domingo, 11 de mayo de 2014

77- Problemas agobiantes.

Tragó saliva antes de llamar a la puerta. Cerró los ojos para intentar calmarse y contó hasta diez.

-¿Quién es? Pasa- dijo una voz procedente de la habitación donde había llamado Justin. Pero no era la voz Helena. Y para alivio de él, tampoco de Robin.

Justin abrió la puerta y pasó. Dentro había tres chicas y lo miraron fijamente.

La primera tenía el pelo lacio y muy rubio, parecía alemana, era muy delgada y, sobre todo, pálida; la segunda era un poco gorda, tenía el pelo de color negro azabache y el pelo muy rizado. Ambas estaban sentadas en los laterales de la cama. La tercera chica, que estaba tumbada en la cama con expresión triste y ojeras, era Helena.

-Supongo que eres el chico que le ha ha hecho daño a Helena- afirmó la chica del pelo negro sin una pizca de vergüenza en la voz.

-Así es- comentó la otra- tiene pinta de malote.

Las dos le miraban ceñudamente pero las expresiones de sus rostros desaparecieron cuando Helena dijo:

-Nikki, Annie, parad. ¿Me dejáis un rato a solas con él?- suplicó, evitando la mirada de Justin.

Las dos en un principio duraron pero cedieron finalmente tras ver la mirada estricta llena de ojeras de Helena. Cuando las chicas cerraron la puerta para dejarles solos, ninguno supo que decir. Justin titubeó.

-Lo siento mu…

-No. No te disculpes- contestó Helena rápidamente, dando un respingo como si se asustara- si yo estuviera en tu piel reaccionaría igual que tú…

-Helena, yo no soy así- aclaró Justin, aún plantado de pie en la habitación como si fuese un tonto- no soy violento, no quiero que tengas ideas equivocadas sobre mí. Yo… estoy profundamente enamorado de ti y me volví loco. No soporto verte con un chico que está obsesionado contigo.

A Helena se le inundaron los ojos de lágrimas. Justin dudó, ¿por qué lloraba?

-Sé que eres un buen chico- respondió ella con voz temblorosa. No se limpió las lágrimas y miró directamente a su novio (¿o exnovio?)- eres el mejor novio que he tenido nunca y…

-Tú también eres la mejor novia que he tenido nunca y por eso te quiero tanto…

-…Pero necesito tiempo.
-¿Cómo?- de repente, Justin sintió que le faltaba oxígeno. Parecía que el corazón empezó a desinflarse lentamente. Hubo varios mecanismos dentro de su cuerpo, jamás se había sentido así.

-No puedo negar que me atrae Robin.

Justin se quedó con la boca abierta y no supo cómo reaccionar. Incontrolablemente, por los ojos se asomaron varias lágrimas. Oh no, ahora los dos lloraban.

-Soy la peor novia del mundo- sollozó Helena, llevándose las dos manos a la cara- ayer me besé con Robin…- confesó ella. Justin siguió paralizado- y sentí algo. Estoy enamorada de ti, Justin, pero no sé si también estoy enamorada de Robin y tengo que averiguarlo.

Justin se marchó de la habitación sin decir nada más, sintiendo que había perdido lo mejor que le había pasado en la vida.

~~~

Emma había perdido la cuenta de los días que pasaba. Su vida era algo mecánica: se levantaba, iba a desayunar, se pasaba todo el día tomando apuntes distraídamente en clase, volvía a la habitación a estudiar y dormía. Pero, al parecer, no era la única. Todas empezaron a sacar el codo para empollar los libros ya que se acercaban los exámenes. Aunque por extraño que pareciera, Nicole también estudiaba.

Hayley y Emma se habían unido de nuevo. No tanto como antes, obviamente, pero se hablaban. Emma sabía que Hayley lo hacía sólo para consolarla por la humillación que había tenido que pasar el día que vino Harry. Guiomar también intentaba acercarse, y Em estaba realmente agradecida, pero no podía hablar con ella como si nada hubiese pasado. Todavía no.

Volver a ser amiga de Hayley era algo bueno pero también tenía sus desventajas: ahora pasaba más tiempo en la aburrida y silenciosa biblioteca. Hayley la obligaba a estudiarse todo el tema sin levantar ni una sola vez la cabeza. Eso hacía que Emma echara de menos los buenos momentos de sesión de estudio que tenía con Guiomar cuando iban a Bachillerato: las normas eran menos duras y se echaban unas cuantas risas de párrafo en párrafo.

Pero a parte del estrés de los exámenes, Emma sufría mucho. Todas las personas que antes la idolatraban por ser la novia de Harry ahora la difamaban. Emma se tuvo que tragar todos los insultos de las fans mientras pasaba por los pasillos o comía en el comedor. Y era porque unas chicas vieron a Harry llorar al salir de la Universidad y lo pregonaron por toda la universidad. Le echaron toda la culpa a Emma, que llegaron a al conclusión que ya eran exnovios.

Guiomar pensaba que de un momento a otro le iba a estallar la cabeza. Jamás en su vida había estudiado tanto, aunque siendo francos, jamás había estudiado una hora seguida. Después de tantos días se sentía exhausta y más agotada que nunca. Llevaba bien todas las asignaturas, todas menos, como siempre, historia.

-El profesor Anderson te podría ayudar- respondió un día Raquel mientras Elisabeth, Guiomar y ella estudiaban en la habitación.

-¿Y por qué no me ayudas tú, empollona?- siseó ella medio en broma y medio en serio.

-Te he dicho que mi especialidad son las matemáticas y el español- dijo ella cansinamente- y me dediqué dos días enseñándote Español. ¡Así que no te quejes!

Guiomar le sacó la lengua aunque Raquel no la había visto, había vuelto a concentrarse en el libro que tenía enfrente.

La rubia soltó un bufido. Mañana era el primer día de exámenes y a segunda hora tenía historia. ¿Por qué tenía que ser justamente la materia que peor se le daba? Maldito karma. Se levantó de su sitio de un salto y sin pensárselo dos veces salió de su cuarto llevándose su libro de historia, un cuaderno y un bolígrafo para tomar apuntes.

La sesión de estudio particular que tuvo con Marcos no estuvo nada mal. No comentaron nada de su pasado aunque Guiomar notó que se tensaba cada vez que ella se acercaba para arrebatarle su bolígrafo o cada vez que chasqueaba la lengua en modo de reprobación. Pero, había que admitirlo, su corazón seguía latiendo a cien por hora cada vez que sus miradas se cruzaban y eso le ponía de mal humor. No quería tener nada con Marcos.

~~~


-Repite conmigo: ooohmmmmmmmmmmmmmmm…

-¿Qué?- profirió la chica, alzando una ceja al ver a su amigo así mientras se miraba en su espejo de mano.

Thomas cerró los ojos de nuevo muy lentamente y abrió la boca en forma de “O”. A continuación, con el dedo íncice y pulgar, formó el número cero y comenzó:

-Ohhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhmmmmmmmmmmmmmmm…

-No voy a hacer eso- se negó Nicole, atónita.

-¿Por qué no? ¡Es la única manera de desprenderse todo el estrés!- explicó Thomas- dentro de tres días son los exámenes y tenemos que sacar buena nota.

-Pero estás haciendo el ridículo- dijo ella aún con los ojos muy abiertos. ¡Qué demonios había hecho para llegar hasta aquí! Guardó su espejito en el bolso.

-Se llama yoga- respondió el muchacho, molesto.

-Pero allí está Adam…- murmuró ésta más para sí misma que para Thomas- y no quiero que me vea aquí contigo. Y mucho menos haciendo esta estupidez.

Su amigo echó un vistazo a donde había señalado Nicole. Al otro lado del patio de la universidad se encontraba un joven de complexión robusta sonriendo coquetamente a una chica plástica. Otro chico más de la larga lista secreta de Nicole.

-¿Te avergüenzas de estar conmigo?- se encolerizó Thomas dirigiéndole a Nicole una mirada fría.

-Vamos Tommy, yo soy… Una animadora popular mientras que tú… ehm…- dudó por unos segundos…- eres el jugador de fútbol americano más patoso de la historia.

Thomas adoraba a Nicole pero a veces era tan arrogante…

-¡Eres tan… idiota a veces!

-¡Tommy!- ella empezaba a cabrearse también- antes de venir a la universidad te prometí hacerte popular. ¡Y ya tienes el primer paso!

-¿Qué primer paso?- respondió él distraídamente.

-Te he presentado a los chicos más deseados de la universidad y te he ofrecido una oportunidad de estar contigo.

-Osea que estar contigo es un privilegio, ¿no?- chilló él- sólo eres mi amiga para hacerme popular. ¿Acaso te doy pena?- se levantó del césped y empezó a temblar furiosamente. Miró al chico que supuestamente se llamaba Adam y notó que éste y la chica plástica lo miraban- por un momento pensé que… Qué tonto fui, pensaba que éramos amigos porque te caía bien. ¡Y puedes meter a los chicos guays por el culo! No me interesa ser amigo de ellos.

-No, Tommy yo…- rectificó la chica pelirroja. O eso intentaba hacer porque Thomas le interrumpió.

