Las cuatro, pasaron una semana muy dura de nuevo. Hacía dos
semanas que no se hablaban y cada vez más se fueron distanciando. Hoy era
sábado.
Emma no contó a sus amigas que tenía cáncer de riñón. Quiso
olvidarlo y seguir adelante, afrontar la enfermedad y ser fuerte, gracias a Harry.
Que la visitaba todos los días. (Harry tuvo que mudarse de casa porque su otra
casa quedó destruida por las directioners locas).
Guiomar decidió no hacer el test de embarazo. Tenía miedo de
estar embarazada, así que no se atrevió a afrontar el test y renunció a él.
Hayley no hablaba con nadie. Estaba sumida en una gran
tristeza, había perdido a sus tres mejores amigas para siempre. ¿Qué hizo ella
para que no le contasen el secreto? Hay aún no lo sabe…
A Anna le quedaba una semana. Liam estuvo con ella todos los
días para que disfrutara de los últimos días en Londres.
~~~
-¡Mierda! Qué torpe soy.
Cogió un pañuelo de papel y limpió con suavidad la gotita de
aceite que le había caído en la camiseta. Pero lo único que consiguió es extender
más la mancha.
-¡Joder!
Ella sonrió. Le divertía que se agitara de esa manera. No
estaba acostumbrada a verlo perder la calma.
-¿Qué te ha pasado?
-Me he manchado.
-A ver…
La chica se acercó a él. Examinó la mancha de su camiseta
azul y arrugó la nariz.
-¿Es grave?- pregunta él, resignado.
-Necesita una operación.
El que se había manchado resopló, odiaba estar sucio.
-Bueno, voy al baño, quizás con un poco de agua…
-No sé si lograrás salvarlo.
-Lo intentaré, deséame suerte.
-Suerte- contestó Emma.
Harry se levantó y se fue al baño a resolver su problema.
Em sonrió al verle alejándose. Hacía más de dos semanas que
le conocía y casi no podía vivir sin él. Desde la noticia, sus padres le hablaban
menos, su hermano ya no la tomaba el pelo y sus hermanas ya no hacían las
mismas bromas de antes. El único que le apoyaba de verdad era Harry, porque ya
no se hablaba con sus amigas.
Al recordar eso su gesto se volvió sombrío. Las necesitaba,
ellas se prometieron un siempre, y ahora no creía que llegase a cumplir. Desde que Hay
no les dirigía la palabra, ella, Guiomar y Anna se fueron distanciando. Al
parecer, Anna y Guiomar tampoco estaban muy bien.
-¿En qué piensas?- preguntó Harry al lado suyo. No se había
dado cuenta de que ya estaba aquí.
-En nada. ¿Ha servido de algo tu operación?- bromeó Emma.
El cantante negó la cabeza, señalando la mancha que tenía en
la camiseta. Tenía el tamaño de una pelota de tenis.
Emma recogió toda la merienda y tiró las sobras a la
papelera de la cocina. Al volver, vio que Harry estaba viendo las noticias en
la televisión.
-Oye… Quería preguntarte una cosa- dijo Harry con un tono nervioso.
-Dime, tonto- Emma se había acostumbrado a llamarle así.
-Bueno yo… Verás- el chico tomó aire para hablar de nuevo-
lo he estado pensando toda la semana. Antes no quería preguntártelo por lo de…
Ya sabes- se refería a lo del cáncer- quería preguntarse… ¿Entre tú y yo hay
algo?
Emma abrió mucho los ojos. No se esperaba esta pregunta.
Abrió la boca para contestar, pero más tarde la cerró. Ella tampoco tenía ni
idea.
-Entiendo. Perdona- contestó el chico- lo siento por hacerte
una pregunta tan estúpida.
-No es estúpida. La verdad es que yo… Yo no había sentido
algo así por ningún chico- dijo Emma rápidamente, en ese momento deseaba que la
tierra le tragara.
-¿Quieres decir que…? Yo tampoco- Harry sonrió- nunca he
estado tan enamorado como estoy yo ahora de ti.
Emma acercó sus labios a los de Harry y los rozó un instante
con los suyos para terminar dándole un primer beso rápido. Luego otro, otro
algo más largo y profundo. El tercero supera al segundo.
<Descubrí el motivo de porqué Harry me dejó. Ese cabrón
me ha dejado embarazada >
Emma separó sus labios de Harry rápidamente. ¿Esa voz de
donde había salido? Ambos se miraron desconcertados y a la vez giraron sus cabezas
a la televisión.
Estaba la hermosa chica rubia en la televisión. La ex novia
de Harry hablando en una entrevista. Se sujetó las manos con el estómago y
dijo:
<Os aviso, Harry va de divo acostándose con todas las
mujeres. Sólo quiere sexo. En cuanto se enteró de que estaba embarazada me
dejó. Tened cuidado>
Emma dio una bofetada a Harry. No sabía por qué lo había
hecho, pero lo que dijo Taylor Swift sobre él era horrible.
-¡¿La dejaste embarazada?!- Emma se puso a llorar descontroladamente Afortunadamente, Harry y ella estaban solos- no me lo puedo creer…
-No… No, te aseguro que es una mentira. ¡No tengo ni idea de
esto!- Harry estaba preocupado, tenía una mano en el lugar donde Emma le había
pegado- te juro que yo no haría eso, tienes que creerme por favor.
