.
-Es la verdad.
La
familia Smith, Helena, Cassandra, Miley, Ryan, Jeremy y Jason entraron a la Universidad de
Sheffield por primera vez. Jeremy y Jason estaban verdaderamente admirados por
la amplitud de la universidad donde estudiaba la hermana de sus novias.
-La
obra empieza a las tres y media- les dijo Will, el padre- el problema es que no
sé dónde se sitúa la Sala de Actos. ¡Falta media hora!
Había
más padres alrededor pero todos tenían cara de perdidos y ninguno sabían la
ubicación correcta.
Un
chico alto, musculoso y de ojos color avellana pasó por delante de ellos y Justin le
llamó, alzando la voz.
-¿Me
preguntabas a mí?
-Sí,
perdona, ¿cómo te llamas? ¿Estudias aquí?
Justin
suspiró de alivio. El chico llevaba un extraño atuendo de sargento o coronel, quién sabe qué.
-¿Me
puedes decir dónde está la Sala de Actos?
-Sí,
claro. ¿Vais a ver la obra?- él les brindó una amplia sonrisa y les guió,
adentrándose en el edificio.
-¡Sí!-
le contestó April.
-Es
genial. Yo actúo en la obra de co-protagonista masculino.
Los chicos entendieron que el uniforme del estudiante se trataba de un disfraz de la obra de teatro.
Los chicos entendieron que el uniforme del estudiante se trataba de un disfraz de la obra de teatro.
-Nosotros
vamos a visitar a Hayley Lekker, ¿la conoces?- le preguntó Aroa.
El
chico se sonrojó sin motivo alguno y asintió con la cabeza.
Helena, Cassandra y Miley se juntaron y murmuraron lo bueno que estaba Garrett. Ryan y Justin lo escucharon y agarraron a sus respectivas novias posesivamente, en parte de broma y en parte en serio. Cassandra sonrió triunfal, podía coquetear con el chico, pero sabía que no lo iba a hacer.
Helena, Cassandra y Miley se juntaron y murmuraron lo bueno que estaba Garrett. Ryan y Justin lo escucharon y agarraron a sus respectivas novias posesivamente, en parte de broma y en parte en serio. Cassandra sonrió triunfal, podía coquetear con el chico, pero sabía que no lo iba a hacer.
Llegaron
en cinco minutos (la universidad parecía un laberinto) y los diez se sentaron
en la séptima fila, estaban lo bastante cerca para ver y oír bien. Emma,
Thomas, Nicole, Bambi y Grace (que decidió acompañarles) se sentaron con ellos
después.
-¡Guiomar
es la protagonista!- le dijo Em a sus hermanos y acto seguido alzó la cabeza para mirar al escenario por si había salido alguna de sus mejores amigas pero, para su decepción, seguía vacío. Estaba ansiosa para que empezara.
-¿Qué?
¿Guiomar de princesa?- se rió Justin, que más o menos se sabía la obra.
-Sí- se
rió Nicole- será flipante.
-Yo
creo que le saldrá bien- dijo Thomas metiéndose en la conversación.
La
profesora de Teatro se colocó en el escenario y les pidió silencio a todos.
~~~
Garrett
por fin entró en la sala donde ensayaban todo el mundo la obra, detrás del
telón, y Hayley se le enfrentó.
-¡¿Pero
de qué vas, chaval?!- le gritó ella llena de furia- ¡la obra empieza dentro de
diez minutos y te vas por ahí como si nada!
Todos
los actores se rieron a carcajadas debido al enfado de Hayley. No era para tanto
pero la chica estaba muy nerviosa: quería que Guiomar lo hiciera a la
perfección y necesitaba la ayuda de Garrett, que era el príncipe-coronel.
-¡Tú
has faltado durante un mes a los ensayos y nadie te ha dicho nada!- le espetó
el chico pasando de largo y situándose enfrente de Guiomar para practicar unos
diálogos.
-¡Imbécil!-
chilló Hayley. Aquel chico siempre le sacaba de sus casillas.
Garrett
se rió por lo bajini e intercambio unas cuantas palabras con la protagonista. Guiomar ya estaba peinada, con un moño a un lado, y dedujo que habían tardado horas en aquel peinado y que, por tanto, era muy delicado.
-Y que
sepas, he ido a buscar a mis padres y de casualidad me he encontrado con tus
amigos y les he traído aquí.
Hayley
tartamudeó: había quedado fatal; pero se negaba a pedirle disculpas. Aquel
chico sólo se había apuntado a Teatro para aprobar Geometría y siempre estaba
de mal humor cuando ensayaban. No le importaba lo más mínimo la obra y Hayley temía que lo estropease todo por su vaguería y arrogancia.
-Haya
paz- intervino Bessie, la líder de teatro.
Todos
repasaron los últimos guiones y se cambiaron de ropa. Guiomar se puso un vestido asqueroso de color blanco con unos tacones de color blancos, Bessie un
camisón lleno de harapos ya que era una mendiga, Hayley un disfraz de bruja y
cada uno con su disfraz correspondiente. Garrett era el único que ya se había disfrazado.
-¡Es horrible!- gritó Guiomar dejando los brazos caídos en señal de derrota en cuanto se vio al espejo. No le quedaba nada bien.
-¿Prefieres el vestido rosa?- le amenazó su amiga Hay a través del espejo mientras se pintaba los labios de color rosa. No era la típica bruja con arrugas y verrugas, la nariz aguileña y gorro acabado en pico pero lo único que coincidía con las demás brujas era que era mala.
Guiomar rodó los ojos y prefirió callarse. Había llegado a ver el vestido rosa y, para su propia salud, era mejor no ponérselo. El vestido blanco ajustado era mil veces mejor que el rosa a pesar de que aquel vestido tenía más decoraciones.
-¡Es horrible!- gritó Guiomar dejando los brazos caídos en señal de derrota en cuanto se vio al espejo. No le quedaba nada bien.
-¿Prefieres el vestido rosa?- le amenazó su amiga Hay a través del espejo mientras se pintaba los labios de color rosa. No era la típica bruja con arrugas y verrugas, la nariz aguileña y gorro acabado en pico pero lo único que coincidía con las demás brujas era que era mala.
Guiomar rodó los ojos y prefirió callarse. Había llegado a ver el vestido rosa y, para su propia salud, era mejor no ponérselo. El vestido blanco ajustado era mil veces mejor que el rosa a pesar de que aquel vestido tenía más decoraciones.
-¡Venga,
venga!- les metió prisa Hayley en cuanto oyó la voz de la profesora de Teatro
nombrando a todos los actores- Guiomar, tú eres la primera en salir. Bessie y
tú sois las primeras en salir en escena.
-Que ya
lo sé- resopló Guiomar entre cansina y divertida.
Salió
al escenario y Bessie la siguió por detrás. Se trataba de una princesa rica y una muchacha pobre que se hacían mejores amigas.
-Eres
una pesada- le insultó Garrett.
-Por lo
menos me intereso por la obra- rebatió la morena cruzándose de brazos.
Eran
los únicos que hablaban. Los demás estaban muy nerviosos releyendo los guiones
pero Hayley se lo sabía de memoria y a Garrett le daba igual la obra así que
eran los únicos que no estudiaban.
-He
suspendido Geometría- le comentó él algo más calmado. No le apetecía discutir
con la sabelotodo de Teatro.
A
Hayley le dio pena y eliminó sus diferencias. Compuso un semblante serio y
atento.
-Lo
siento mucho.
-Voy a
repetir- le contestó el chico un poco triste. Hayley supo que se echaría a
llorar si no fuera por ella.
-Yo
también voy a repetir- el chico alzó la cabeza y la miró, sorprendido- no me he
presentado a los exámenes por... Bueno, seguro que ya estás enterado.
Garrett
asintió con la cabeza. Se sintió más tranquilo sabiendo que la más lista de la
clase de Geometría también había repetido... ¿O se había sentido más tranquilo
por otra cosa?
-¡Garrett,
tío!- le chilló una compañera de ellos, Jacky, que era la criada de la
princesa- ¡Es tu turno!
Garrett
respiró hondo y abrió un poco el telón para salir al escenario. Por primera
vez, sintió que la obra tenía sentido y actuó lo mejor que pudo.