-Y yo que… sentía algo por ti. Pensaba que tenía una oportunidad, que eras una chica diferente- prosiguió, sin escucharla- que me aceptabas tal y como soy.

Thomas se fue corriendo de allí. En un segundo había desaparecido de la vista de Nicole. La chica se había quedado muda al escuchar las últimas palabras de su amigo.

-Hola- escuchó una voz detrás de ella. Nicole dio un respingo y se giró, se trataba de Adam.

-Esto… Hola.

-He visto que discutiste con el chico ese que se sienta delante de mí en Literatura. ¿Un idiota a que sí? Todos los empollones son iguales, dan pena.

Nicole cerró su puño y se clavó las uñas. De pronto, sintió algo caliente en la palma de su mano… Sangre. Malditas uñas.

-¿Quieres venir conmigo a dar una vuelta?- persistió Adam poniendo la misma sonrisa que había puesto a la chica que estaba con él hacía unos momentos.

-Puedes meter tus ligues por el culo, Adam.

Y sintiéndose orgullosa de sí misma, se dio la vuelta y entró al edificio con paso seguro.

~~~


A medida que se aproximaba diciembre, los días se volvieron más nublados y en vez de entristecer a los estudiantes de Sheffield, eso les alegraba y muchísimo. El único motivo era porque empezaba a nevar. Era la hora de nieve en Inglaterra. Y todos los estudiantes se morían por salir afuera para tirarse bolas de nieve y tumbarse en el frío y blando suelo.

Pero no podían hacerlo. Los exámenes se les echaban encima y, en vez de disfrutar, los estudiantes tenían que permanecer dentro de las habitaciones haciendo enormes esfuerzos por concentrarse. Incluso se había visto trabajar a Nicole, que cada día se ponía de más malhumor. Estaba más silenciosa de lo habitual y, el habitual pelo liso y anaranjado, se había raído y parecía que tenía unos pelos de loca. Pero no era la única que estaba nerviosa por los exámenes, Emma también lo estaba. Las notas finales de 2 de Bachillerato no fueron muy buenas por todo el lío del cáncer y eso le decepcionó tanto que hacía grandes esfuerzos para memorizar todos los temas de todas las asignaturas. 

La víspera de los exámenes, en la habitación 153 había un ambiente muy tenso y silencioso. Todas estaban a punto de gritar y de tirarse de los pelos, pero le faltaban tiempo. Guiomar tenía el libro de historia delante mientras intentaba repasar los puntos que peor se le daban, Elisabeth también estudiaba Historia mientras se mordía las uñas, Raquel leía lentamente un párrafo de la asignatura Textos Literarios Ingleses IV, Emma se pasaba continuamente la mano al cabello mientras movía los ojos de un lado a otro intentando empollarse la gramática de Español, Nicole garabateaba fórmulas raras en una hoja de papel y después se dirigía a su libro de Geometría y, finalmente, Hayley pasaba hojas a toda velocidad y cambiaba de libro cada minuto. De hecho, la única persona que estaba más nerviosa que Emma, era Hayley.

Ninguna se durmió. A las nueve, puntual y desagradablemente, el despertador que tenía Elisabeth sonó. Todas dieron un brinco, pues nadie se había dado cuenta de que era de día. Se vistieron lo primero que vieron y, sin maquillar (menos Nicole claro, que aún no olvidaba sus buenos modales), bajaron a la clase de Español directamente sin ir a desayunar. Al parecer, ningún alumno había pasado hoy a la cafetería ya que todos tenían el estómago revuelto. Todos estaban súper nerviosos.

Las cinco chicas se sentaron en su asiento correspondiente sin decir una palabra pero Nicole siguió plantada en la puerta de la clase esperando a que Thomas entrara. Pronto pudo ver a su amigo y en vez de estar deprimido, tal y como se lo esperaba, estaba radiante.

-¡Hola Rachel!- exclamó él al entrar.

Ella frunció el ceño. No sabía a quién estaba saludando hasta que Raquel levantó la cabeza y le regaló una sonrisa tímida al chico.

A Nicole no le dio tiempo a sorprenderse porque el profesor Navarro empezó a repartir los exámenes.

-Buena suerte a todos.

La mayoría de los alumnos mordían el bolígrafo que tenían en la mano antes de responder a las preguntas. Otros, en el que se incluía Nicole, se quedaban en la inopia pensando qué demonios tenían que escribir debajo de la pregunta. La minoría, como Hayley y Raquel, respondía rápidamente cada pregunta. Se les oía rasgar el folio al escribir sobre él.

-¡Tiempo! Soltad el bolígrafo.

Y así lo hicieron. Casi a la vez.

-Me faltaba una pregunta por responder- comentó Elisabeth una vez fuera, caminando hacia el siguiente examen- ¡no me dio tempo!- protestó, alzando la voz.

-Yo he respondido todas aunque no sé si están bien. Me he inventado algunas- Guiomar puso una mueca.

-Yo normal. Creo que un siete como mucho.

-¿Y tú?- le preguntó Emma a Hayley- ¿brillante, no?

-Bueno, tampoco eso- Hay se sonrojó un poco- he respondido todas, espero que estén bien respondidas.

-A mí me ha pasado lo mismo- inquirió la otra empollona del grupo, Raquel.

Nicole se mantuvo al margen de la conversación. A decir verdad, le había salido fatal y al oír que a Raquel le había salido genial eso hizo que se sintiera aún peor. ¡Aunque eso era trampa! Raquel era casi española… A lo mejor si hubiera hecho yoga con su amigo hubiese sacado mejor nota…

Aquella misma mañana tuvieron el examen de Historia: un absoluto desastre, menos para Raquel y Hayley, obviamente. Por más que lo intentó, Emma no consiguió acordarse de todas las capitales del mundo ni de las treinta leyes más importantes de Inglaterra. Y a Guiomar le sucedió lo mismo, y además se le sumaba el estrés que le producía que Marcos la vigilara continuamente. A Nicole, en cambio, le fue mejor el examen de Análisis Matemático.

El tercer y último examen del día todas hicieron distintos exámenes. Y a las seis le fueron aún mejor.

-¡Textos Literarios IV estaba chupado! ¿A que sí?- inquirió Raquel dirigiéndose a su amiga Emma. Eran las únicas que hicieron el mismo tercer examen ya que hacían la misma carrera.

-Eso lo dices tú porque eres muy inteligente- respondió Em en voz baja, soltando una risita.

Pero esa fue la última conversación del día. Todos los alumnos se encerraron en sus habitaciones para repasar los otros tres exámenes que tenían lugar el día siguiente.

Los tres exámenes del jueves le fueron muchísimo mejor a todas. Como a Nicole se le daban muy bien Geometría, se subieron a la habitación muy contenta y aliviada para estudiar los últimos exámenes que había el día siguiente, viernes. Emma también se contentó con el resultado de los tres exámenes, sobre todo del último exámen, el de Prácticas de la asignatura Evaluación Psicológica que era su asignatura favorita. Pero Guiomar seguía aún agobiada porque el último exámen que tenía era Historia del Arte y aquella asignatura también la impartía Marcos.

El viernes fue un absoluto desastre: la confianza y el alivio que sentían se disiparon al instante. Parecía que los profesores le habían tendido una trampa: se habían relajado demasiado al hacer los exámenes del jueves que pensaban que los últimos controles iban a ser iguales de fáciles. Se equivocaron completamente al hacer los dos últimos exámenes. Fueron los más difíciles.

-¡Menos mal que no hay examen de Educación Física!- suspiró Nicole al reunirse con sus amigas para animarse a sí misma.

-¡No he sabido responder una pregunta!- se quejó Hayley, fuera de sí.

-Sólo por una pregunta…- gimoteó Guiomar irónicamente al pensar que ella había dejado cinco preguntas en blanco en el último examen.

~~~


Un par de días después de los exámenes ocurrió algo inaudito.

Emma se levantó, como siempre, a las nueve de la mañana al sonar el despertador de Elisabeth.

-¡A levantarse!- gritó una alborozada Hayley. Estaba radiante de alegría y parecía que la sonrisa que tenía puesta en la cara jamás iba a desaparecer.

Emma estaba muerta de sueño. No podía abrir los ojos y mucho menos levantarse. Durante toda la noche no había parado de pensar sobre el beso. Estaba segurísima que no quería a Zac pero no supo porqué le siguió el juego. Sabía de sobra que le había hecho daño a su amigo al besarle. Pero eso no era lo que más le preocupaba. Lo que más le preocupaba era el daño que le había causado a Harry. Su reacción demostró perfectamente que seguía queriéndola. ¿Y ella? ¿Quería a Harry?

-¿Quién es 88-20?

Emma abrió los ojos de golpe y se incorporó en la cama brutalmente y bostezó. Ninguna de sus compañeras había escuchado a Hayley porque estaban somñolientas y parecían profundamente cansadas.

Emma miró a Hayley que leía con los ojos abiertos un pequeño papel arrugado. Em se lo arrebató de las manos bruscamente y se fue a vestir. Después de haberse aseado y metido todos los libros correspondientes en su mochila, se dispuso a salir con las demás pero Hayley la retuvo al apretar fuertemente la mochila para que las dos se quedaran dentro de la habitación mientras que las demás se iban sin darse cuenta de nada. Hay cerró la puerta y miró a Emma.

