Harry la miró, cuando dormía era hermosa. Los ojos cerrados,
los labios juntos, el pelo alborotado: le parecía la chica más bella que había conocido.
-Ha… ¿Harry?- la chica se despertó y miró el reloj- ¡son las
cinco y media de la mañana!
-Lo sé- Harry sonrió y besó dulcemente los labios de la
chica.
-¡¿Pero tú estás tonto?!
-Claro, lo pone en tu pulsera- ambos miraron la pulsera que
sostenía Emma, era la pulsera que ella le regaló por su cumpleaños.
-¿Por dónde has subido? A estas horas mis padres están
durmiendo- preguntó la chica.
-He cogido una escalera de mano y me he colado en tu
ventana- la chica se rió, menuda cosas se le ocurrían.
-¿A dónde vamos, mi capitán?- Emma le abrazó y el cantante
la levantó, cogiéndola como un bebé.
-Prefiero ser tu tonto- Harry la bajó de sus brazos- vamos a
desayunar fuera.
-¿A estas horas? Está todo cerrado- dijo Em.
-No, el Starbucks está abierto.
Emma sonrió y se miró a sí misma. Puf… Tenía el pelo
horrible, Harry la había pillado por sorpresa, si hubiera sabido que iba a venir tan
pronto se hubiese arreglado más.
-Estás preciosa, como siempre- contestó él como si la
hubiera leído el pensamiento.
Ella se sonrojó y empezó a sacar su ropa, eligió una
camiseta gris y se puso encima un mono vaquero de color blanco.
Se desvistió delante de Harry y se puso la ropa que había
elegido, ya no tenía vergüenza cambiarse delante de él. Cuando terminó de
arreglarse, ambos salieron de casa gracias a la ayuda de la escalera de mano que había traído Harry.
-¿Ahora dónde vas a dejar la escalera?- preguntó Emma.
-Lo dejaré aquí escondido, cuando quiera subir más veces.
Los dos rieron y se montaron en el coche del chico.
~~~
Anna estaba tumbada en su cama, la tristeza la invadía. No
podía dormir, el sufrimiento y la tristeza aún no había acabado, lo sabía, era consciente de ello.
¿Por qué a ella? Por culpa de ellos ya no podía dormir, ya
no podía comer, ya no podía sonreír. Anna cerró los ojos mientras una lágrima
se resbaló en la mejilla. ¿Por qué no era capaz de decírselo a sus amigos?
~~~
-Tres donuts, por favor- pidió Harry.
El dependiente asintió y fue a por donuts. Un minuto después le dio la bolsa de donuts al cantante. El
chico pagó y se sentaron en la mesa más apartada, aunque no había nadie.
-Dentro de estos donuts hay muchísimo chocolate- informó
Emma- es imposible no mancharse.
A Harry le dio igual y empezó a mordisquear el donuts.
Empezaron a hablar sobre la gira, cuantos conciertos dará en cada país y lo
mucho que se echarán de menos.
-Harry, tienes la cara manchada de chocolate- dijo Emma
riéndose al salir del Starbucks.
-Tú también- dijo él.
Emma se ruborizó y cogió un pañuelo para limpiarse.
-No te limpies, ya te limpio yo- Harry se acercó a ella, la
sujetó con una mano por la cintura y con la otra le apartó el pelo de la cara hasta
recogérselo detrás de una oreja.
Sus labios, como dos imanes de distinto polo, se atrayeron irremediablemente y se fundieron en un precioso beso. Ambos se limpiaron el
chocolate con la lengua del otro.
Después de unos minutos, se separaron y se miraron, cómplices.
Emma se inclinó otra vez sobre él, le besó dulcemente en los labios. A los dos
chicos les invadieron un ferviente ardor difícil de controlar. Ella se suma con
más pasión e intensidad a su dulzura. El frenesí con que Emma se entregó sorprendió al joven. Pero, lejos de huir de la insinuante e inesperada
situación, entró en el juego y colaboró con el mismo entusiasmo.
Fueron unos cuantos segundos de deseo, complicidad, arrebato y…
amor.
El beso termina cuando Harry se apartó de la chica.
-¿No te ha gustado?- preguntó la chica tristemente.
