18- La llegada de Belén.

-¿Harry? ¡¿Qué haces aquí?!- preguntó la hermosa rubia.

-Quiero hablar contigo- contestó de malhumor el cantante- déjame pasar.

-¿Qué?- dijo ella intentando cerrar la puerta de su casa- ¡No te voy a dejar pasar!

Antes de que pudiera cerrar la puerta, Harry lo apoyó con el pie. Empujó la puerta y como era más fuerte que ella, consiguió pasar. Ya dentro, cerró la puerta y caminó hacia el salón.

-No tienes ningún derecho a permanecer en mi casa…- dijo Taylor- ¿Qué es lo que quieres?

-Nosotros siempre usamos protección- contestó Harry- es imposible que estés embarazada.

-Pues lo estoy- dijo la rubia- algo habrá funcionado mal.

-No hay otra persona más mentirosa que tú. Dijiste que te he dejado porque estabas embarazada…- él cada vez subía más el tono, estaba furiosísimo- Me das asco.

-Mira Harry- dijo la cantante- vete de mi casa.

-Diles a todos que no te dejé porque estabas embarazada- gritó Harry- ¡Ni siquiera sabía que estabas embarazada!

-No voy a decir nada. Eres un cabrón Harry- contestó la rubia fríamente- ¿Qué tal te va con tu nueva novia?

Harry estaba furioso a más no poder. Pegó un puñetazo a la pared para relajar los nervios. Si no, hubiese pegado a Tay.

-Muéstrame los papeles- dijo el chico- quiero ver si estás embarazada.

Taylor arqueó las cejas. Fue hacia una mesa y cogió una carpeta roja que había encima. Abrió la carpeta y sacó papeles dentro de ella.

-Toma- Taylor le enseñó unos papeles a su ex novio.

Harry empezó a leer. Era un test de embarazo y daba positivo. Estaba embarazada… Detrás del folio había otro. Eran las pruebas médicas.

-Me lo confirmó el doctor el jueves pasado. Estoy embarazada, Harry. Y tú eres el padre.

-Pero no me dijiste nada…-dijo Harry- ¿Por qué mientes?

-Te lo merecías- contestó sinceramente Taylor.

-¿Cómo puedes ser tan cruel?- Harry estaba a punto de llorar- por favor… Lo único que haces es hacerme daño.

-Es lo que yo quiero- la rubia sonrió- Harry, te lo mereces. Por haberte enamorado de otra.

Harry no pudo más y se fue de la casa.

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Las cuatro se despertaron somnolientas. Eran las doce de la mañana, así que bajaron abajo a desayunar.

Ya abajo, las cuatro se encontraron con Ryan, un chico muy guapo y alegre. Era el ex novio de Emma y el mejor amigo del hermano de Emma, Justin.

Emma se quedó paralizada al verle.

-Hola Ryan, ¿Qué haces aquí?- preguntó Hay.

-Aquí, con Justin. ¿Es que estoy prohibido en esta casa?- bromeó el chico.

-No, no… Estás libre- Emma intentó sonreír y las cuatro se sentaron con él a desayunar.

-¿Has dormido aquí?- preguntó Guiomar.

-Sí, ayer vine muy tarde. Pero no me visteis porque estabais las cuatro encerradas en la habitación- replicó Ryan esbozando una sonrisa.

Las cuatro asintieron y empezaron a desayunar. Emma no levantó la cabeza durante el desayuno, era un poco incómodo ver a tu ex por primera vez después de haber roto.

-Oye Emma… Quiero hablar contigo- dijo Ryan de repente.

Las cuatro pusieron sus miradas fijas en él.

-Vale. Dime- dijo Em muy nerviosa.

Ryan carraspeó y miró a las tres amigas de la rubia. Las tres captaron la indirecta al vuelo. Cogieron el desayuno y se marcharon de allí.

-Mira Emma, no sé porque te dejé- empezó Ryan una vez que las chicas se fueron- y estoy muy arrepentido.

¿A dónde iba a llegar a esta conversación?

-Sigo enamorado de ti- dijo Ryan- durante estas semanas te he echado muchísimo de menos y me he dado cuenta de que te necesito. Estoy enamorado de ti.

No, no, no. ¡Lo sabía! Desde que había comenzado la conversación presentía eso…

-¿Quieres volver a salir conmigo?

No. La respuesta estaba clara. Emma estaba enamorada de otra persona, pero… Sabía que debía olvidarle, jamás le volvería a ver... Fue un rollo y nada más… ¿Cómo una chica normal y corriente de 17 años y un chico mundialmente famoso que tenía muchísimas fans iban a poder salir juntos? Imposible.

-Claro- respondió.

¡¿QUÉ?! ¿De verdad había dicho eso? ¡Se le había escapado! Ya no había vuelta atrás, lo dicho, dicho estaba… Notó un roce en los labios. Ryan la estaba besando… Ella no quería, no quería seguir, pero lo hizo…

¡PLANK!

Ryan y Em separaron sus labios y vieron dónde provenía el sonido.

Era Hayley, había entrado a la cocina y había visto la escena. Al verlo se le cayó la taza del cola-cao al suelo.