-Dame la nota.

-Es una tontería- se anticipó Emma precipitadamente- eran unos deberes de Textos Ing…

-Sé perfectamente quién es 88-20.

-¿Qué?- preguntó Emma, abriendo los ojos sin poder creérselo.

-Lee lo que pone- le indicó Hayley taxativamente.

La rubia tragó saliva y sacó el papelito del bolsillo de sus vaqueros. Empezó a leer con prontitud e incertidumbre.

¿Le agradó la foto a Harry? Creo que era hora de un buen regalo. 88-20

La muchacha levantó la vista vehemente y miró directamente los ojos castaños de su amiga.

-Yo también recibo esos mensajes anónimos- aclaró Hay finalmente trepidante.

-¿Que recibes mens…?- a Emma jamás se le había ocurrido que aquel emisor estuviera mandando a alguien más mensajes anónimos verdaderamente molestos- pero entonces, ¿por qué te está amenazando?

-Yo… Es cosa mía- vaciló.

Emma arqueó una ceja. ¿Hayley le estaba ocultando algo? Algo que aquel anónimo sí sabía.

-Hayley, si aquel desconocido te está amenazando es porque pasa algo grave- respondió ella severamente, como una madre que está reprendiendo a su hijo por haberse portado mal- y si no me lo cuentas es que estás escondiendo algo peligroso.

-No es peligroso- se apresuró a decir Hayley de una manera no muy convincente.

-Hayley…

-Mira, no es asunto tuyo- la expresión apaciguadora de Hayley había desaparecido- no te lo voy a decir. Y vámonos que llegamos tarde a clase- añadió con más cautela.

~~~

-¡Harry!- chilló la pelirroja lanzándose a sus brazos- ¡qué bien que me hayas avisado! Pasa, pasa- se apresuró a decir al ver que su amigo estaba bastante incómodo en la calle por si le pillaba alguien.

El cantante pasó al pequeño apartamento dando un pequeño vistazo alrededor. Ya había venido a la casa de Bambi y Zac un par de veces pero ahora se veía distinta. Habían pintado las paredes de color beige. Harry caminó hasta al salón donde vio a Zac tumbado en el sofá mirando la televisión.

-¡Hola, Harry!- le dio la bienvenida él con un agradable saludo. Zac se levantó del sofá y se acercó a él para tenderle la mano.

El joven apretó los puños. Al ver a Zac su corazón le dio un vuelco y sólo pensaba en darle una paliza pero no lo podía hacer. No por Zac, claro estaba, si no por su amiga Bambi. Le afectaría mucho ver cómo su mejor amigo le machacaba a su primo por todo lo que había pasado en su infancia.

-Hola- dijo Harry secamente y le tendió la mano. Al parecer, Zac no se dio cuenta y se volvió a sentar en el sofá.

-Bueno, ¿cómo estás?- preguntó Bambi al acercarse a Harry. Señaló el sofá que se situaba justo al lado de Zac y Harry se sentó. La pelirroja hizo lo mismo.

-Bien. ¿Y tú?

-¡Genial!- gritó Bambi entusiasmada mostrando los dientes- bueno, ¿qué era eso tan urgente que me querías decir?

Harry vaciló un momento mientras miraba a Zac.

-Emma ha estado recibiendo mensajes anónimos últimamente- explicó él. Automáticamente, Zac giró su cabeza hacia él. Justo lo que esperaba.

-¡¿Que qué?!- chilló Bambi preocupadísima- ¿cómo lo de Taylor? Bueno, más bien, los mensajes que mandaba yo hace tiempo…

-Sí. Y se hace pasar por 88-20.

-Harry, te juro que yo no… yo no…- tartamudeó la pelirroja muy nerviosa. Harry la interrumpió.

-¡Por supuesto que sé que tú no lo has vuelto a hacer! ¡Bambi, por Dios, confío en ti plenamente!- gritó Harry. Las mejillas de Bambi se tornaron de un color rojo, estaba realmente conmocionada por las palabras de su amigo- que te quede esto grabado en la cabeza. Además… A ella le mandan notitas, no mensajes por teléfono.

Ella asintió y miró de nuevo a Harry, esta vez preocupada.

-El contenido del mensaje es absurdo. Es sobre… sobre nuestra ruptura- aclaró el chico. Los ojos de Zac seguían puestos en él, sin decir palabra.

-Pero eso ya lo sabe todo el mundo. Me enteré que fuiste a la Universidad de Sheffield el otro día, la universidad donde residen…

-Sí, lo sé. Pero la primera notita que recibió ella fue en septiembre, nada más comenzar el curso- le explicó él- y no lo sabía nadie. Aparte de su círculo de amigos y nosotros.

-Vaya…

-Pero hace poco también recibí un mensaje del anónimo por mi móvil- le interrumpió- decía “ella está en peligro”. Poco tiempo después Em recibió otro.

Harry sabía que Zac estaba al corriente de todo aquello pero estaba seguro de que no se había enterado del siguiente mensaje… Bambi mostró su sorpresa abriendo la boca ligeramente alarmada.

-Hace dos semanas 88-20 me mandó un mensaje. Esta vez era una foto.

Zac se revolvió en el asiento, atento y sorprendido. Harry sonrió triunfalmente en su interior: Emma no se lo había contado.

-¡¿Una foto?!- chilló Bambi horrorizada. Pero aquella pesadilla que todas las noches se obligaba por olvidar vino incontroladamente en su mente. Ella le mandó a Harry anónimamente, cuando era compinche de Taylor, una foto donde Emma y Harry se besaban para amenazarle de que les seguían- ¿qué… de qué era la foto?

Los dos primos se quedaron mirando a Harry, con miedo. Él vaciló antes de hablar.

-Una foto donde Emma y Zac se besaban.

Hubo una gran revuelta en la habitación. Zac empezó a toser ruidosamente y Bambi soltó varios grititos de exclamación.

-¿Pero es un montaje, no?- preguntó Bambi con voz suplicante. Acto seguido miró a su primo fríamente.

-No- dijeron Harry y Zac a coro.

Bambi se quedó muda. Miró a Harry y después a su primo, sin poder tragarse toda la información que acababa de recibir.

-¿Esto es una broma?

-Lo siento- dijo Zac, más para Harry que para Bambi. Miró al cantante implorante. Harry no dijo nada, castigándole con su silencio- te juro que… Emma se echó atrás después de besarme. Me dijo que… Te quería a ti.

Bambi miró a Harry nerviosamente tras oír las palabras de su primo. Pero él simplemente asintió con la cabeza.

-No hace falta que te rías de mí- respondió agriamente.

-¡No me estoy riendo de ti!- gritó Zac muy enojado- es la verdad.

-No he venido aquí para hablar de eso- dijo Harry. Apartó la mirada de Zac y miró a su amiga para dirigirse sola y exclusivamente a ella- le fotografiaron dentro de la universidad. Las notas que le mandan a Emma se lo dejan en su habitación. Eso solo puede significar una cosa.

-Que el anónimo es una persona residente en la Universidad de Sheffield- acabó Bambi.

-Sí. Y necesito un favor- pidió él.

-Lo que quieras- respondió Zac rápidamente.

Harry le miró fríamente.

-No hablaba contigo. Bien, Bambi. Quiero que vayas a visitarlas con frecuencia y vigilar a las amigas de Emma muy de cerca- imploró el muchacho. Bambi asintió con la cabeza inmediatamente- y a un chico que se llama Thomas… Sospecho de él.

-Hecho. Cuando pueda me acerco por la Universidad, voy a visitarla y así conozco a sus amigas y hablo con ellas…- afirmó Bambi vigorosamente.

-¿Y yo que puedo hacer por ella?- interrogó el primo de Bambi.

-Quedarte en casa y no acercarte mucho a Emma- replicó Harry fríamente mientras miraba directamente los ojos de Zac.

~~~

-Tío, creo que he sacado un cero en Trigonometría…


Pero Justin no atendía a su amigo y compañero de habitación. Utilizó toda su atención en escuchar la conversación de Helena y Robin. Helena recogía su estuche de la taquilla mientras que Robin, a su lado, la hablaba despreocupadamente. Justin sintió una puñalada en el estómago cuando Helena empezó a reír.

-¿Tío?- su amigo se dio cuenta de que Justin no le hacía ni el menor caso.

El corazón de Justin se le encogió hasta tomar la forma de un botón al ver que Robin cogía del brazo a Helena y entraron juntos a la misma clase, muy alegres.

El muchacho miró el suelo y sintió que las piernas le fallaban. Ahora mismo tenía la misma clase que ellos y no quería ni verles juntos. Se preparó para lo peor y entró a clase con su compañero que no paraba de comentarle lo precioso que era el último modelo de un coche.

-El sábado cenamos fuera, ¿me lo prometes?

Como era de esperar, la voz procedía de Robin y se dirigía, como era de esperar también, a Helena. Ella dudó al ver que Justin entraba en clase impasible, se sentaba en su asiento y golpeaba la mesa con su carpeta azul. Miró a Justin mientras contestó un “sí” apenas audible. Robin se dio cuenta de todo pero decidió disimularlo.

