44- Fiesta.

Algo se movía al lado suyo. Algo se movía ligeramente y tocaban sus brazos. Era una sensación cálida…

Emma se giró y se encontró cara a cara con Harry.
 

-¡Harry!- gritó ella del susto, inundada de oscuridad- ¿Qué haces en mi cama?
 

-Emma yo…- tartamudeó y se sentó en la cama. Emma hizo lo mismo- quiero explicártelo todo. ¿Duermes en sujetador?- preguntó al darse cuenta que Emma no llevaba camisa.
 
Emma se incorporó y cogió la camiseta del suelo que tiró anoche.
 

-Aquí no hay nada que explicar- bramó ella poniéndose la camiseta y señaló su puerta- largo.
 

-Emma, por favor- rogó él.
 

 -No- negó ella rotundamente- lárgate ya o grito.

Harry bajó la cabeza y se levantó de la cama para marcharse. Emma suspiró y volvió a tumbarse en la cama. Acto seguido empezó a llorar, ¿por qué le resultaba todo dificil para ella?
 

-No llores- dijo una voz. Harry todavía no se había marchado- las princesas no lloran.
 

-Ni los príncipes dejan de amar a sus princesas- musitó ella entrecerrando los ojos.
 

-Emma. Te amo más que mi vida, lo que hice no tiene perdón...- sollozó- déjame decirte que te amo
y nunca dejé de amarte. Nunca.
 

Emma se colocó delante de Harry y le miró. Desprendía sinceridad.
 

 -Tengo miedo de que ames a otra chica, Harry.
 

-Y lo haré. Esa chica te llamará mamá- respondió él- déjame explicarte, por favor. Sin ti no puedo vivir.

 ¿Recuerdas que te dije eso? Te lo prometí, prometí quererte para siempre y lo cumpliré. Pero déjame explicarte porqué no cumplí la promesa de estar a tu lado pase lo que pase.
 

-Harry... Está bien.
 

Harry suspiró aliviadamente. Espiró hondo y empezó a confesar todo. Los mensajes anónimos, el motivo por el que la dejó; cuando fueron a casa de Tay esta tarde; cuando descubrieron que Bambi era traidora…
 

Pasaron diez minutos y Emma no habló. Mantenía su cabeza firmemente, mirando a Harry que de vez en cuando titubeaba y se le caían algunas lágrimas.          
                                                                              

-Harry yo… No sé qué decir.
 

-No hace falta que digas nada- contestó él con una amplia sonrisa, por fin todo es agua pasada. Volvería a ser feliz de nuevo- lo importante es que te sigo amando. Como el primer día que te vi.
 

Emma sonrió. Rodó su mirada hacia los labios carnosos de Harry…
 

-¿Me sigues queriendo?- preguntó él.
 

Emma unió sus labios con los de Harry a modo de respuesta. Ambos abrieron la boca y se besaron apasionadamente. Hacía tanto tiempo que no pasaba algo así… Dentro de ella sentía amor y… ¿deseo?
 

Emma se apartó de él para poder coger aire. Harry la miró dulcemente y sin mediar palabra, la atrajo hacia sí y deslizó sus brazos por la espalda, rodeándola la cintura. Emma le acarició el hombro con la cabeza, besando levemente la piel suave de su cuello.
 

-Creía que no me querías- susurra ella- Dios… He pensado cosas horribles sobre ti. Lo siento tanto, pensé que…
 

-Chisssst- replicó él- está bien. Estás conmigo.
 

Emma volvió a apartarse, esta vez bruscamente.

-Estás conmigo- repitió- pero… ¿Por qué no confiaste en mí? ¿Por qué no me lo dijiste? Me sentía sola... ¿Sabes?
 

