84- Día maravilloso, noche trágica.

De repente, el jardín de la Universidad de Sheffield se llenó de gritos. No de gritos de felicidad y diversión, como eran hacía un minuto, si no de pánico y terror. Emma, Hayley y Louis buscaron el motivo del alboroto: la gente corría de un lado para otro y se dieron cuenta de que venían hacia ellos un grupo de policías.

Emma se sentía como si estuviera en el borde del precipicio; a punto de caer pero sin caerse. ¿Cómo podía haber sucedido una cosa así en un día tan bonito como aquel? Debería haber sido un día memorable en el buen sentido. Quería contarles a sus hijos lo bien que se lo pasó en su fiesta de Baile de Verano.

-Emma, por favor, cuéntame lo que te ha dicho el policía- una voz muy lejana le sacó de sus pensamientos. Era Louis y le aferraba fuertemente la cintura para que no se cayera.

-Voy a buscar a Harry...- susurró Hayley. Estaba pálida a pesar de ser muy morena- esto se está llenando de policías.

El presente le golpeó a Emma fuertemente. Louis debió de notarlo porque la agarró aún más fuerte.

-No... Harry puede que...- no podía contener las lágrimas. No podía creer que hacía unas horas estaba tan feliz y nerviosa. Y a su lado- puede que esté... muerto.

-¿Qué?- saltaron Louis y Hayley.

-Subiros a vuestras habitaciones- un policía que rondaba los cuarenta y tantos se acercó a ellos con cara cansada. Decidme vuestros nombres, por favor. Y si sois estudiantes de la Universidad de Sheffield.

Louis le ignoró completamente y tiró de Emma. Hayley les siguió. Pero el policía, que era más rápido de lo que creían, se interpuso delante de ellos.

-No es hora de jugar- respondió él con las facciones completamente cambiadas. Estaba muy enfadado y molesto- hemos encontrado un cuerpo sin vida a un kilómetro de la universidad. Desapareció una alumna hace cinco meses y han desaparecido dos personas hoy mismo. E incluso una persona ha sido brutalmente agredida en la salida de la Universidad. Así que subid a vuestra habitación. Tenemos que investigar bien el caso en los alrededores de la Universidad de Sheffield. Esto es serio.

Los tres palidecieron. Se dieron cuenta de que no había ningún metro cuadrado sin un policía en el jardín. El sitio se iba vaciando cada vez más. Los alumnos obedecían las órdenes de los policías sin rechistar.

Louis y Hay intercambiaron miradas. ¿Quién había sido asesinado?

-Perdone señor...- Louis se interrumpió y buscó la etiqueta con el nombre del policía pero no tenía.

-Señor Dupre- le contestó él con tono hosco.

-Pues señor Dupre, verá... Las tres desaparecidas son nuestras amigas... Bueno menos una, que es mala... Bueno, en teoría no lo sabemos... No importa. El caso es que son nuestras amigas. Tenemos que salir de aquí. Por favor.

-Ni hablar. No me creo ninguna de estas palabras. No os vais a librar- se negó él. Y no parecía dispuesto a apartarse del sitio.

Louis se planteó muy seriamente atacarle y huir. Pero pronto vino otro policía y le habló a su compañero:

-¿Qué le suceden a estos?

-Dicen que son amigos de las desaparecidas.

El otro policía, muy guapo y joven, les miró con interés.

-Y posiblemente también el agredido. O...- Hayley iba a mencionar “el muerto” pero no lo pensaba decir en voz alta delante de Louis y Emma.

-¿Nombres?

-Louis Tomlinson, Emma Smith y Hayley Lekker, señor- respondió el muchacho inmediatamente. El policía asintió y miró a su compañero.

-Craig, conozco al chico- dijo el policía joven al instante- es amigo de uno de ellos. El famoso.

-¿Jerry Stanley?

-Harry Styles, señor- le corrigió el joven policía. 

Craig Dupre entornó los ojos y los contempló uno a uno. Chasqueó la lengua y sacudió la cabeza. Miró a Louis de nuevo, después a su compañero y declaró:

-Está bien. Señor Avon, acompáñales al hospital.

Los tres se aliviaron al instante y siguieron al policía. Salieron a la calle, que estaba atiborrado de policías, coches de policía y ambulancias.

-Montad en el coche- les ordenó el policía Avon dando una pequeña cabezada al coche que tenían delante.

 El señor Avon activó la sirena del vehículo policial y arrancó el coche. En cuestión de minutos llegaron a un hospital.

-Hace una hora, lamentablemente, ha muerto una persona. Ahora mismo están identificando al cuerpo- les explicó mientras subían a la tercera planta. Hayley y Louis asintieron con cada palabra que decía, conmocionados y asustados; Emma no paraba de llorar.

¿Y si era Harry o Guiomar? Su mundo se terminaba. Ellos dos eran las personas más importantes de su vida. Rogó mentalmente que Harry y Guiomar estuvieran vivos.

Quería despertarse de esta pesadilla.