-¡Perfecto, el sábado te espero en tu habitación a las siete!

Helena hubiera deseado que Robin bajase la voz. Siguió mirando a Justin, temiendo ver algo que le delatara que estaba triste pero no fue así. Justin actuaba como si no la conociera y se centró en el profesor cuando entró a clase.

Helena temió que hubiera perdido a Justin para siempre.

~~~

De todas las sesiones de entrenamiento de voleibol que tuvieron Emma y Guiomar, no consiguió que se acercaran más. Ni siquiera se habían dirigido la palabra, hasta hoy:

-¡Aquí sólo vienen las profesionales!- les chilló el entrenador Dickens escupiendo saliva. Emma trató de limpiarse la cara disimuladamente mientras que Guiomar fruncía la boca para no gritarle a su profesor- ¡y parece que vosotras no habéis tocado un balón en vuestra vida! ¡NO HE VISTO NI UN GOLPE BUENO EN TODO LO QUE VA DE CURSO! ¡¡NI UNO!! Esto debería ser vergonzoso para vosotras.

-Yo es que nunca había jugado al voleibol antes, entrenador- confesó Emma pacíficamente.

-Ni yo.

-Iros a las gradas del gimnasio, inútiles- les regañó el profesor Dickens, resignados- os voy a expulsar de voleibol. ¡El equipo está perdiendo por vuestra culpa!

A Guiomar no le importó, es más, le alivió bastante que por fin se desapuntara de Voleibol. Estaba harta. Todas sus compañeras del equipo la miraban mal e incluso a veces murmuraban por lo bajini insultos porque no sabía jugar. 

Pero a Emma le preocupó.

-Pero profesor Dickens…

-No ha habido ningún remarque bueno, Emma. Estás fuera del equipo.

Em masculló un “imbécil” tan bajo que sólo lo pudo oír Guiomar. Se dirigió a las gradas con Guiomar pisándole los talones.

-Qué profesor tan odioso. Y encima es nuestro entrenador- protestó Guiomar cuando se sentaron. Em sonrió mientras miraba a su profesor y sacaba una botella de agua.

Pasaron varios minutos mientras ellas miraban cómo entrenaba su equipo. Había que admitir que sin ellas se lo apañaban muchísimo mejor y parecían más profesionales. Emma y Guiomar lo único que hacían era retrasar al equipo. Mientras miraban cómo la chica más corpulenta del equipo tiraba un golpe muy fuerte, Guiomar comentó:

-¿Por qué te apuntaste a Voleibol cuando jamás en tu vida habías jugado a ese deporte?

-Por que sabía que con todos los deportes que había, el último al que te apuntarías era al Voleibol.

-Bueno, sería el trivial- dijo Guiomar intentando continuar la conversación a pesar del dolor que le había causado la respuesta de Em.

-Lo sé, pero prefiero Voleibol que trivial- dijo la chica con un susurro- ¿tú por qué estás aquí?

-Para estar contigo.

Emma sabía perfectamente la respuesta pero quería escucharla. Miró a su amiga, los ojos azulados de Guiomar y se dio cuenta de que hacía muchísimo tiempo que no lo hacía. Al mirarlos, empezó a recordar las llamadas telefónicas donde Guiomar le pedía ayuda con los deberes, los piques que habían tenido, los líos en los que la había metido… Pero lo más importante es que se dio cuenta de que pasaba lo que pasaba, Guiomar seguía a su lado.

-Sé que no me lo dijiste por mi bien- dijo Emma.

Guiomar miró fugazmente a su amiga con una llama de esperanza. ¿Eso era el primer paso para el perdón?

-Pero no puedo perdonarte. No puedo creer que me lo ocultaste, Guiomar- suspiró- Anna era mi mejor amiga. La quería con todo mi corazón y quería ir al funeral para despedirme de ella. Pero, claro, tuve que enterarme varios días después- Emma intentó no parpadear para no llorar- no sabes cuánto lamento por haber sido tan tonta por no haberme dado cuenta de que algo pasaba. Harry actuaba realmente raro y sabía perfectamente que me ocultaba algo pero lo dejé pasar. No sé… Siento que Anna aún está viva. No me puedo creer que haya muerto. Mi mejor amiga ha muerto… Suena tan raro.

-No ha muerto, sigue con nosotras…

-Déjate de cursiladas. Ha muerto. ¡Está muerta! Y ahora mismo ya la habrán comido todos los bichos- susurró mientras que la voz le temblaba ligeramente- Anna ya no existe. Ahora es un saco de huesos que está bajo tierra.

Guiomar pestañeó tristemente mientras que su mejor amiga se levantaba de las gradas de un salto y se iba del gimnasio. El entrenador Dickens la gritó que volviera pero Emma no le hizo caso.

~~~


-¿Y ahora qué estudias?- le preguntó.

-Bioquímica- respondió ella con una sonrisa.

Zayn y Shirley caminaban lentamente por las calles más populares de Londres. La última vez que se vieron, el reencuentro repentino en la Universidad Imperial College, el muchacho le pidió su número y ella se lo entregó encantada. Y tras conversar todos los días, quedaron.

-¡Hey! Igual que la novia de Lia…- Zayn se interrumpió. ¿Marii seguía siendo la novia de Liam? Después de tanto tiempo sin verles juntos ya no tenía ni idea qué eran ellos.

-¿Se supone que es secreto y no me lo quieres decir?- comentó ella levantando ambas manos y mirando el cielo.

-No. Es que no sé si siguen saliendo- respondió él indiferente. Se encogió los hombros y Shirley se echó a reír- ¿y tú que tal con Matt?

-Veo que sigues acordándote del nombre de mi novio- dijo con una risita- muy bien.

Zayn no supo el porqué, pero se sintió tremendamente triste al escuchar esa respuesta. Ni siquiera sabía porqué había formulado aquella pregunta. Intentó recordarse a sí mismo que estaba con Beth. No sabía si era una relación estable puesto que nunca habían hablado de ello a pesar de que se acostaban todas las semanas. Más bien eran amigos con derecho a roce, ¿no?

-¿Estudia en la universidad?- preguntó.

-Eh… No- respondió ella, tartamudeando un poco. Zayn arqueó una ceja al ver a la chica muy nerviosa- él no estudia.

-¿Trabaja?

-No hace nada- contestó rápidamente, avergonzándose por unos segundos.

Zayn se extrañó que una chica como ella saliera con un chico tan vago como él.

-¿Y su futuro?- preguntó el cantante irónicamente. Al parecer, a Shirley le molestó.