-Emma tú… Mira, cuando recibí el primer mensaje tuve muchísimo miedo. No sabía qué hacer y si te lo decía… Podrías haberte enfadado y haber hecho algo… Verás… Si te pasase algo… Me moríria- se estremeció con tan sólo pensarlo- Y más si fuera culpa mía- Harry tragó saliva- intenté olvidarte, intenté permanecer alejado de ti porque creí que sería mejor para los dos.. Pero no pude, siempre estuve pensando en ti. Siempre. Estaba preocupado por ti, por tu salud pero no pude evitarlo…
 

Aunque lo había oído, quería que volver oírlo.
 

-Tú… ¿pensabas en mí?
 

Volvió a atraerla hacia sí y la besó en la frente.
 

-Cada minuto de cada día- y acto seguido sonrió, dejando ver sus dientes blancos.
 

Emma presionó sus labios contra los suyos, uniéndose. Sudaba a causa del calor y tenía el pijama prácticamente pegado a la piel. Harry recorrió la espalda de Em con sus manos.
 

El pecho de Emma subía y bajaba a causa de la excitación. Se deshizo de la camisa y se incorporó ligeramente sobre las caderas para quitarle la suya a Harry.
 

De nuevo, esa sensación ya conocida. Ese calor capaz de arrastrarla hacia la locura más pasional.
 

-¿Sabes qué?- preguntó de repente Harry, dando un pequeño beso en la nariz a su novia.
 

-¿Qué?- contestó ella, devolviéndole el beso.
 

-Tom no es mi hijo- respondió abrazándola- después de lo sucedido en la casa de Taylor, fuimos al hospital y un doctor nos confesó que le había sobornado con dinero. Tom es de otro padre.
 

Emma no sabía que responder. ¿Eso era bueno o malo? Vio que Harry la sonreía, así que ella también sonrió.
 

-Te quiero- susurró.

                                         ~~~

Se escuchó Elevation de U2 en la habitación de la italiana.
 

-Mierda… ¿quién coño llama a estas horas?- habló para sí misma.

Era un mensaje:

De: desconocido.  Para: Anna.  Hora: 04:32

Baja.

¿”Baja”? ¿Qué clase de estúpido/a mandaría un mensaje a estas horas de la mañana para que se baje a la calle?
 

Anna sintió curiosidad pero… ¿Y si era un depravado mental? O peor aún… ¿Y si era Bambi? Imposible, ella estaba in Inglaterra.
 

Dejó a un lado las estupideces y se abrigó lo más posible, recordando lo que le pasó ayer. ‘A la mierda el pijama’ pensó. Fue al baño y se maquilló un poco. No quería que nadie la viera con esas pintas.

Salió sigilosamente de su piso y bajó al patio. Vio una figura en el portal.
 

-¿Zac?
 

-¡Cinco minutos! ¡A buenas horas, bonita!- protestó él. Llevaba una gorra que le cubría toda la cara- ¿te maquillas para mí?- dijo irónicamente.
 

-¡Qué dices estúpido! ¡No sabía ni que eras tú!- soltó ella enfadándose- ¿qué haces tú aquí?
 

-¿Y esos modales? ¿Nadie te ha enseñado?- bromeó él, haciéndole enfadar aún más- ¿algún "hola, guapo"?
 

-Mira, estúpido- escupió Anna- si sigues con tus bromitas me marcho.
 

-Vale, perdona- dijo Zac adoptando un gesto serio. Se colocó la gorra, tapándole más la cara.
 

Sus recuerdos se agolparon en la mente. ¿No le dijo el tío de él que había desaparecido? Se temió lo peor…
 

-¿Dónde estabas, Zac? ¡Habías desaparecido!
 

-Oh… Veo que alguien me echa de menos- dijo sarcásticamente. Al ver la expresión de Anna, paró de bromear- por una parte, no me apetecía quedarme más en mi casa. Bueno, si se le podía decir casa… Pero por otra…- Se quitó la gorra de la cabeza y dejó ver su cara.
 

Anna dio un grito ahogado. Tenía moratones por todas partes y un ojo morado e hinchado.
 

-¿Qué te has hecho?
 

