47- ¿Sabías que de esos millones, sólo te amo a ti?

-Estamos un poco sosos hoy, ¿eh?- interrumpió Harry haciendo una seña a Josh para que parara con la batería- ¿Qué os pasa?

-Niall y Liam están muy enamorados…- canturreó Louis.

-Ya lo has dicho tropecientas veces hoy- gruñó Liam- cállate.

-Tropecientos no es un número, listillo- picó Louis sacándole la lengua.

Liam y Niall suspiraron.

-¿Empezamos?- preguntó Zayn que no había abierto la boca en ningún momento, aparte para cantar.

-Sí- contestó el irlandés con un hilo de voz.

Harry hizo una seña a Josh para que empezara. La melodía de Moments empezó a sonar. Liam empezó a cantar.

Su voz sonaba distante. Se supone que debería cantar suave… En cambio, cantaba con voz ronca, como si sintiese rabia. Nadie dijo nada, aunque los cuatro notaron un cambio en su voz. Al terminar su solo, empezó a cantar Harry. Después empezó el estribillo, cantándolo los cinco. No sonaba muy convincente, esta vez no sonaban al unísono. Acabó y empezó Niall…

-Vale, vale- cortó Louis- es suficiente. ¿Alguien ha metido algo en vuestras gargantas?- preguntó mirando a Liam y a Niall.

-Ai, cállate ya- respondió Liam harto de todo.

-¿Veis? ¿A que resulta muy pesado que os molesten cuando no paráis de pensar en lo que acababa de pasar? ¡Eso es lo que me hacíais cuando yo pensaba en Emma y cantaba mal!- gritó Harry restregándolo.

-¿A sí que es por amor, eh?- dijo Louis irónico.

-Vale, lo de Niall sabemos que es por Belén- dijo Harry- lo de Liam, ¿por Anna?

-Por Marii- corrigió él- es por culpa de mi metedura de pata. Soy un estúpido.

Los cuatro pidieron explicaciones y Liam accedió. Ellos eran los únicos que le apoyaban y que le hacían sonreír en los momentos malos. Liam les confesó todo lo ocurrido de esta tarde.

-Mira que eres tonto- dijo Zayn- se notaba desde lejor que a Marii le gustabas.

-Liam puede ser muy listo e inteligente- comentó Louis- pero en el amor es un pedazo de idiota.

-Lo mío es peor. Besé a Belén- todos se sorprendieron- pero al acabar la dije que fue un arrebato.

-¿Un arrebato?- repitió Harry boquiabierto- pe… ¿pero tú estás tonto? ¿Y ella cómo se lo tomó?

-Pues me pegó una bofetada y se marchó. Desde entonces no la he vuelto a ver- contestó el rubio tristemente- y mañana vuelve a España.

-A Nialler y a mí nos ha tocado una mala suerte terrible- protestó Liam frotándose la frente.

                                           ~~~

-Guau, qué romántico lo de que vaya a tu casa a despertarte- comentó Guiomar sonriendo- es tan lindo… Pero que tenga cuidado contigo que si no, se las verá conmigo.

-Que sí, que sí- rió Emma.

-¿Tienes comida? Tengo hambre.

-Mira que te ha contagiado Niall, eh comilona.

Ambas rieron. Emma bajó a por unos helados, al subir de nuevo a la habitación vio que Guiomar estaba ojeando un cuaderno. Su diario.

-¡Eh! No cotillees- interrumpió ella arrebatándole el diario- ¿no ves que es privado?

-Pero si entre nosotras no hay secretos- dijo Guiomar fingiendo estar ofendida.

-Sh. Ni lo menciones, aquí hay cosas muy privadas- aventuró ella- y ahora cierra los ojos.

-¿Para qué?

-Pues para esconderlo mejor, no quiero que nadie lo lea- respondió Emma- y menos Harry, que siempre sube a mi habitación a sabiendas- Guiomar se rió, con los ojos cerrados.

-Ya está. Puedes abrir los ojos.