A las
cinco menos veinticinco, una hora y cinco minutos después, casi había llegado
al final de la obra. Guiomar había estado espléndida pero no había sido la
única. Bessie, Garrett, Hayley, aunque tenía un papel menor, y los demás
actores lo habían hecho genial.
Ahora
era el turno del trágico final.
-Un
momento...- susurró Emma acercándose al oído de Nicole, entre el público- ¿qué
pasaba al final?
La
pelirroja palideció. Todo el mundo había estado pensando en la obra en general
que nadie había tenido tiempo en reflexionar sobre el final. No le dio tiempo
decírselo a Emma, pues ya estaba ocurriendo.
Hayley,
con sus poderes de bruja, le hizo una maldición al príncipe para que muriera al
instante. Garrett se tiró al suelo y Hay se limitó a lanzar risas de
victoria, que daban realmente miedo.
Guiomar,
la princesa, vio a Garrett tirado. Lo siguiente que tenía que hacer era
lanzarse a los brazos del príncipe y llorar sobre su regazo, tal y como había
hecho con Marcos. Emma vio cómo palidecía Guiomar desde los asientos, pero eso era porque la
conocía muy bien.
-Venga
Guiomar... Tú eres fuerte. Puedes hacerlo.
En vez
de hacer lo que tenía que hacer, es decir, abrazar al príncipe, se colocó en el
centro mirando al público. Bessie la hizo señas para indicarle lo que tenía que
hacer ya que pensaba que se le había olvidado.
-Yo
perdí al chico al que quería hace dieciséis días. Marcos Anderson, sí, el
profesor de Historia de la Universidad de Sheffield, murió en mis brazos
después de que Raquel le disparara. Nunca me he sentido tan terriblemente sola
y vacía. Sé que no estoy sola- añadió ella mirando directamente hacia Emma, que
lloraba- pero así es como me siento. Yo conocía a Marcos antes de que fuera mi
profesor y le quería. Estaba enamorada de él pero nunca le dije nada; es más,
cuando me besó por primera vez, me alejé de él. No sé si es porque tenía miedo al amor o quizás
fuera el orgullo pero lo que sé es que le he perdido para siempre por mi culpa-
todos los actores salieron al escenario para ver lo que ocurría. Hayley estaba
llorando y algunos actores también, entre ellos Bessie- por favor, si queréis a
alguien, si le amáis, decidlo. No importa el después, no importa el antes, importa el ahora. Díselo porque nunca sabrás cuándo será vuestra última conversación. Aunque no creáis que es para siempre, aunque los
de tu alrededor le critiquen, dile que le quieres. Yo fui una tonta y la
princesa también. Ambas le perdimos y ambas no nos declaramos. Aprovechad lo
que tenéis porque empiezas a valorar lo que tienes hasta que lo pierdes- Guiomar citó la letra de la canción Let her go.
Todo el público y los actores se quedaron paralizados, sin saber qué hacer ni qué decir. La propia Guiomar tampoco. Entonces, para romper el hielo, Garrett
se levantó del suelo, se acercó a Guiomar y la besó: sólo fue un pico.
-El
príncipe la quería demasiado como para morir así que venció al hechizo. Fueron
felices juntos.
Guiomar
le sonrió como agradecimiento. Se tomaron de la mano, se irguieron un poco y se
escondieron detrás del telón con los demás actores pisándoles los talones.
-Has
estado genial- le dijo Emma abrazándola con fuerza y con lágrimas en los ojos
cinco minutos después, cuando se reunieron todos.
Guiomar
y Hayley ya llevaban ropa normal.
-Que
va. He estropeado la obra- le dijo Guiomar aguantando las lágrimas que le amenazaban por salir, sin éxito. Ya se había desprendido del peinado.
-De
ninguna manera- sentenció Hayley limpiándole las lágrimas. Guiomar compuso una sonrisa, sintiéndose un poco mejor- todos se han conmocionado. Eres buena dando
discursos, no me lo esperaba. Primero en el funeral y ahora en la obra.
-Tengo
una buena labia- bromeó Guiomar enmascarando su rostro triste pero después se puso más seria y dijo- por eso
me he cambiado a Derecho: me gustaría ser abogada.
Hayley
y Emma se miraron de reojo. Eran miradas llenas de orgullo.
-A las
cinco y media empezará el partido de Thomas- les avisó Nicole, que no había oído la conversación ya que estaba charlando con Bambi y Thomas.
El
chico ya se había encaminado hacia los vestuarios para cambiarse y las cuatro
se dirigieron a las gradas; la familia de Emma ya estaba allí.
-Yo de
mayor quiero ser jugador de Fútbol Americano- se expresó Jason, el novio de
April.
-Estoy imaginándote con el traje de Fútbol Americano y con el balón- se maravilló April, soñadora.
-Estoy imaginándote con el traje de Fútbol Americano y con el balón- se maravilló April, soñadora.
Hayley
le dirigió una sonrisa.
-Eso
dicen todos los niños.
-Thomas
odiaba el Fútbol Americano pero le convencí para que se apuntara- se rió Nicole
al acordarse de lo que le había costado insistirle en que se inscribiera para
ser un popular.
-Pobre
Thomas- bromeó Bambi.
El
partido estuvo apunto de comenzar. Salió el profesor Dickens, el profesor de
Gimnasia al que tanto odiaba Thomas, a nombrar a todos los jugadores.
-¡Nicole!-
le gritó una chica vestida de animadora un tanto nerviosa. Subió unos escalones
más de las gradas y la volvió a llamar.
Todas
las personas se giraron hacia ella y la chica se puso colorada.
-¿Eliza?
¿Qué pasa?- preguntó Nicole, que reconoció a la chica.
Eliza era una chica muy atractiva y tenía la piel aceitunada. Era la capitana de las animadoras por su agilidad y era una de las chicas más populares de la universidad.
Eliza era una chica muy atractiva y tenía la piel aceitunada. Era la capitana de las animadoras por su agilidad y era una de las chicas más populares de la universidad.
-¿Qué
haces aquí, sentada?
Nicole
abrió los ojos y se encogió de hombros como diciendo que era lo más normal del
mundo. Después se percató del uniforme amarillo de animadora que llevaba Eliza y comprendió
lo que pasaba.
-¿Tenemos
que animar?
Eliza
asintió con la cabeza y movió una mano frenéticamente para decirle que se diera
prisa.
-¡No
tengo la vestimenta!
Nicole
había faltado todo esos días y no estaba informada de que tenían que animar el
partido.
-No
importa, tengo uno de recambio.
La
pelirroja asintió con la cabeza y se levantó de las gradas. Se acercó a su
compañera Eliza y juntas bajaron hacia los vestuarios femeninos. Nicole parecía
molesta...
Bambi,
Emma, Hayley y Guiomar se rieron a carcajadas por la cara que había compuesto
Nicole.
-Épica-
se burló Guiomar.
-Me estoy acordando de cuando nos apuntamos al voley- se dirigió a Guiomar- qué patéticas. ¡Incluso el entrenador nos expulsó por ser las peores de la historia!
Guiomar, Hay y Bambi se rieron a carcajadas.
Justo en ese momento, Garrett
subió los escalones donde hacía unos segundos estaba Eliza y se sentó detrás de
ellas. Guiomar le saludó.
-Muchísimas
gracias por lo del beso, de verdad. Me has salvado el culo.
Garrett
se rió y alzó una mano para restarle importancia. Pretendía hacerse el modesto,
pensó Hayley.
-Eso es
un comentario totalmente inapropiado estando delante de cuatro niños- intervino
Hayley, furiosa por el comentario que le había hecho Garrett a Guiomar. Señaló
a las gemelas y a sus respectivos novios.
-Pero
si ellos se besan- dijo Garrett deduciendo que los niños eran novios- si estás
celosa puedo darte uno a ti también.
Hayley
rodó los ojos y se giró para ver el partido, que ya estaban saliendo los
jugadores de los dos equipos. Escuchó a Garrett reírse detrás de ella pero no
le hizo caso.
-Estás
celosa- afirmó Emma con una risita susurrándole al oído a Hay.
-¿Celosa
de qué?- Hayley puso una voz burlona.
Em alzó
una ceja.
-Oh,
vamos. ¿Hace cuándo que no besas a un chico?