-Pues verás, me he pegado dos ostias a mí mismo… ¡¿Pero tú qué crees, cabeza de chorlito?!
 

-¿Te ha pegado Bambi?- preguntó ella impresionada. Acto seguido acarició su labio partido. Se estremeció.
 

-Sí- dijo con serenidad, mientras se apartaba de ella- nos peleamos.
 

-Dios mío… ¿Por qué?
 

-Me enteré de que Bambi iba a irse a Inglaterra para visitar a Taylor- contestó ásperamente Zac- sabía que haría daño a Harry y Emma… Así que me interpuse a ella y me pegó dos ostias.
 

Anna se rió irremediablemente.
 

-¿Bambi? ¿A ti? ¿No tienes fuerza como para detenerla?- bromeó.
 

Zac se ofendió.
 

-Mira Anna, si te vas a reír…
 

-No, no… Perdona.
 

-Durante toda la vida he pegado a Bambi por ello, y me he dado cuenta que era lo peor que he hecho en mi vida- determinó Zac tristemente. Tenía la voz quebrada- podría haberla detenido de otra forma… Fui un tonto-Anna creyó que Zac se puso a llorar, pero no fue así- sobre todo… De lo que más me arrepiento fue haberte pegado… Haberte abierto todas estas heridas y haberte hecho miles de cicatrices…
 

-Zac basta.
 

-No, Anna. No sé como fui capaz de hacerte esto, te he hecho sufrir en silencio. Lo sé- esta vez sí que rompió a llorar. Era la primera vez que vio llorar a Zac- perdóname.
 

Anna vio cómo lloraba desesperadamente y la pedía disculpas. Le temblaba el labio inferior. Sin dudar, le abrazó fuertemente y le susurró en el oído:
 

-Sé que me has pegado pero… Recuerda que lo hiciste por mi bien.
 

Zac se sorbió la nariz y respondió a su abrazo. La agarró por la cintura y se quedaron cinco minutos en silencio…
 

-Oye Zac- interrumpió el silencio la chica- ¿Qué te hizo venir a estas horas?
 

Zac la miró y sonrió como nunca había hecho.
 

-Me apetecía verte- soltó de repente. Y desapareció entre las sombras de la noche.

                                           ~~~

-¡Emma!
 

-¡Despierta dormilona!
 

Abrió los ojos. Pestañeó dos veces y miró a su alrededor, veía algo borroso. Se limpió los ojos y volvió a pestañear.
 

Delante de ella se encontraban Aroa, April y Harry sonrientes con una bandeja con el desayuno: cuatro tazas de cola-cao y cuatro donuts.
 

-Buenos días pequeña- saludó su novio y la dio un beso corto en los labios, provocando pequeños chillidos de las gemelas.
 

-Bu… Buenos días- dijo Emma sonrojada al verle
 

 ¿Qué hacían las gemelas aquí? ¡Se suponía que no debían saberlo!
 

-Pillamos a Harry en la cocina haciéndote el desayuno, ¡así que nosotras también nos hemos apuntado!- gritó April de felicidad, leyendo la mente de su hermana.
 

-Es que hacía mucho ruido con las tazas y nos hemos despertado- dijo Aroa. Harry se rio a carcajadas y Emma le fulminó con la mirada.
 

-¿Papá y mamá no se han dado cuenta?- preguntó ella nerviosa cogiendo un donut.
 

-Afortunadamente, no- contestó el cantante cogiendo el último donut que quedaba.
 

-Por cierto Harry, ¿cómo entraste a nuestra casa?- preguntó una de las gemelas curiosa mientras mordisqueaba un donut. Tenía toda la boca de chocolate.
 

Emma abrió los ojos como platos. Es verdad… ¿Cómo entró a casa anoche? Ni ella misma lo sabía.
 

-Con una escalera que tengo guardada en vuestro jardín- contestó el tranquilamente. ¡Es verdad! La primera y última vez que se coló en su casa le dijo que guardaría la escalera por si quería visitarla de vez en cuando- y me he colado por la ventana de su habitación.
 