-No lo sé. No me lo preguntes, yo le quiero y ya está. Hablemos de otra cosa. ¡Cuéntame algo sobre One Direction!

~~~

Cuando Emma salió del gimnasio, bastante angustiada por el hecho de que el profesor Dickens la expulsara, fue hacia el Salón de Actos donde se encontraba Hayley practicando teatro con Raquel.

La sala de Actos estaba muy lejos del gimnasio por lo que tuvo que cruzar toda la Universidad hasta llegar allí. Se dio cuenta de que cada vez que se cruzaba con un grupo de chicas, todas la señalaban y cuchicheaban entre sí. Emma simplemente pasó de largo y siguió caminando como si nada.

-¡Hola, Emma!- la saludó Raquel cuando la aludida entró al escenario. Había un gran alboroto, la profesora discutía acaloradamente con un muchacho flacucho, dos chicas se reían a carcajadas al ver que el tío bueno de la obra las saludaba, una chica y un chico se peleaban por el papel… En resumen, había mucho ruido y nadie se dio cuenta la presencia de Em, menos Raquel, claro.

-Hola- le respondió ésta- ¿dónde está Hayley?

-Hoy no ha venido- dijo Raquel, frunciendo el ceño- ¿ha pasado algo?

-No… Bueno, sí- respondió Emma sin querer dar más detalles- ¿sabes dónde puedo encontrarla?

-No. Ni idea, lo siento. Ya es la hora de terminar- comentó ella echando un vistazo a su alrededor- supongo que nadie se dará cuenta. Me voy contigo.

Emma se resignó a buscarla puesto que no tenía ni idea de dónde podría estar su amiga. No le apetecía subir a su habitación ahora así que fue a la pista donde entrenaba Thomas Fútbol Americano con Raquel. Al llegar vio a Nicole sentada en las gradas, como hacía siempre. Esta vez, esta animando a Thomas.

-¡Hola Emma y… Raquel!- Nicole saludó con menos ganas al ver que Raquel estaba presente.

-Hola- le devolvió Raquel el saludo de la misma manera.

Emma vio al profesor Dickens en la pista y de pronto se acordó de que era entrenador de Fútbol Americano nada más acabar el Voileibol. Intentó pasar desapercibida ocultándose detrás de su amiga Raquel pero no valió la pena porque el entrenador estaba demasiado concentrado en la jugada.

-¿No os habíais peleado?- indagó Emma, sentándose entre Nicole y Raquel que no paraban de echarse miraditas- Thomas y tú, digo.

-No sé. Él sigue enfadado conmigo, supongo- suspiró la pelirroja- pero me parece que se está esforzando más al haberle dicho la verdad.

Raquel rodó los ojos.

-Siempre ha jugado bien.

-¡Vamos! Antes no defendía la pelota- dijo ella un poco molesta, defendiendo su opinión- mirad ahora…

En ese momento, Thomas esquivó hábilmente a un chico del equipo contrario y le pasó el balón con fuerza a su compañero. Fue un pase buenísimo.

-¿Veis?- a continuación Nicole pegó un grito tan fuerte para animar a Thomas que Emma y Raquel tuvieron que taparse los oídos.
Emma y Raquel se quedaron en silencio mientras observaban a Thomas. Cuarenta minutos después, sonó el silbato.

-¡Al vestuario!- les indicó el entrenador Dickens.

Todos los chicos se dirigieron hacia allí sin una queja. Thomas, en cambio, se acercaron hacia ellas.

-¡Has jugado estupendamente, Tommy!- chilló Nicole exageradamente.

El muchacho hizo como que no lo había escuchado y miró a las dos chicas restantes.

-¡Hola Emma, hola Rachel!

Un monstruo bastante fiero surgió en el interior de Nicole al escuchar el nuevo mote de Raquel. Ella siempre le había llamado “Tommy” cuando él siempre la llamaba por su nombre. ¿Quería decir que Thomas le tenía más cariño a Raquel que a ella? La pelirroja deseó con todas sus fuerzas rugir de rabia. ¡No era justo! A ella le caía genial Thomas, le parecía un chico fantástico y de buenas a primeras le cambia por otra.

-Hola Tommy- contestó Raquel con una sonrisa.

El monstruo imaginario de Nicole creció al escucharlo. Intentó mantenerse en silencio pero la rabia era superior a sus fuerzas y explotó.

-Yo soy la que le llama Tommy.

-¿Y qué? Es un diminutivo de su nombre, no te lo has inventado tú- corroboró la chica.

Fue una suerte para Emma ver a Hayley para interrumpir disimuladamente la pelea entre sus dos amigas. Vio que Hay se dio cuenta de su presencia y se dio la vuelta para entrar de nuevo a la universidad.

-¡Me tengo que ir, chicas!- se despidió ella con urgencia, echando a correr para no perder de vista a su amiga.

Corrió velozmente y la alcanzó en la planta de los dormitorios de las chicas.

-¿Por qué huyes de mí?- interrogó Emma llena de dudas- dormimos en la misma habitación, te iba a ver de todas maneras.

Hayley frunció los labios mientras miraba de un lado a otro el pasillo. Tras pensárselo mejor le indicó a Em que la siguiera. Ambas llegaron a su habitación.

-Prométeme que no se lo contarás a nadie- le pidió su amiga morena, implorante- ni siquiera a Guiomar.

-¿Por qué se lo contaría a Guiomar?- inquirió, molesta- ya no confío en ella.

Hayley suspiró por la boca y la miró nerviosa, como decidiendo si contárselo o no. Acto seguido se dio la vuelta para sacar una cosa pequeña de su mochila.

-Ten.

Le estiró un pequeño caramelo medio blanco y medio naranja. Tras examinarlo más tiempo se dio cuenta de que era una pastilla.

-¿Qué es eso?

-Mira por detrás- contestó ella con voz muy temblorosa. Parecía a punto de llorar.

Emma obedeció. Atrás ponía una simple palabra “Adderall”.

-No sé lo que es un Adderall- confesó la rubia, encogiéndose de eso- ¿te estás medicando con eso?

-Sí.

-¿Y por qué estás tan nervio…?

Pero pronto lo comprendió. Era muy extraño que Hayley se comportara tan raro por una simple pastilla. Pero se dio cuenta más tarde de que no era una simple pastilla, si no, una droga.

-¿Te estás… Estás… Drogando?

-Sí- volvió a decir.

Emma se quedó pasmada. Eso debía de ser una broma por parte de Hayley pero, al conocerla tan bien, sabía que no era capaz de gastarla una broma así, ni siquiera Hay era bromista. Pero sabía que la Hayley de siempre no era capaz de drogarse así como así. La Hayley que conocía era la estudiosa, la responsable, la que sabía perfectamente lo que era malo y lo que no…

-Es una pastilla para personas que sufren déficit de atención e hiperactividad- explicó ella tras no obtener respuesta por parte de su amiga- pero hace poco se descubrió que si las personas que no sufren hiperactividad, como yo, aumenta la facilidad del estudio y obtener memoria a corto plazo con el único fin de lograr un mejor rendimiento académico.

Emma volvió a quedarse sin palabras. Sabía a la perfección que una persona no seguía siendo la misma un par de años después. Sabía que habían cambiado, ya que había experimentado un gran cambio en sí misma, pero jamás se le había pasado por la cabeza que su mejor amiga Hayley, la mejor estudiante de la escuela, se drogara. Si fuera Guiomar, era de esperar; de Anna se extrañaría un poco pero… ¿Hayley?

-No lo entiendo. Tú no necesitas esa cosa, sacas muy buenas notas.

-Eso no es cierto- su amiga bajó la mirada por primera vez. Al parecer, le parecía más interesante los cordones de sus zapatos- últimamente me distraigo fácilmente y pierdo el control. Sí que la necesito. Sobre todo cuando Guiomar y tú… Ya sabes.

-Hayley, esto te pondrá enferma. Es ilegal.

-Lo sé. Por eso quise ocultártelo.

Ahora sí que Emma entendió por qué Hayley estaba tan nerviosa antes de los exámenes. Pasaba rápidamente las hojas de los libros sin leer una palabra y por eso la arrastraba continuamente a la biblioteca, para estar en silencio y poder concentrarse mejor.

-Yo…

-Lo sé, no te lo esperabas. Ni yo misma me reconozco pero no pude contenerme- aclaró ella, intentando no echarse a llorar- el otro día oí que un chico de la universidad vendía esas pastillas y… Como no soporto sacar notas por debajo de un nueve pues… Compré unas cuantas.

Emma se quedó boquiabierta. Le arrancó de las manos la mochila de Hayley y vació su contenido, dando la vuelta a la mochila. Al menos veinte pastillas cayeron al suelo.

-¿Unas cuantas?- preguntó Emma muy enfadada.

-Lo siento- dijo ella de todo corazón.

Emma le dirigió una mirada severa.

-¿Quién lo sabe?

-Nadie… Solo tú y bueno… El chico al que le compré las pastillas.

-¿Qué ponía en la nota que te mandó 88-20?

Automáticamente, Hayley se acercó a su mesilla de noche y abrió un cajón. Tras revolver varias carpetas y papeles sueltos, sacó dos notitas.

-Son dos.

Emma las leyó rápidamente.

Sé lo que estás ocultando a la gente. Vaya, parece que la dulce y buena Hayley que conocen todos es totalmente falsa… 88-20

Meterlas debajo de la almohada… Un escondite muy interesante por tu parte. Muy inteligente. Atentamente, 88-20

-Es que cambié el escondite de las pastillas al leer la primera nota y las guardé debajo de la almohada…- se explicó ella cuando Emma empezó a leer el segundo mensaje.

-Tenemos que denunciar a la policía- declaró Emma con voz segura.

-¿Qué? ¡No!- gritó Hay- te lo suplico, Emma, si me pillan… ¡Me expulsarán!

Emma pensó que ella tenía razón. Chivarse a la policía significaría delatar a su amiga, y preferiría mil veces recibir mil golpes del chico más fuerte de la Tierra que poner en evidencia a Hayley.

Emma no dijo nada y empezó a recoger los comprimidos que estaban esparcidos en el suelo. Los metió en una bolsita de plástico, hizo un nudo y salió de la habitación para tirarlo a un sitio donde nadie pudiera verlo.

Salió de la Universidad y empezó a pasearse por las calles de Sheffield. Se sintió como una tonta caminar despreocupadamente con una bolsa de plástico. Cruzó una esquina y vio una calle vacía. Al no ver a nadie, tiró la bolsita en una papelera que había por allí.

Aún no podía digerir la sorpresa que se acababa de llevar pero tenía que pensar en cómo podría haberse enterado 88-20. Si Emma no hubiera recibido mensajes también, habría pensado inmediatamente que el culpable sería el chico que vendía las pastillas pero no tenía ningún sentido.

¿Y si hablaba con él? ¿Y si le preguntaba si se lo había dicho a alguien? Aunque lo más seguro era que no, porque si no, se revelaría a sí mismo.

No se dio cuenta de que era tan tarde al ver el cielo oscuro. ¡Había estado dos horas fuera! Caminó rápidamente hasta entrar a la Universidad y se fue directamente al comedor a cenar. Se sentó con Grace y sus amigos, Shailene y JG. Después de una hora conversando los últimos cotilleos que rondaban por la Universidad, Emma se despidió de ellos y se subió a su habitación.

Mientras subía, pensó en las graves consecuencias que eso conllevaría si no se lo contara a la policía. 88-20 advirtió a Harry que ella estaba en peligro pero por el momento no le había hecho nada más que mandarle notitas amenazantes. ¿Era verdaderamente peligroso o sólo era una persona psicópata envidiosa? Decidió que lo más problable era lo segundo. En ese momento no pensó en nada más porque abrió la puerta de su habitación.

En el cuarto sólo estaba Elisabeth, un tanto deprimida y cabizbaja.

-¿Te pasa algo? ¿Has bajado a cenar?

-No me pasa nada- confirmó ella de una manera no muy convincente- y no he cenado. No tengo hambre.

Se desvistió y se puso el pijama. Acto seguido se sentó en la cama con las piernas encogidas. Emma decidió no molestarla y abrió su mochila para empezar a hacer los deberes de Historia para mañana. En el estuche notó algo almidonado y rugoso. Cerró los ojos al saber inmediatamente lo que era. Con los labios bien fruncidos, sacó la nota del estuche y leyó el contenido, asegurándose de que Elisabeth no se diera cuenta.
Una palabra a la policía; y el secreto de Guiomar y Hayley saldrá a la luz. Un beso de, 88-20.

Se le encogió el corazón al leer que 88-20 también había metido a Guiomar en esto. Dedujo que el secreto al que se refería 88-20 era lo que pasó entre Marcos y Guiomar. Y como bien sabía Emma, si el director de la Universidad se enteraba, la expulsaría. No lo sólo a ella, probalblemente a Marcos también. Por lo que su profesor de Historia no podía ser el causante de las notitas…

Suspiró verdaderamente angustiada. ¿Cómo que es que lo sabía todo? Lo que tuvo Guiomar con Marcos no lo sabía nadie aparte de sus compañeras y Thomas. Entonces… ¿significaba que Raquel, Elisabeth, Thomas o Nicole podrían ser 88-20? No quería ni pensarlo. No quería perder a ninguno de sus amigos.

Pero le quedaba otro enigma por descubrir. Si Hayley no le había dicho a nadie (aparte del vendedor) lo de las pastillas, ¿cómo que es que el anónimo sí lo sabía?

Y el último misterio era cómo se había enterado de la separación de Harry y ella.

Los rostros de cuatro de sus mejores amigos se reflejaron claramente en la mente de Emma: Raquel, Elisabeth, Thomas o Nicole…