-Ha sido el mejor beso que me han dado- respondió Harry
dulcemente, acariciando la mejilla de su novia- pero creo que nos hemos pasado.
-Quería recordarlo- dijo Emma bajando la cabeza- dos meses
sin ti… Te echaré tanto de menos.
-Y yo, a ti y a tus besos- Harry la abrazó fuertemente y la
besó en la mejilla.
Estuvieron unos minutos así, abrazados, sintiéndose el calor
del otro.
-¿Qué hora es?- preguntó Em cuando el abrazo terminó.
-Las ocho y media. Mira, está amaneciendo- Harry señaló el
sol, que se asomaba en el horizonte de la ciudad, que se inundó de un tono de
color anaranjado.
-Es precioso- respondió Emma emocionada ante la vista
espectacular.
-Y más si es contigo- y tomaron la mano, mirando aquella
escena única.
~~~
Guiomar se sentó en un banco, al lado de su colegio. Eran
las ocho y media y la calle estaba desierta. Ella estaba tan feliz por la
negación de su embarazo que se levantó muy pronto.
-Hola Gomir- saludó alguien y se sentó con ella en el banco- ¿Qué
haces aquí a estas horas?
-Me he levantado pronto- contestó ella malhumorada, no tenía
ninguna ganas de hablar con Marii.
-¿Por qué eres así conmigo?- preguntó Marii enfadada- No te
he hecho nada y sé que me odias.
-Eres una niña entrometida- respondió Guiomar levantándose
del banco- lo que quieres hacer es ocupar el puesto de Anna. Tú no eres como
ella, no eres nada.
Marii se cabreó muchísimo y se levantó del banco también.
-¡Yo no intento ocupar su puesto!- gritó Marii enfurecida-
¡Sé que no soy como Anna, sólo quiero ser amiga vuestra, nada más!
-¡Pues no lo eres!- gritó aún más alto Guiomar- ¡vete de
aquí!
-Eres cruel…- dijo Marii con lágrimas con los ojos- yo sólo
quería ser amiga vuestra- y se marchó.
Guiomar bufó, se había pasado un poco. Ella se prometió
darla una segunda oportunidad y no lo ha cumplido… Ahora por culpa de Marii se le ha pasado la felicidad con la que se levantó esta mañana.
-Hola guapa- saludó Hay acercándose a ella- ¿Qué le pasa a
Marii? La he visto corriendo para allá.
-Yo que sé, Hayley- gruñó.
-Vale, vale. Sólo preguntaba…
El patio del colegio empezó a llenarse más y más gente,
esperando a que abran las puertas. Las dos amigas vieron en el aparcamiento el
mini coche de Harry.
-¡Hola parejita!- saludó Hayley- ¿Qué tal la mañana?
-Maravillosa- respondió Emma dentro del coche, besó a Harry
y le susurró un adiós.
Salió del mini coche y empezó a caminar con sus amigas hacia
la puerta del instituto.
-Lo siento muchísimo por no llamarte ayer- dijo Emma preocupada- ayer
estuve hasta las tantas estudiando y se me olvidó llamarte.
-No pasa nada. ¡No estoy embarazada!- gritó de alegría
Guiomar.
Las tres amigas se abrazaron.
-¡Qué bien!- Emma estaba contentísima por la noticia de su
amiga.
Sonó el timbre, un jueves menos.
~~~
<Esta mañana se ha visto a Harry con una nueva chica.
¿Será su nueva novia?>
La chica bufó. Tenían que romper YA, lo había intentado una
vez, pero su intento fracasó. Necesita un plan, un plan para que esa tonta
niñata entrometida odie a Harry.
Taylor tenía que conseguir que Emma odiara a Harry. Así que cogió su teléfono y marcó el número.
~~~
Sonó el timbre que tanto esperaba. Era hora de salir de
aquí.
Anna se levantó de su habitual sitio y salió corriendo. Ella
agachó la cabeza, no quería ver cómo cuchicheaban entre ellos. Oyó unas que
otras risas, pero no las hizo caso.
Salió del instituto y cruzó la carretera. Se metió en una
calle vacía y disminuyó la velocidad de sus pasos. Se sentía más segura. Pero
este sentimiento, de repente, desapareció. Oyó pasos por detrás.