-¿A qué hora?- preguntó su otra hermana.
 

-¡Pero bueno! ¿Sois periodistas o qué?- bromeó Emma haciendo cosquillas a April.
 

-Hace media hora- mintió Harry, contestando a la pregunta de April.
 

-Tengo una idea brillante.  ¿qué os parece si vamos al parque de atracciones?- propuso Aroa- ya que llevamos mucho tiempo sin hacer nada... ¡Me apetece hacer algo divertido!
 

-¡SÍ!- gritó April, ya que lo amaba- ¡sí, sí, sí! ¿vamos hoy?
 

-Hoy es sábado, me parece una buena idea- se apuntó el cantante.
 

-No, hoy no- bramó Emma y acto seguido le susurró el motivo a Harry.
 

-No lo sabía- dijo él- ¿esta tarde?
 

Emma asintió enérgicamente.

                                                ~~~

Abrió los ojos lentamente y las imágenes de ayer se cruzaron en su mente. Podía que Belén tuviera razón. Sólo estaba enamorada de Liam porque era su ídolo, nada más. Recordó que la primera vez que le vio fue cuando la invitaron a ir a Tommy Mel's... Habían pasado tantas cosas desde aquél día... Se levantó de la cama y se acercó al calendario que tenía colgado en la pared. Cogió un edding rojo y tachó el día de hoy. 27 de abril.Miró en la otra cama que había en su habitación, donde dormía Belén. Pero ella no estaba. Marii se extrañó, Belén no era muy madrugadora… Y eso que eran las nueve de la mañana. Bajó a la cocina y la divisó junto a su hermana.
 

-Bueeeeeenos días- saludó Clara con voz cantarina.
 

Marii saludó la mano atontada.
 

‘¿Habéis desayunado?’
 

Las dos asintieron con la cabeza.
 

‘Hermanita, me llevo a Belén con mis amigas’- dijo Clara y Belén sonrió.
 

‘¿Con tus amigas? Pero si ella…’
 

‘Me apetece salir un poco con Clara, ¿te importa?’- signó Belén.
 

Marii abrió los ojos. ¿Y esto? ¿Qué se supone que era? Belén era SU mejor amiga, no la de Clara. Sintió mucha rabia en el interior de su cuerpo, ¿la iban a dejar sola en casa? ¡No se esperaba eso de Belén!
 

‘Sí, puedes irte con mi hermana’- dijo ella intentando no parecer borde. “Y dejarme sola en casa, como si fuera un perro” pensó Marii.
 

Belén aplaudió contenta y subió con Clara a su cuarto para cambiarse. Dejaron a Marii sola en la cocina, con la cara roja como un tomate. Se sentó en la mesa y se preparó el desayuno. ¿De verdad había pasado esto? Su hermana se apoderará de Belén y ella la dejará sola. ¿Pero que decía de apoderarse? Belén no es un juguete… Que ella haga lo que le de la gana.
 

Pero en el fondo, muy en el fondo, su corazón estaba hecho trizas. Hoy era el día de su cumpleaños y se habían olvidado.

                                         ~~~

Oía carcajadas. Estaba harta de todo esto. Su padre había alargado el tiempo del trabajo de Meryan y también estaba por las mañanas. No la soportaba.
 

Se levantó bruscamente de la silla y fue derecha al salón.
 

-¿Os podéis callar?- gritó Hayley mientras ellos paraban de reírse- ¡estoy intentando estudiar para las pruebas de selectividad!
 

-Sé más educada- regañó su padre.

Hay vio lo que sostenía en la mano de Meryan. ¡El álbum de cuando era pequeña!
 

-¡¿Porqué le enseñas el álbum?!- explotó ella enfurecida, arrebatándola el álbum de sus manos. Qué vergüenza, pensó. Salía ella de bebé desnuda en la bañera y cuando tenía siete años bailando en una academia de baile. Sintió odio hacia Meryan, un odio profundo. La detestaba desde el fondo de su corazón- ¡eres gilipollas, papá! ¿Por qué te dignas a enseñar esto? ¡TE ODIO! ¡A TI Y A ELLA!
 

