23- Call love.

El despertador sonó a las 7 de la mañana, puntual y molesto.

Emma lo apagó de malas ganas. Hoy era lunes. ¿Por qué tenían que existir los lunes? Odia los lunes.

Anoche estuvo todo el rato llorando, Anna se había marchado para siempre, su mejor amiga, su ‘hermana’. Iba a echar muchísimo de menos a la italiana. Se levantó de mal humor, se vistió y se cepilló su lacio pelo rubio. Bajó a la cocina a desayunar. Estaban sus hermanas desayunando y su madre fregando los platos de la cena de anoche.

Sus hermanas gemelas estaban muertas de sueño. Aroa casi se mete la galleta por la nariz, sin darse cuenta. Emma se sentó con ellas, se sirvió un cola-cao y un trozo de bizcocho de limón.

-Oye, he visto en la tele que One Direction se va de gira- comentó April- a distintos países de Europa. ¿Es cierto?

-Sí…- respondió Emma- oye mamá, por cierto. One Direction visitarán Italia y España justamente en semana santa. ¿Me dejas ir con ellos? Es para visitar a la prima y a Anna… También van Guiomar y Hay- añadió.

La madre se quedó pensativa. Su hija era amiga de cinco cantantes muy famosos y era muy peligroso. La gente envidiosa podía hacerla daño, pero sabía que si no la dejaba, ella estaría peor y se pondría muy triste. La dejará por Belén y Anna.

-Sí, pero sólo si tus amigas van- respondió.

-Muchísimas gracias, mamá- Emma se levantó de la silla y la abrazó- ¡te quiero mucho!

-Sí, sí. Pero si te hubiera dicho que no, no la quieres- contestó April.

Emma hizo caso omiso al comentario de su hermana y subió feliz al baño para cepillarse los dientes. Mientras, tatareaba la canción ‘One thing’ del grupo de su cantante favorito.

-No sé que ve él en ti- dijo Aroa al entrar al baño para cepillarse también los dientes.

-¿De qué hablas?- se extrañó Em. ¿A quién se refería?

-¿Sales con Harry, no?- preguntó la otra hermana entrando en el baño, había escuchado la conversación.

-¿Cómo lo sabéis?- preguntó Emma.

-Por la manera en que lo miras, en cómo le tocas, cómo lo hablas…- aventuró Aroa.

-Y además, en el concierto, Harry dijo que quería a Emma- añadió April- y no puede ser otra, no hay muchas Emmas.

-Chicas, os confío el secreto- Emma se llevó un dedo a los labios, indicando que se callaran.

-NO PUEDO CREER QUE MI HERMANA ESTÉ SALIENDO CON HARRY EDWARD STY…- Emma tapó la boca a Aroa que daba saltos de felicidad.

-¡Cállate, bruja!- Emma escupió la pasta de dientes al grifo, se limpió la boca y se fue del baño, pero antes- es un secreto de nosotras tres.

Las dos hermanas soltaron grititos y dieron pequeños saltitos de alegrías.

Están locas- pensó Emma. Pero las quería muchísimo.

Cogió su mochila del colegio que estaba en su habitación. Lo colgó sobre su hombro y bajó por las escaleras.

-¡MAMÁ! ME VOY AL INSTI QUE LLEGO TARDE- gritó Emma saliendo de la casa.

-¡PÁSALO BIEN!- gritó su madre desde la cocina.

¿Cómo lo va a pasar bien estando en el instituto? Su madre estaba loca…

En cinco minutos andando, llegó al metro. Entró a la estación y esperó dos minutos hasta que viniese el tren. Cuando vino, ésta se montó y se sentó en un asiento que había libre.

Cogió su mp3 y se puso los auriculares. Buscó en todas sus canciones y eligió C’mon C’mon de One Direction. Al escucharla casi se le cae una lágrima, en esa canción los chicos de la banda bailaban muy graciosamente y se reía muchísimo verles bailar así.

-¡Hey!- alguien la tocó en la espalda- ¿te interrumpo en algo?

-¿Qué? Eh… No, no- dijo Emma sorprendida- ¿y tú quién eres?

-¡Soy Marii!- contestó la chica alegremente- voy a la otra clase. ¿Es que no me conoces?

-Eh… Soy muy ignorante en esto, perdona- disculpó Emma.

El señor que se sentaba al lado de Emma se levantó y se bajó en su parada correspondiente. Marii aprovechó para sentarse con ella.

-¡No pasa nada!- gritó ella- oye, el otro día te vi con One Direction, ¿es cierto o es producto de mi imaginación?

-Eúh…. Pues- ¿Y ahora qué coño decía?- no ha sido producto de tu imaginación.

Marii soltó un grito y todos los del metro dirigieron sus miradas hacia ella.