Anna se quedó paralizada de miedo, no quiso mirar atrás y
echó a correr. La velocidad de los pasos desconocidos aumentaron, alguien la
seguía. Anna se cayó al suelo, muerta de miedo.
Notó que alguien la levantaba. Chocó la cabeza de la chica
fuertemente contra la pared, ella no notaba sus pies en el suelo.
Anna abrió los ojos, delante de ella estaba el chico de la
gorra y su amigo robusto.
-¿Qué queréis?- gritó ella, no podía más- por favor no…
-Vamos a ver, gorda- insultó el de la gorra- cuando te llamamos o
te seguimos, te paras y nos miras.
-¿Y quiénes sois vosotros para que os tenga que obedecer?-
Anna pataleó sus pies en el aire, sin éxito.
Ambos eran más fuertes que ella.
Ambos eran más fuertes que ella.
-Mira, gorda- rugió su compañero- me das asco. No puedo ni
verte.
-Pues no me mires- esta vez, Anna consiguió dar una patada
al chico robusto en sus bolas. El chico gimió.
-Te vas a cagar- gritó el otro enfurecido, agarró a la
chica, que intentaba escaparse y posó sus dos manos en el cuello de la
italiana.
El robusto se levantó del suelo y la sonrió. Acto seguido
cerró sus puños y le dio de pleno a la cara de la chica. Ésta grito de dolor, y
se le cayeron varias lágrimas por la cara, incontroladamente.
Los chicos rieron. El de la gorra apretó con más fuerza sus
manos contra el cuello de ella. Anna no podía respirar, le faltaba aire.
Mientras los chicos reían, la chica se movía inútilmente a buscar aire, a poder
respirar.
-Creo que es suficiente- dijo el de la gorra, su compañero
asintió y éste soltó a la chica.
Al soltarla, Anna se cayó inconscientemente al suelo. Estuvo
quince segundos eternos buscando aire pero su cerebro se había desconectado.
-¿Está muerta?- preguntó el de la gorra, preocupado.
-No, sólo se ha desmayado- el robusto se agachó delante del
cuerpo de Anna- respira.
~~~
Belén llegó a su casa después de la universidad, se sentó en
su cama, exhausta.
Miró alrededor hasta que divisó su ordenador. ¿Lo enciende?
Ayer se lo pasó muy bien hablando con ese tal James, le parecía un chico muy
majo. Le apetecía hablar con él de nuevo.
Se levantó de su cama y se conectó al skype. Revisó si
estaba conectado y así era.
James:
hola horrorosa
Belencitawapa:
eres un creido
James:
pero me quieres
Belencitawapa:
no estes tan seguro eh, bueno q tal la tarde?
James: aburrida,
no hago na aquí
Belencitawapa:
no vas a la universidad ni nada?
James:
no. yo trabajo
Belencitawapa:
pero cuantos años tienes????
James:
diecinueve hahaha, pero no te preocupes que no soi un asesino
Belencitawapa:
pues lo dudaba.. jaja, en q trabajas??
James:
hahaha, compongo canciones
Belencitawapa:
en serio?? Pero si no oyes…
James:
solo escribo canciones, son como poesías. Pero no canto, no se cantar hahaha
Belencitawapa:
que bonito… (: espero que algún dia
cantes super bien como Niall y one direction
James:
eso espero hihihi, oye tnes novio?
Belencitawapa:
tenia & tu?
James:
no, nunca me e enamorado
Belencitawapa:
jajajajaja, bale. Bueno te dejo que tengo q ir a estudiar, besos
James:
adiós horrorosa y vale es con v no con b ;)
Belencitawapa:
creido-.-
~~~
Guiomar, Hay y Emma salieron del instituto. Vieron a Marii
salir de su clase.
-¡Hola Marii!- saludó Emma y le hizo una seña para que
viniera.
Marii las miró. Negó con la cabeza y se marchó cabizbaja.
-Está un poco rara hoy- notó Emma.
-Ya, esta mañana pasó lo mismo cuando la saludé- dijo Hay-
habrá roto con su novio o algo… Espero que no sea nada grave.
-Seguro que será una tontería- respondió Guiomar- oye Emma,
¿me dejas ir a tu casa? Necesito copiar unos deberes y me voy rápidamente que
tengo profe particular.