-Perdona…- dijo Hay acaloradamente- seguid con lo vuestro. No he visto nada.

Ryan sonrió a Emma y se fue de la cocina.

Guiomar y Anna vinieron corriendo hacia la cocina.

-¿Qué ha sido este ruido?- preguntaron ellas asustadas.

-Se me cayó la taza- dijo Hay- soy muy patosa.

-Bravo Hay, eres una máquina- Guiomar le dio palmadas a su amiga.

Emma se limpió los labios con las manos.

-Emma… Te veo muy blanca- se preocupó Anna- ¿estás bien?

Hay miró a su amiga desconcertada. No entendía nada… ¿Emma estaba enamorada de Harry o de Ryan? Prefirió no preguntarlo y olvidarlo.

Después de una hora las tres amigas se marcharon a sus casas.

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-¡Harry! ¿Dónde te habías metido?- preguntó Louis cuando su amigo vino a la casa- estábamos preocupados.

-Por un momento pensé que nos habías abandonado para siempre- bromeó Zayn.

-Mirad. He ido a casa de…- empezó a decir Harry cuando…

-¡QUE NOOOOOOO! ¡QUE NO ESTOY SALIENDO CON DEMI LOVATO! SOLO SOMOS AMIGOS- gritó Niall a la televisión- PUTOS PERIODISTAS.

Harry empezó a reírse.

-¿Y este?- preguntó.

-Pues que los periodistas se han inventado un rumor de que Niall está saliendo con una Demi. El otro día quedó con una ella y creen que es su novia- contestó Zayn.

-Pobre Niall…- protestó Liam- si es que los periodistas…

-¡QUE DEMI LOVATO SÓLO ES UNA AMIGA!- gritó cabreado de nuevo el rubio.

-Niall, por más que intentes chillar a la tele, no te va a hacer caso- dijo Louis.

-Bueno… A lo que iba: he ido a casa de Taylor- dijo Harry, con voces al fondo (evidentemente, eran los gritos de Niall).

-¿Que qué?- preguntó Liam sin poder creérselo.

-¿Después de todo lo que te ha hecho?- preguntó Zayn desconcertado.

-Dejad que acabe- apoyó Louis.

-Chicos, he ido allí y… Tengo un plan- dijo Harry maliciosamente.

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DING DONG.

-EL TIMBREEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE- gritó April.

Emma corrió hacia la puerta principal y la abrió lo más rápido que pudo.

-¡Belén!- las dos chicas se abrazaron muy fuerte.

Las dos gemelas bajaron de las escaleras como una moto y saltaron hacia su prima, los padres de Emma la dieron la bienvenida y Justin la dio un mega beso y la abrazó. Después, cuando estaba todo en orden. Emma y Belén subieron al cuarto de la primera y charlaron.

‘¿Qué tal?’- preguntó Em en LSE con lágrimas en la cara a causa de la emoción.

‘¡De maravilla!’- contestó su prima- ‘¿y tú?’

‘Bueno… Ya sabes, por lo del cáncer’- contestó Em.

‘Ya… Pero no sólo por eso’- dijo Belén- ‘Sé lo de Harry’

‘¿Cómo lo sabes?’

‘Veo la televisión- contestó la hermosa rubia sorda- ‘lo publican todo el rato. No me puedo creer que mi propia prima sea amiga de Harry’

Emma le contó toda la historia, de pe a pa. Se lo contó en signos y si no sabía algo, lo hacía con gestos o con dibujos hasta que lo entendiera. Tardó una hora en contarle todo.

‘Es increíble’- comentó fascinada su prima- ‘parece una película’

-¡Eso es lo que dije yo!- dijo Aroa, que había visto la conversación de su hermana y su prima- perdón:

‘Eso es lo que dije yo’

Belén sonrió y dijo que aun así la había entendido. Leía los labios. Cuando la hermana pequeña de Emma se marchó a jugar con April, Belén dijo:

‘Si estás enamorada de Harry, ¿Por qué sales con Ryan?’

‘Lo de Harry y yo es un amor imposible, y lo sabes’- contestó Emma- ‘no duraremos ni un día’.

‘No es verdad. El amor imposible no existe’- insistió su prima- ‘no debes salir con nadie con el que no estés enamorada’.

Emma suspiró, quizás su prima tenía razón…

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-Hija, debes empezar ya a hacer tu maleta. Nos vamos dentro de una semana. Recuérdalo- le dijo el padre a Anna.

-Cómo olvidarlo…- protestó su hija- ya empezaré a hacer a hacer la maleta, gracias.

-Bien.

-Oye papá, ¿a qué insti voy cuando vaya allí?- preguntó Anna.

-Al mismo que antes- contestó él- ¿contenta?

-Cómo no...- contestó Anna con desgana.

-Hija… Ya verás cómo te sentirás a gusto allí- dijo el padre intentando calmar a Anna- conoces a gente.

-Ya se han olvidado de mí, papá- respondió tristemente- además aquí tengo a mis mejores amigas…

-Lo siento mucho- dijo el marchándose de la habitación- pero sabes muy bien que lo hacemos por nosotros. Tenemos problemas económicos.