<Unos doctores comprobaron si estaba embarazada
verdaderamente. Está confirmado, estoy embarazada de cuatro meses>
-No te creo- Emma estaba llorando tanto que no sabía si
Harry la había entendido- no te creo- repitió, para confirmar si le había oído.
-Emma… Te juro que yo no sabía que estaba embarazada- Harry
también empezó a llorar- te lo juro.
-No te creo- repitió por tercera vez.
Harry la miró, pero Emma evitó la mirada. El chico se
giró y se fue caminando hacia la puerta principal para irse de la casa.
-Harry. No vuelvas a mi casa, no quiero verte nunca más-
dijo Emma, el cantante no pudo ver su cara porque estaba mirando a en otra dirección- todo ha sido un error.
Harry se fue de la casa con la cara llena de lágrimas. Por su culpa,
había hecho daño a la persona que más quería en su vida.
~~~
Hayley se quedó boquiabierta. No se lo podía creer. Taylor
estaba embarazada de Harry, y éste la había dejado cuando se enteró.
Seguro que Emma estaría fatal. Sabía que ella le tenía mucho
aprecio y le habrá afectado mucho la noticia. Así que, por primera vez, decidió
olvidar su enfado. Su amiga la necesitaba.
~~~
Desde que se fue Harry, lo único que hizo es llorar. La
única persona que la apoyaba, que la alegraba y que estaba junto a ella a causa de su
enfermedad era él. Ahora se había quedado sola.
Sonó el timbre. Emma decidió no abrir, estaba realmente
triste como para hablar con alguien, así que siguió tumbada en el sillón. Dos.
Tres. Cuatro tonos.
Emma se dio por vencida y se levantó a abrir la puerta.
-¡Por un momento pensé que no estabas!- contestó la chica
del otro lado de la puerta.
Emma la dejó pasar. Era extraño que hablasen, después de
estar dos semanas sin dirigirse la palabra.
-Cariño, ¿estás llorando?- dijo su amiga- oh… Cuánto lo
siento, me enteré hace veinte minutos y decidí venir a tu casa a visitarte. Lo
siento muchísimo de verdad.
Abrazó cariñosamente a Emma y la dio besitos en la mejilla
para animarla.
-Gracias Guiomar…
Dong. El timbre de nuevo.
Emma abrió la puerta de malas ganas y…
-Ai… Lo siento muchísimo. Sé lo importante que es él para ti…
Cuando Anna miró a Guiomar se puso muy nerviosa y dirigió
una mirada a Emma.
-También había venido a visitarme por la noticia- dijo Emma
cansina- muchísimas gracias chicas, pero de verdad… No hace falta que…
Dong.
-¡Emma me enteré de que…!- Hayley se interrumpió. Había
visto a otras dos personas que no esperaban verlas- perdona, ya me iba. Seguid
con vuestros secretos.
Emma sujetó la muñeca de Hay y la obligó entrar a la casa.
-Mirad chicas. Debemos solucionar esto, de verdad- dijo Emma
muy enfadada con el mundo- me parece absurdo que os hayáis peleado por los
secretitos. Contádselo a Hay, ya. Y tú- dijo dirigiéndose a Hay- no malpienses,
las tres no te estamos ocultando ningún secreto.
Las tres se miraron y Guiomar tomó la palabra:
-La verdad es que yo tengo un secreto. Pero Hay, no lo sabe nadie. No te estamos marginando. ¿Cómo podías creer que haríamos
algo así? ¿Eso es lo que piensas de nosotras?
-No, pero…- respondió Hayley- las tres estabais tristes, las
tres teníais un secreto. ¿No es normal que piense eso?
-Mira Hayley. Estaba liada con un policía de 26 años- dijo
la mayor muy cabreada- se rompió el condón y creo que estoy embarazada.
-¿Qué?- Anna no podía creérselo- ¡deberías haber tenido más
cuidado!
-¿Era el policía que vi el otro día cuando fui a tu casa?-
preguntó Emma.
Guiomar asintió y aguantó las lágrimas.
-Yo… Lo siento muchísimo- se disculpó Hayley.
Ella abrazó a Guiomar. Y después, Emma y Anna se unió al
abrazo.
-Chicas, yo tengo otro- dijo Anna.
Las otras tres temblaron. No querían escuchar otra mala
noticia…
-Vuelvo a Italia.
Esta vez sí que todas las chicas lloraron. Se abrazaron
fuertemente y acariciaron a Anna.
-No… Por favor, suplica a tu padre que no…- pidió Guiomar.
-¿Te crees que no lo he intentado?- contestó la italiana, y
volvió a llorar de nuevo- mil veces.
-Chicas- dijo Emma con un fuerte tono de voz.
La italiana, la mayor y la menor del grupo miraron a Emma.
¿Ella también tenía un secreto?
-Tengo cáncer de riñón.
Meee encanta, flipo cada vez. Que ganas el siguiente capitulo, lo necesito YA!
ResponderEliminarLas chicas pobres, por fin ya revelan los secretos
Muchiiisimas gracias lectora C:
EliminarEl siguiente capitulo lo subiré pronto, pero hoy no, sorry D:
Las chicas eran unas cabezotas, menos mal que Emma ha hecho que revelen los secretos y meterle en la cabeza a Hay que la quieren un montón.
Un besi guapetona