Oyó murmullos a su lado y se dio cuenta de que se trataba de Hayley y Louis. Estaban parados de pie (Emma ni se había dado cuenta) y delante de ellos había una puerta con aspecto triste. Se percató de que estaba en un hospital. Iba a hablar cuando vio al policía Avon salir por la puerta con otro policía y un médico. Los tres discutían en voz baja pero ella les podía oír perfectamente:

-Son asuntos policiales, Avon- le reprendió el otro policía que era igual de joven que él, aunque no tan guapo- siempre supe que tenías el corazón de un marica.

-Sólo soy sensible- le respondió él con voz calmada aunque se notaba en ella una pizca de indignación- merecen saber quién ha fallecido, Knightley.

-Está bien- cedió el médico, dando fin a la discusión entre los dos policías.

De repente, a Emma se le encogió el corazón y sintió nauseas. El señor Avon les indicó con una cabezada que se acercaran y el médico les sonrió con afecto para que se serenaran pero, obviamente, los tres no se calmaron. Cuando estuvieron delante del médico y los dos policías, Hayley y Louis se pusieron al lado de Emma. Ella cada vez más tenía unas ganas terribles de vomitar.

¿Y si era Harry?

¿O Guiomar?

-Una persona secuestró a Elisabeth Stone hace cinco meses. Los policías no pudieron encontrarla por las pocas pruebas que teníamos e incluso los padres de Elisabeth Stone creyeron que su hija había escapado de la Universidad ya que justamente el día anterior se enfadó con ellos porque los padres de la muchacha no la llamaban.

>>Jensen y Justice, los padres de Elisabeth, denunciaron su huida pero como Elisabeth era mayor de edad no pudimos hacer mucha cosa.

Los tres se quedaron en silencio y en tensión. El médico tragó saliva tras recitar eso con rápidez. Miró de soslayo al policía que discutió con el señor Avon.

-Elisabeth Stone falleció esta noche- soltó el policía sin discreción.

En la boca de Emma salió un ruido muy raro, fue una mezcla entre gemido y lamento. Hayley gritó y Louis se quedó en silencio con los ojos como platos.

-¿Elisabeth... ha muerto asesinada?- preguntó el mayor ya que sus amigas no podían hablar. Emma dio media vuelta y cerró los ojos para que las lágrimas que se le brotaban en los ojos salieran.

-En cierto modo, no- negó el policía Avon con aflicción. El médico también estaba desdichado. Al único que no le parecía importarle nada aquello era el policía Knightley- se golpeó la cabeza con una mesa. No sabemos si la secuestradora hizo que se golpeara o se cayó. No tenemos pruebas aún.

-¿Y Guiomar Brandon?- escrutó Hayley con severidad. Emma se preguntó cómo pudo preguntar aquello con sequedad después de enterarse de que una buena amiga se había ido. Pero se fijó en que Hay lloraba. Sólo intentaba mantenerse firme.

-Hemos descubierto huellas de Guiomar Brandon en la casa donde Elisabeth pasó los últimos meses de su vida secuestrada- narró el policía Knightley con apatía. Miró a Emma como si le diera repulsión.

Al ver la cara de desconcierto de los tres, el médico detalló:

-El secuestrador encontró una casa deshabitada en la calle Allende y mantuvo secuestrada a Elisabeth cinco meses. Anoche secuestró a Guiomar y la llevó a aquella casa sin propietario pero salió mal.

-¿Cómo que salió mal? No lo entiendo.

-Nosotros tampoco pero sabemos que Elisabeth murió allí y a Guiomar se la llevaron poco después- siguió explicando el médico con esmero y temor, como si eligiera las palabras con cuidado.

-¿Y el secuestrador o secuestradora? ¿No habéis encontrado las huellas de él?- profirió Emma irritada.

El policía Avon torció el labio.

-No. Es muy listo, la verdad- confesó él con estupefacción- no hay ninguna otra huella en la casa. Pensamos que se ha puesto guantes y se ha protegido los pies.

-¿Y no sería lógico que fuera Raquel la secuestradora?- soltó Hayley como si ellos fueran idiotas y no hubieran abierto los ojos- ella también ha desaparecido, ¿no?

-¿Conoces a Raquel Carrington?- interrogó el policía Knightley con asombro.

-¿Qué si la conocemos...? Ella era nuestra compañera de cuarto- respondió Emma con exasperación- Elisabeth y Guiomar también.

Los dos policías se quedaron desconcertados por aquel hecho y apuntaron algo en sus respectivas libretas.

-¿Y qué ha sido de Harry Styles?- inquirió Emma intentando eliminar el desazón que le estaba invadiendo en aquel momento.

El señor Avon escribió un par de palabras más, guardó la libreta y el bolígrafo en su pantalón de uniforme y la miró.

-Seguidme. Él está en una planta más abajo. Después tengo que volver.

-No puedo entrar- dijo Emma con la voz rota justo en el umbral de la puerta. Se paró en seco y se dio la vuelta para ver a Louis y a Hayley- no puedo.

-Tranquila- repuso el chico. Le puso ambas manos en el hombro para tranquilizarla, aunque no funcionó- todo irá bien.

-No... No puedo verle.

Se sentó en una de las sillas del pasillo del hospital. Apoyó los codos sobre las piernas y rompió a llorar. ¿Cuántas veces iban ya?

Hayley se agachó enfrente de ella y la miró. Se quedaron un buen tiempo así.

-No sé que haría sin Harry... Hayley yo...