-Pero Hayley…
 

-Ni pero ni peras. ¡Te has olvidado de mamá! ¡La has olvidado y la sustituirás por ella!- no pudo evitar que las lágrimas cayeran en sus mejillas. Vio que su padre también y a Meryan le temblaba el labio inferior.
 

-Me marcho de aquí- dijo ella, levantándose y cogiendo su bolso- Alan, renuncio el trabajo y… Cuidaros.
 

-Pero Meryan, por favor no…
 

-Alan. Tu hija tiene razón- interrumpió ella, empezando a llorar- no podemos seguir con esto. No quiero entrometerme en tu familia.
 

Hayley se quedó petrificada, mirando como Meryan se marchaba de su casa y su padre la llamaba desesperado. ¿A qué se refería Meryan con esto? Se odiaba a sí misma. ¿Cómo había podido soltarle eso a su padre? Empezó a llorar desconsoladamente, con una mezcla de furia y desesperación. Tiró violentamente el álbum y lo rompió en dos.

                                             ~~~

-Marii cariño, nos vamos a comer en casa de unos amigos- se despidió su padre.
 

Genial. Sus padres también se habían olvidado. ¿Todo el mundo se había olvidado de su cumpleaños o qué?
 

-Vale papá… ¿Sabes dónde se fueron Belén y Clara?- preguntó ella. Dijeron que iban a salir con las amigas de su hermana pero ya eran las cinco y todavía no han vuelto…
 

-Han comido fuera con las amigas de tu hermana- dijo su madre dándole un besito en la mejilla- adiós cielo.
 

-Adiós mamá- suspiró ella. Apoyando su cabeza en la mesa de la cocina.
 

No se había movido de allí desde que se fueron. Todo el mundo se había olvidado de su cumpleaños. Nadie la había felicitado. Marii empezó a sollozar. ¿Es que no era importante para nadie? ¿Nadie se podía acordar ni un poquito de ella?
 

Ring.
 

El timbre.
 

Marii levantó su cabeza rápidamente. Cogió una servilleta y limpió sus lágrimas para disimular. Lo tiró a la papelera y avanzó hacia la puerta principal. La abrió y…
 

-¡¡FELIZ CUMPLEAÑOS!!- gritaron todos.
 

Marii se tapó con la mano. Estaban Clara, Belén, One Direction, Emma, Guiomar y Hayley.
 

-¿Qué… Es esto?
 

‘¡Pues tu fiesta sorpresa! ¿Qué va a ser?’
 

-¡Felicidades, hermanita! ¡YA ERES MAYOR DE EDAD!
 

Uno a uno abrazaron a Marii y entraron a la casa.
 

-¡Fieeeeeeeeeeeeeeeeeeeesta!- gritó Harry con una tarta.
 

-¿Creías que nos habíamos olvidado de ti, eh?- guiñó Liam.
 

-Sí…
 

-¡Como puedes creer eso!- gritó Harry abrazándola dulcemente.
 

‘¿Pensaste mal sobre nosotras?’- preguntó Belén encarnando una ceja. Al ver la expresión de Marii dijo- ‘¡Jamás me olvidaré de tu cumpleaños!’ ‘¡Eres mi mejor amiga!’
 

-‘¿Y qué hacías fuera con las amigas de mi hermana?’
 

Belén se rió y acto seguido sacó una caja de su bolso. ¿Una caja? Se acercó a la televisión y sacó dentro un CD. ¡Era una carcasa de CD! Lo metió en el reproductor de dvd y pulsó al play.
 

Todos se sentaron en el sillón, sonrientes. Como eran tantos, algunos se sentaron en el suelo y Marii encima de Belén.
 