-Oye, a propósito. ¿Lo has hecho con él ya?- soltó de repente, sin ninguna vergüenza.

-¡Guiomar! Que poco tacto tienes, de verdad- exclamó Emma poniéndose roja- ¿y tú, qué tal estás?

-Eh señora Styles, no me cambies de tema- cortó Guiomar insinuando lo que hacía su amiga- ¿lo has hecho sí o no?

-Sí… 

Guiomar chilló de alegría y aplaudió ilusionada. Pidió explicaciones y detalles.

-¡Para, para! ¡Que está mi familia entera abajo!

-¡¿Cuántas veces lo habéis hecho?!- chilló ella.

-¿Esto es un interrogatorio? ¡Un poco de intimidad, por favor!

-¿Cinco? ¿Diez? ¿Quizás veinte?

-¡Pero tú piensas que estamos todo el día en la cama o qué! Sólo una vez- contestó Emma- no soy como tú.

Golpe bajo.

-Lo siento, no quería decir eso…

-Tranquila...

-Perdona- respondió Emma terriblemente arrepentida.

-No pasa nada. Hace un par meses que no lo hago, ¿sabes?

-¿Dos meses? Qué bien.

-Pero eso no quiere decir que me he pillado por alguno- interrumpió la mayor nerviosa.

-No he dicho nada de eso- contestó Emma extrañada.

-Ah vale- suspiró aliviada.

-¿Acaso lo estás?

-No, no- contestó Guiomar rápidamente.

-Ah vale.

Silencio incómodo. A ellas nunca les ha pasado esto.

-Oye- habló por fin Guiomar- ¿has estudiado para la selectividad?

-Mucho- respondió Em- ¿tú?

-Más o menos. ¿A ti que te gustaría ser de mayor?- preguntó ella recordando la pregunta de su profesor de esta tarde.

-Pues no sé. Me gusta cantar y escribir, pero eso me va a resultar imposible- bufó.

-¿Por qué?

-¿Tú me has oído cantar? Canto de pena, por Dios. Y para escribir hay que tener talento e inspiración, yo no tengo ninguna de esas cosas.

-Bueno, pero tu voz se puede arreglar gracias al señorito Styles, ¿no?- bromeó.

-No hace falta ni que lo intentemos- ambas ríen.

-¿Nos dormimos? Mañana hay insti.

-Qué pereza por Dios- se quejó Guiomar- que vuelva ya el verano.

-Espero tener un verano decente- suspiró Em.

Guiomar la oyó, pero no comentó nada al respecto. Sabía que aquello no podía ser cierto, ya que a finales de mayo tendrá que hacerse unas pruebas muy duras.

Apagó la luz del dormitorio y ambas se echaron a la cama. Ninguna podía dormir, las dos pensaban lo mismo: en lo que iba a suceder en los próximos meses.

                    ~~~

Cogió el libro, con el que estuvo estudiando todo el día, que tenía encima de la mesa y lo metió en la mochila. Anna revisó si llevaba todo para mañana. Y en efecto, así era.

Apagó la pequeña lámpara y se tumbó en su cama, dejando que la oscuridad la invadiera. Los párpados se le caían.

Notó que alguien la zarandeaba ligeramente. Abrió sus ojos y vio una silueta de hombre, aquel no podía ser más que…

-¡ZAC!- gritó asustada.

-Shhhhhhhhh, no grites que despiertas a tus padres- musitó él, tumbándose en la cama en el hueco que había dejado Anna.

-¡¿Pero tú crees que eso es normal?! ¿Cómo has entrado?

-Robé las llaves de tu casa cuando fui a visitarte esta mañana- contestó él sin parar de reírse. Se puso de perfil, mirando a Anna.

-¿Qué me robaste las…? ¡Vete de aquí!- gritó ella muy cabreada- vete, por favor Zac. No me hace gracia.

Pero a Zac aquella escena sí que le hacía gracia.

-No pasa nada, tranqui. Sólo dormiremos.