-Lo sé- susurró ella. Le apartó un mechón y se la colocó detrás de su oreja- lo sé.

-Estuve desorientada todo este año y ahora que vuelvo a estar con él...

-No sabes lo que tienes hasta que lo pierdes- citó Hayley con una media sonrisa- qué triste verdad.

Emma sonrió tristemente mientras varias lágrimas rodaban por sus mejillas hasta perderse.

-Vamos. Es hora de entrar- le siseó ella y Em asintió. Se levantó del sitio y se quedó enfrente de la puerta cerrada, Louis y Hayley se quedaron detrás de ella. Se quedó varios minutos observando inútilmente la puerta azul marino hasta que decidió entrar.

Emma abrió la puerta de golpe y lo que vio le derrumbó por completo.

Harry estaba irreconocible.

 Estaba inconsciente pero parecía profundamente dormido. Tenía un gran hinchazón en la frente, una larga herida que ocupaba desde el ojo izquierdo hasta la mandíbula y una horrible brecha en extremo izquierdo de la cabeza.

Sintió unas ganas horribles de vomitar; no porque le diera asco, si no porque no le cabía la posibilidad de que a una persona tan hermosa y buena le podía pasar aquello. Se acercó a él con los ojos llorosos y arqueó su espalda de modo que su nariz quedaba a cinco centímetros de la suya. Le oía respirar.

Harry tenía un respirador artificial ya que no podía respirar por sí mismo. También había una intubación orotraqueal conectado a Harry por si el respirador no funcionaba. Y había un tubo y Em supuso que era para proporcionarle alimento. También había varios aparatos que Emma desconocía.

Escuchó un sollozo ahogado y se sintió más triste aún si era posible. Levantó la mirada y vio a Anne, a Gemma y a Allanah. No se había dado cuenta de que estaban allí. Era la madre de Harry quien lloraba y Em la abrazó en silencio, también llorando. Después abrazó a la hermana de Harry y finalmente a su ex novia, olvidando sus diferencias.

-¿Cómo está Harry?- inquirió Louis detrás de Emma, provocando que ella se sobresaltara. Se había olvidado de que él y Hayley estaban con ella.

 Anne empezó a llorar aún más y Allanah la abrazó, dándole palmaditas en la espalda para tranquilizarla. Gemma se sorbió los mocos y anunció con la voz quebrada:

 -Harry está en coma. De cuarto grado.

 Emma abrió la boca y dejó escapar un gemido gutural. Anne empezó a lloriquear de nuevo en brazos de Allanah y ésta la abrazó aún más con lágrimas en los ojos. Emma empezó a mascullar palabras ininteligibles.

Se sentía lejana. La habitación tambaleo y por un momento Emma pensó que había un terremoto. Pronto recuperó la estabilidad gracias a Hayley, que le sujetó con fuerza para que no se desmayara.

-¿Qué?- masculló Louis abriendo los ojos- ¡no puede ser!

 Se llevó una mano a la cabeza y empezó a despeinarse. Estaba desesperado y disgustado.

-Los médicos... los médicos han dicho que...- Gemma se interrumpió con un sollozo. Respiró hondo y se lanzó a los brazos de Emma.

-¿Qué dijeron los médicos?- preguntó Louis con voz llorosa un minuto después.

Emma se acercó a su ex novio. Harry tenía la cara llena de heridas pero aun así le parecía que tenía el rostro feliz. Parecía que estaba descansando y que de un momento a otro se iba a despertar. Emma rompió a llorar y abrazó a Harry. Tenía la cabeza en su pecho y podía escuchar los latidos de su corazón. Una lágrima se deslizó en la mejilla de Emma.

-Que probablemente no despertará jamás- contestó Allanah al ver que Gemma no estaba en posición de responder.

-No. Me niego- exclamó Emma abruptamente. Se puso de pie de golpe y miró a los presentes. Louis y Hayley estaban abrazados y no se sabía quién consolaba a quién. Anne estaba sentada en el sofá blanco y tenía la cara escondida y Gemma, también sentada, acariciaba el cabello de su madre, con expresión triste. Allanah estaba en el otro extremo de la camilla. Todos miraron a Em.

-Emma...

-No, Louis. Tienen que hacer algo. ¡Los médicos tienen que hacer algo!- gritó Emma, trastornada- no hay ningún médico en la sala. ¡Nadie le está atendiendo! ¡Nadie está tratando hacer que despierte!

Louis se acercó a ella y tomó su cabeza para atraerla hacia sí. Acarició su pelo rubio, igual que hizo antes Gemma con Anne, pero Emma pronto se apartó de él. Louis la miró con rostro preocupado. Los demás también.

-Emma, ya vinieron los médicos- susurró Allanah, tomando la mano de Harry.

-Ahora mismo no pueden hacer nada. Harry está en coma. Lo único que pueden hacer es proporcionarle alimento y agua para mantenerle vivo- dijo Hayley con tacto- Harry tiene que despertarse solo.

-Claro. Emma, Harry se despertará- Gemma tomó la palabra. Miró a Emma amistosamente- ya verás cómo se despierta.

 Emma negó con la cabeza, rechazando las tranquilizadoras palabras de los tres. Tenía las mejillas húmedas y estaba segura de que se le había corrido el maquillaje de la fiesta. Se miró el vestido que llevaba puesto y notó cómo se le paralizaba cada músculo de su cuerpo.

