40- Vuelta a Inglaterra.

-Hola- saludó una voz femenina al otro lado del teléfono.

-Hola Taylor, ¿qué tal?

-¿Tom? De maravilla… Esta mañana me ha llamado Harry para saber cómo estaba el bebé.

-Si es que… Harry es muy ingenuo y se deja llevar fácilmente- burló la otra.

-¿Qué tal el plan?- preguntó Taylor.

-De maravilla, Harry sigue mal por lo de Emma- informó ella orgullosa de su plan- no van a volver. Está seguro de que no deben volver.

-Bien, eso espero.

-Adiós Taylor.

-Adiós Bambi.

                                                ~~~

-¿Qué? ¿Ella?- contestó violentamente, incrédulo ante la respuesta de Guiomar.

-¡Sí! Te digo que es ella- respondió ella.

-Pero… ¿Tú como lo sabes?

-¿Pero de qué estáis hablando?- intervino Anna sin entender nada de nada.

-Harry dejó a Emma porque le amenazaban con mensajes anónimos diciendo que si seguía con ella, la harían daño- confesó Guiomar rápidamente.

-¿Qué? ¿De verdad que la dejaste por eso?- preguntó Hayley atónita. Harry asintió.

-Y creo que es Bambi… Siempre he sospechado de ella… Es la única que puede hacerte aquello- dijo Guiomar contenta de su idea- y además en su brazalete pone ‘T’ de Taylor…

-¿Su brazalete? ¿De dónde lo habéis sacado?- preguntó Harry sin poder creérselo- ¿’T’ de Taylor? Podían ser de muchas cosas…

-Por eso…- masculló Anna.

-¿Por eso qué?- preguntaron Guiomar, Harry y Hayley a la vez.

-Por eso Zac me advertía aquello… Me decía que Bambi era peligrosa y que debería alejarme de ella…- contestó ella reflexionando- ¡me quería alejar de ella porque sabía que iba a traernos problemas! Y por eso me pegaba… Para que no llegase a conocer a Bambi.

-¿Qué te pegaba?

Anna les confesó todo. Sus amigos se mostraron muy comprensivos y a la vez furiosos.

-¿Pero cómo ha conocido a Taylor?- preguntó Harry.

-¡Ya sé! Bambi y Zac se mudaron a Estados Unidos cuando tenía diez años… Y los padres de Bambi trabajan editando vídeos de youtube. ¡Se conocieron allí y se hicieron amigas!- respondió Anna, acordándose de lo que le dijo su amiga. Bueno… su ‘amiga’.

-Claro, y eso era un plan de ellas dos, ¿no?- preguntó Guiomar.

-Dios mío… Todo encaja- murmuró Harry.

-¡Por eso me dijo Zac que Bambi era muy buena persona hasta que conoció a alguien! Y ese alguien era Taylor… Por eso después de que Bambi conociese a Taylor, se volvió cruel y a Zac no le gustó y por eso la maltrataba… Para que volviese a ser como antes- dijo Anna.

-Todo encaja. Todo- respondió Guiomar mirando a Harry- Taylor es la culpable de todo lo sucedido.

Harry se sentó en el sillón algo aliviado. A continuación abrazó a las tres chicas que estaban presentes.

-Sin vosotras no lo hubiese conseguido…- dijo Harry- no sé cómo os lo puedo agradecer.

-Muy fácil, le das dinero a Anna y ya está.

-¡Guiomar!

La rubia le relató todo lo sucedido acerca del brazalete y Harry lo entendió.

-Pues claro… No pasa nada- contestó él abrazando a su amiga la italiana.

Los cuatro se miraron y hubo un silencio bastante tenso. ¿Qué harían ahora? Harry interrumpió el silencio.

-¿Dónde está Emma?

-En mi habitación- contestó Anna- estará durmiendo, supongo.

-Discutimos y se enfadó- explicó la rubia- desde entonces, ha estado en la habitación y no ha salido.

-¿Por qué discutisteis?

-Por… Porque dice que ya no te quiere- contestó Hayley. Al decir aquello, el corazón de Harry se rompió en mil pedazos- pero nosotras no nos lo creemos- añadió.