-Tú sigue haciéndote el graciosillo que llamo a mis padres- amenazó acercando mucho su cara a la de él.

-No te atreves- murmulló entre dientes.

-Claro que sí-respondió ella confiada- ¿quieres comprobarlo?

-Adelante, me gustaría ver cómo gritas a tus padres diciendo que un tío ha venido a tu cama a las altas horas de la noche- suspiró triste.

Anna se calló. Aquel chico no le agradaba demasiado, siempre la sacaba de sus casillas pero… En parte le daba pena, no había sido su culpa crecer sin padres y no obtener ningún cariño de sus tíos. Y para gota que colma el vaso tiene una prima horrible.

Anna se cambió de lado, poniéndose de espaldas. No dijo nada y cerró sus ojos. Detrás de ella, Zac sonrió y apoyó una mano a la espalda de Anna.

-Quietecito.

-Eh, que no iba a hacer nada. Mi brazo no cabe con el poco hueco que me has dejado- contestó él divertido.

Anna se apretujó más a la pared, dejando un espacio más grande para Zac.

-Gracias por todo Anna.

                                            ~~~

-Buenos días Marii- saludó Guiomar guiñándola un ojo.

-¡Hey! ¿Qué tal?- correspondió ésta sacando sus apuntes.

Después de aclarar todas las sospechas de Guiomar hacia Marii, ambas se disculparon y se hicieron muy amigas.

-Bien. A ti te veo un poco atareada, ¿no?

-Sí, sí. Los de la clase C tenemos un examen de física y química- explicó ella revisando la tabla periódica- y no he estudiado nada.

-¿Y eso?

-Pues… Es por Liam- confesó ella guardando la tabla periódica una vez revisado que se lo sabía.

-Cuéntame- la obligó Guiomar.

Marii cerró los ojos cansinamente. Hoy casi no había pegado ojo, no paraba de pensar en lo sucedido. Le contó todo a Guiomar mientras avanzaban a la entrada del instituto. Mientras, en el camino se les unieron Emma y Hayley que escucharon atentas al relato de la española.

-Oh…

-A sí que está enamorado de Anna…- susurró Guiomar- lo siento.

-No pasa nada. Lo comprendo- admitió ella- harían buena pareja.

-¿Tú crees que Anna está enamorada de Liam?- preguntó Emma.

-Ni idea, ¿se lo preguntamos?- optó la morena.

-No, no quiero que lo sepa… Es secreto- pidió Marii- por favor.

-Vale, no lo diremos- dijo Guiomar llevándose una mano en los labios, como señal de que no contará nada.

Guiomar y Hayley se sentaron un banco. Mientras, Marii y Emma siguieron charlando.

-Oye, ¿Qué tal mi prima?- preguntó Emma.

-¿No te has enterado de lo de… Niall?

-¿Niall? ¿Qué ha pasado con él?

-En la fiesta de mi cumpleaños, Niall besó a Belén y… Después él la dijo que fue un arrebato. Tu prima se sintió fatal y no para de llorar y lo disimula fatal.

-Joder… No hay quien le entienda- masculló Emma- me pidió clases de LSE, se hizo pasar por James, la canta en signos en los conciertos y ahora esto… Voy a pedirle explicaciones.

-Uf… Belén se va hoy a las cinco- dijo Marii- no creo que haya tiempo.

-Mierda…

En el banco, Guiomar y Hayley comían pipas mientras esperaban con desgana el comienzo del instituto. Faltaban cinco minutos.

-Mira la zorra esta…- susurró alguien detrás de ellas.

-Ya ves...

Guiomar reconoció las voces y se giró para verlas. Estaba ella y Helena, cómo no.

-Hola Cassandra de nuevo… Qué alegría verte por aquí- contestó irónica.

-Ya te digo… Oye, por preguntar, ¿Qué haces con la empollona esta?

Helena, la perrita faldera se rió.

Guiomar se levantó violentamente del banco, pero una mano la impidió caminar hacia ella. Se giró y vió a Hayley negando con la cabeza.