-Joder Guiomar, eres una vaga- dijo Emma.
-Gracias, ¿voy o no voy?- replicó su amiga haciendo
pucheritos.
-Claro- respondió Emma.
Hay se despidió de sus amigas que fueron por otro camino.
Las dos chicas montaron en el metro y en 15 minutos llegaron
a la casa de la pequeña.
-¡BUENOS DÍAS FAMILIA!- gritó Emma al entrar a su casa.
-Madre mía, me vas a explotar los oídos- protestó su amiga-
tus padres están en la cocina, no en Plutón.
Emma sonrió y dejó pasar a su amiga. Entraron al salón y vio
a sus padres en el sillón del salón, conversando.
-Hola Guiomar- saludó el padre- ¿Qué te trae por aquí?
-Hola Will.
-Cariño, estábamos hablando sobre la operación del lunes
que…- informó Amy, que más tarde Guiomar la interrumpió.
-¿Operación? ¿Qué operación?- Guiomar miró a su amiga en
busca de una respuesta.
-Hija, ¿no se lo has dicho?- preguntó Will, preocupado.
Emma llevó a Guiomar a su habitación. No quería armar una
pelea en el salón.
-¡¿Por qué no me dijiste nada?- gritó enfurecida Guiomar,
dando un portazo.
-Lo siento mucho- dijo Emma sentándose en la cama- no
encontré el momento de decírtelo.
-¿De qué te operan?- quiso saber la rubia.
-Del riñón- contestó ella automáticamente.
-¿Quién lo sabe?- preguntó Guiomar subiendo más el tono.
-Sólo Harry- Emma dijo el nombre de su novio tan bajo que
temió que no la escuchara.
-¿Harry?- Guiomar pronunció el nombre como si le diera asco-
¿A él sí y a nosotras no? Sólo le conoces desde hace un mes y ya confías más en
él que en nosotras.
-No es eso, Guiomar- Emma estaba tan nerviosa que no sabía
que decir, odiaba discutir con su amiga- no pienses mal.
-¡¿Qué no piense mal?!- chilló ella. No paraba de moverse de
un lado a otro- ¡Te van a hacer una operación importante y nosotras ni siquiera
lo sabíamos!
Guiomar se sentó en la silla del escritorio, estaba harta.
-Te he pedido perdón Guiomar qué más qui…
-¿Qué es esto?- Guiomar había visto la foto partida por la
mitad.
-Una foto de mi prima, supongo que se le habrá caído o algo-
respondió Emma, más calmada. Su amiga se había distraído con otra cosa- ¿por?
-Emma- su amiga adoptó un tono de voz muy grave- este pelo
es de Marii.
Guiomar señaló a la foto. Salía Belén con una sonrisa deslumbrante y, al parecer, había una persona al lado aunque no se podía ver la cara ya que la foto estaba partida en dos.
Guiomar señaló a la foto. Salía Belén con una sonrisa deslumbrante y, al parecer, había una persona al lado aunque no se podía ver la cara ya que la foto estaba partida en dos.
-¿Qué dices?- Emma no podía creérselo, se levantó de la cama-
Marii vive aquí, en Londres. No conoce a mi prima.
-Emma, conozco perfectamente el pelo de Marii, es esta, no
hay duda- respondió Guiomar mirando mejor la foto- además, María José es un
nombre español. Y su apellido… ¿López? Es español, ¿no te das cuenta? Todo
encaja.
-Guiomar, estás loca- Emma arrebató la foto de las manos de
Guiomar- su nombre es de casualidad, y para que te quepa en la cabeza: ELLA NO
CONOCÍA A MI PRIMA.
-¡Que sí!- gritó ella- ¡creo que he visto la otra parte de
la foto! ¡Por eso me sonaba!
-A ti lo que te pasa es que tienes envidia- explotó Emma sin
querer- no soportas que ella y yo seamos amigas.
Guiomar miró a Emma. Esto la dolió muchísimo, no creía que
su mejor amiga podía decir eso. Emma adoptó un gesto serio, mirando a su amiga.
Se le había escapado, no quería decir eso…
-Adiós- Guiomar cogió su mochila tirada en el suelo y se
marchó de la habitación, dando otro portazo.
