48- Giro de 180º.

Los días pasaron lentamente. Pasó mayo y las chicas hicieron el examen de la selectividad. Emma suspendió tres asignaturas por el tiempo que dedicaba a las pruebas del cáncer. Guiomar suspendió dos, fue un orgullo para ella ya que siempre suspendía todas. Anna, Hayley y Marii, en cambio, no suspendieron ningún examen.

Ya era junio y aumentaban los mareos y vómitos. Poco a poco, la depresión y pérdida del apetito consumían a Emma. Se pasaba todo el día tumbada en la cama y sin comer. Todos sus amigos la visitaban cuando podían y la animaban. Harry iba todos los días y cada vez que la miraba se le partía el alma. Emma consumía pastillas antidepresivos, pero no le surgía efecto. Cada día era peor hasta que inesperadamente, el 11 de junio tuvo que trasladar su vida al hospital. La trataban con una urografía intravenosa, que consistía en una serie de radiografías de los riñones después de inyectar un medio de contraste en la vena para detectar tumores. Todos estaban seguros de que Emma pasará de esta, de que volverá a ser la chica de antes, la que regalaba sonrisas.

Todas las noches Guiomar tenía pesadillas. No podía parar de pensar en quién era su salvador de aquella noche. La noche en el que Charlie la acosó y alguien la defendió. Intentó con todas sus fuerzas en reconocer la voz, pero cuando más lo pensaba, más dudas se agolpaban en sus pensamientos. Ya no sabía en quién pensar.

Niall y Belén hablaban cada día. Belén le preguntaba todos los días por su prima. Pero Niall siempre la respondía lo mismo, es decir, mal. Niall visitaba a Emma por Belén, porque ella se lo pedía. Pero era lo que menos quería hacer en el mundo porque al verla, se le rompía el corazón en trocitos y lo único que quería hacer era que la tierra lo tragase.

Belén encontró una beca para una universidad en Inglaterra y empezará en septiembre. Todas van a ir a la misma que ella solo que en un curso inferior.

Anna y Zac se unieron muchísimo. Se hicieron muy amigos pese a que el chico siempre la gastaba bromas. Zac dormía cada noche en casa de Anna hasta que los padres de ella se durmieran. Él invertía bastante dinero a Anna por su ayuda. Los padres de ella mejoraron económicamente por su nuevo trabajo. Anna cada vez se sentía más feliz, pero una llamada de Emma la hacía derrumbarse por completo.

Bambi cada vez estaba más desesperada. Se sentía sola y arrepentida. Taylor la llamaba todos los días, pero ella nunca lo cogía. Ella había destrozado su vida, había perdido a Anna y a Zac por su culpa.

Hayley nunca se sentía sola en casa. Meryan y su padre se hicieron novios. Hayley les veía muy felices juntos, hacían muy buena pareja, aunque al principio no pensaba lo mismo. Ellos sabían que Hay lo pasaba mal por su amiga, y la animaban cuando podían.

Marii y Belén hablaban casi todas las noches y algunos días se interponía Clara. Marii pasaba por momentos muy difíciles. Cada vez que visitaba a Emma se topaba con Liam y no podía evitar que su estómago se revolviera. Cada vez que le miraba su corazón se hacía pequeñito hasta desaparecer. Se sentía extraña cuando estaban todos en la habitación del hospital. Liam de vez en cuando la hablaba para arreglarlo, pero Marii siempre acabó huyendo.

Todos los días, Harry se despertaba rezando de que aquello fuera un sueño. Pero cuando notaba sus lágrimas secas en las mejillas volvía a la realidad. Todos los días visitaba a Emma. A veces la contaba historias mientras ella le escuchaba, otras veces la veía dormir mientras la acababan de operar. La operaban cada semana. Los médicos siempre decían que su salud iba mejorando, pero él no sabía si tenía que creérselo o no porque cada vez que la miraba, menos hablaba. Casi no hablaba, casi no comía y casi no se movía. Aquella chica no era Emma.

                                             ~~~

Se despertó sobresaltándose. Había tenido otra pesadilla. Respiró aceleradamente y sus pechos subían y bajaban a causa del miedo. Sudaba a chorros.

Vio una figura de una chica delgada y melena larga en la puerta de su habitación del hospital.

-Helena.

-Hola Emma- dijo ésta saludando con una mano.

-¿Qué haces aquí?

-¡¡Por fin se ha levantado!!- gritó Aroa entrando a la habitación y abrazándola.

Su otra hermana también la abrazó y ambas se sentaron en la camilla con cuidado para que no la hicieran daño.

- ¿Qué hace ella aquí?- las preguntó Emma con un susurro. Le costaba un poco hablar.

-Es la novia de Justin. Ha venido a visitarte por él.

Helena sonrió triunfante desde la puerta. Emma se quedó boquiabierta.

-Hola hermanita- saludó su hermano entrando a la habitación cogiendo de la mano a su nueva novia- te presento a Helena, mi novia.

Emma no dijo nada. Se limitó a mirarla con los ojos entrecerrados. Seguro que trama algo.

-Lo siento Helena, mi hermana no habla mucho- le dijo Justin a ella.