-¿No ves que quiere meterte en un lío?- susurró.

Tiene razón. Suspiró hondo y se sentó de nuevo.

-Creo que hacéis un grupo perfecto: la puta, la empollona, la hiperactiva y la niña del cáncer.

Esas palabras resonaron perfectamente en los oídos de Emma. Antes de que pueda evitarlo, Guiomar caminaba hacia ella y levantó sus puños.

-¡GUIOMAR! ¡BASTA!- gritó Emma.

Paró en seco y miró a Cassandra. Ella sonreía maliciosamente.

-¿Me vas a pegar o no?

-No se atreve…- rió su amiguita.

-No es que no me atreva- respondió la rubia- es que no quiero tocar a putas, dan asco. ¿Sabes?

Guiomar se rió y entró a clase junto a sus tres amigas bajo la mirada repugnante de Cass.

                                        ~~~

Anna se terminó de desayunar y volvió a su habitación. Zac estaba tendido en su cama, durmiendo, con una carita de ángel... 

Anna decidió despejar aquel pensamiento ya que era un poco tarde y le llamó por su nombre.

-Toma, eso es lo que te he conseguido de desayuno- le susurró Anna a Zac.

-Gracias- respondió desperezándose de la cama.

-¿Vas a ir con la misma ropa que ayer?- preguntó ella.

-Sí, esta tarde me paso a mi casa y recojo la ropa.

-¿Es que te vas a quedar más veces?

-Sí… ¿Te molesto?- preguntó nervioso comiéndose la torta que le acababa de dejar Anna.

-No. Venga, acábatelo.

Zac se zambulló el desayuno y se bebió el zumo. Ambos bajaron sigilosamente, sin que los padres de ella se enteraran.

-Conseguido- dijo el chico divertido una vez fuera.

-Hola chicos- saludó una voz. Anna la miró. Sabía que llevaba esperando allí mucho tiempo.

¿Qué haces aquí?- preguntó Zac de mala manera.

-¿No deberías estar con tu amiguita del alma?- atacó la italiana.

-Mirad, de veras que me arrepiento muchísimo… Por favor.

-Sí, ya. Le dijiste a Guiomar que no sabías donde estaba Zac y sí que lo sabías- contraatacó de nuevo- le pegaste.

-¡No le pegué! ¡Sólo me defendí… Si Tay se hubiese enterado de que Zac lo sabía, le haría daño!- gritó Bambi con voz temblorosa.

-Pero si igualmente me has hecho daño- respondió su primo tranquilamente.

-Vosotros no sabéis… No sabéis de lo que es capaz de hacer Taylor- susurró- por favor… Perdonadme.

-No- musitó Anna.

Los dos caminaron hacia el insti. Bambi les seguía por detrás.

-Zac, perdóname. Sé que me odias, sé que me detestas pero… Yo nunca he dejado de quererte. Fui una tonta, obedecí a Taylor porque creía que era mi amiga, yo sólo quería ayudarla pero cuando me di cuenta de que Anna era mi verdadera amiga me arrepentí y no supe que hacer…

-Lo siento mucho, Bambi- dijo Zac- no te perdono.

Oyeron sollozos suaves detrás. Los dos hicieron caso omiso y siguieron caminando. Cada paso que daban los sollozos disminuían hasta desaparecer. Anna y Zac llegaron a la puerta del instituto. La primera se alejó.

-Eh, ¿adónde vas?- preguntó él.

-A alejarme de ti, no querrás que tus amiguitos se burlen de ti por estar al lado de una gorda- contestó Anna intentando no llorar.

-No seas tonta- Zac la cogió de la mano- eso es el pasado. Y además, no eres gorda. Ni lo fuiste, sólo quería alejarte de Bambi.

-¿Querías mantenerme fuera de peligro?- preguntó Anna.

-Eh… Sí, algo así.

                                                 ~~~

Después del largo ensayo de anoche, todos fueron a casa de Zayn a dormir. Ahora los cinco comían.