-Ya no me quiere- bramó tristemente- lo he arruinado todo.

Hayley le dio golpecitos en la espalda para animarle.

-¿Estamos seguros de que es Bambi?- preguntó él, cambiando de tema.

-Eso está más claro que el agua. Estoy segurísima- respondió Anna- todo encaja y además… Es la única que puede hacerte aquello.

-Lo sé… También nos hizo fotos privadas de Em y de mí-contestó enfadado- nos seguía y nadie se dio cuenta.

-Entonces, esta es la teoría: Bambi y Zac se mudaron a los 10 años a Estados Unidos, allí conocieron a Taylor Swift que desde entonces tenía 16 y no era famosa. Se conocieron por el trabajo del padre de Bambi. Al volver a Italia, Zac empezó a maltratar a Bambi porque ella se ha convertido en mala persona por culpe de Taylor. Cuando vino Anna, Zac empezó a pegar a Anna para que se cambie de instituto y no conocer a Bambi… La verdad es que Zac podía inventarse otro plan más bueno pero bueno, mira que pegar a Anna…

-No te desvíes- la cortó Anna.

-Bueno, el hecho es que Anna conoció a Bambi para que Anna nos presente y se acerque más a nosotros para tomarnos fotos y asustar a Harry. Eso sólo la ha podido obligar Taylor para… Para vengarse por lo que hizo Harry.

-Ya pero, ¿cómo sabía Zac que Bambi iba a aprovecharse de mí en el primer día del colegio?- preguntó Anna.

-Supongo que lo habrá escuchado o algo por el estilo. Zac lo sabía y por eso intentó mantener apartada a Anna.

-¿Y Tay cómo sabía que éramos amigos de Anna y que ella iba a venir a Italia?

-No seas tan ingenuo Harry, la gente se entera de todo. Y más si se trata de esa bruja- contestó Guiomar arisca.

Harry sintió una oleada de alivio, tan intensa que al principio se mareó. Alivio de que todo se había acabado, ya habían dado al clavo.

-Bambi- respondió nuevamente Guiomar.

-Bambi- apoyó Anna.

-Bambi- continuó Hayley.

Las tres miraron a Harry que a su vez miraban las tres manos entrelazadas. Éste ofreció su mano junto a las suyas.

-Bambi- contestó dando un soplido de agotación.

                                                 ~~~

Jamás se había sentido así, ni con Ryan. Cuando Ryan la dejó no se puede comparar cuando Harry la dejó. Estaba segura de que Harry era el amor de su vida. Pero estaba equivocada, realmente equivocada. Quiere dormir por miles de años y nunca despertar o simplemente no existir o no estar consciente de que existe. Aquél dolor la está matando.

Se levantó de la cama de Anna y se asomó a la ventana de la habitación. La abrió y dejó que una brisa suave rozaran por sus mejillas. Aquella vista era espectacular, Sicilia era precioso. Emma aprieta sus dientes y mira hacia arriba. Se dice a sí misma que si sus amigas la ven llorar, las lastimará... Traga saliva y aguanta la respiración, para no llorar. No, ahora no. Aquél estúpido no lo merece.

Y es que esto, se había acabado para siempre.

Pasaron dos días. Emma estaba sumida en una tristeza incontrolable. Pero no era ella la única que estaba desolada, contagiaba a los de su alrededor, que estaban preocupados por ella. Pero la preocupación no se basaba sólo en ello, si no, en la teoría de Tay y Bambi. ¿Serán ellas? De momento, sólo lo sabían Harry, Guiomar, Anna y Hayley. Todavía no estaban preparados para difundir el mensaje hasta que sea oficial.

En ese momento, todos estaban en sus casas. Eran las nueve de la mañana y Emma ya se había despertado. Se encontraba en su cama, sentada. Casi no había pegado ojo, cómo no, pensando en Harry.

Harry, con tan sólo pensar su nombre, un escalofrío se extendió por todo su cuerpo.

-¿Emma?

-Hola April- saludó ella limpiando sus lágrimas rápidamente- ¿qué pasa?

Su hermana se acercó corriendo y la abrazó fuertemente.