Hayley
tartamudeó. Se quedó pensativa durante unos segundos y llegó a la conclusión
que no había besado a un tío en dos años. Se sintió avergonzada por ello aunque
supo que no debería de estarlo, ¿qué tenía de malo?
Pero
supo que estaba algo celosa. Necesitaba a un chico que la quisiera y la cuidara
como Harry hacía con Emma. Un chico que hiciera todo lo posible por ella como
Marcos hizo con Guiomar. Un chico que la amara pasara lo que pasara a pesar de
ser polos opuestos como Niall hacía con Belén. Un chico que viera más allá de
lo que era en realidad como Thomas hacía con Nicole. O simplemente que un chico
se fijara en ella como Liam se había fijado en Anna o en Marii. Incluso Bambi
tenía unos cuantos universitarios como pretendientes después de haber cantado
en el Baile de Verano.
Emma se
acercó de nuevo a ella y la habló en el oído.
-Estaba
bromeando. No le des importancia.
Salió
de su ensimismamiento y se dio cuenta de que ya llevaban veinte minutos de
partido.
Observó a las animadoras, que no paraban de bailar y de mover sus cuerpos. Observó a Nicole, que estaba en el extremo de la derecha, y vio que lo hacía muy bien. Eliza, la chica que había llamado a Nicole, estaba en el centro de todas las animadoras. Se notaba a leguas que era la líder.
Hayley se dio cuenta de que durante una décima de segundo, Nicole se distrayó cuando Thomas la miró. La chica sonrió orgullosamente y juntó ambas palmas y Thomas paró en seco durante un fragmento de segundo pero después volvió a la Tierra y siguió corriendo. Casualmente, Nick le empujó.
Observó a las animadoras, que no paraban de bailar y de mover sus cuerpos. Observó a Nicole, que estaba en el extremo de la derecha, y vio que lo hacía muy bien. Eliza, la chica que había llamado a Nicole, estaba en el centro de todas las animadoras. Se notaba a leguas que era la líder.
Hayley se dio cuenta de que durante una décima de segundo, Nicole se distrayó cuando Thomas la miró. La chica sonrió orgullosamente y juntó ambas palmas y Thomas paró en seco durante un fragmento de segundo pero después volvió a la Tierra y siguió corriendo. Casualmente, Nick le empujó.
-Nick
Cradford está haciendo todo lo posible para que Thomas no marque ningún punto-
protestó Guiomar a voz en cuello alzando una mano- ¡y eso que van al mismo
equipo!
Justo
en ese momento, Thomas, que llevaba el balón para llevarlo al otro extremo para
conseguir puntos, fue golpeado intencionadamente por Nick. Thomas sintió un
dolor atroz en la nuca y cayó al suelo.
Nicole,
que estaba en un lateral animando con las demás animadoras, puso cara de susto
que rápidamente lo sustituyó por una de rabia.
-¡Serás...!-
lo siguiente que dijo fue unas palabras que no hacían bien a nadie.
Tiró al
suelo sus pompones amarillos y azules con una rabia inesperada. Todos los
jugadores y espectadores, incluso el árbitro, estaban pendientes de lo
siguiente que iba a hacer Nicole.
La
pelirroja corrió hacia su antiguo novio y se lanzó a él. Acto seguido, empezó a
propinarle puñetazos en el pecho del chico. Nick, súbitamente enfadado, arrojó
a Nicole al suelo con fuerza. Guiomar, Emma, Hayley y Bambi, que estaban entre
el público, escucharon el golpe.
-¡Ni te
atrevas a tocarla!- intervino Thomas levantándose con dificultad del suelo.
Golpeó a Nick violentamente en la cara.
El mejor
amigo de Nick, Chase, intervino en la pelea y descargó todo su enfado sobre
Thomas. Éste se balanceó hacia atrás y no le dio tiempo a defenderse porque
Nick y Chase volvieron a golpearle.
Em,
Guiomar, Hay y Bambi, asustadísimas por la seguridad de Thomas, bajaron de las
gradas y se adentraron en el campo, hacia donde estaban Thomas, Nicole, Chase y
Nick peleándose. Algunos estaban conmocionados por la pelea que había dado
lugar en el último día de clases antes del verano y otros, entre ellos el árbitro,
el entrenador Dickens y los jugadores, parecían disfrutar de los puñetazos que
se daban los tres chicos y de los gritos de Nicole.
Guiomar
se subió a la espalda de Nick cuando vio que iba a empujar a su prima Nicole de
nuevo.
-¡Que
alguien detenga la pelea, por el amor de Dios!- gritó alguien entre el público.
Emma identificó la voz de su padre. No quería meterse en problemas por lo que
se alejó un poco del conflicto pero cambió rápidamente de opinión en cuanto vio
cómo Nick golpeaba a Guiomar. Su mejor amiga cayó al suelo, la nariz le
sangraba exageradamente.
-¡¿Tus
padres no te educaron?!- gritó Emma dispuesta a propinarle un puñetazo, a
sabiendas de que no iba a hacerle nada de daño ya que era un chico muy fuerte y
musculoso, cuando Garrett, el chico del teatro, se le adelantó y le pegó de
lleno en la cara del chico.
Emma no
se dio cuenta de que Garrett había bajado de las gradas con ellas. Por el
rabillo del ojo vio cómo Chase se zafaba de Hayley con brutalidad. Hay gritó de
dolor y Garrett se lanzó hacia Chase. Thomas aprovechó la situación para volver
a pegar a Nick.
-¡Basta
ya!- chilló Nicole ante la horrible pelea que estaba dando lugar. Se notaba a
leguas que estaba muy arrepentida del golpe que le había dado a Nick- ¡Thomas!-
gritó asustada cuando Nick le dio una patada en la barriga de éste. Thomas se
dobló y cayó al suelo, retorciéndose de dolor.
La
pelea no había durado ni un minuto puesto que los golpes habían sido sumamente rápidos pero la cara de Thomas, Garrett, Nick y Chase no eran agradables de
ver.
-¡Detened
la pelea!- exclamó Bambi y Em advirtió en ella un atisbo de terror.
Con el
rabillo del ojo, Em vio cómo su padre y su hermano corrían hacia ellos con la
frente perlada de sudor. El árbitro, que también advirtió que un padre
intentaba parar la pelea, pitó el silbato.
-¡Que
se detenga la pelea!- gritó él cogiendo el micrófono del adolescente que
presentaba el partido.
Dos
jugadores del Fútbol Americano cogieron a Chase y Nick para intentar pararles.
Ellos no opusieron resistencia pues sabían que la pelea había llegado a su fin.
-¡Idiota,
no sabes dónde te metes!- le gritó Chase cargado de odio.
Will,
el padre de Emma, discutió con el árbitro por no haber parado la pelea antes.
Emma se avergonzó de la situación que estaba viviendo, todos los estaban mirando
con curiosidad.
Justin
se acercó a ellos y comprobó si todos estaban bien.
-¡Perra!
Nicole
hizo caso omiso al comentario de Nick y se agachó para atender a su novio
Thomas. Le limpió la sangre de la comisura de la boca.
Guiomar
se levantó del suelo haciendo una mueca de dolor. La nariz no le paraba de
sangrar y le escocía muchísimo. Garrett le tendió un clínex y la chica se lo
agradeció, limpiándose.
-¿Las
demás estáis bien?- les preguntó el muchacho refiriéndose a Hayley, Em y Bambi.
Las chicas asintieron: habían sido golpeadas y empujadas pero estaban ilesas.
El
árbitro del partido, el profesor Dickens y el padre de Emma se acercaron hacia
ellos. Will abrazó a su hija y les preguntó si estaban bien, preocupado.
-Estáis
expulsados del partido. Nicole Ellis, estás expulsada del equipo de animadoras
y vosotros tres- señaló a Nick, Chase y Thomas sin rabia alguna- no podéis
jugar el partido de hoy.
-¿Qué?
¡Nick y Chase son los mejores del equipo!- se quejó el jugador que había sostenido
a Nick desde que se finalizó la pelea.
Thomas
sonrió de satisfacción y lo disimuló limpiándose la sangre del labio. A Nicole
le dio igual ser expulsada del equipo.
-Estoy
muy avergonzado por la imagen que dais a los padres- les regañó el profesor Dickens.
-Pues
sí que estabas ocupado comiéndote tus palomitas mientras mirabas la pelea- ironizó Justin
en voz tan baja que sólo lo escucharon Emma y Guiomar, que se rieron.