-Niall, me ha avisado Hayley de que Belén se marcha a las cinco- comentó Louis mientras se metía un espagueti en la boca.

-Ya lo sé- suspiró él.

-¿Y no vas a acompañarla al aeropuerto?- preguntó Zayn abriendo muchos los ojos.

-Sí claro. ¿Y qué la digo?

-Pues que te gusta- respondió el cantante del pelo rizado neutralmente.

-No me gusta.

-Vamos Niall, sabemos que te gusta, se nota a 1200 millones de kilómetros- dijo Louis sarcástico.

-Que no. Parece que me gusta y no es verdad- se defendió de nuevo.

Harry terminó su plato de espaguetis y se levantó para meterlo en la pila. A continuación cogió la mano de Niall y se lo llevó a una habitación.

-¡Eh! ¡Que todavía no he acabado de comer!

Metió a Niall dentro de la habitación y cerró la puerta tras sí.

-Niall. No quieras cagarlo como yo. Dije a Emma que no la quería, que estaba harto de ella y la dejé. Pensaba que me olvidaría y que seguiría adelante pero no fue así, lloraba todas las noches, casi no hablaba y sonreía falsamente a todo el mundo mientras que por dentro estaba acabada, derrumbándose cada vez más. ¿Quieres que le pase esto a Belén? ¿Quieres que llore en la cama mientras se lamenta de haberse enamorado de un cerdo? Sé que no lo eres, pero por cómo se lo muestras a ella sí. Sé que te gusta, Niall. Lo veo en tus ojos.

Niall bajó la cabeza mientras que Harry le miraba. El rubio empezó a llorar en silencio y abrazó a su amigo. No, no quería que Belén sufriera. Pero si sale con ella y le dice toda la verdad sería peor.

-Harry… Sí, la quiero. La amo y jamás he amado tanto a alguien- confesó mirando a su amigo, que sonreía- pero… No puedo hacerlo, no puedo besarla públicamente, no puedo abrazarla ni puedo decirla ‘te quiero’ las veces que yo quiera.

-¿Por qué? Claro que puedes. Muchas fans insultan a Emma. Sé que ella lo pasa mal pero seguiremos adelante, y mostraremos que nuestro amor va en serio…

-No Harry. Es diferente…- Niall cogió aire y decidió soltarlo todo como hizo con Hayley- Belén es sorda. Y tengo miedo, muchísimo miedo que la juzguen por eso. Mucha gente no sabe respetar y no tiene sentimientos. Mucha gente vive para insultar a la gente que no son iguales que ellos. Belén es sorda, y para mí no es ningún defecto pero… Para ellas puede que sí y… Tengo miedo de que la hagan algo sólo por tener aquella discapacidad. ¿Entiendes?

Harry comprendió todo. Puede que Niall tenga razón pero…

-Si verdaderamente las fans te aman y quieren que seas feliz, no insultarán a Belén. Es más, la respetarán. Y creo que ya lo saben. En los conciertos has estado signando algunas canciones, dedicándoselo a ella y… Saben que la amas, lo saben- explicó Harry mostrando comprensión- no todas las fans insultan a mi novia. He visto clubs y páginas que adoran a Emma. Son fans de ella e incluso fans de Hamma. Todo eso lo han creado las directioners, las fans que respetan: no sólo a nosotros, sino, a nuestras novias y nuestra familia.

Niall se quedó mudo. Lo que decía era cierto pero… ¿Y si no tenía razón? Lo mejor era intentarlo.

-Bien. Lo haré.

                                                ~~~

Emma caminaba tranquilamente con sus libros en la mano. Acababa de terminar en instituto y en la calle llovía un poquito y quería llegar cuanto antes a casa.

-Menos mal que tu amiga no ha hecho nada con Cass esta mañana…

Emma se giró. Era un compañero suyo de ojos marrones, rubio y era bastante guapo. Se llamaba Thomas.