-Nada, que estos días te he echado muchísimo de menos.

-Yo también.

Y era verdad. Porque en esos momentos, sólo sus hermanas la hacían sonreír. Agradecía el apoyo de sus amigas pero sabía que era falso. Era falso porque en el fondo la animaban porque sabían que estaba mal por Harry. Pero sus hermanas hacían tonterías porque eran así, y no sabían nada de la ruptura.

-¿Qué tal os lo habéis pasado? Es que anoche llegaste adormilada y no nos contaste nada.

-Estaba muy cansada- se defendió dándola un besito en la frente- me lo he pasado muy bien.

-¿Y Belén? ¿Ha tenido que volver a España?- preguntó su hermana tristemente.

-Desafortunadamente sí… Tiene la universidad allí. ¿Pero sabes qué?- la pelirroja negó con la cabeza- que el año que viene cursará aquí, en Inglaterra. Dice que en España el nivel de estudio no va muy bien por la crisis y vendrá a una universidad de aquí. Probablemente iremos juntas- comentó alegremente.

-¡Qué bien! ¿Y Guiomar?

-Supongo que iremos juntas también, ¿por?

-No me cae bien- respondió ésta resoplando- es una bruja. Aroa y yo estamos de acuerdo.

Emma rió. Sabía que Guiomar detestaba a los niños. No les gustaba, decía que era unos brutos y su actitud bastante tonta.

-En el fondo es una buena amiga. La mejor, se podría decir.

April la sonrió dulcemente y acto seguido la abrazó.

-Bueno, entonces te lo has pasado muy bien, ¿no?

Odiaba mentir a sus hermanas. Lo odiaba muchísimo pero no tenía elección. Si lo contaba, ellas sufrían y no quería eso. Era lo menos que podía hacer.

-Sí.

-¿Y que habéis hecho?- preguntó curiosa.

-Pues… Visitar los países… Y los conciertos estuvieron muy bien.

-¿Y con Harry?- preguntó de nuevo.

Lo preguntó. Sabía que eso lo preguntaría, sabía que eso llegaría. Su corazón se volvió muy pequeño. Se aplastó como aplasta un coche a una pelota.

-Bien.

-¿Bien?- comentó irónicamente- con las ganas que tenías de verle después de dos meses separados.

-Ya.

Su hermana alzó una ceja. Sabía que ha pasado algo. Antes que April pudiera decir algo, Emma contestó rápidamente:

-Me lo he pasado muy bien con él. Es el mejor novio del mundo.

Su hermana rió y asintió con la cabeza. Ésa era la respuesta que quería oír.

-Bueno, voy abajo que empieza ‘Doraemon’. Adiós.

-Adiós guapa.

Su hermana se levantó de la cama y caminó hacia la puerta. Pero antes de llegar a ella. Agarró el pomo y se quedó quieta durante unos segundos. A continuación se giró lentamente y habló:

-Oye, ¿Harry y tú lo habéis hecho?- preguntó con voz inocente.

La rubia enrojeció a la velocidad de la luz. Se quedó callada, sin saber responder. ¿A qué venía aquella pregunta? Hizo un rídiculo gesto, haciendo que su hermana se riera, había dado en el clavo.

April se encogió de hombros y se marchó de la habitación, dejando a Emma anodadada.

Era un miércoles y al día siguiente había instituto. ¿Qué era peor que esto? Ya lo sabía, el sufrimiento de Emma, el cáncer, la amenaza de Bambi…

Guiomar se sintió orgullosa de esto. Menos mal que ella no se había enamorado jamás y no pensaba hacerlo. Jamás se dejaría llevar por un chico. Ellos no merecen eso.

Eran las once y media y había sonado el timbre. Guiomar sabía que era el profesor porque antes de su marcha a España, el profesor dijo que la visitaría para saber si había evolucionado en sus estudios.

Guiomar maldeció a Marcos en voz bajito. Espera no haber despertado a sus padres que si no darían la lata… ¡Un momento! Sus padres estaban trabajando. Qué tonta. Bajó por las limpias escaleras y abrió la puerta.

No era Marcos.

-¿Qué coño haces aquí?- gritó furiosa.