Se le cayó el alma a los pies. Su propio hermano la juzgaba así. ¡¿Es que no se daba cuenta de que ella era una falsa?!

-Hola. ¿Cómo está?- preguntó una voz nueva.

Emma le buscó con la mirada.

-Se acababa de levantar- informó Justin a Harry.

Harry la sonrió forzadamente y la cogió de la mano, sentándose en una de las sillas del hospital.

Sus hermanas la besaron en la mejilla y se fueron acompañadas de Justin y su nueva novia.

-¿Quién era la chica?- preguntó Harry- iban cogidos de la mano.

-La novia de mi hermano- respondió con un hilo de voz.

Harry asintió y bajó la cabeza.

-¿En qué piensas?- habló ella cinco minutos después.

-En la suerte que tengo de tenerte.

Emma arrugó la frente e intentó no llorar. Miente. Harry miente. ¿Quién querría tener una novia así? Inevitablemente, empezó a sollozar y a respirar ruidosamente.

-Hey… Te estoy diciendo la verdad- susurró él abrazándola- verás como saldremos de esta. Juntos.

-Harry. Ambos sabemos que no saldré de esta. Tengo un 30% de probabilidad de vida.

-Tú eres fuerte- respondió.

-¡Hola!- exclamó una voz. Era Guiomar.

-Buenas- le correspondió Harry.

Ella cogió otra silla del hospital y se puso al lado de la camilla.

-¿Qué tal te encuentras?

Emma suspiró y miró al techo. Aquellas preguntas diarias la cansaban. Se dio cuenta de que Harry la negaba con la cabeza.

-Bueno, traigo noticias- contestó su amiga con voz alegre, intentando animarles- Sam está saliendo con Rupert. Ayer los de la clase B montaron un botellón y varios acabaron emborrachándose como una cuba y acabaron en la comisaría. ¡Ah! Y Thomas es gay. Luego también está el cotilleo ese que…

-Guiomar- interrumpió Emma- no me interesa.

Guiomar arrugó los labios y miró a Harry, avergonzada.

-Mirad- anunció Emma sentándose en la camilla difícilmente. Harry intentó ayudarla pero Emma se negó- no sé porque estáis aquí. ¿Por qué no te buscas otra novia, Harry? Tienes que ser feliz, tienes que vivir la vida. No estar encerrado en el hospital ayudándome a recoger mis vómitos. Y tú- le dijo a Guiomar- disfruta con los botellones, búscate otros amigos para pasártelo bien.

Acto seguido, apoyó su cabeza a la almohada mientras la mojaba con sus lágrimas.

Harry y Guiomar se levantaron y se marcharon de la habitación silenciosamente. A través del cristal, Emma vio que Guiomar rompió a llorar y Harry la abrazó dulcemente y la llevó fuera.

Cambió de postura y vio su diario en una mesa. Lo cogió forzadamente y sacó el bolígrafo que contenía el diario. Lo abrió por la última página. Sólo quedaba una hoja, sólo quedaba una historia por contar.

Emma resopló limpiándose las lágrimas y empezó a escribir. Cada palabra era un ladrillo.

Harry y Guiomar se dirigieron a la casa del primero. Al llegar, Harry la ofreció una taza de té caliente. Ésta encendió la radio algo cohibida.

<¡A continuación os mostraremos la nueva canción de Taylor Swift: I knew you were trouble!>

Se puso en marcha la canción. Se escuchó la bonita voz de Taylor cantar. Harry se mostró atento con cada letra.

-No la soporto más. Ha llegado al límite- masculló Guiomar bebiendo un sorbo de té- dedicarte una canción para insultarte... ¡Se ha pasado! No sé cómo pudiste enamorarte de ella.

-En realidad no estaba enamorado- respondió él poniendo los ojos en blanco mientras apagaba la radio- pero no sé porqué salí con ella. Pensé que podía enamorarme si me acercaba más a ella, pero luego llegó Emma y… Todo cambió.

-Se nota que tú est…

Smile de Avril Lavigne la interrumpió. Guiomar sacó su móvil de uno de los bolsillos de sus vaqueros.

-Es Anna- respondió ella y se fue a una habitación a solas. Descolgó:

-Pronto- dijo Anna. Guiomar sabía que los italianos decían ‘pronto’ al saludar en una llamada telefónica.

-Hola- saludó ella con desgana.

-¿Qué tal Emma?

-Como siempre- contestó ella débilmente- mal.

-Joder… Ella es fuerte, ya verás cómo se recuperará- la animó.

-¿Y si no es así? No existen los milagros, Anna. Sé que tú eres muy religiosa y eso, pero yo no lo soy. Tú no sabes lo que ha dicho esta mañana… Aquellas palabras…

-No quiero escuchar sus estupideces- respondió- sabemos que Emma dice muchas tonterías cuando está mal.

-Pero esto no era una est…

-No quiero saberlo- cortó ella.

-Vale. Oye, aún no te lo he preguntado pero… ¿Hiciste nuevos amigos? Como Bambi ya no está…

-Bambi me pide perdón, como siempre, pero no la hago caso. Después de lo que hizo pasar a Em y Harry… Amigos que digamos no he hecho, pero tengo a Zac.