Will y
Justin volvieron a las gradas para seguir viendo el partido y los chicos
salieron del campo (Emma, Guiomar, Hayley, Bambi y Garrett habían sido
expulsados de las gradas). Se dirigieron al jardín.
-Zorra-
masculló Nick y se alejó de ellos junto con su mejor amigo Chase. Nicole
consiguió controlarse y siguió sujetando a Thomas, que estaba un poco herido
por la patada que le había dado Nick.
-¿Vamos
a la enfermería de la universidad?- interrogó Nicole en cuanto todos se
sentaron en un corro en el suelo del jardín. Estaba muy preocupada por la salud
de su novio.
-No
creo que esté abierto- respondió Hay.
-Seguramente
la enfermera está viendo el partido- bromeó Garrett aunque todos
supieron que posiblemente era verdad.
Emma
echó un vistazo a su reloj y vio que eran las seis en punto, hacía media hora
que había comenzado el partido.
-Falta
una hora para que comience el concierto- les avisó Em mirando a sus amigos, que
habían formado un corrillo.
Thomas
y Nicole se miraron.
-No
creo que Thomas esté en condiciones para ir a un concierto- se negó Nicole
rotundamente. Thomas iba a replicar algo hasta que vio la mirada asesina de su
novia. Se calló y asintió con la cabeza, divertido. Ni siquiera le apetecía.
-Me
parece bien.
Los
demás asintieron con la cabeza, animados a ir al concierto. Em miró a Garrett,
que no dijo nada.
-Si
quieres puedes venir- le ofreció ella con una sonrisa. Acto seguido miró a
Hayley lanzándole una mirada asesina para que le dijera a Garrett algo. Su
amiga se encogió de hombros.
-No
tengo dinero- Garrett rechazó la oferta educadamente.
-Es una
invitación, no tienes que pagar- intervino Hayley por culpa de la insistencia
de su amiga Emma. Después le dirigió una mirada de “¿contenta?”
Em
guiñó un ojo como respuesta y Hay rodó los ojos.
Garrett,
ajeno a lo que estaba pasando, aceptó la invitación.
-Está
bien. Iré.
~~~
Después del partido, Justin, Ryan, Helena, Cass y Miley se dirigieron en coche hacia un parque público donde podían tumbarse sobre la hierba y disfrutar del sol de verano.
-En serio, el tío ese estaba buenísimo- comentó Miley que estaba tumbada bocabajo apoyando el codo sobre el suelo. Se refería a Garrett.
-Yo más- le rebatió su novio Ryan, que se acercó a ella rodando, y la besó en la comisura de la boca.
Justin sonrió al ver tal escena romántica. Ryan y Miley se conocían de toda la vida puesto que Ryan era su mejor amigo y Miley su mejor amiga pero nunca se habían llevado especialmente bien. Se dio cuenta de que su mejor amigo había salido con su hermana y ahora estaba con su mejor amiga. Parecía que a Ryan le atraían las mujeres que estaban alrededor de Justin, pensó él divertido, sólo faltaba que se enamorara de Amy, su madre.
-Venga tortolitos, cortad- intervino Justin con una mueca de disgusto al ver, asqueado, que se besaban cada vez con más pasión. Nunca se acostumbraría de ver cómo se besaban sus dos mejores amigos, era algo extraño.
Miley le regaló una mirada asesina.
-Yo he estado soportando durante un año vuestros besos- le espetó ella señalando a Helena y a Justin. Después sonrió y se rió, dejando claro que estaba bromeando.
-Hablando del chico, fue a defenderlas durante la pelea- habló Cassandra, que había estado callada durante todo este tiempo.
-Qué majo. La cara que compuso cuando el amigo del exnovio de Nicole empujó a Hayley no tiene precio- comentó Helena, que estaba al lado de su mejor amiga.
Media hora después, Helena y Justin se separaron del grupo para comprar helados. Durante el camino, Justin habló:
-Hoy mis padres se irán de cena en casa de Jeremy, el novio de mi hermana Aroa. Resulta que el padre de Jeremy fue un antiguo amigo de la escuela de mi padre.
-Qué casualidad- comentó Helena. Pero de casualidad no tenía nada, Will había crecido en ese barrio y, por tanto, era lógico que conociera a gente del lugar. Pero Justin decidió no replicar, no quería ir por ese camino.
-El caso es que mi casa estará vacía por la noche. ¿Quieres venirte?
Helena iba a aceptar de inmediato, contenta, pero algo le hizo callarse de repente. En su cabeza se formó la cara de su amiga Cassandra. Dudó.
-Pero... ¿y tu hermana?- preguntó Helena para buscar alguna excusa.
-Oh, le diré que se quede con Harry. Seguro que no le importa- se rió Justin. Su hermana tenía suerte de que en la casa de Harry no vivía nadie más. Ellos no tenían esa suerte.
Helena se mordió el labio. Hacía mucho tiempo que no salían como una pareja en condiciones pero la verdad era que no podía dejar a Cassandra ni un rato sola o ella se derrumbaría. Quería tanto a su mejor amiga que simplemente con alejarse un kilómetro de ella hacía que se sintiera mal. Justo como en ese momento.
-No sé...
-Venga, por favor...- le suplicó Justin. Sabía a la perfección la duda de Helena y respetaba su decisión. Se había dado cuenta de que hacía mucho tiempo que no se daban un beso en condiciones como la que acababan de darse Ryan y Miley. Pero no la iba a presionar, era normal que se sintiera mal por todo lo que le estaba sucediendo a su mejor amiga.
Se dio cuenta de que a su novia se le saltaban las lágrimas y la abrazó. Le acarició el pelo con suavidad mientras inhalaba su aroma. Le volvía loco.
-Tranquila. No estoy enfadado- le susurró el chico en el oído de Helena.
Su novia suspiró.
-No, tienes razón. Iré contigo.
~~~
Llegaron al lugar del concierto y tres
guardaespaldas les guiaron inmediatamente a la sala VIP, que estaba en primera
fila del escenario donde iban a cantar los chicos. Allí se encontraron con
Eleanor, la novia de Louis; Beth, la futura mujer de Zayn y Belén, su prima y
la actual novia de Niall. Sí, ellos consiguieron afrontar todas las barreras
que los separaban y volvieron juntos.
Emma se acercó a Beth para saludarla. Beth se había incorporado al trabajo de nuevo después de dar a luz. Se había convertido en una entrevistadora famosa gracias al prestigio de Zayn. Los directores de revistas de moda la llamaban para contar algún cotilleo sobre la banda pero ella nunca decía nada. Siempre guardaba las cosas bajo llave y por eso a Emma la caía tan bien.
Emma se acercó a Beth para saludarla. Beth se había incorporado al trabajo de nuevo después de dar a luz. Se había convertido en una entrevistadora famosa gracias al prestigio de Zayn. Los directores de revistas de moda la llamaban para contar algún cotilleo sobre la banda pero ella nunca decía nada. Siempre guardaba las cosas bajo llave y por eso a Emma la caía tan bien.
-No me
preguntes dónde está Zath- le bromeó Beth a Emma y ella se echó a reír- está
con mis padres.
Zath
había sido bautizado el día anterior y había sido un día muy especial para
todos, sobre todo para los padres y los padrinos, Harry y Bambi. Su novio había
estado muy emocionado durante toda la celebración, como un niño pequeño. A Emma
le encantaba verle así, era suficiente para ser feliz.
Todos empezaron
a hablarse despreocupadamente. Para Emma, aquel grupo de amigos se había convertido en su
familia y sabía que aquello iba a ser para siempre. Sólo faltaban Thomas y
Nicole, personas que apreciaba muchísimo. Con el rabillo del ojo, vio que
Garrett estaba más tranquilo y cómodo hablando con Hayley.
-¡¡Heeeeey
queridos directioners!!- gritó Louis desde el escenario y el público empezó a
gritar ensordecedoramente.
No se
habían dado cuenta de que los chicos ya habían salido en escena y se pusieron a
gritar, uniéndose a la muchedumbre. Emma se sentía como una fan más y sabía que
nunca dejaría de sentirse así. Se consideraba fanática de los chicos a pesar de
que estaba saliendo con uno de la banda y su prima con otro. Definitivamente,
One Direction había hecho un viraje con su vida pero para bien.