-Perdona- dijo éste sin perder su sonrisa- te echaba de menos.

Guiomar se puso roja. Roja de ira. Cerró sus puños y respiró hondo para no darle una ostia.

-¿Qué me echabas de menos? ¿Después de abandonarme a mí después de lo del… De cuando se rompió el condón?

-¿Qué tal el viaje?

-¡No me cambies de tema! Espera… ¿Cómo sabes tú lo del viaje?

-Me lo contaron tus padres- contestó Charlie tranquilo.

-¿Qué te… Lo… Contaron mis…? ¡¿PADRES?!- explotó ella- ¿CÓMO DEMONIOS TE LO HAN CONTADO?

-Tranquila, era broma. Lo sé porque lo vi en la tele.

-¿Que qué? ¿En la tele?

-Eres famosa. Íntima amiga de la boy band esa.

Guiomar se infló al máximo. ¿Qué había salido por la tele? Dios mío.

-No les hables así. Y respondiendo a tu pregunta: sí, me lo he pasado bien.

-Me alegro. ¿Puedo pasar?- preguntó él sonriendo (cómo no).

Guiomar le pegó una bofetada incontroladamente

-Jamás- contestó arisca.

-Venga Guiomar, en serio. Fue un error mío y ya está.

¿Y ya está? ¡¿Y YA ESTÁ?! ¿De verdad que ha dicho eso? ¡Si se hubiese quedado embarazada, ¿qué? La dejaría tirada! 

-¡Te odio!

Guiomar cerró la puerta delante de sus narices. Porque no quería que la viera llorar.

                                             ~~~

Harry hizo la cama. Lo hizo tan mal a causa de los nervios. Por fin vería a Tom y a… Taylor. Esperó que todo funcionase bien. Se tenía que controlar.

Después de media hora, cuando Harry estaba barriendo el suelo para matar el tiempo interminable, sonó el timbre.

-¡Harry!- gritó ella alegre y le abrazó. Detrás de ella había muchos guardaespaldas y dos limusinas- no tengo todo el tiempo disponible, después tengo que visitar a una amiga. ¿Puedo pasar? Como me pille alguien...

-Eh… Sí sí, pasa- contestó confundido por la repentina reacción de su ex-novia.

Taylor entró a la casa conteniendo al bebé en brazos. Harry cerró la puerta y la miró. Ella se acercó a él para darle dos besos.

-Eh… No no… Tengo dermatitis- contestó él apartándola, era lo primero que se le había ocurrido. No quería ningún beso de ella después de todo lo que había hecho.

-¿Dermatitis? ¿Enfermedad de piel?- preguntó ella extrañada- no veo ninguna inflamación.

-Es que…- a Harry no se le ocurrían excusas- ya estoy mejor, gracias.

Taylor alzó una ceja. Sabía que mentía porque vio todos sus conciertos y no había visto ninguna inflamación. Prefirió no decir nada.

Harry dirigió su mirada a los brazos de Taylor. Donde se encontraba el bebé.

-Puedo… ¿Puedo cogerlo?- preguntó Harry nervioso.

Taylor asintió educadamente y le tendió el bebé. A Harry le brillaban los ojos, tenía a un bebé en sus brazos. A su hijo. A Tom.

-Se parece a ti- comentó él- tiene los ojos azules, la nariz pequeñita y los labios como tú. En mí no se parece nada.

-Bueno, habrá querido todo de mí- respondió ella.

Aquel comentario le había sentado mal al cantante.

                                              

                     ~~~

Niall se encontraba en la cama, en pijama. Pensando en el día anterior, en la quedada con Belén.

Niall: ‘Hola’

Belén: ‘¡Hola Niall! ¿Qué tal estás?

En este momento, muchas fans se acercaron a nosotros gritando. Agarré la muñeca de Belén y tiré de ella. Corrimos y entramos en un restaurante.Logramos distraerlas.

Niall: ‘lo siento por lo sucedido, las fans… son algo alocadas’

Belén: ‘ya veo’

Niall: estas muy guapa. Como siempre.

Belén: gracias… ¿Nos sentamos a comer?