-¿Zac?

-Sí.

Guiomar abrió los ojos de golpe. ¡MIERDA! Se le olvidó decírselo…

-¡NO! ¡ALÉJATE DE ÉL! ¡¡¡¡ES COMO SU PRIMA!!!!

-¿Qué?

-El otro día… Vi fotos de él con Taylor. Era bastante mayor, por lo tanto no fue hace mucho- explicó la rubia- Zac dijo que después de mudarse de nuevo a Italia maltrataba a Bambi para que se alejara de ella, pero eran pequeños… Y en la foto eran mayores…

-¿Qué foto? ¿Guiomar, de qué me hablas?

Guiomar respiró hondo. Encendió el ordenador de Harry y entró en su cuenta de correo electrónico.

-Mira el correo que te acabo de mandar.

-Vale. Ahora no puedo porque estoy con… Zac.

-¿Que qué? ¡Vete de donde estés!- gritó Guiomar preocupada.

-Estoy en mi casa, no me voy a ir- las siguientes palabras las habló con cuidado, bajísimo- Zac duerme en mi casa.

A Guiomar casi le da un infarto.

-Tranquila, él no quiere ver a Bambi y duerme en mi casa. Te aseguro que no hace nada.

-Te puede robar, puede investigar cosas para contárselo a Taylor- dijo Guiomar intentando calmarse.

-Te recuerdo que es él el que nos ayudo a resolver el problema de Harry- habló la italiana- si él es cómplice de Tay, ¿Por qué querría chafar el plan de Bambi y Taylor?

-No lo sé… Averígualo que el chico me da mala espina.

-A sus órdenes. Ya verás cómo tengo razón y todo será un simple malentendido- colgó.

-¿Quién era?- preguntó Zac cubierto con una toalla sólo en la parte de abajo.

-Guiomar- respondió ella- preguntándola lo de siempre.

-Me da mucha pena Emma… No se lo merece- comentó él.

-Ya- razonó la italiana- y la próxima vez que te duches, cámbiate en el baño.

-¿Por qué?

-Porque si me pillan mis padres…- se sonrojó rápidamente- a saber lo que van a pensar.

-Vale- rió él- es que se me olvidó el pijama en tu cuarto. Gírate.

Anna miró en otra dirección. Zac estaba detrás de ella cambiándose de ropa, desnudo. Se estremeció con tan sólo pensarlo. Un chico desnudo en su habitación. ¿Qué pensarán sus padres? Zac llevaba durmiendo cada día durante dos meses a cambio de un poco de dinero por cortesía de él.

-Ya está- dijo Zac sacándola de sus pensamientos.

-Sí vale. Oye Zac… Ya que ha terminado el instituto… ¿Cuánto tiempo más te vas a quedar?- preguntó tímidamente. No es que no le gustara la idea de que se quedase pero el hecho de mentir a sus padres…

-Te prometo que es la última noche- respondió el chico tumbándose en la cama. Dio dos golpecitos en el hueco vacío de la cama para que Anna se tumbara. Ella obedeció.

-Buenas noches- susurró Anna plácidamente mientras se acomodaba en la cama. Aquel cuerpo que le había dado calor y seguridad desde hace un par de meses desaparecerá.

-Dulces sueños- la correspondió Zac y apagó la luz que había al lado de la cama.

                                                 ~~~

-Uff… Intenso concierto- exclamó Louis en el camerino, agotadísimo.

Los cinco se cambiaron de ropa ya que sudaban muchísimo.

-Vámonos ya- dijo Liam.

Los cuatro asintieron y caminaron el pasillo hasta dar con la salida. Y se montaron en la limusina. Después de cinco minutos de trayecto…

-Liam, ¿lo has solucionado con Marii?- preguntó Zayn.

-Ya no es como antes- suspiró él- me evita.

-Supongo que no querrá hacerse más daño- dijo Niall.

-Pero ella es mi amiga y no quiero perderla… La he cogido cariño- explicó un triste cantante.

-No la dejes de hablar- dijo Harry más para sí mismo que para Liam- inténtalo. Si no la quieres perder habla con ella.

-Tienes razón. Hablaré con ella, es una buena idea.

Silencio. Louis decidió romper el hielo.

-¿Qué tal está Emma?- preguntó delicadamente.

-Pues como siempre- resopló Harry con los ojos cerrados.

-Dentro de unos días Belén vendrá aquí- comentó el irlandés- seguro que eso la animará.

-¿Y si traemos a Anna también?- preguntó Liam- durante todo el verano. En Italia se aburrirá.

-Cierto. Pero…- Louis alzó una ceja- ¿dormirá en tu casa?

-Sí, ¿no?- respondió Liam ruborizándose- no queremos molestar a Guiomar ni a Hay.

-Lo que tú quieres es estar con ella- se dijo Niall a sí mismo, para que sólo lo oyera Zayn, que estaba a su lado.

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Ha sido un poquito cortito, pero el próximo será más largo, os lo prometo, aunque tardaré mucho porque estaré muy ocupada. Perdonadme y un beso a todos :*