-Perdón- contestó Andy- es que estoy muy nerviosa.

Emma rió. Vaya que si es nerviosa. ¡Es hiperactiva!

-¿Son tus amigos?- preguntó ella de nuevo- ¿cómo les has conocido?

A Emma le agradaba esa chica. Le caía bien. Así que prefirió contárselo:

-Sí son mis amigos- respondió ella- les conocí en un concierto.

-Que guay… ¡A mí me encantan!- chilló la otra, con su grito habitual- ¡Liam es mi ídolo! ¡Quiero conocerles, porfi, porfi, porfi!

-Claro, un día te los presento- sonrió Em.

-¡Hemos llegado a nuestra parada!- gritó Marii- ¡Vamos!

Ambas caminaron hacia en instituto, charlaron animadamente sobre la banda que tanto les gustaban.

-Oye, ¿siempre has venido en metro?- preguntó Emma.

-¡Claro!- dijo ella- te he visto muchas veces, pero nunca me atreví a hablarte.

Llegaron a la puerta del insti, eran las nueve menos cinco. Vio a sus dos amigas en la puerta… Faltaba Anna. Aquello la entristeció.

-Hola Emma- saludó la mayor del grupo- ¿quién es ella?

-¡Hola!- se presentó ella sola- me llamo Marii.

-¿Marii? ¿Es un diminutivo o algo?- preguntó Hayley- ¿Te llamas María?

-María José- precisó la hiperactiva.

-Guay- contestó Hayley- yo me llamo Hay.

Hayley y Marii conversaron en los cinco minutos que quedaba de tiempo libre. Guiomar llevó a Emma aparte, a hablar a solas.

-¿Por qué la has traído?- dijo ella muy cabreada.

-Me la encontré en el metro y charlamos… Es muy maja- respondió su amiga- ¿Por qué estas así?

-Me da mala espina. No me cae bien- contestó ella.

-Eres una exagerada- exasperó Em- a ti nadie te cae bien.

Las cuatro entraron al instituto. Emma y Hay se despidieron de Marii, las tres entraron a 2 Bachillerato A y Marii a 2 Bachillerato C.

Tener matemáticas a primera hora era un horror para todo el mundo. Para todo el mundo menos para a Hay, que le encantaba las mates.

<Lo único que tenéis que hacer es ver lo más allá. Vosotros sólo veis números, pero yo veo una obra de arte. Esforzaos.>

¿Las mates una obra de arte? El profesor estaba más loco que su madre.

<Mirad las derivadas. Tenéis que hacer la tasa de variación media y…>

Emma se desconectó de la clase. Eso era un sufrimiento. Empezó a pintar en su cuaderno distraídamente. Garabateó y coloreó, sin darse cuenta de lo que hacía. Anoche durmió fatal, pensando en Anna y ahora tenía unas ganas de dormir…

¡PLANNNNNNNNK!

Emma levantó la cabeza como una bala. El profesor estaba delante de sus narices. Había dado un golpe a la mesa de la chica.

-¿No disfrutas de la clase señorita Smith?- preguntó el otro.

Vio a Guiomar riéndose en bajito delante suya. Estaba sacando el dedo corazón al profesor cuando no le miraba. Y Hay dirigió una mirada asesina a Guiomar.

-Eh… Sí claro, claro- contestó Emma más espabilada- me encantan las derivadas.

-Ya no estábamos hablando sobre eso. Estábamos hablando sobre la Continuidad en un intervalo. Teoremas- contestó el profesor muy cabreado- lo único que se dedica en clase es hacer dibujitos.

-Lo siento, profesor- contestó ella nerviosa. Durante la media hora que quedaba, estuvo muy atenta a las explicaciones del profesor. Tenía que concentrarse para el examen de la selectividad para la universidad.

-Tía, menuda la has montado- rió Guiomar en el recreo- has perdido cinco minutos de clases. Gracias Emma, ¡te queremos toda la clase!

-No hace gracia- replicó su amiga morena.

-Para mí y para toda la clase sí- respondió la otra- para ti no porque eres rara.

Hay abrió la boca para protestar, pero Emma evitó la pelea de sus amigas.

-¿Sabéis qué? ¡Mis padres me dejan ir con One Direction a Italia y España!- dijo muy contenta- sólo si vais vosotras, claro.

-Mi padre está dudando…- dijo Hay- dice que soy muy pequeña para eso… Además no quiero dejarle sólo en casa, sólo me tiene a mí.

-Lo que necesita tu padre es una novia- dijo Guiomar- a mí sí que me dejan.

                                                                     ~~~

Niall yacía tendido en su cama. Escuchando las canciones de Justin Bieber, su cantante favorito. Cómo se identificaba con él.

A Niall le dio mucha pena que Anna y Belén se hayan marchado. Eran muy majas y nunca había tenido amigas de verdad. Desde que las conoció, su vida dio un giro radical.