-Oh… Sí, ya. Menos mal. Si no, se hubiese metido en un lío y la expulsarían.

-Cierto. Con la cantidad de veces que la han castigado, esta vez la expulsarían- dijo él- además, no tenía que hacerla caso. Es tonta.

-Ya lo sé. Se mete continuamente con las personas, no tiene vida propia- respondió Em un poco cabreada- ni su amiga.

-¿Puedo hacerte una pregunta?

-Sí claro, dime.

-No te enojes pero… ¿tienes cáncer?- preguntó tímidamente.

Emma se paró en medio de la calle y una señora que paseaba a su perro se chocó con ella al ir detrás.

-Perdone…- se disculpó Emma.

Thomas la miró: la cara de Emma había adoptado un tono blanco.

-Lo siento muchísimo… He sido muy brusco, perdona- dijo él rápidamente intentando arreglar las cosas- soy gilipollas.

-¿Cómo lo sabes?

-Cass… No sé cómo, pero se entera de todo- respondió éste- además, eres la novia de Harry, así que circulan muchos cotilleos.

Adiós- se despidió Emma y salió disparada hacia su casa.

Al llegar, se limpió las lágrimas y abrió la puerta.

-Hogar, dulce hogar- susurró.

                                              ~~~

-¡Ya llegamos!- gritó Louis.

Todos bajaron de la limusina y se dirigieron al aeropuerto, rodeados de varios guardaespaldas.

-A ver, a ver…- Harry buscaba el vuelo en el panel eléctrico…- ¡aquí! London-España, ¡el vuelo sale en diez minutos! Puerta 9.

Los chicos se dirigieron allí. Estaban todas las chicas: Emma, Guiomar, Hayley, Marii, Clara y Belén.

-¡Hey!-gritó Zayn. Captó todas las miradas de las chicas- hola.

-Hola chicos- saludó Hay- Belén se tiene que montar en el avión dentro de cinco minutos.

Harry miró a Niall. El segundo tragó saliva y agarró el brazo de la rubia.

Todos se percataron de la reacción de Niall y disimularon. Belén le miró y en seguida apartó su brazo.

-Vale. No quiere- le dijo Niall a Harry en el oído- ya está.

Harry negó con la cabeza entrecerrando los ojos. Avanzó hacia Belén y la agarró del brazo, tal y como lo hizo el irlandés.

‘Ven’

Belén resopló confundida y se apartaron de todos.

‘¿Qué?’- preguntó ella abriendo los ojos.

‘Niall quiere decirte una cosa’- explicó él. Belén cerró los ojos y giró la cabeza. Harry agarró la barbilla de ésta y la obligó que le mirase- ‘tiene motivos’

‘¿De verdad?’ ‘¿De verdad tiene motivos por decirme que fue un arrebato?’- dijo ella sarcásticamente- ‘que no me venga con cuentos’

‘No es ningún cuento’

‘Por favor’ -dijo alguien al lado de ellos.

Ambos rodaron los ojos hacia Niall, que acababa de signar.

Belén cruzó los brazos y Harry se alejó de ellos.

‘¿Sabías que hay 7000 millones de personas en la Tierra?’- preguntó Niall directamente.

¿A qué venía esta pregunta? ¿Creía que era tonta o qué?

‘¿Y qué?’- respondió de mala gana.

‘¿Sabías que de esos millones, sólo te amo a ti?’

Alguien se aclaró la garganta.

-Perdonad chicos pero el vuelo sale ya- avisó Zayn- lo siento… Tienes que subir ya.

Belén se apartó de Niall y se dirigió al avión.

Las chicas la abrazaron cariñosamente.

‘Te echaremos mucho de menos’- dijo Marii.

‘Te veremos en verano’- signó Guiomar abrazándola.

‘Chao primita’

Belén abrazó a los chicos, menos a Niall que seguía en el mismo sitio que antes y subió al avión.

-¿Nada?- preguntó Harry cuando Niall se acercó a ellos.