-Harry... Harry...- empezó a sollozar desesperadamente y cayó de rodillas- ¡No!

Notó una mano cálida en su espalda. Conocía esa mano a la perfección. Levantó la cabeza con la esperanza de que fuera Harry pero se topó con los ojos marrones de Anne.

-Levántate, cariño- Em lo hizo con gran esfuerzo- sé que mi hijo se va a despertar. Lo sé.

Emma se sorbió los mocos y miró a la madre de su ser más querido. Por un momento le pareció ver a Harry. Ella le cogió las dos manos con delicadeza. Estaba llorando y sonriendo a la vez.

-¿Sabes por que lo sé?

Emma negó con la cabeza con el rostro desencajado. La habitación estaba en silencio, sólo se oían los lejanos y continuos sollozos de Gemma.

-Porque te ama. Lo eres todo para él y jamás te abandonaría. Él jamás te dejaría sola. Jamás- siseó ella con ternura. Todavía sonreía.

-Harry se va a despertar- intervino Hayley intentando tranquilizarla. Apoyó una mano en el hombro de Emma y se la frotó con cuidado.

 Emma seguía observando los ojos húmedos de la madre de Harry. Abrió la boca para decirle cuánto había significado sus palabras pero alguien irrumpió en la habitación del hospital.

-¡Oh Dios mío!- gritó Liam al ver a Harry y corrió hacia la camilla- ¿qué le ha pasado?

 Louis se acercó a su mejor amigo y le contó lo sucedido. Liam se lo tomó mejor de lo que se esperaba.

-Harry despertará. Es muy fuerte. Mucho más de lo que él demuestra- murmuró.

 ¿Por qué todo el mundo decía que Harry iba a despertarse? ¿Porque era fuerte o la amaba? Eso no eran más que excusas y sabía que ellos lo sabían. Quería gritar de rabia o pegar a alguien o regañar a un médico por no hacer nada pero se limitó a acariciar la mano suave de Harry... Como Allanah.

-¿Dónde está Niall?- preguntó Hayley de repente.

Emma levantó la cabeza con el ceño fruncido. Estaba furiosa con él por no apoyarla en esos momentos.

-Le he mandado un mensaje y no contesta. Es como si hubiera desaparecido- Louis se cayó al decir aquellas palabras. Liam y Hayley le miraron.

-Dios mío- masculló Hayley, blanca como la cera. Se llevó una mano a los labios-¿Y si a Niall le ha pasado algo también?

Hubo un silencio muy tenso. Todos se miraron entre sí, menos Harry obviamente. El silencio se rompió cuando Marcos, que entró en la sala sin que nadie se diera cuenta, gritó:

-¿Dónde demonios está Guiomar? Pensé que estaba aquí con Harry.

 Emma volvió a la realidad. Elisabeth había muerto y Harry había sido agredido.

¿Dónde estaba Guiomar? Se había olvidado completamente de ella y se avergonzaba de ello. ¿Dónde estaría ella en esos momentos? ¿Con quién estaría? ¿Qué estaría haciendo?

-Creen que ha sido secuestrada por Raquel- habló Louis.

-Me lo imaginaba- replicó él con amargura. Chasqueó los dedos y respiró hondo. Emma sabía que Marcos hacía grandes esfuerzos por no llorar. Empezó a dar vueltas por la habitación.

-Me he enterado lo de Elisabeth... ¿ha sido asesinada por...?

-No- respondió Hayley. Emma apretó aún más fuerte la mano de Harry- se golpeó con la mesa en una casa sin propietario.

A Marcos se le cayeron varias lágrimas sin poder evitarlo. A todos los presentes también.

-¿Cómo que sin propietario?- preguntó Liam que tampoco sabía nada del tema.

-La casa estaba abandonada desde hacía años. Se podría decir que Raquel era un okupa. Raquel la mantenía secuestrada en aquella casa. Cuando los policías llegaron vieron el cuerpo de Eli pero sin rastro de Guiomar y Raquel.

-¿Pero es Raquel?- preguntó Marcos.

-Da por seguro de que sí- afirmó Hayley, rodando los ojos.

Emma miró a Harry y rompió a llorar otra vez. Su mejor amiga y su ex novio estaban en peligro de muerte.

-Esto es una pesadilla. Tiene que ser una pesadilla.

-Madre mía... Pobre Guiomar- murmuró Liam sorbiéndose la nariz. Acto seguido apartó una lágrima del ojo- esperemos que no le haya pasado nada.

-Estamos hablando de Guiomar. Ella volverá y seguirá dándonos la lata- habló el mayor de la banda en un intento de alegrar el ambiente. Todos sonrieron.

No sabía porqué pero algo le decía a Emma que Harry estaba en más peligro que Guiomar. Se quedaron varios minutos en silencio hasta que Liam rompió el hielo.

-Espero que encuentren pronto a Guiomar. Sana y salva.

-¿De verdad creéis que es Raquel 88-20? ¿Y la que secuestró a Eli?- interrogó Gemma cambiando súbitamente de tema.