Emma se sentó en su cama. Se sentía muy mal por lo que ha
dicho. Miró una foto que tenía colgada en la pared. Una foto de las cuatro, de
Guiomar, Hay, Emma y Anna. Anna estaba de pie, sonriendo y con los ojos muy
cerrados, Hay con los brazos y piernas abiertas y sonriendo, Guiomar tenía la
boca abierta y abrazaba a los pies de Anna y Emma besaba la mejilla de Guiomar.
Hacía dos años de aquella foto, echaba de menos aquellos momentos. Sin Anna, ya
no era lo mismo…
El silencio consumía a Emma. Que rompió a llorar, había
cometido un error muy grande.
-¿Emma?- una de sus hermanas abrió la puerta y entró a la
habitación- ¿Por qué lloras? ¿Harry ha hecho algo malo?
-No, April- respondió su hermana mayor, tumbándose en la
cama- he discutido con Guiomar.
-Oh… Ya verás cómo lo arregláis- la pelirroja se tumbó con
su hermana y la abrazó cariñosamente- las amigas que se quieren de verdad, se
perdonan.
Emma sonrió por dentro, pero aquello era diferente…
-Gracias hermanita- Emma abrazó a su hermana y la besó en la
mejilla.
April la sonrió para tranquilizarla y cerró los ojos. Emma
también los cerró, le dolía demasiado la cabeza.
~~~
Anna abrió sus ojos. Al abrirlos, se produjo un dolor
procedente del ojo izquierdo. Así que mantuvo el ojo izquierdo cerrado.
Estaba en un lugar desconocido, estaba tumbada en una cama.
La escena que veía era una habitación lujosa. Mirando con solo el ojo derecho,
se levantó. Todo su cuerpo estaba dolorido, le dolía muchísimo la espalda y los
brazos. Se cayó en la cama de nuevo, sin poder levantarse. Pero alguien abrió
la puerta y vino hacia ella.
-Shh- la chica puso un dedo en los labios- no hagas ruido,
que como se enteren…
-¿Quién eres?- preguntó Anna intentando de nuevo levantarse-
¿Dónde estoy?
La chica desconocida la ayudo a levantarse y apoyó su
espalda contra la pared, para que pueda sentarse.
-Me llamo Bambi- dijo esta sentándose en un cojín que había
en el suelo- vi como te pegaban y acudí en tu ayuda. Son unos gilipollas,
siento no poder ir antes.
-Muchísimas gracias, yo…- Anna se levantó y empezó a andar,
pero más tarde se cayó- necesito irme a mi casa, mis padres me están esperando…
-Lo sé- Bambi la ayudó a levantarse y la obligó a sentarse
de nuevo en su cama- hasta que te recuperes, llama a tus padres y di que te has
quedado en casa de una amiga a dormir. No puedes ir a tu casa con esas pintas.
¿No?
-Tienes razón- Bambi le tendió un teléfono a Anna que marcó
en número de su nueva casa.
-¿Sí?- sonó la voz de su padre en la otra línea.
-Papá, estoy en casa de una amiga haciendo los deberes-
contestó Anna intentando hablar, le dolía mucho los labios, los tenía
hinchados- ¿puedo quedarme en su casa a dormir?
-Claro- el padre se alegró al oír que su hija tenía una
nueva amiga- ¿y el pijama?
-No te preocupes, mi amiga me lo dejará- y colgó.
-Me deja…- Anna hizo una mueca de dolor- gracias.
-Me deja…- Anna hizo una mueca de dolor- gracias.
-No es nada- respondió Bambi y cogió pijamas de un armario
gigante- yo también sufro bullying.
-¿De verdad?
-Sí…- respondió Bambi tristemente- el de la gorra y muchos
más me estuvieron acusando durante años. Ya estoy acostumbrada.
-¿Qué? ¡Debes avisar a la policía!
-¿Para qué? Cuando me pegan ya no me duele, me pegan casi
todos los días que ya no siento ningún dolor- a Bambi se le cayeron lágrimas-
soy una mierda. ¿Comprendes?
-No eres ninguna mierda- esta vez Anna consiguió levantarse-
ellos te hacen sentir como una mierda. Pero no lo eres, Bambi.