Se
acordó del día en que Guiomar le obligó a escuchar canciones de los chicos
antes de ir al concierto de One Direction por primera vez, donde les conoció. También recordó lo tocada que estuvo después de escuchar la voz de Harry en la canción Gotta
be you.
Cuando acabó la canción, decidió escuchar otra canción de
ellos. Gotta be you. Play.
Empezaba de nuevo Liam, tenía una voz muy bonita. Las
voces de la banda no estaban nada mal, pero cuando llegó a esa parte…
“Cause
it's gotta be you oh
It's gotta be you oh oh oh
Oh only you oh
Only you
It's gotta be you oh oh
Only you
Only you”
It's gotta be you oh oh oh
Oh only you oh
Only you
It's gotta be you oh oh
Only you
Only you”
Se quedó paralizada. Esa voz… esa voz era increíble. Miró
a ver quien cantaba, Harry, era Harry… Tenía una voz preciosa, la voz era tan
dulce y angelical…
Apagó el ordenador. No quería volverse loca por ellos, no
quería ser una de esas fans locas que gritaban y hacían lo peor que se pueda imaginar por ellos. ¿Para qué? Si nunca les iba a conocer en la vida real.
Parecía
que les conocía de toda la vida. Parecía que aquello había sido hacía miles de
años pero no había pasado ni dos años de aquello. Estaban en julio del 2014 y
aquello fue en enero del 2013.
-Tierra
llamando a Emma- le llamó su mejor amiga Guiomar con voz cantarina.
Em
volvió a la realidad y miró a su amiga con una sonrisa.
-¿Qué
pasa?
-¿En
qué estabas pensando?- le interrogó ella con voz curiosa.
Emma se
rió y miró hacia atrás. Vio que Hayley y Garrett seguían sumidos en una
conversación.
-Tortolitos...-susurró
Em, divertida, tratando de hacer una broma.
-Mira
quién fue a hablar- dijo Guiomar y Emma le golpeó el brazo suavemente, con el
ceño fruncido- ¡ah! Es verdad- bromeó ella y esquivó el segundo golpe que le
iba a dar su amiga- pero sí, tienes razón, entre ellos hay química.
Ambas
amigas miraron a la “parejita” descaradamente. Em se sintió muy contenta.
Parecía que a Hayley le agradaba ese chico, a pesar que decía que le odiaba ya
que era un chico muy vago en cuanto a la actividad extraescolar de Teatro, pero
ella sabía que le gustaba. Pero sobre todo se sentía muy feliz porque su amiga
por fin había encontrado a alguien. Nunca había tenido novio y sabía que
durante todo este tiempo había estado detrás de Niall pero él sólo la había
visto como a una amiga, como a Bambi. Niall sólo tenía ojos para Belén y lo
había dejado bien claro.
-Antes
intenté unirme a la conversación pero estaban hablando de no se qué de las
teorías de la evolución; Hayley apoya a Darwin mientras que Garrett a Lamarck-
Emma se rió por el comentario de Guiomar y aún más cuando ésta rodó los ojos-
panda de frikis...
-Pero
la quieres- se burló Em.
-Ahora
en serio: me he dado cuenta de que has cambiado de tema, no soy tonta- advirtió
Guiomar, un poco más seria. Emma puso los ojos en blanco: no se le escapaba ni
una- ¿en qué pensabas antes? Parecías bastante enfrascada en tus pensamientos.
Emma
dirigió su mirada en el escenario con gesto distraído y sonrió. En ese momento Harry y Niall estaban bailando y, desafortunadamente, Harry tropezó con algo y cayó hacia atrás sin soltar a Niall por lo que el rubio fue arrastrado hacia el suelo: eran verdaderamente
entregados en cuanto a su trabajo. Vio que en el panel, que servía para que las
directioners de la última fila pudieran verles mejor, que era como una especie de
televisión enorme, había unas letras debajo y se dio cuenta de que eran
subtítulos. Emma supo al instante de que había sido obra de Niall. Sonrió.
-De lo
mucho que hemos cambiado sus vidas. Y de lo mucho que ellos han cambiado
las nuestras.
Guiomar
siguió su mirada y sonrió también. Emma percibió un brillo extraño en sus ojos.
-¿Sabes
que sin ellos y sin vosotros no seguiría adelante, verdad?
Emma
supo de qué estaba hablando sin necesidad de pronunciar su nombre. Asintió con
la cabeza, borrando su sonrisa, y la abrazó con fuerza para demostrarle lo
mucho que la quería. Guiomar le devolvió el abrazo.
-¡Mañana
nos vamos de gira a Estados Unidos para promocionar nuestro tercer álbum!-
gritó Harry entusiasmado.
Los
fans del público chillaron, enloquecidos, como respuesta.
-Pero
antes... ¡Queremos anunciaros algo!- gritó Zayn por el micrófono.
Los
gritos se hicieron más retumbantes aún y los de la sala VIP se unieron: ellos
ni siquiera sabían de qué se trataba la sorpresa.
Zayn
miró a Liam para que continuara él. El cantante le sonrió agradecidamente.
-Hemos
estado escribiendo canciones para nuestro cuarto álbum... Nos hemos entregado
totalmente a éste gracias a las personas de nuestro alrededor. Queremos
agradeceros por todo. No tengo pareja actualmente y no me importa, los amigos
son lo más importante. Gracias, vosotras sois mis chicas.
Emma,
Guiomar, Hayley y Bambi chillaron enloquecidamente. Sabían que se referían a
ellas y estaban totalmente emocionadas por haberlas nombrado indirectamente.
-Pero
eso no es todo. Hemos decidido adelantaros una canción del cuarto álbum. ¡Esto
no saldrá de aquí, ¿verdad chicos?! Nuestro pequeño secreto- bufoneó el
irlandés.
-¡¡ARRIBA
LONDRES!!- exclamó Harry y todos le siguieron con los brazos al aire. Era todo
un espectáculo, digno de ver.
La
adrenalina estaba a tope.
-¡Y
esto es... No control!- nombró Zayn la canción.
-¿No
control? Uy, esto tiene mala pinta...- comentó Guiomar en tono de broma
entre el griterío de los fans.
-¡Cállate!-
le espetó Beth.
Guiomar
sabía que lo decía amigablemente. Beth se había convertido en una buena amiga
para ellas y ya había tal confianza como para decir aquello.
‘No
creo que...’- empezó Belén pero se calló al leer los subtítulos del primer
párrafo de la canción.
-Una
mancha en la taza de café.. La huella de tu lápiz labial no es suficiente-
empezó a cantar Niall.
-Duermo
donde tú yaces... Todavía hay un rastro de inocencia en la almohada-
continuó Harry moviéndose de un lado a otro en el escenario.
-¡Oh
Dios mío!- chilló Em agudamente tapándose la cara con ambas manos. Estaba
horrorizada y muy avergonzada.
Guiomar,
Hayley y Bambi, las únicas chicas que no estaban saliendo con ningún miembro de la banda, empezaron a reírse a carcajadas.
Después
le tocó el turno a Louis y la cara de Eleanor nunca sería olvidada por las
chicas. Se tapó la cara con las manos, como Emma, y no sabía si reír o llorar.
-Despertar
a tu lado soy un alma cargada. No puedo contenerme más. Soy todo tuyo, no tengo
control. ¡No tengo control! Soy todo tuyo. Me siento impotente y no me importa
si es obvio. No puedo tener suficiente de ti. La batalla terminó, mis ojos
están cerrados. No tengo control.
-¡Mi
bendita privacidad!- gimoteó.
Liam recitó
unas cuantas frases más hablando indirectamente del sexo.
-Pobre
Liam. Seguramente fue obligado para cantar esos párrafos- comentó una divertida
Hayley. Se estaba divirtiendo muchísimo con aquella situación.
Emma
vio que Harry abría la boca de nuevo y supo que era su turno para cantar de nuevo. Emma se asustó por las siguientes palabras de Harry.
-¡No,
Harry, no!- gritó a sabiendas de que él no la escucharía. Volvió a taparse la
cara- ¡ni una palabra más!
-Y
el calor donde tú estabas recostada... Podría quedarme justo aquí y arder todo
el día.