La pantalla de la televisión se iluminó. En ella salía Belén y Marii cuando eran bebés, con el cuerpo al descubierto y con pañales. Las dos llevaban chupetes y se abrazaban dulcemente.
 

-Pero que monas érais- comentó Hayley en alto.
 

-Eran para comérselas- dijo Niall- oye, hablando de comida. ¡Necesito comida!
 

Todos rieron.
 

-Coge dulces en la nevera- contestó Clara a carcajadas.
 

Niall se levantó del suelo y fue a por ellos corriendo.
 

La pantalla se puso negra y un segundo después apareció otra foto. Esta era Marii y Belén con dos años más o menos en los columpios de un parque. En la siguiente foto eran las dos con chupachups. En la cuarta Belén lloraba y Marii la daba un besito en la mejilla. A continuación, salían Marii y Belén con seis años abrazadas cariñosamente. Se notaba que eran amigas de toda la vida.
 

-Estais de coña, ¿no?- dijo Louis- habéis cambiado muchísimo.
 
-Es una foto preciosa. Nunca he visto una amistad tan dudarera...
 
-Pues ya lo has visto- sonrió Marii.
 

En la siguiente, salía Marii y Belén con ocho años, la rubia estaba tumbada en la arena mientras que la morena saltaba por los aires. En la siguiente foto tenían once años y estaban ambas nadando en la playa…
 

-Dios mío, es precioso- dijo Louis.
 

Marii estaba llorando. Aquellos recuerdos e imágenes se agolpaban en su mente. Ella fue su mejor amiga de toda la vida. ¿Cómo pudo creer que Belén se olvidó de su cumpleaños?
 

‘Te quiero tanto’- dijo ella y la abrazó.
 

Otra foto más, en ella sólo salía Belén con un enorme lazo en el pelo.
 

-Recuerdo que esta foto me la hiciste tú- rió Belén.
 

En la siguiente foto salían con catorce años, se estaban maquillando y llevaban ropa muy cool.
 

-¡Esto era en la fiesta de nuestra vecina!- gritó Clara acordándose- recuerdo que celebraba su cumpleaños y no me dejábais asistir porque tenía 13 años y la fiesta era para más de 14.
 

La foto se oscureció y por ella salió otra diferente. En ella tenían 15 años más o menos y Belén le hacía una trenza a Marii.
 

-Sí que tenéis fotos- aventuró Niall con su bote de Nutella.
 

‘No te creas’- signó la rubia- ‘teníamos más de mil y me costó elegirlas’
 

-Joder… Madre mía. ¿Por qué las mujeres os hacéis tantas fotos?
 

En la última foto salían las dos más mayores. Ambas sonriendo… Marii se acordó, esta foto era…

Era la foto que rompieron por la mitad.
 

-¡Esta foto es la que me encontré yo en el cuarto de Emma!- gritó Guiomar que estaba sentada en el suelo- bueno, sólo estaba la parte de Belén.
 

‘Sí… Antes de enfadarnos lo partimos y cada una nos llevamos nuestra parte. Fuimos unas tontas’- dijo Belén bajando la cabeza- ‘esta fue la última foto que nos hicimos’
 

Marii empezó a llorar y abrazó a su mejor amiga.
 

‘Muchísimas gracias por el regalo… Me ha encantado’
 

Todos aplaudieron. Zayn sacó el CD del reproductor, lo metió en la carcasa y se lo entregó a Marii. Ella lo cogió y lo dejó en la mesa, ya lo guardará después.
 

-Esta mañana tuvimos que ir a una tienda para hacer el video- explicó Clara- por eso tardamos tanto. Y además pedimos a mamá y a papá que se fueran para darte la sorpresa.
 

-¿Y cómo teníais las fotos?
 

‘Los tenía guardado en mi móvil. Nunca las he borrado’- terció Belén con una sonrisa.
 

-¡Venga! ¡Ahora los demás regalos!- gritó Niall locamente.
 

-¿Los demás regalos?- preguntó Marii extrañada.
 