-Gracias- su nueva amiga se enjugó las lágrimas- ellos me
odian porque soy rica.
-Yo no sé porque me odian- dijo Anna tristemente.
-Porque te tienen envidia- Bambi le dio un pijama y se sentó
en la cama- eres hermosa, Anna.
-¿Yo? ¿Hermosa? Me llaman gorda.
-Por eso mismo- dijo sabiamente Bambi- Para que te vuelvas
anoréxica, quieren hacerte daño. Debes ser fuerte.
-Ya lo soy.
-¿Qué eres qué?
-Anoréxica. Ya consiguieron lo que querían- respondió Anna
cabizbaja- además lo soy.
Bambi miró a su amiga. Acarició el pelo de ella
cariñosamente.
-Deja de serlo. Lo único que conseguirás es sufrir. Ellos
quieren hacerte daño- dijo ella- bueno, cambiemos de tema. Ponte el pijama.
Bambi se quitó la camiseta y dejó ver su cuerpo desnudo. Lo
que veía Anna era horrible.
-¡Bambi! ¿Qué es eso?
-Heridas- respondió ella poniéndose la camiseta- te dije que
me pegan todos los días.
-Pero… ¡Dios mío!- Anna se echó a llorar, el cuerpo de Bambi
estaba destrozado- ¿tus padres no lo saben?
-Mis padres nunca están en casa- dijo ella quitándose los
pantalones, dejando ver más moratones en las piernas- prácticamente vivo sola
con mi institutriz y mi mayordomo. Y... Con mi primo- dijo ésta. Parecía que ocultaba algo pero Anna lo dejó pasar.
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-Yo… Madre mía.
-Déjalo, no es nada- dijo Bambi ayudándola a quitarse la
camiseta ya que Anna sola no podía- no me duele nada. Estoy acostumbrada, es mi
rutina diaria.
-¿Qué te peguen? ¿Una rutina diaria?
-Sí.
Anna terminó de cambiarse por completo.
-Quédate allí- indicó su amiga- voy a comer abajo y te subo
comida. No hagas ningún ruido.
Media hora más tarde, Bambi subió con varios trozos de pan,
queso, mermelada y cerezas.
-¿Cerezas? ¡Ahora no es la temporada!
-Los ricos consiguen todo.
Anna disfrutó de la comida. Las dos charlaron durante toda
la noche. Por fin, Anna ha conocido a una chica que sufre lo mismo que ella.
~~~
-¿Qué te pasa?- preguntó el profesor a su alumna- estás muy
callada. ¿Lo arreglaste ya con Marii?
-No- dijo Guiomar con la cabeza gacha- lo que he hecho es
cagarlo aún más. Emma tiene razón, tengo envidia de ella.
-Guiomar- la chica miró los ojos de Marcos- si estáis
enfadadas, lo único que conseguiréis es distanciaros.
-Ya.
Marcos le hizo otro ejercicio más de derivadas a la chica.
-No puedo más- dijo Guiomar tumbándose en la cama- estoy
agotada, lo siento.
Marcos se acercó a ella y se sentó en la cama, acariciando el
pelo rubio de su alumna.
-Eres preciosa- contestó él sin querer.
-¿Perdona?
-Nada- Marcos se levantó de la cama y cogió su maletín- me
voy. Te veo el martes.
Guiomar asintió la cabeza. Y se quedó allí tumbada sin poder
creérselo. ¿De verdad había dicho su profesor que era preciosa?
La rubia se ruborizó al recordar eso. Seguramente habría oído
mal, él nunca diría eso. Así que decidió olvidarlo.
~~~
Emma se despertó en medio de una pesadilla. Se puso una mano
en la frente, estaba sudando.
-¿Emma?- dijo soñolienta su hermana pequeña- ¿Qué te pasa?
-Una pesadilla- dijo ella levantándose- ¿cuánto tiempo hemos
dormido?
-No sé. No hemos comido, ni siquiera. ¿Tienes hambre?
-No. ¿Tú?- preguntó Emma.
-Tampoco. Oye, ¿Qué has soñado?- dijo curiosa April.
-Que todos me dejaban de lado- a Emma le entró un escalofrío
al recordar su pesadilla- descubrí que Harry me ponía los cuernos y que Guiomar
me utilizó como amiga.