-Creo
que sé de alguien que va a ser castrado esta noche...- le susurró Guiomar a
Emma muy cerca para que ella la pudiera escuchar.
-Oh sí-
intervino Bambi entre carcajadas- estoy viendo el titular del periódico de
mañana: “Harry Styles asesinado en su propia cama por su novia”
Louis
siguió cantando el estribillo con la misma letra de antes.
-Menos
mal que Zayn no cita nada- intervino Beth- lo digo por el bien del niño. No
creo que de mayor le haga mucha gracia escuchar...
Sin
embargo, había hablado demasiado pronto. Zayn empezó a cantar justo después.
-Perdí
mis sentidos, estoy indefenso... Su perfume es mi salvación. Agridulce, lo
devoro... Recostado aquí cuento las horas.
-Pobre
Zath- bromeó Hayley- será traumatizado de por vida.
Se ganó
una mirada asesina por parte de Beth.
Los
chicos siguieron cantando juntos el estribillo de Louis mencionando un par de
veces que no tenían control. Belén, Emma, Eleanor y Beth nunca habían estado en
una situación tan embarazosa como aquella. Se habían ganado unas cuantas
miradas de las fanáticas. Bueno, “unas cuantas” era poco: las estaban mirando
medio concierto.
-Probablemente
mi novia me odie en estos momentos- bromeó Harry desde el escenario- pero que
sepas que te quiero, Emma.
-¿Odiar?
Uy, Harry, probablemente no saldrás de esta, querido- parafraseó Guiomar.
Garrett, Hayley y Bambi se rieron.
-¡Con
un simple te quiero no lo soluciona todo!- gritó Emma furiosa.
-Necesito
venganza- susurró Beth con los ojos entrecerrados y muy seria.
Belén la miró y sonrió un poco, mostrando su acuerdo. Eleanor miró hacia abajo, aún seguía avergonzada por la canción de Louis, y murmuró un "de acuerdo". Finalmente, Emma levantó una palma, estaba orgullosa de estar todas de acuerdo.
-¡Sí!- gritó Em.
Belén la miró y sonrió un poco, mostrando su acuerdo. Eleanor miró hacia abajo, aún seguía avergonzada por la canción de Louis, y murmuró un "de acuerdo". Finalmente, Emma levantó una palma, estaba orgullosa de estar todas de acuerdo.
-¡Sí!- gritó Em.
~~~
Ya de noche, Justin llevó a Cassandra a su casa en coche y Helena les
acompañó. Ryan y Miley ya se habían ido en el coche del chico.
Cassandra
seguía viviendo en la mansión con Bella. Días atrás, Helena había obtenido el
permiso de sus padres para que Cass se instalara en su casa pero ésta se negó,
agradecida. No quería dejar de lado a Bella, pues, ella también llevaba muy mal
la muerte de Marcos. Nunca había sido querida por él y había estado necesitada
de cariño pero ella sí que se había enamorado de Marcos. Bella y Cassandra se
habían convertido en una especie de amigas. Era una relación extraña pero se
ayudaban la una a la otra como de soporte ya que ambas entendían perfectamente
cómo se sentía la otra.
Justin aparcó justo enfrente de la casa de Cass y giró medio cuerpo para mirar el asiento trasero del coche. Cassandra y Helena estaban dormidas, ocupando los tres asientos del coche y abrazadas. Justin sonrió al verlas de esta manera. Le dio pena tener que despertarlas pero lo hizo.
Justin aparcó justo enfrente de la casa de Cass y giró medio cuerpo para mirar el asiento trasero del coche. Cassandra y Helena estaban dormidas, ocupando los tres asientos del coche y abrazadas. Justin sonrió al verlas de esta manera. Le dio pena tener que despertarlas pero lo hizo.
-Muchas
gracias por llevarme- le agradeció Cassandra a Justin, ya despierta, en cuanto se apeó del
coche. Los otros dos también se bajaron del auto y la acompañaron hasta el
umbral de la casa. Justin señaló la puerta, que estaba iluminada: eso era señal de que Bella estaba despierta.
Justin
le dio un beso en la frente, le sonrió para infundirle ánimos y le susurró un
“buenas noches y nunca olvides que estamos contigo siempre”. Después de eso se
montó de nuevo al coche y las dejó solas para despedirse.
La
relación entre Cassandra y Justin también había cambiado. Cass ya no veía a
Justin como “el novio de su mejor amiga” y para Justin, Cassandra no era “la
mejor amiga de su novio” sino que ambos se habían convertido en amigos y ya no
necesitaban a Helena cuando estaban juntos.
Todo
eso empezó cuando Justin vio a Cass tan vulnerable y rota por dentro. Sentía
esa necesidad de protegerla y alejarla de todo el dolor que estaba padeciendo y
le había cogido cariño cuando la cuidaba. Cassandra se sentía muy bien siendo
querida y cuidada por un chico; incluso le pidió perdón por haber tratado muy
mal a su hermana durante los años de la secundaria.
Estaban
a oscuras pero Cass podía ver perfectamente la cara de culpabilidad que tenía
su mejor amiga. Se sentía culpable por dejarla sola en su peor momento pero
Cassandra deseaba que pasara más rato con Justin.
-Sí,
mamá.
Helena
le sacó la lengua al oír el comentario.
-Vale-
aceptó ella y le dio un abrazo como despedida- cuídate.
Pero
Helena no se movió. Se dedicó a observarla con una mirada lastimera, tenía
muchísimo miedo de dejarla sola y Cassandra percibió su pesadumbre así que
golpeó su culo.
-¡Venga,
vete de aquí!- le gritó la rubia graciosamente para echarla de casa.
Helena
soltó unas que otras risitas y volvió a caminar por donde había venido. La vio
subir al coche junto con Justin, que la estaba esperando.
-¡No os
olvidéis de los condones, por favor!
Escuchó
la risa estridente de Justin y el gruñido molesto de Helena, que la gritó:
-¡Idiota!
Cass se
rió a carcajadas y entró a su casa, cerrando la puerta tras sí. En el salón se encontró con Bella. Estaba sentada en un sillón, escribiendo algo en su diario personal.
-Hola, Cass- le saludó Bella en cuanto advirtió su presencia. Dejó el diario a un lado y la preguntó:- ¿qué tal te lo has pasado?
Cassandra asintió con la cabeza como respuesta.
-¿Y tú? ¿Cómo te encuentras?
-Se puede estar mejor pero estoy bien- contestó Bella, encogiéndose de hombros.
Cassandra sonrió; ella se sentía igual. Subió a su habitación y se tiró en la cama, estaba exhausta y triste. Esta noche, como todas las demás, soñó con su hermano.
-Hola, Cass- le saludó Bella en cuanto advirtió su presencia. Dejó el diario a un lado y la preguntó:- ¿qué tal te lo has pasado?
Cassandra asintió con la cabeza como respuesta.
-¿Y tú? ¿Cómo te encuentras?
-Se puede estar mejor pero estoy bien- contestó Bella, encogiéndose de hombros.
Cassandra sonrió; ella se sentía igual. Subió a su habitación y se tiró en la cama, estaba exhausta y triste. Esta noche, como todas las demás, soñó con su hermano.
~~~
-Creo
que era menos peligroso ir al concierto que estar aquí- murmuró Thomas con un
tono divertido.
Estaban
en casa del chico y lo habían hecho de nuevo tratando de no hacer ruido: los
padres de Thomas estaban durmiendo.
Nicole
se rió y Thomas la contempló, maravillado. Era la décima vez que lo hacían y
sí, lo había contado. Ninguna había sido mejor que otra, simplemente todas y
cada una de las noches habían sido perfectas y especiales. Nunca creyó que
podía querer a una chica de tal manera como amaba a Nicole. Era intenso.
La
pelirroja le acarició las heridas y él sintió una descarga eléctrica, no por el
dolor, claro.
-Siento
mucho lo que ha pasado en el campo- le dijo ella sin ocultar su rostro de
culpabilidad.
Thomas
se encogió de hombros.
-No
sabes las ganas que tenía de golpearle- declaró, y era verdad. No era violento
ni mucho menos pero desde que salió con Nicole le había odiado y había tenido
ganas de destrozar aquella arrogante cara suya; no por el simple hecho de haber
salido con Nicole sino porque la había tratado fatal.
Nicole le miró, con el ceño fruncido.