-Ni una palabra- respondió Niall tristemente sin dejar de mirar cómo subía al avión.

Belén se recogió el pelo con una coleta y se subió por las escaleras para entrar al avión. Antes de que las puertas se cerraran, no pudo evitar mirar a Niall.

Belén soltó su bolso y empezó a llorar. Antes de darse cuenta de lo que hacía, sus pies corrían velozmente hacia Niall. Éste empezó a correr también hacia ella y se fundieron en un abrazo.

‘Yo también te quiero’

‘Yo más’- dijo Niall mirando aquellos ojos del mismo color que los suyos. Aquellos ojos que le enamoraban. Belén sonrió.

Niall atrajo la cabeza de Belén hacia así y posó sus labios contra los suyos. Al unir sus labios con suavidad, sintieron que ardían. Su pasión era incontrolable. Niall deshizo la coleta del pelo y dejó caer la goma al suelo, mientras pasa sus dedos por el cabello de la chica a la que estaba besando. Todo aquello era demasiado para Belén y se apartó para recobrar el aliento.

Belén vio que Niall la sonreía, mostrando sus dientes blanquecinos. Volvió a atraer su cabeza y besó su frente.

-El vuelo sale dentro de un minuto- habló un guardia- si no monta ya, perderá el avión.

Niall volvió en sí y avisó a Belén. Ésta se despidió de Niall con la mano y se alejó de nuevo.

El irlandés apoyó una mano al hombro de Belén.

‘¿Nos despedimos con otro beso?’

Belén se rió y le dio un corto beso en los labios.

‘Adiós Niall. Ya me contarás tu repentino cambio de opinión’- dijo mientras se alejaba.

‘Te lo contaré cuando vuelvas. Pero quiero que sepas que siempre te he amado’

Esta vez sí que Belén se subió al avión. Niall vio cómo el avión de Belén se despegaba del suelo y volaba hacia el infinito. Un minuto más tarde tan sólo era una mancha pequeña que poco después desapareció.

Niall se giró para ver a sus amigos y respiró hondo.

-¿Eso ha sido un beso o lo he soñado?- preguntó bajo las miradas sorprendidas de todos.

-Creo que ha sido un beso- respondió Louis mirando a sus compañeros.

-Sí, ha sido un beso- afirmó Hayley.

Emma saltó de alegría y abrazó a su amigo.

-¡Enhorabuena! ¡Sabía que la querías!- gritó ella mientras los demás también se acercaban para abrazarle.

Niall les explicó todo el motivo con la ayuda de Harry y Hayley.

-Sacrificarse por amor… Qué bonito- poetizó Guiomar.

-Anda, no seas empalagosa- respondió Clara riéndose.

-Qué bonito. Sabía que era un amor correspondido- comentó Marii- no como… Bueno, da igual.

Todos  se quedaron paralizados. Sabían lo que iba a decir, pero disimularon no saber nada. Liam la apartó de ellos y fueron a un rincón.

-¿Qué ha sido eso? ¿Una indirecta?- preguntó malhumorado.

-Perdona, se me escapó- respondió Marii intentando no llorar mientras que en frente suya estaba el chico que quería.

-¿Lo… lo saben?

-Sí- musitó ella- supongo que ellos también, ¿no?

-Sí- afirmó Liam- lo siento por lo que pasó ayer.

-No pasa nada. Tu corazón es el que manda- respondió Marii- a veces el corazón y el cerebro no piensan lo mismo y pasa lo que pasa. El error es que me gustas, pero tranquilo, que con el paso del tiempo lo superaré- contestó tranquilamente. Quería meterle en la cabeza que solo ‘le gustaba’ cuando en realidad ‘se derretía’ por él.

-Sí claro. Puede que sólo me quieras porque soy un cantante famoso, nada más- apoyó Liam mordiéndose un labio, se sentía fatal- es normal.

-Ya.

Los dos volvieron con el grupo, que disimularon no haber escuchado la conversación, aunque los dos no se lo tragaron.