Vi cómo la cara de Belén adoptaba un color rojo. Los dos nos sentamos a comer en una mesa de dos. La verdad es que habíamos escogido un buen restaurante, era bastante lujoso.

-Niall: ‘es bonito… El lugar, digo’

Belén: ‘ya, a mí también me parece lo mismo’

La sonreí y ella me imitó. Ninguno de los dos sabía decir algo, justo cuando iba a signar, el camarero vino a recibirnos.

Belén: ‘quiero un foie gras, por favor’

Niall: ‘¿Alguna vez lo has probado?’- Belén negó con la cabeza.

Belén: ‘ni sabía que existía’- reí. Yo tampoco sabía que existía.

Niall: yo lo mismo que la chica.

El camarero asintió y se marchó.

Los dos nos miramos fijamente.

Niall:’ ¿qué tal Emma?’

Belén: ‘mal…’

Niall: ‘es horrible cuando es un amor no correspondido’

Belén: ‘lo sé… Cuando un amor no es correspondido es… No sé cómo definirlo, pero jamás quisiera sentirlo. Duele más si has salido con él y luego no te quiera’

Niall: ‘Harry sigue queriendo a Emma’

Belén: ‘eso no lo sé. Pero la ha dejado’

Niall: ‘no es su culpa’

Belén: ‘¿cómo que no es su culpa?’

No sabía que responder. En realidad no sé lo que le pasaba a Harry. Louis me contó que era por la fama, que Harry la dejó porque estarían separados y no quería sufrir a Emma pero… No me lo he tragado del todo.

Vino el camarero a servirnos. Los dos miramos el plato. La verdad es que tenía muy buena pinta, pero las apariencias engañan. Pinché el foie con el tenedor y me lo llevé a la boca. Mordisqueé la comida mientras miraba a Belén que hacía lo mismo. Los dos nos miramos y alzamos el pulgar.

Belén: ‘no he probado comida que esté más bueno que esto’

Niall: ‘esta delicioso, pero aún así la comida que sirven en Nando’s es mejor’

Belén se rió a carcajadas. Los dos seguimos probando aquella comida deliciosa hasta que terminamos. Nos lamentamos de que haya acabado y pedimos postre. Belén un helado de fresa y yo, en cambio, un helado de chocolate. Al terminar, los dos salimos del restaurante.

Entrelazamos las manos mientras caminábamos a la luz del Sol. De vez en cuando conversábamos y comentábamos sobre nuestras vidas.

Niall: ‘Oye Belén, quería comentarte una cosa…’

El corazón me latía a mil kilómetros por hora. Era el momento, tenía que decírselo ya. Estaba seguro de eso, estaba decidido.

Belén: ‘dime’

Miré sus preciosos ojos. Y al otro lado de la calle escuchamos gritos. Los dos giramos la cabeza y vimos cómo diez fans se acercaban corriendo y gritando hacia nosotros.

Niall: ‘VAMOS’

Los dos corrimos a la velocidad de la luz. Cada vez se acercaban más y más fans curiosas de los gritos de las demás chicas. Vi la limusina en la otra punta de la calle y agarré la mano de Belén y nos dirigimos allí. Una vez dentro, el conductor dio marcha al coche y nos alejamos de allí, dejando a las fans taladrando sus gritos en mis oídos.

Niall: ‘lo siento Belén…’

Belén tosía y le costaba respirar. Habíamos hecho una carrera descomunal.

Belén: ‘no pasa nada’

Nos quedamos en silencio varios minutos.

Belén: ‘Niall, llévame al hotel por favor’

No dije nada porque sabía que esto era como un cuchillo para ella. Le dije al conductor que fuéramos al hotel en seguida.

Al llegar, Belén se bajó del coche sin despedirse. Tan sólo se despidió con la mano.

Hoy estaba decidido a contárselo, a querer saber lo que siente. Pero no lo conseguí. Las fans arruinaron mi momento. Iba a pedir salir a Belén pero no pude...

Niall suspiró levemente mientras miraba el alto techo de la habitación. Desde ese momento, no había vuelto a hablar con Belén. Ella se había molestado pero podría haberse mostrado algo más comprensiva. Él no tenía la culpa de que las fans le echaran encima.