Nicole le miró, con el ceño fruncido.
-Pero
tú has salido peor parado- comentó ella, preocupada, sin parar de frotar con
cuidado sus heridas. Se acercó más a él y ahuecó su cabeza en el cuello. El
chico rodeó su cuerpo con su brazo.
-No
importa. A ti, en cambio, te han expulsado del equipo para siempre...
Thomas
la escuchó reír.
-Lo
odiaba, tranquilo. Sólo me apunté porque se supone que las animadoras eran
populares y deseadas pero mi estatus ya no me importa.
Thomas
sonrió y la besó. Sí que había perdido la cuenta de los besos que se habían
dado pero estaba seguro de que habían superado a los doscientos. Nunca se
cansaría de aquellos gruesos labios. Dios, le hacía sentir muy bien.
Se
separaron por la falta del aire.
-Cuando
Eliza subió a las gradas para decir que fueras a animar... ¿Tú lo sabías,
verdad?
-Me has
pillado- bromeó Nicole y le abrazó de nuevo.
Nicole
se sintió muy a gusto en brazos de su novio. Por primera vez en su vida, se
sentía llena. Nunca había creído en el amor; siempre había pensado que eso era
cosa de las novelas cursis que escribían los escritores para vender y ganar
dinero. Pero no, ella misma lo estaba viviendo y se sentía tremendamente
contenta por haber estado equivocada.
-¿Te
acuerdas de cuando nos conocimos por primera vez?- le preguntó Thomas,
sacándola de sus pensamientos.
La
chica levantó la cabeza para poder mirarle y apoyó un codo en el colchón.
-Sí. En
la casa de Liam, era el cumpleaños de...- Nicole tragó saliva- Anna.
Ambos
se imaginaron la escena de inmediato. Anna había organizado su propio
cumpleaños en la casa de Liam sin saber que Liam estaba organizándole otra
fiesta de cumpleaños en la casa de Harry. En cuanto Liam vio la fiesta que
había montada en su propia casa sin su permiso rompió con Anna y nada volvió a
ser como antes...
Apartaron
a Anna de sus cabezas y se centraron en la primera vez en que se conocieron.
-¡Hey!
Te estaba buscando, prima… ¿Dónde est…? ¡Eh, eres tú!
Nicole
señaló a Thomas con el dedo.
-¿Que
soy yo de qué?- preguntó él, confundido.
Guiomar
se alejó de ellos, sin estar dispuesta a escuchar otros disparates de su prima.
-Eres
tú el de… El que vi ayer.
-¿Nos
vimos? Vaya, al parecer mi madre sí que va a tener razón… Tengo alzheimer.
Nicole
se rió exageradamente, sin poder parar. Mientras que Thomas seguía mirándola
con cierta inseguridad
-No,
no… Es que tú no me viste.
Thomas
se quedó más pasmado aún. Decidió darse la vuelta e irse de allí cuando Nicole
dijo:
-Vi
que se metían contigo. En la calle- precisó.
Thomas
asintió y se fue a un rincón. Nicole le siguió.
-¿Por
qué lo hacen?- preguntó, cogiendo una copa de alcohol que había por ahí.
-¿Insultarme?
Es mi día a día- respondió él mientras miraba su zumo de limón.
De
repente, Nicole sintió un arrebato de afecto hacia Thomas.
-¿Por
qué no te defiendes?
Thomas
tomó aire y vació la copa de un solo trago. El muchacho negó con la cabeza
intentando mantener la calma, su dramatismo estaba irritándose.
Nicole lo entendió, le abrazó por encima de los hombros y empezó a bailar al son de la música: Oath de Cher Lloyd y Becky G.
-Qué
extraño... Si supiera en ese momento que estaba hablando con el chico de mi
vida...- habló Nicole distraídamente.
A
Thomas casi se le salió el corazón del pecho al escuchar “el chico de mi vida”.
Sonrió para sus adentros.
-Sí...
Los giros que da la vida- murmuró él besando el cabello naranja de Nicole.
~~~
Harry y
Emma estaban en el coche de ésta, en el Bugatti Veyron. El concierto
había dado a su fin y se estaban dirigiendo a la casa de Harry. Los padres y
hermanas de Emma no iban a estar en casa y se iban a dirigir allí hasta que
Justin los llamó diciendo que habían reservado la casa para Helena y él solos.
Emma le agradeció por avisarles, no le apetecía nada descubrirles en plena...
Apartó aquel desagradable pensamiento de inmediato.
En
cuanto llegaron a la casa de Harry, Emma se bajó del coche sin decir nada y
entró a la casa con las llaves que tenía. Subió a la habitación de él y cogió
el pijama que tenía en el armario (había dejado la mitad de su armario en el
cuarto de Harry) y se dirigió al baño para cambiarse. Cuando volvió, Harry ya
estaba allí con una camiseta de manga corta y calzoncillos.
-¿Sigues
enfadada?- le preguntó él.
Emma le
perforó con la mirada y Harry alzó ambas manos como si fuera inocente.
-¡Louis
me obligó!
-Sí,
seguro- le espetó ella.
La
verdad era que no estaba enfadada. Había estado muy avergonzada al principio, cuando escuchó la canción, pero después le había encontrado su punto divertido... Aún así, quería hacerse la difícil delante de Harry. Él merecía la dulce venganza que
estaba planeando.
Se
tumbó en la cama y se tapó con una fina sábana. Estaban en pleno verano pero no
podía dormir sin sábanas. Se sentía protegida y más aún durmiendo con Harry.
-Venga...
Sabes que te ha gustado mi canción- ronroneó él juguetonamente y le besó el
cuello.
Emma
reprimió sus ganas de reír. Sabía que Harry no era de esos pero estaba
desesperado para que Emma le perdonara. Iba a hacer que se rindiera a sus pies,
pensó Emma muy divertida por la situación.
-Apártate,
Harry, quiero dormir.
Harry
hizo pucheros y Em apartó la mirada de sus ojos verdes para no caer en la
tentación. Miró a otra parte como si estuviera enfadada. Notó cómo Harry le
besaba la mandíbula y le apartó.
-No.
Harry
la abrazó y Em se puso rígida. A la desesperada, se puso a horcajadas sobre ella y
la empezó a besar apasionadamente, entregándole todo su amor. Emma estuvo
apunto de rendirse. Apunto. Pero se controló y formó una sonrisa genuina en sus
labios.
-Te
quiero...- le susurró a Harry.
Él se
volvió frenético al escuchar las palabras de Em. Sabía que a Harry le encantaba
que dijera eso y sonrió en cuanto se dio cuenta de que él la besaba con más
frenesí y le quitaba la camiseta del pijama.
-¿Estoy
perdonado?
Emma le
respondió quitándole la camiseta y besando sus musculosos pechos. Harry estaba
fuera de sí y Em sonrió, triunfal.
Harry tenía razón: en la cama, él no tenía ningún control, pensó Emma refiriéndose a la canción.
Harry tenía razón: en la cama, él no tenía ningún control, pensó Emma refiriéndose a la canción.
Se
besaron durante cinco minutos con pasión. Emma notó que Harry se
impacientaba y le bajó los pantalones. Emma supo que era el momento.
-Harry...
-¿Sí?-
susurró él con la voz ronca por la excitación. Le mordió el lóbulo de la oreja.
-¿Sabes
que hoy no va a suceder, verdad?
Emma se
apartó de él con agilidad y se levantó de la cama. Se colocó el pantalón y miró a
Harry.
-¿Q-qué?-
tartamudeó él sin poder creerse lo que estaba sucediendo.
Emma se
rió por lo bajini. Había notado que la parte baja de Harry se había endurecido
y ahora estaba llena de regocijo al saber que no iba a satisfacerle.
-Duerme
bien, cariño- le dijo ésta mientras se ponía la camiseta que estaba en el suelo. Se sentó en una silla que había en la habitación
de Harry.
-¡Mierda,
Emma!
La aludida se
rió a carcajadas al ver que Harry estaba muy enfadado. Se tapó la cara con
ambas manos, conmocionado.
-Creo
que deberías ponerte un pantalón, Harry- le dijo ella para fastidiarle aún más. A continuación, le hizo una mueca para hacerle saber que había ganado.