-Sabes que eso nunca va a pasar- dijo April abrazándola-
Harry y Guiomar te quieren muchísimo. Y lo sabes.
-Claro que lo sé- y respondió a su abrazo- ¿Bajamos a
merendar?
Las dos hermanas bajaron a la cocina. Allí estaban Aroa y
Justin discutiendo por el bol de palomitas.
-¡JUSTIN!- gritó Aroa furiosa- COMO NO ME LO DES TE PARTO LA
CARA.
-¡Eh! Esos modales niña- chinchó Justin.
-Parad ya- evitó Emma- que vais a despertar a papá y mamá.
-Papá y mamá se han ido de paseo- respondió Aroa- así que
puedo gritar lo que quiera.
Emma resopló, a veces sus hermanos podían ser demasiados
infantiles. Cogió dos bolsas de palomitas y lo metió en el microondas. Tres
minutos y listo.
-Ya tenemos suficientes palomitas- dijo sonriente Emma.
-¿Para qué?- preguntó April.
-¡¡Para ver películas todos juntos!! Vamos.
Todos los hermanos se pusieron a pegar saltitos y corrieron
hacia el salón a elegir película.
-¿Cuál vemos?- preguntó Aroa ansiosa.
-¡Toy Story!- propuso Justin.
-A Liam le encanta Toy Story- dijo Emma riéndose. Si
llamaría a su amigo seguro que vendría sin falta.
Todos asintieron y pusieron la película Toy Story 3.
Disfrutaron viendo la peli y comiendo palomitas. Juntos, sintiendo el cariño de
sus hermanos.
~~~
Niall se tumbó en la cama con el móvil en la mano. Le dio a
la sección de multimedia. Fotos.
Se puso a ver las últimas fotos, eran de él y Belén. Echaba
muchísimo de menos a aquella chica. Era majísima, nunca había echado tanto de
menos a una persona. La quería a su lado, abrazándole.
¿Le gustaba aquella chica? ¿Estaba enamorado?
~~~
Pasaron dos días. Emma y Guiomar ya no hablaban, se sentían
muy mal. Marii ya no se acercaban a ellas. Hay estaba muy triste, a veces iba
con Emma y otras veces con Guiomar. Anna y Bambi faltaron al colegio el viernes
y se quedaron en la casa de la segunda. Harry no paraba de pensar en el subidón
que le dio cuando besó a Emma y en cuánto la echaría de menos. Niall no paraba
de pensar en Belén. Liam estaba muy preocupado por Anna, cada vez estaba más
seguro que la pasaba algo. Louis estaba muy callado y no hablaba casi nada, ¿lo
decía o no lo decía?. Zayn estaba muy preocupado por su amigo Louis. Belén no
paraba de pensar en James.
Llegó el querido sábado. El día que One Direction se
marcharían de gira.
Emma estaba abrazada a Harry, oliendo su cuerpo, su ropa. Le
echaría muchísimo de menos.
-Primero mi mejor amiga, después mi prima y por último mi
novio. ¿Quién más me va a dejar?- gimió Emma.
-No te voy a dejar, me tengo que marchar- dijo Harry con
lágrimas en los ojos- mírame- Emma levantó la cabeza y disparó su mirada
junto a la de su novio- te quiero.
Emma asintió dolorida y le besó. Era un beso de despedida.
Un beso lleno de recuerdos. Adiós Harry. Se dirigió a sus cuatro amigos y les
abrazó uno a uno.
-Adiós mis cantantes- dijo Emma despidiéndose con la mano-
os echaré de menos.
-Y yo a ti- dijo Niall tristemente- os veremos en España.
Las tres chicas asintieron.
Louis no dijo nada. Estaba muy callado, iba a echar muchísimo
de menos a sus amigas y a su novia Eleanor que no pudo acompañarle. Pero tenía
otra cosa en la cabeza.
-Adiós chicos- despidió Hay limpiándose las lágrimas- nos
veremos en España.
-Nos veremos en España- repitió Liam con una sonrisa.
Los ocho se despidieron. Los chicos por un lado y las chicas
por otro.
Los chicos se dirigieron al avión. Se subieron en él y se
giraron, para despedirse de nuevo. Iban a ser unos meses muy largos.