-¿Y quién si no?- respondió Hayley enfadada. Se dio cuenta de su tono y se aclaró la garganta- perdón.

Emma se quedó pensativa. La que atacó a Harry, la que secuestró a Guiomar y Elisabeth, la que le mandaba cartas amenazantes... ¿Era la misma persona? ¿Era Raquel la culpable de todo esto?

Un tercer visitante le hizo olvidar completamente en lo que estaba pensando.

-¡Niall!- gritó más alto de lo que quería. Él corrió hacia Emma y la apretujó entre sus brazos. Em soltó la mano de Harry para devolverle el abrazo.

Todos prorrumpieron en exclamaciones y preguntas.

-Os lo explicaré después. Lo siento. Acabo de ver el mensaje que me ha mandado Louis... ¿Cómo está Harry?- preguntó él preocupado mirando a su amigo- no tiene muy buen aspecto... Emma, afuera alguien quiere verte- le dijo él personalmente. 

-¿Quién quiere verme?

Niall señaló la puerta que daba al pasillo con la barbilla. Emma tragó saliva y después de ver a todos sus amigos, que estaban tan sorprendidos como ella, salió de la sala.

¿Y si era Guiomar? El corazón le empezó a latir muy rápido y, nerviosa, buscó a Guiomar en el pasillo abarrotado de gente. Pero se detuvo al ver a una chica que conocía a la perfección.

No era Guiomar.

Belén estaba sentada en una de las sillas del hospital, cabizbaja. Tenía un rostro triste y preocupado. Llevaba un precioso vestido celeste. ¿Qué hacía tan arreglada? Se dirigió hacia ella con lágrimas de emoción y la llamó con toquecitos en el hombro. Belén, nada más verla, compuso una deslumbrante sonrisa y la abrazó con mucha fuerza. Em le devolvió el abrazo.

A Belén se le cayó una lágrima y empezó a hipar.

'Me he enterado de lo de Harry y Guiomar'- signó ella cuando se separaron. Su sonrisa había desaparecido por completo- 'lo siento muchísimo. Yo también estoy muy preocupada'

Emma se limpió las lágrimas y empezó a resumirle lo que había sucedido en el baile. Belén abrió la boca y se la tapó con las manos como hizo Hayley hacía menos de una hora.

'¡Santo Dios! Espero de todo corazón que Harry despierte... Y que encuentren al culpable de todo esto. Me imagino lo asustada que estaría Guiomar en estos momentos'

'La policía la están buscando. Lo único que podemos hacer es esperar'

Belén asintió y abrazó a su prima de nuevo, esta vez con más ternura. Después se miraron a los ojos.

'¿Por qué estás tan arreglada? ¿Cómo te has enterado de lo de Harry?'

Pero a Emma le pareció imposible que Belén hubiera llegado tan rápido. Ella estaba en España... y además nadie le había dicho lo que había pasado.

'Acudí a la fiesta'- confesó ella con una media sonrisa.

'¿Fiesta? ¿Qué fiesta?'

Belén tomó aire y señaló a su vestido. Acto seguido señaló al vestido que vestía Emma, el que le había regalado Harry.

'Al Baile de Verano'

Emma abrió los ojos de golpe. Gritó un "¿Qué?" aunque obviamente Belén no lo oyó. ¿Cómo era posible? ¡Si ni siquiera le contó que había un Baile de Verano en su universidad!

Belén pareció haberle leído la mente y empezó a explicárselo:

'Harry me lo contó todo. Me invitó a la fiesta para... Bueno, para darte una sorpresa y también para... bueno, para reconciliarme con Niall'

Ahora era Em la que abría los ojos. ¡Harry la había invitado sin que nadie se enterara! ¿Cómo era posible? Miró a su prima y la tocó de nuevo. Era real. Belén había venido aquí desde España. ¿Qué era lo siguiente que iba a pasar? ¿Louis se declararía astronauta?

'Ya te contaré todo lo que ha pasado después'- respondió ella cuando Emma empezaba a hacerle preguntas- 'vayamos a ver a Harry’

Ambas entraron a la habitación mientras Louis formulaba una pregunta:

-¿Bambi está con Zayn y Beth?

Cuando entró Belén nadie se sorprendió. Seguramente Niall ya les había avisado cuando ella se había ido al pasillo a recibirla. Algunos la saludaron con la mano y la abrazaron.

-Sí- contestó Liam- se quedó allí a cuidarles mientras yo volvía aquí.

-¡Por cierto! ¿Cómo está Beth? ¿Ya ha tenido el niño?- preguntó Emma. Se había olvidado completamente de eso. 

Se dio cuenta de que ignoraba el mundo exterior si Harry estaba en peligro.

-No. La estaban tratando aún. No sé si lo ha tenido ya pero creo que faltaba un par de horas- le explicó él.

-Es la única buena noticia del día- replicó Hay.

-Belén también es una buena noticia- rebatió Niall sonriéndola. Ella sonrió tímidamente.

-Guiomar puede acabar como Elisabeth en cualquier momento- se interpuso Marcos furiosamente- y vosotros estáis aquí hablando sobre el parto de Beth y la aparición de Belén.

Todos observaron expectantes al chico que estaba plantado en el umbral de la puerta. Liam y Louis se miraron; Hay y Emma hicieron lo mismo.