-Eh Nialler- preguntó un chico con el pelo rizado- ¿una partida a la play?

-¡No me llames así!- dijo Niall molesto- no me apetece…

-¿Qué no te apetece?- Harry se extrañó ante la reacción de su amigo- tú nunca has rechazado una partida a la play. A ti te pasa algo, te conozco tan bien como la palma de mi mano.

-No me pasa náh…- respondió Niall, metió su cabeza en la almohada- estoy pensando. Nada más.

Harry se sentó en la cama junto a su amigo. Le pasaba algo, lo presentía.

-¿De verdad que no te pasa nada?- preguntó por última vez Harry.

-Que no, pesado- respondió el rubio.

Harry le dio toquecitos en la cara y se marchó de la habitación.

Niall se quedó pensativo en su cama durante unos minutos. A continuación, se levantó y encendió su ordenador. Se metió en Google y escribió:

Lengua de Signos Español.

                                                                               ~~~

Anna salió de su instituto nuevo, llorando. Corría hacia su casa con lágrimas en la cara. Llamó al timbre de su casa, y cuando abrió su padre, se cubrió la cara para que no la vea.

Entró a su nueva habitación y se tumbó en la cama.

-¿Qué tal el nuevo instituto?- preguntó su padre entrando en la habitación.

-Muy bien, papá- y se marchó.

Pero lo que no sabía su padre es que sus compañeros se burlaban de ella. Se metieron con ella varias veces en clase sin saber porqué. ¿Por qué tienen que fastidiar a los nuevos? Ella no ha hecho nada…

Anna se pasó toda la tarde lamentándose. En este momento quería estar en Londres. Con sus tres mejores amigas. Quería estar en su hogar.

                                                                          ~~~

Emma llegó a su casa. A las dos, como siempre.

-¡YA HE LLEGADO, FAMIL…!- no sirvió de nada gritar, su familia al completo estaban en el vestíbulo, esperándola.

-Emma…- su madre estaba muy pálida.

Emma miró a su madre, después a su padre y finalmente a sus hermanos. Todos tenían una cara de preocupación y nerviosismo.

-El hospital nos acaba de llamar- dijo Will, su padre- dicen que te van a operar.

-Por lo del cáncer- añadió su hermano.

Las piernas de Emma temblaban. A ella nunca la habían operado. ¿Y si salía mal? No debe pensar en eso. ¡Piensa en lo positivo! Va a salir estupendamente.

-¿Cuándo?- preguntó la recién llegada.

-El lunes que viene. Faltarás al colegio- esta vez habló su madre- te operarán y dentro de unos meses te harán otra revisión.

-Tienes que ir muchas veces para que te revisen para saber cómo estas- dijo el padre.

Emma asintió, estaba sudando de los nervios. Se acercó a sus padres y su hermano y les abrazó. Después se agachó y dio un beso a sus hermanitas.

-Seguro que todo saldrá bien- dijo Emma positivamente. Y se fue a su habitación.

<Es la hora de pokemón>- se dijo.

Encendió la televisión y puso el canal al clan. ¡Jo! El capítulo estaba repetido. Lo había visto como unas cinco veces. Apagó la tele y se sentó en la silla de su escritorio.

Dirigió una mirada a su mesa. Un lápiz, una lámpara, una nota, unas tijeras, una goma de pelo, un teléfono. ¡Espera! Ya sabía lo que tenía que hacer. Cogió el teléfono y marcó su número.

-¿Sí?- habló una voz masculina en la otra línea.

-¡Mi tonto! ¿Qué tal estás hoy?- preguntó la chica.

-Muy bien- dijo el cantante, se había alegrado de que su novia le llamase- estoy muy preocupado por Niall.

-¿Y eso?- preguntó Emma también preocupada.

-Le propuse una partida de play y me la rechazó- protestó Harry- ¡él nunca ha rechazado una! Me dijo que estaba pensando.

-Yo sé en quien pensaba- rió Emma.

-¿En quién?- preguntó su novio.

-Es secreto. No te lo puedo decir- Harry fingió haberse enfadado -Harry, el lunes que viene me operan del riñón.

-¿Qué? ¿Cómo?- la voz de Harry cambió- ¿el lunes? ¡Joder! Estoy de gira…

-Lo sé- contestó ella intentando tranquilizarle- sólo me operaran para mejorar y luego me harán unas cuantas revisiones. No es nada, tonto.

-No me convences…- Harry estaba muy preocupado- después de la operación me llamas, ¿eh?

-Claro, tu eres el primero- rió la chica. Que monada de chico.

-Bueno… Chao, me voy a comer pequeña- piropeó su novio- te quiero.

-Yo también voy a comer. Te quiero- y colgaron.