~~~

Dos días después era la entrega de las notas. Todos los alumnos de la Universidad estaban algo nerviosos por los resultados de los exámenes.

Normalmente en todos los viernes, las chicas de la habitación 153 se levantaban muy alegres pensando únicamente en el fin de semana que tenían por delante. Y bajaban ansiosas a clase para quitárselo de encima de una vez.

Pero esta vez, no era así. Hayley correteaba por toda la habitación sin morderse las uñas, a Elisabeth parecía que le había salido un tic en el ojo, Raquel bufaba sin parar, Nicole gruñía cada vez que alguien se cruzaba por delante de ella, Emma miraba cada dos por tres el reloj y Guiomar memorizaba todas las respuestas que había dado.

-Tranquilízate, Hayley- comentó Elisabeth por decir algo, en un intento de olvidar sus notas- has estudiado muchísimo.

-No sé, no sé- dijo ella mientras se vestía sin parar de andar- como saque menos de un nueve…
-Eres demasiado exigente contigo misma- opinó Guiomar mientras se miraba en el espejo para elegir la ropa de hoy- yo me conformaría con un cinco.

-Pues yo con un uno- respondió Nicole, poniendose unas cuñas- al menos, he respondido bien en algo.

-No sé que haces en la Universidad si parece que no has tocado un libro en tu vida- bromeó Raquel, cepillándose su sedoso cabello.

-¡Eh, que he aprobado el primer año!

Después de varios comentarios más para aumentar el autoestima, las seis bajaron a la clase de Historia, donde iban a repartirles las notas de todas las asignaturas. Fue el propio Marcos que tenía todos las notas de sus alumnos.

-Bueno, ha habido de todo- anunció él con una nota de misterio- ha habido muy buenas notas y a algunos le faltan más… esfuerzo.

Emma se giró para ver a su amiga Hayley. Ella seguía mordiéndose las uñas, Emma creía que después tenía que buscar otro recurso porque ya no le quedaba más uñas por morder.

-Iré por orden de lista. Hannah Appelwhite… Sean Aspance…

Guiomar tuvo que esperar a cinco personas más para que la nombrara.

-Guiomar Brandon.

Ella se levantó muy nerviosa de su asiento y notó la mirada de sus compañeras en la nuca. Caminó hacia Marcos, que le tendió la nota, sonriente.

-Son muy buenas- dijo Marcos sin mover los labios y tan bajo para que sólo lo oyera Guiomar.

Un sentimiento lleno de alivio se extendió por el cuerpo de Guiomar. Pero no se quedaría verdaderamente aliviada hasta ver las notas. Abrió el sobre con cuidado, aunque sin éxito ya que rompió un trozo, y sacó la hoja de papel bien doblada.

-¿Qué tal?- susurró una voz detrás suya. Dedujo que era Emma.

-Un suficiente, cuatro bienes y dos notables… ¡Y uno de ellos es Historia!- dejo escapar una exclamación de sorpresa.

-Tyler Britt… Raquel Carrington…

Ella tuvo cinco sobresalientes y dos notables. Guiomar se sintió muy contenta al enterarse de que Raquel, una de las más listas de la clase, había sacado la misma nota que ella en Historia.

-George Ebbet… Nicole Ellis…

-¡¡He aprobado todas!!- anunció a toda la clase, realmente entusiasmada- ah no… He cateado español. ¡Bueno, me da igual, lo importante es que mi mejor nota ha sido un bien!

Todos se echaron a reír, incluso Thomas, que se sintió muy orgulloso de su amiga, aunque estaba muy enfadado con ella.

-Anne-Lise Kobunthon… Rhianne Lambitton… Hayley Lekker…

Hayley pegó un chillido tan fuerte al leer todas sus notas que todos los presentes tuvieron que taparse los oídos con las manos.

-Bien, Hayley… Siéntate un rato y cálmate.

-¿Qué notas, qué notas?- le susurraba Emma todo el tiempo. Todas estuvieron muy atentas por si Hayley contestaba algo, pero estaba en pleno ataque de alegría.
-¡Todos sobresalientes!- les dijo un rato después, cuando Marcos iba por la “P”.

-Ya lo sabía yo- protestó Guiomar en un susurro- luego dice que le ha salido mal… Qué exagerada.

-Franklin Savater… Brad Smith… Emma Smith…

Ella se tambaleó un poco al levantarse y, casi corriendo, le quitó de las manos el sobre que sostenía el profesor Anderson.

Emma no podía dar crédito a lo que veían sus ojos: tenía un sobresaliente, cinco notables y un bien, el Español. ¡No era justo! El profesor Navarro le tenía mucha manía… Se lo comentó a sus amigas y a Thomas y ellas la felicitaron. Aunque pronto el profesor Anderson llamó a Elizabeth.

-Elizabeth Stone…

Ella tuvo seis notables y un bien; sus notas eran parecidas al de Emma. Se sentó muy contenta al ver que Marcos le había puesto un notable en Historia como al resto de sus amigas, menos a Hayley, claro.

-Thomas Wells…

Todas esperaron impacientes a que el joven cogiera el último sobre. Se acercó a sus amigas, muy sonriente.

-He sacado tres sobresalientes, tres notables y un bien… Mhhhmmm… No me gusta cómo suena lo del bien.

-¡Pues mi mejor nota es un bien!- intervino Nicole, muy contenta.

-Porque eres tú- le dijo Thomas sin pizca de alegría en la voz. Nicole se calló y se quedó mirándole, muy conmocionada por lo que acababa de decirle su mejor amigo- ¡qué buenas notas, Rachel!

Los dos se fueron de clase comentando sus notas y compárandolas. Los demás fueron al comedor a celebrarlo.