-Créeme, lo que más quiero en el mundo es que Harry se despierte y que encuentren a Guiomar- declaró el mayor de la banda.

-Pues no lo parece.

-¡No podemos hacer nada!- chilló Emma y, por segunda vez, soltó la mano de Harry- ¿crees que en este momento no estoy pensando en ella? Ojalá pudiéramos hacer despertar a Harry. Ojalá pudiéramos encontrar a Guiomar. Pero no somos ni médicos ni detectives.

-Pero sabemos cosas. Cosas que ellos no saben.

Hubo un silencio bastante largo. Marcos tenía totalmente la razón.

-Venid a mi casa- les dijo Marcos- tengo un plan.

-Pero... No me quiero separar de Harry.

Emma miró al inconsciente con ternura y le acarició el hinchazón con sumo cuidado.

Quería estar allí cuando Harry despertara.

-Emma, si pasa algo te avisaré- le dijo Anne- la primera.

La chica dudó. No quería separarse de él ni un segundo, quería estar en contacto con él en todo momento. Le aportaba calor y seguridad, aunque estuviera en coma.

-Está bien- suspiró Emma, derrotada.

-Voy con vosotros- anunció Niall con voz seca. Louis y Liam asintieron.

-No. Vosotros os quedáis aquí- les obligó Em- cuando Harry despierte, necesito que vosotros estéis a su lado. Sois sus mejores amigos.

Ellos aceptaron a regañadientes y Marcos, Hayley y Emma salieron del hospital.

Montaron en el coche de Marcos, Hayley y Emma en los asientos traseros.

-Llamad a Nicole y Thomas. Quizás ellos saben algo- les pidió Marcos mirándolas por el espejo retrovisor. Arrancó el coche- al fin y al cabo, Raquel también era amiga de ellos. A lo mejor también les mandaron cartas.

Emma asintió pensativamente. ¿Y si Raquel también les mandaba cartas a Nicole y a Thomas? Sacó su teléfono móvil y marcó el número de Nicole.

-¿Emma? ¿Eres tú?- contestó la voz de la pelirroja al otro lado del teléfono.

-Nicole- puso el altavoz.

-¡Em! ¡Estábamos tan preocupados! Esto está lleno de policías y médicos. No nos dejan salir de aquí- respondió ella a toda prisa- ha pasado algo pero no nos lo quiere decir. Me he enterado de han secuestrado a alguien. ¡Os he estado buscando por todas partes!- gritó, ésta vez enfadada- ¿dónde estáis?

Emma se mordió el labio y miró a Hayley. Su amiga se sentía tan culpable como ella. Su prima estaba desaparecida y Nicole no sabía nada.

-Pregúntale si puede salir de la universidad- le dijo Marcos desde el volante.

-¿Quién era ese? Emma, ¿con quién estás?

-Era Marcos. Te lo explicaré todo después- contestó Emma sintiéndose culpable aún- necesito que estés con Thomas también...

-Estoy con ella- se oyó una voz masculina. Era Thomas. Hay y Emma se miraron confundidamente. ¿Nicole y Thomas no estaban enfadados? ¿Qué hacían juntos? Pero ahora no había tiempo para preguntas.

-Vale. Necesito que salgáis de la universidad. ¿Podréis?

-Eso es imposible- Nicole retomó la conversación- está prohibido salir de aquí.

-Joder- protestó Hayley. Acto seguido se tapó la boca con las manos- ¡perdón!

-Hayley, no pasa nada- dijo Marcos entredientes.

Se quedaron unos segundos en silencio. Necesitaban encontrar un método para que los dos pudieran salir de la universidad.

-¡Tengo una idea! Nicole, tienes que buscar al policía Avon. Es fácil de encontrarle, es uno de los más jóvenes.

-¿Hayley? ¿También estás con ellos?- preguntó Nicole con extrañeza y enfado- ¿Guiomar está con vosotras?

-N-no...- murmuró Emma.

-¿Dónde está?

-Ella está... con los chicos- mintió. Nicole no gritó ni protestó de la suerte que tenía su prima, para sorpresa de todos.

-Vale. Ahora vamos a buscar al policía Avon- ahora era Thomas el que hablaba- pero va a ser difícil. Hay como cien policías aquí. ¿Sabéis lo que ha pasado?

-Os lo explicaremos después- dijo Marcos en voz muy alta.

-Qué borde- le susurró Nicole a Thomas pero se pudo oír perfectamente. A Hay se le escapó una risita.

-Él es el que nos dejó salir de la universidad. Decidle que sois amigos nuestros y de Guiomar. Avon os dejará salir de aquí.

Se oyeron varios murmullos ininteligibles al otro lado del teléfono. Nicole y Thomas estaban hablando.

-¿Y después adónde nos dirigimos?

-A la casa de Marcos- respondió Hayley. Nicole tosió.

-¿A la casa de un profesor? ¿Por qué?

-Nada de preguntas- contestó Emma con paciencia- veniros aquí y ya está.

-¿Y te crees que yo sé dónde vive?

Marcos les dio la dirección de su casa. Después, Nicole y Thomas colgaron.

-Espero que lo consigan...- susurró Hayley, esperanzada. Emma cruzó los dedos.