-¡Pues claro! ¡Nuestros regalos, tonta!- exclamó Guiomar.
 

-De verdad que no hacía falta…
 

-Claro que hacía falta, subnormal- dijo Louis- eres nuestra amiga y punto.
 

Louis le entregó un regalo empaquetado a Marii.
 

-De parte de Zayn, Niall y mía- dijo él.
 

Marii sonrió y lo abrió nerviosa.
 

-¡Son los discos de One Direction!- rió ella- ¡y la colonia de Our Moment!
 

-¿No los tienes, no?- preguntó Zayn.
 

-No, no- dijo ella- ¡muchas gracias, chicos!- y les abrazó fuertemente a los tres.
 

-La colonia no está en venta todavía. Eres privilegiada, eh- bromeó Niall.
 

-Ahora nos toca- dijo Emma- este regalo es de parte de Guiomar, Hayley, Harry, Anna y mía. Anna no está, pero te manda muchos saludos y recuerdos.
 

-¡Muchas gracias!- cogió el regalo, era muy pesado.
 

-Esperemos que te guste- dijo Hayley, sonriendo forzadamente. El regalo lo compraron Emma y Harry esta mañana, así que ella no sabía lo que era.
 

-¡Un álbum de fotos!- gritó Marii muy contenta.
 

-¡Sí! Está vacía, ahí meterás fotos y jamás te olvidarás de nosotros.
 

Hayley casi se mareó. ¿Un álbum de fotos? ¿Por qué tienen que acordarla de lo sucedido? Se sentó en el sillón y respiró hondo.
 

-¡Jamás os olvidaré!- chilló Marii, abrazándoles.
 

-¡¡Ahora la tarta!!- exclamó Niall ansioso de comer, y eso que acababa de comer Nutella…
 

-¡Eh! Todavía falta el mío- dijo una voz.
 

Marii divisó la voz. Era el de Liam.
 

-Toma Marii, espero que te guste- dijo él, sonriéndola.
 

-Oh… Muchas gracias Liam.
 

-Venga, ¡ábrelo que tengo hambre!- protestó Niall.
 

‘CÁLLATE O NO HAY TARTA’- amenazó Belén.
 

Niall le sacó la lengua.
 

-¡Las tres películas de Toy Story!- gritó Marii eufórica- ¡Oh, Dios mío!
 

-¿Te gusta?
 

-¡Me encanta!- exclamó ella abrazándole cariñosamente- ¡es mi película favorita!
 

-Lo sé, me lo dijo Belén- dijo Liam riéndose- la mía también, por eso te la he comprado.
 

-Muchísimas gracias Liam.
 

-Sí sí. Ahora a comer- interrumpió Niall.
 

Marii puso los ojos en blanco.
 

-No tenemos tarta, Niall.
 

-Sí que lo tenemos, te lo hemos comprado por parte de todos- dijo Harry sonriendo mientras traía la tarta. Era gigante.
 

-¡¡ES ENORME!!
 

-Hombre, ten en cuenta que somos muchos- rió Zayn- y encima Niall cuenta como dos, con lo comilón que es…
 

-Niall no cuenta como dos ni de coña, cuenta como cincuenta o más- bromeó Louis.

Niall hizo una pedorreta y se acercó a la tarta, hambriento.
 

-¡¡A COMER!!
 

-Esperad- interrumpió Harry a todos los que estaban presentes. Niall se cabreó y empezó a refunfuñar- quiero deciros una noticia- y acto seguido miró a Emma.
 

Ella sonrió y se acercó a su novio, al que la abrazó.
 

-Hemos vuelto- anunció.
 

-¡¿QUÉ?! ¿Cómo? ¿Cuándo?- preguntó Niall exaltado, olvidando por completo la comida.
 

Todos silbaron y aplaudieron.
 

-Es una historia muy larga- bufó Harry.
 

-Todo empezó cuando fuimos a la casa de Taylor y…- relató Guiomar.