Nicole se quedó mirando sus notas. Se quedó bastante contenta al ver sus notas, ya que los esperaba algo peores, pero si los comparaba con sus amigos era una completa basura… Pensaba que su prima iba a suspender alguna pero le sorprendió bastante al tener muy buenas notas. En vez de sentirse bien por su prima, se sintió aún peor. Como una completa inútil.

~~~

-¿Todavía no lo habéis arreglado?- le preguntó Miley a Justin al ver a Helena y Robin cruzando por delante de ellos mientras se reían.
-Ella está enamorada de Robin. Qué quieres que haga.

-No estoy muy segura de eso- murmuró Miley, mirándola fijamente- Helena y Robin no compenetran.

Justin miró divertido a su mejor amiga.

-La función no es que compenetren, si no, que se quieran- habló.

-Ya, pero yo creo que Robin le ha comido el coco. Helena sigue enamorada de ti- confirmó Miley al ver que la exnovia de Justin torcía una esquina y desaparecía con Robin.

-De eso no me cabe ninguna duda- aclaró Justin, mientras caminaban lentamente por la universidad, sin rumbo alguno- pero está enamorada también de Robin. Y en una relación no puede haber terceras personas.

-Lo sé- suspiró la morena- ¿quieres que hable con ella?

-Y se armaría la Tercera Guerra Mundial- contestó él con sorna- ni lo sueñes.


Sin embargo, al otro lado de la universidad, dos personas mantenían un tema de conversación algo más alegre.

-Y entonces, tan borracho, me caí de la silla pero menos mal que mi amigo me salvó que si no…

Helena empezó a reírse del comentario de Robin. No sabía a donde se dirigían puesto que era Robin el que guiaba el camino.

-¿Siempre estás borracho?- bromeó ella- en todas las historias que me has contado estás borracho.

-Las situaciones divertida siempre las pasas cuando estás borracho- puntualizó Robin, dedicándole una sonrisa a Helena.

La chica pensó que aquello no era cierto. Siempre se lo había pasado muy bien con Justin, sin necesidad de emborracharse. Es más, siempre se lo pasaba muy bien con Justin. ¿Por qué demonios pensaba en Justin? Con Cassandra también se lo pasaba muy bien sin pizca de alcohol…

Entonces supo hacía dónde le arrastraba Robin. Antes de que pudiera dar marcha atrás, se fijo en las puertas de color azul de los dormitorios de los chicos.

-¿Por qué estamos aquí?

La respuesta no llegó. Pronto llegaron a una puerta, que debía de ser la habitación de Robin, y él abrió la puerta. Allí dentro no había nadie, lo que le extraño a Helena, ¿casualidad?

Entonces, sin darse cuenta, Robin tiró de ella y cerró la puerta de un portazo. Le cubrió la cara con sus ásperas manos y empezó a acariciarla. Posteriormente le dio un corto beso a Helena.

-¿Qué… haces?- contestó ella simulando su nerviosismo.


Robin se limitó a sonreírla y se quitó la camiseta. Helena intentó sonreír también mientras se daba la vuelta. ¿Qué había sido aquello? Pronto sintió unas manos que la sujetaban las caderas.

-No hagas nada.

Él no la hizo caso y empezó a besarla con frenesí. Helena empezó a comparar sus besos con los de Justin, ya que su tarea era averiguar a quién amaba en realidad. Notó que Robin iba demasiado rápido. La mano de Robin se bajaba poco a poco hasta que apretó su cadera contra la suya. Helena gimió, no de placer, si no, de dolor.

-Robin, no me gusta esto…

El chico, como otras veces, no la hizo caso y empezó a besarla con más brutalidad y fiereza. Helena empezó a escuchar los roncos jadeos del chico cuando ella no se lo pasaba especialmente bien. Se intentó apartar de él pero fue un gran error. Robin pensaba que lo que quería era algo más así que la acercó hasta la cama y los dos se tumbaron.

-Para.

Robin se posó encima de Helena sin hacerle ni el menor caso. Empezó a besarle el cuello, después los labios, después los brazos, bajó un poco más…

Ahora tenía muy claro a quién amaba en realidad.

~~~


La mayoría de los alumnos de la Universidad de Sheffield estaban contentos. La Navidad era el único objetivo de los estudiantes ahora. Sólo quedaba una pequeña recta final y se acabaría todo. Emma se lo comunicó rápidamente a sus padres y hermanos; ellos la felicitaron, muy orgullosos de ella.

Estaba comiendo con sus amigas cuando una persona desconocida se acercó a ella. Era un chico con el pelo rapado y un piercing en la nariz.

-¿Quién de aquí es Emma?

Thomas, Em, Hay, Guiomar, Elisabeth, Raquel y Nicole dejaron de masticar lo que comían y miraron de arriba abajo al muchacho.

-Soy yo- declaró finalmente la rubia, levantando un poquito la mano como si fuera un profesor pasando lista.

-Me ha dicho que tienes que ir al Laboratorio- le indicó éste. Estaba dispuesto a irse cuando…

-¿Quién te ha dicho eso?- le interrumpió Guiomar, ceñuda.

-¿Al laboratorio?- se extrañó Hayley también.

-Sí, me lo dijo una persona que tenía prisa. Me dijo que un profesor quería hablar con ella.

-¿Quién?- preguntó Raquel.

-No me he fijado- él se encogió de hombros- tampoco es que me importara. ¿Me puedo ir ya?

-Vete- contestó Guiomar de malhumor mientras sacaba unos Cheetos. Tenía muchísima hambre y la comida de la universidad estaba malísima.

-A lo mejor te quieren hablar por las notas- opinó Elisabeth.

Sin más miramientos ni aportaciones, Emma se levantó de su mesa y se dirigió al Laboratorio, en la segunda planta.

-¿Qué raro, no?- dijo Raquel.

-Ya- dijo Hay- no tengo ni idea… Bueno, me voy a dar un paseo para qué me dé el aire. Qué bien se sienta uno recibir buenas notas.

Todos se dispersaron. Guiomar se subió a su habitación a cambiarse de camiseta para reunirse después con su prima para irse de compras. Al entrar a su habitación, se dirigió al armario con precipitación y eligió con cuidado la ropa: un jersey que abrigaba muy bien de color verde clarito. Después, cogió su bolso para sacar un poco de dinero. Pero en vez de notar su monedero, notó algo más pequeño y más tieso. Pronto lo reconoció como un trozo de papel.

Lo sacó de su bolso sin dudar para ver si era alguna de esas facturas pero no era así. Había sólo dos líneas escritas en cursiva. No conocía la letra.

¿Cómo reaccionaría el director si supiera el romance entre el profesor Anderson y tú? ¿Te lo imaginas? Buen fin de semana, 88-20.

Ella arrugó la nariz tras leer el mensaje y pronto se echó a reír. Menuda broma le gastaban sus amigas. Ya le preguntarían después de quién había sido la idea.

Tiró el papel a la pequeña papelera que había en la habitación y, con una sonrisa juguetona, bajó abajo a reunirse con Nicole pensando en lo bromistas que eran sus amigas.


Emma caminó por los pasillos de la segunda planta. Estaba completamente vacía pues, al parecer, todos los estudiantes y profesores se habían juntado en el comedor para celebrar las notas de antes de Navidad.

Había un silencio sepulcral, interrumpido por el eco de las pisadas de Emma. La puerta del Laboratorio estaba al final por lo que le quedaba un gran tramo. Un minuto después, llegó allí. La puerta estaba cerrada y las luces estaban apagadas.

Emma dudó.

Decidió entrar al laboratorio encendiendo la luz. Dio un pequeño recorrido buscando entre las grandes mesas y los taburetes a alguien. ¿Quién podría haberla llamado? ¿Y por qué ese alguien quería hablar con ella? Que ella supiera, nadie quería hablar con ella, ni mucho menos escondidos en una habitación vacía a no ser que quiera conversar con ella secretamente…

De repente se le ocurrió que podría ser Harry, quizás para solucionar el ataque de enfado que tuvo que sufrir hacía dos semanas. Al recordarlo, se sintió muy mal. Pero un golpe sordo la distrajo por completo.

Se dio la vuelta y lo primero de lo que se dio cuenta era que la puerta estaba cerrada. Emma estaba segurísima de que había entrado al laboratorio dejando la puerta abierta. El golpe debía de haber sido al cerrar la puerta…

Quizás había sido el viento, pero el Laboratorio sólo tenía una ventana y además estaba cerrada. Se acercó a la puerta e intentó salir. Pero no podía abrir la puerta. Estaba cerrada, y con llave.

-¡Eh!- gritó a pleno pulmón- ¡me he quedado encerrada! ¿Alguien me escucha?

Pero la única respuesta que obtuvo es el silencio. Gritó desesperadamente y aporreó la puerta en un intento de salir de la claustrofóbica sala pero sin éxito.

-¡Me he quedado encerrada!- chilló, asustada, con todas sus fuerzas.

Golpeó la puerta una vez. Y dos. Tres. Diez. Veinte. Emma iba perdiendo la cuenta ya que se convirtió en algo automático. Caminaba hacia el otro lado del Laboratorio, echaba carrerilla hasta golpearse contra la puerta. Se hacía más daño ella misma que a la puerta.

No fue hasta el golpe número cien cuando Emma se dio cuenta de que alguien la había encerrado. Pero pronto escuchó un ruido que se amplificaba cada vez más: se trataba de pisadas. Alguien se estaba acercando.

18 comentarios:

  1. Esta hermoshoooooooo:'3 LA TIENES Q SEGUIR, EH!
    Te queroooooooo<3
    Beshos con sabor a nutella...rica nutella😊

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Claro que la seguiré!
      Otro beso y muchísimas gracias<3