-¡El timbre!- gritó Emma cuarenta minutos después. Corrió a recibirles. Nicole y Thomas estaban en el umbral con la frente sudorosa.

-¡Nos hemos metido en un buen lío por vuestra culpa!- chilló la pelirroja entrando a la mansión de Marcos. Si fuera otro momento, estaría admirando cada rincón de la casa.

-¿Qué ha pasado?- preguntó Marcos cerrando la puerta cuando Thomas también entró.

-Tardamos cinco minutos encontrar al policía Avon. Él nos ayudó a salir. ¡Pero si el director se entera de que hemos desaparecido estamos M-U-E-R-T-O-S!

Emma, Marcos y Hayley se callaron. Nicole y Thomas se les quedaron mirando...

-¿Qué ha pasado? ¡Contádmelo todo ya! No soporto que me ocultéis cosas.

Hayley, Emma y Marcos se miraron entre sí.

-Guiomar ha sido secuestrada por Raquel- Emma decidió tomar la palabra.

-¿Qué dices?- Thomas estuvo a punto de echarse a reír.

Emma suspiró y con la ayuda de Hay y su profesor pudo explicarles todo. Desde las notas amenazantes hasta la muerte de Elisabeth. En un principio, Nicole y Thomas no se lo creían, pero Emma no se impacientó; pues ella tampoco se lo creería si fuera uno de los dos. Pero posteriormente, al ver las lágrimas de los tres, Thomas y Nicole ya aceptaron la realidad.

-Y entonces... Nos preguntamos si vosotros habéis recibido notas anónimas firmadas por 88-20- pero para sorpresa de los tres, ambos negaron con la cabeza.

-No he recibido ninguna nota anónima en este curso- confesó Nicole con la voz rota- ¿pero de verdad que estáis seguros de que es Raquel la autora de las notas?

-Es imposible que Raquel haya secuestrado a Elisabeth- declaró Thomas- yo la conozco muy bien. Es una de las chicas más tímidas, inocentes y torpes que conozco. ¿Cómo podría hacer algo así?

Hay y Emma se acordaron de Bambi. Raquel en cierto modo se parecía a ella. Aunque la pelirroja nunca llegó a secuestrar a alguien.

-¿Ella os contó algo alguna vez? Thomas, tú eras su mejor amigo. ¿Te contó algún secreto?- preguntó Hayley, esperanzada.

Marcos y Em irguieron la espalda. El muchacho se quedó un rato pensativo. Nicole, Marcos, Hayley y Emma esperaron, impacientes.

-Bueno- respondió al fin- un día me contó que tuvo un novio cuando tenía dieciséis años... Pero eso no tiene nada que ver...

-Aunque no lo parezca, sí que es importante. Cuenta todo lo que sabes de Raquel.

Thomas cerró los ojos para ordenar sus pensamientos. Al cabo de un minuto abrió los ojos y empezó a contar todo lo que sabía.

-Me contó que cuando se mudó aquí hace dos años se enamoró de un chico. Salieron durante un tiempo pero después él la dejó. Raquel quedó devastada durante varios meses pero se recuperó gracias a la música de One Direction. Por eso les adora tanto.

-¿Te dijo cómo se llamaba el chico o de dónde es?- interrogó Marcos, interesado.

-Me temo que no. No me dijo nada más- afirmó él un poco triste- lo siento.

Resoplaron angustiadamente. Nicole tomó la mano de Thomas para tranquilizarle. Nadie dijo nada al respecto.

-Eh, Raquel vivía en un pueblo. ¿No es cierto? Lo vi en su Facebook- se acordó la morena, chascando los dedos- pero las fotos eran del 2012.

-¡Es verdad!- gritó Emma al acordarse todo de golpe- vive en Castle Combe. Está en Wiltshire. Me lo dijo ella misma.

-Eso está muy lejos de Sheffield- intervino Thomas con una mueca.

Puso la otra mano encima de la mano de Nicole. Marcos se levantó rápidamente de su asiento y salió del salón para sorpresa de todos. Después llegó con un mapa en las manos. La abrió en la mesa del centro y todos se acercaron para echar un vistazo.

-Cuatro horas en coche- citó él, mirando el mapa de Inglaterra.

-¿No irás a...?- preguntó Emma sin acabar la frase. Marcos asintió con la cabeza y todos abrieron la boca.

-Tengo que averiguar algo. Quizás hablar con el chico que salió con ella una temporada- dijo él- estoy seguro de que ahí hay secretos.

-Tienes razón- le apoyó Thomas- si quieres te acompaño.

-Quiero ir solo. Si va mucha gente, resultaría sospechoso- Thomas asintió dándole la razón; pero Nicole, Hay y Emma estaban en desacuerdo.

-Es mi prima. Tengo que ir.

-¡Yo quiero ir!- exclamó Hayley- es injusto. No puedo estar de brazos cruzados mientras tú investigas algo.

-Y yo.

-Emma, tú deberías estar con Harry- le dijo Marcos acusadoramente- ¿no querías estar con él en todo momento?

-Sí, pero... Guiomar también es importante...

-No. Iré yo solo. Es lo mejor- dijo él con la voz clara y firme con una nota autoritaria.