Harry
murmuró más palabras malsonantes pero se puso el pantalón para esconder lo excitado
que estaba. Le dirigió una mirada asesina a su novia por lo que acababa de
hacer.
-¿A qué
viene todo esto?
-Estoy
deseando a que llegue mañana para que Niall, Zayn y Louis te cuenten la
espléndida noche que han pasado hoy- respondió ella entre carcajadas. Estaba
llorando de la risa, se sujetó la tripa.
-¿Qué?
¿Ellos también?- a Harry se le cayó la mandíbula, incrédulo- ¡sois malas! ¡Oh
Dios, nunca pensé que las chicas podían ser así!
Emma
siguió riéndose. Era muy fácil excitar a un chico y en cuanto estuviera en su punto
débil... ¡ZAS!
-¿Eso
es por la canción?- preguntó Harry.
Emma
asintió con la cabeza mientras observaba cómo Harry intentaba tapar su parte
baja.
-¡Maldita
sea! Nunca más compondremos canciones para vosotras, desagradecidas- murmuró el
cantante. Recogió su camiseta blanca, que estaba en el suelo, y se la puso. Se tiró en la cama y rápidamente se tapó con las sábanas para hacerle saber a Em lo enfadado que estaba.
Emma
sonrió al verle tan vulnerable. Harry siguió maldiciéndola en los siguientes
veinte minutos mientras que la rogaba perdón y que volviera a la cama. Emma se
negó en redondo, no iba a darle lo que quería. Le divertía muchísimo aquella
situación.
Se
moría de ganas de conversar con Belén, Beth y Eleanor para saber que tal les
había ido a ellas.
A las
dos de la mañana, entre más quejas e insultos, Harry se durmió como un bebé.
Emma le observó durante horas, le encantaba hacerlo.
Una vez
leyó que con 50 años habría conocido a lo largo de su vida a unas 20.000
personas. Haciendo una regla de tres, obtuvo que un joven de 17 años habría
conocido aproximadamente a 6.800 personas. La mitad de esas personas serían
mujeres, es decir 3.400, y la otra mitad hombres. De esos 3.400 hombres
aproximadamente sólo 1/3 estarían dentro del margen de edad en el que se
incluirían todas las personas con las que podría tener una relación. Es decir,
se descartaría 2/3, donde se encontraría aquellas personas de las que nunca
podría enamorarse: familiares cercanos, ancianos, niños pequeños. Se quedaría
con el siguiente número: 1.133 personas. Pero de todas esas personas de las que
podría enamorarse, se enamoraría de una sola. Estaba hablando de una milésima
parte: 0,001. Y, a su vez, esa persona se enamoraría de ella entre 1.133
personas y, de esta manera, la probabilidad de que el amor sea correspondido
era, según cuentas matemáticas, una posibilidad entre un millón, 1/1.000.000.
Así que, ¿qué sentido tendría no aprovecharla, que más daría lo que vendría
luego, que importaría lo complicadas que serían las circunstancias? Si lo más
difícil que tenía una sola posibilidad entre un millón de ocurrir, ya había
ocurrido.
Estaba
sumamente agradecida a quién quiera que le había puesto a Harry en su vida.
¿Qué más daba el cáncer, que más daba el odio diario que recibía por parte de
las directionators, que más daba los mensajes anónimos, que más daba la erótica
canción que le acababan de dedicar si tenía a Harry en su vida?
En ese momento, se acordó del discurso que había dado Guiomar. Esta chica era increíble, sus palabras llegaban al corazón: primero en el funeral y después en la obra. Si queréis a alguien, si le amáis, decidlo. No importa el después, no importa el antes, importa el ahora. Díselo porque nunca sabrás cuándo será vuestra última conversación.
En ese momento, se acordó del discurso que había dado Guiomar. Esta chica era increíble, sus palabras llegaban al corazón: primero en el funeral y después en la obra. Si queréis a alguien, si le amáis, decidlo. No importa el después, no importa el antes, importa el ahora. Díselo porque nunca sabrás cuándo será vuestra última conversación.
Se puso
de pie y se metió en la cama. A causa del movimiento, Harry se despertó. Al
verla, frunció el ceño y se dio la vuelta.
-Harry...
-¿Qué?-
contestó con voz fría. Seguía enfadado.
Emma le
abrazó desde detrás y le besó en la nuca.
-Ven
aquí, anda.
Tu capitulo me ha encantado <3 escribes demasiado bien pero sube mas seguido si? me dejas con la intriga, muero por saber lo que paso con Beth, Belen, Eleanor :) nunca dejes de escribir y tu nove es mi faav <3
ResponderEliminarDentro de poco subiré un capítulo :'D
Eliminar¡Muchas gracias por tu comentario! Un besazo enorme<33
asdgtfuvygknj me encantó*^^^^^* me estoy muriendo, SUBE CAPITULO POOOOOOOOOOORFAVOOOOOOOOR
ResponderEliminar*se golpea la cara contra la pared*
*nadie le hace caso a su intento fracasado*
*se desangra*
*muere*
*revive*
¡¿POR QUEEEE?! ¡¿POR QUÉ NOS HACES ESTO?! *se tira al piso y llora dramáticamente* ¡SUBE POR FAVOOOOOR!
Tu comentario me hizo reír. Muchas gracias por darle un toque gracioso. ¡Un beso enorme!
EliminarSubiré pronto(:
how many chapters??!!
ResponderEliminarimagino como se habra sentido guiomar... pobrecita. Es mi personaje fav y la que mas desgracias tiene!
Me encanto la escena del concierto, me dolia la tripa JAJAJAJA
Cada cuanto subes caps? Me encanta esta novela, enserio!!
Porcierto en el anterior cap no pude comentar pero que sepas que salte de la silla cuando pusiste Aaron*^*
Lo sé, Guiomar ha sufrido un montón a lo largo de la novela pero en el próximo capítulo dará un giro trascendental :)
EliminarMe alegra saber que te hice reír. ¡Pronto subo cap!
Me encanta el nombre Aaron^^
Un abrazo<3
ZAYN SE VA DEL GRUPO :'( :'(
ResponderEliminarLo sé. Nos ha pillado de sorpresa a todos :(
EliminarNOOOOOOOOOOOOOOOO ZAYN NOOOOOOOOOOOOOOO ZAYN
ResponderEliminar:'(
Eliminarno puedo comentar con coherencia despues de lo de zayn.. estoy absolutamente afligida por la noticia pero que sepas que el capitulo me encanto, tan maravilloso como siempre con un toque comico<3
ResponderEliminarEl final, el pensamiento de Em, asdfghjklñ*-*
Y a mí. Me cuesta escribir un montón sobre 1D cuando sé que Zayn ya no está en esa banda. Es todo tan triste, he pasado más de dos años maravillosos siendo fans de ellos y siempre estarán en mi corazón. Afortunadamente, el capítulo siguiente lo terminé tres días después de escribir este y aún no me había enterado de lo de Zayn porque si no, no lo hubiera podido acabar.
EliminarUn besazo enorme.
PD: lo del final no me lo he inventado yo. Quiero aclararlo: los datos lo leí en una página por lo que me acordé de Hamma y decidí escribirlo.
LOS GIFS*-* HAS PUESTO UN MONTON!! Me encanta leer una novela con fotos, asi puedes "conocerles" un poco mas
ResponderEliminarSiento que este comentario sea un poco corto pero esq lo sabes todo, eres una fantastica escritora! tengo ganas de leer el siguiente *O*
Ahora vamos con la mala noticia... Despues de ver la noticia de la marcha de Zayn..he llorado durante horas y horas y saber que esta novela va a terminar en pocos meses aun mas, porfavor deberias continuarla, asi mantengo el recuerdo de zayn vivo... :'(
He leido esto despues de enterarme y al leer que Zayn estaba en el concierto canrando, esto es todo muy triste
Me pasa lo mismo. A mí me encanta poner gifs :')
EliminarLo sé, he recibido varios comentarios sobre la renuncia de Zayn, a mí también me entristece la noticia y más aún leer esos comentarios. Deberíamos estar orgullosas de él por esos cinco años de presión, yo lo estoy, y apoyar ahora más que nunca a Harry, Niall, Liam y Louis, que sacarán adelante a la banda.
Un besazo.
Lo amo
ResponderEliminarDeberías publicar esta historia en Wattpad!!!
ResponderEliminarEstá muy buena