      Eliminar
  2. CLAU (1 APELLIDO) (2 APELLIDO)!!! HA SIDO EL CAPÍTULO MÁS LARGO QUE HE LEIDO EN TU BLOG Y ASDFGHDKD! He tardado omo 15 minutos leyendo y no te exagero, pero en realidad se me ha pasado volando :c
    Yyyyyy he decir que te amo con todas mis fuerzas pero tambin e odio por haberme dejado asi (Relación amor odio como Guiomar y Emma xddddd)
    Bueno, Helena y Justin! No pued creer que Helena no se haya dado cuents hasta ahora de que a quien quería era a Justin y no a ese estupido de Robin. ¿Cómo que los mejores momentos y los mas divertido eran cuando estaba borrho? Y encim está intentando acostarse con es. Pobre Helena, espero que pueda salir de ahí :s
    ¡Dios mioo! Con los examenes me estaba agobiando hasta yo y eso que no estaba ahi con las chicas :ss.
    Agg! Nicole.. Sí, a veces es un poco insoportable, pero tal vez se esté dando cuenta de que en realidad quiera a Tommy. Harían una pareja muy bonta. Y encima me encanto lo que le dijo a Adams. Aunque por otro lado está Raquel :s. Y es tan buena y me cae tan buen también, que no quiero que sufra. Ains, qué complixado :s
    La visita de Harry a la casa de Bambie y Zac me alteró mucho! Es que la verdad es que no me puedo imaginar a Harry enfadado con Zac porque nunca se han llevado mal. Ni tampoco no creyéndose que Emma le quiere, aunque bueno, con la foto del beso es normal que no se lo crea :s.
    ¡Madre mia del amor hermoso! Algo que nunca en la vida me imaginaría : ¡¡¡Hayley se droga!!!No,no, no!! Es horrible! Ya ha muerto Anna, no quiero que muera ninguna más! Y encima.. 88-20 lo sabe. ¿Quien será? No pueden ser más que esos cuatro: Nicole, Thomas, Elisabeth o Raquel... Y tambián sabe lo de Marcos y Gui. Asi que descarto a Thomas, pero no a las demás. Esto me recuerda a Pequelas Mentirosas. Señoras y señores. A ha vuelto xd. Y encima, ahora que lo pienso, Anna es A. Que casualidad.
    Pero bueno, espero que se descubra de una vez... Y seguro que es el del pasillo. ¡Qué intriga! ¿Quien estaré ahi? ¡¡Quiero averiguarlo pronto!!
    Espero el siguiente con muchas, muchas, muchas ganas!!!
    Besitooos :)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ayuso Perona. ¡¡Y muchas gracias por tu mega comentario!! Me ha alegrado saberlo<33
      Helena tenía un buen cacao mental pero ahora está clarísimo con quién se va a quedar, ¿no?
      Ya ves, ahora soy yo la que se está agobiando con los exámenes finales brrrrr
      Lo de Hay fue realmente inesperado (sinceramente, se me ocurrió de repente xd). JAJAJA, pues sí, todo lo relacionado con mensajes anónimos te viene en la cabeza Pequeñas Mentirosas, pero la serie no se lo ha inventado.
      ¡Ya veréis en el próx capítulo quién será el de los pasos? ¿Será bueno o malo? :P
      ¡Muchos besoooooos! El siguiente tardará un poquillo:c

      Eliminar
  3. YO MUERO DE INTRIGA SIN SABER QUIEN ES 8820. ES QUE.CADA.VEZ QUE LO.PIENSO MAS.IMPOSIBLE ME.PARECE...
    Sube pronto que lo necesitoooo.

    Un abrazo clau!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Tardaré un poquillo :S. He escrito un montón pero aún me falta y ahora se me echan encima los exámenes finales y no puedo escribir. (El martes que viene los acabo, aún ni he empezado XD). Además no me ha gustado lo que he escrito y voy a tener que editar un poco.
      Un besazo.

      Eliminar
  4. Nueva seguidora. Yo aun estoy por el capitulo 43 :)

    ResponderEliminar
  5. ¡Dios! ¡PEDAZO DE CAPÍTULO! ¡Es, en efecto, el más largo hasta ahora! Y ha estado MUY INTENSO, MUY VARIADO, Y MUY GENIAL. ¡Clau, me has dejado más intrigada que nunca, especialmente con las tramas de Emma y Helena!
    Pobre Justin, me ha dado mucha pena saber que Helena no le ha perdonado desde el principio, aunque en su momento yo también pensé que se pasó de la raya... Si vuelve a ponerse así de violento no sé si Helena lo perdonará.
    Wiii, me llevo bien con las chicas :D Espero no ser yo la traidora... Aunque lo dudo porque soy demasiado torpe y 88-20 parece profesional... Oh, no, ¿y si estoy fingiendo ser inocente y torpe y en realidad soy una espía psicópata! D: Yo nunca haría éso >.<
    ¡Thomas le ha dicho la verdad a Nicole! Ay Nicole, te has dado cuenta tarde... Me gusta la pareja que hacen, aunque creo que Thomas y yo también nos vemos bien juntos :D (?) Sea lo que sea que tengas preparado para Thomas, seguro que es fantástico, cómo todo lo que escribes <3
    ¡HARRY, EMMA TE QUIERE A TI! Besó a Zac por impulso... ¿No? Ojalá hable con Zac y Emma y los tres resuelvan el conflicto que tienen...
    Me alegra ver que Emma y Guiomar al menos ya se hablan... Algo es algo. Anna fue una tonta por empezar con la bulimia... Ahora su muerte ha provocado todas éstas brechas en las relaciones de sus amigos. No obstante yo también sigo sintiéndome muy triste por su muerte.
    ¡A Zayn le gusta Shirley! O.o Se siente decepcionado al saber que a ella le va bien con su novio... Pero lo importante es saber si a Beth le gusta Zayn o no. ¡OTRO TRIÁNGULO AMOROSO A LA VISTA!
    Nicole intentando atraer ahora la atención de Thomas... ¡Y LO HA TENIDO A HUEVO MUCHO TIEMPO! T-T
    Vale, lo de Hayley me ha pillado desprevenida. Me esperaba cualquier cosa, pero NO éso. ¡SE DROGA! Dios, lo peor es que no lo pueda dejar ahora... Ésas cosas son adicciones y luego una vez que empiezas ya no se puede parar, así que espero que Hayley salga de ésta. Y cómo la pillen es que la echan...
    ¡Todos hemos tenido buenas notas! :D Me alegra saberlo.
    Robin y Helena... WHAT?! Robin, vas muy rápido D: Se pensará que Helena es de ésas chicas que se lían con cualquiera... ¡NO! Helena, dale una bofetada y huye :( Me figuro que en cuánto Justin se enteré querrá darle una paliza a Robin... Se avecinan tragedias :'(
    ¡Han encerrado a Emma! Menos mal que alguien viene... Espero que la saquen de ahí, pero cómo sea algún "malo" está perdida... Ojalá no le suceda nada.
    ¡Un beso, preciosa! ¡Felicidades de nuevo por el capítulo, ha sido una pasada! <3

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Sí, es el más largo pero no supera a ninguno de tus capítulos JAJAJA! Los tuyos son la biblia.
      Pues la verdad es que Raquel podría estar actuando bajo una carita de inocente pero... ¿lo es? No lo sabemos. Aún están en Navidad y no lo averiguarán hasta a finales de curso... Pero quizás nosotros lo sabremos antes.
      A mí también me gusta la pareja de Nicole y Thomas pero no sé. Quizás al estilo Harry-Hermione. Amo esta amistad aunque en el fondo quiero que sean pareja... Aunque también me encanta Harry-Ginny como pareja así que... Aún no me decido entre Raquel-Thomas-Nicole... XDD
      Todos sabemos perfectamente que Emma quiere a Harry pero... ¿Volverán? TAN TAN TAN, te digo una cosa: vuelven cuando Harryanna se declaren... (y supongo que para eso falta mucho, ¿no?) okno xd
      Lo de Hayley ya veremos. Ella tomó drogas más por necesidad que por gusto pero hay gente que supera las drogas con facilidad teniendo en cuenta que Hay sólo lo ha tomado un par de veces.
      Robin es otro capullo más xdd
      Ya veréis quien es la persona de los pasos. A mí me hizo un poco de gracia LOL
      ¡¡Muchas gracias Raquella, sí que es una pasada leer tus comentarios!!

      Eliminar
  6. me gusta muchoo... aunque creo que Robin es mas lindo que Justin >.<
    Nicole y Thomas hacen una hermosa pareja... bueno, "pareja".. Raquel es linda y graciosa pero a Thomas y a ella los veo mas como amigos que se quieren como hermanos...
    Hayley tomaba drogas O.O espero lo deje...
    quien es 88-20? cuando lo sabremos? Temo que alguien encerro a Emma para rebuscar algo en el dormitorio o herir a Harry o alguna de las chicas.
    Ojala Emma salga de alli antes que sea tarde.
    Saludoss!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. JAJAJAJA, ¿SÍ? Pues a mí me parece más mono Justin que Robin. Supongo que todas estamos de acuerdo en que Justin es más caballero, ¿no?
      Lo de Thomas y Nicole... No me decido ni yo XD
      Definitivamente lo dejará. Pero le costará un poquitín.
      ¡Ya veréis quién es 88-20! Creo que os sorprenderá, o eso espero.
      ¡Un besazo y mil gracias por el comentario!

      Eliminar
  7. Respuestas
    1. Después de los finales... (el martes que viene). Pero el prox capítulo está casi terminado.

      Eliminar
  8. me encanta!!! pienso que 88-20 es Nicole... No sé, me da esa sensación. O igual es alguien a quien no conocemos.
    Saludos!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Podría ser Nicole. E incluso alguien que no conozcamos aún, pero es improbable.
      ¡Un besazo y muchas gracias!

      Eliminar
  9. Creo 88-20 es Marcos, se que es el, se nota mucho, Porque el sabe secretos de Guiomar, tambien Emma, habra perseguido a ellas en Universidad

    Laha:)

    ResponderEliminar

¡Comentad libremente! Comentario tuyo, sonrisa mía.

¡Eso sí! Sin faltar el respeto a nadie.

Recordad, no me importa que os enrolléis (me gustan los textos largos).

¡Os quiero y un beso enorme! <3