Emma resopló. No sabía qué hacer: si quedarse o irse a Castle Combe. Pero asumió que lo mejor no era discutir y sus amigas pensaron lo mismo. Sacó su móvil, entró a Facebook y buscó el nombre de Raquel.

Inocentes ;D

-Mirad. Cuando estaba en mi casa vi esta foto. Los otros cuatro observaron la fotografía de hace dos años. En el estado ponía "inocentes ;D". En ella salían dos chicas y una de ellas era Raquel. Estaba irreconocible. Tenía el pelo negro como el azabache y los ojos exageradamente pintados. Parecía gótica. Al lado de ella había una chica rubia y sonreía. Tenía un brazo apoyado al hombro de Raquel, que hicieron comprender a los demás que eran muy amigas. Ambas estaban sentadas en un sofá de una casa y, al parecer, veían la televisión.

-Puedes hablar con esta chica. Si es muy amiga de Raquel, podría saber algo- les dijo Emma- el pueblo es pequeño, puedes ir preguntando por ella. Estoy segura de que todos se conocen.

-¿No hay ninguna foto menos antigua en la que salga con una amiga?- preguntó Nicole.

-No- negó Emma- en sus últimas fotos... salimos nosotros- suspiró Emma- en 2013 no subió ninguna foto.

-Qué raro- confesó Hayley- mira a ver si en la foto ha etiquetado a la chica. 

Emma leyó en el pie de la foto. En efecto, Raquel había etiquetado a su amiga: Chloe Collins. Le dio click al nombre para entrar a su perfil pero era privado.

-¡Mierda!- se lamentó Thomas.

-Pues preguntas por Chloe- le dijo Hayley a Marcos- y si la ves pregúntale quién era el novio de Raquel.

-A propósito, ¿Raquel no subió ninguna foto con su novio?- preguntó Nicole con los ojos entrecerrados.

-La verdad es que no. Seguramente las ha borrado- respondió Em como si fuera obvio.

Investigó a fondo su Facebook y, evidentemente, no tenía ninguna foto con chicos (a parte de Thomas). Marcos se levantó por segunda vez del sofá y sacó del bolsillo la llave del coche. Se la tendió a Emma.

-Volved al hospital. Me voy a Wiltshire ahora.

-¿Cómo irás tú?- cuestionó Thomas observando las llaves que estaban en la palma de la mano de Em.

-Hay un Ferrari en el garaje- arguyó él. Al ver que todos se quedaron desconcertados, aclaró:- es de Bella.

Todos salieron de la mansión acompañados por Marcos. Thomas y Nicole se sentaron detrás mientras que Hay y Emma delante, ésta última al volante. Marcos dio unos toquecitos a la ventana de Em y ella la bajó, dándole a un botón. Marcos se irguió, de modo que su cabeza estaba sólo a centímetros de la suya.

-Tened cuidado.

-Encuentra a Guiomar por lo que más quieras- rogó ella con lágrimas en los ojos- por favor. La necesito.

-Te lo prometo. Encontraré a Guiomar aunque sea lo último que haga- garantizó él con seguridad. Le dedicó una sonrisa triste- os la traeré de vuelta.

Emma cerró la ventanilla y puso las dos manos temblorosas en el volante. Dio un largo suspiro y paró de llorar. Miró a Marcos por última vez y encendió el motor del coche. Se alejaron de allí rápidamente. Se adentraron al bosque y pronto vislumbraron el chalet de Guiomar. Estaba vacío y en silencio, como si esperara el regreso de Guiomar. A Emma se le cayeron un par de lágrimas, no podía creer que sólo hacía menos de una semana Guiomar y ella estaban cuidando a la sobrina de Guiomar, Shelly.

-Madre mía. La noticia se ha propagado por todo el mundo- intervino Liam en la habitación del hospital mientras leía los comentarios en Twitter.

'¿Qué noticia?'- le preguntó Belén.

-La de Harry- aclaró él. Anne le miró suplicante- tranquila, no nos molestarán. No saben en qué hospital reside- comentó él rápidamente.  Echó otro vistazo a su móvil y leyó un par de mensajes más- guau, las fans están realmente disgustadas por lo sucedido. Nos apoyarán pase lo que pase.

-Sé que ellas lo están pasando igual de mal que nosotros- confirmó Niall, que estaba al lado de Harry.

-¿La semana que viene no teníais gira por Estados Unidos?- terció Gemma, que estaba con su madre.

-Obviamente se va a suspender. O lo aplazamos... cuando Harry se recupere- manifestó Liam con delicadeza pero Anne empezó a llorar sin parar de musitar "mi hijo, mi hijo".  Ninguno de los presentes dijeron nada pero le dedicaron palmaditas y abrazos. Mientras Niall abrazaba a Anne, su móvil empezó a sonar Rolling in the deep de Adele. Lo sacó vertiginosamente e iba a colgar hasta que vio el nombre de "Zayn"

-Es Zayn- les comunicó el rubio y descolgó- hola, Zayn.

Todos se quedaron atentos mientras oían sin escuchar la voz de Zayn. Niall se quedó boquiabierto mientras hablaba con él.

-¡Enhorabuena!- le gritó él al teléfono. Miró a todos los que estaban en la sala y vociferó:- ¡Beth ya ha tenido al bebé! ¡Es un niño!