25- El secreto de Niall.

Emma entró a su casa con sus llaves.

-¡HOLA FAMILIA!- gritó la chica- ¡YA HE VUELTO!

-Hola corazón- dijo Amy al entrar en el vestíbulo- ¿Qué tal te lo has pasado?

-Muy bien- respondió- bueno, subo a mi cuarto que tengo deberes de mates.

Emma subió a la segunda planta, caminó por el pasillo y llegó a su habitación.

Dejó la mochila en la cama y se sentó en la silla.

Había pasado una tarde estupenda con Liam, Louis, Hayley, Marii y Harry… Harry, al escuchar su nombre se le ponía los pelos de punta. ¿Por qué tenía que ser tan perfecto?

Dejó los pensamientos por un lado, tenía que hacer los deberes de las derivadas.

Una hora después, ya había terminado. Era tan difícil… Tenía que empezar a esforzarse, que dentro de nada empieza las pruebas para la selectividad. Miró el reloj, 18:23.

El teléfono de Emma empezó a sonar.

-¿Dónde he dejado mi móvil?

Buscó por todos los lados. En el suelo, en la mesa, en la cama, incluso en la caja de juguetes de cuando era pequeña… ¡Aquí! Encontró el móvil al lado del armario, pero no sólo había un móvil, si no, una foto.

No le dio tiempo a mirar la foto, lo dejó en la mesa y descolgó el móvil.

-¿Sí?

-¡¡¡EMMA!!!- gritó una voz conocida al otro lado del teléfono- ¿QUÉ COÑO HACÍAS? ¿Estás… Estabas con Harry? ¿Os he interrumpido?

A saber lo que pensaba Niall. Si es que…

-No. Estoy sola- contestó ella- es que no encontraba el móvil en ninguna parte. ¿Qué quieres Niallcito?

-¡No me llames así!- gritó el rubio- ¡Ahora empiezas a caerme mal! ¡Ya no te cuento nada!

-Perdona…- bromeó ella- ¿me perdonas, corazoncito?

-NO.

-Veeeeeeeeenga- suplicó- ¿Qué me querías decir?

-Pues… Esto…- Niall estaba nervioso. ¿Qué le pasaba?- ¿puedes venir a mi casa?

-¿A tu casa?- Emma no entendía nada de nada- ¡podrías haber venido hoy al restaurante y decírmelo!

-Es que no quiero que lo sepa nadie…- dijo él, su voz estaba temblando- sólo tú y yo.

-Niall. ¿Te pasa algo? ¿Es grave?- Emma se preocupó muchísimo por su amigo.

-No, sólo quiero decirte una cosa- dijo Niall.

-Vale, ya voy hacia tu casa- contestó Emma. Vació los libros de la mochila y metió una botella de agua, su móvil, dinero, el carnet y el abono de metro.

-Te he enviado una limusina- rió Niall- no hace falta que lleves nada. Sabía que vendrías.

Emma rió. Su amigo sabía que ella iría.

¿Tan importante era lo que tenía que decir?

                                                   ~~~

Llegó las diez. Hayley estaba sentada en su cama. Con el ordenador delante, con el skype encendido. Estaba ansiosa por hablar con su amiga.

10:10. Todavía no se había conectado. Vaya, se habrá retrasado… Llamó a su teléfono, nadie contestó.

10:20. Se le habrá olvidado… Si es que tiene una memoria de pez, como se hayan olvidado de ellas en el segundo día…

10:30. Definitivamente se le ha olvidado, por si acaso, dejó encendido el skype y bajó a hacerse un sándwich.

10:40. Hayley estaba en la cama mordisqueando el sándwich, su amiga no se conectaba. Llamó de nuevo, también sin éxito.

10:50. A la porra, Hayley tira el sándwich a la papelera y se sienta en la cama de nuevo. Cuando iba a apagar su computadora, sonó un bip. Alguien se había conectado.

¡Anna! Era ella, a lo mejor se habrá equivocado de hora…

Dio dos veces click a su nombre. La pantalla del ordenador se estaba cargando.

-¡Hola Anna!- terminó de cargarse y su amiga estaba delante de ella, en la pantalla de su ordenador- ¡te dije que a las diez!

-Hola. Perdona, mi ordenador se había roto. Por fin lo he arreglado.

Su amiga estaba rara, Hay se acercó más al ordenador para verla mejor.

-¿Tienes la cara hinchada?- preguntó ella. También tenía moratones.

-¿Eh? Oh sí…- dijo ella- me golpeé con la puerta de mi coche. Soy una patosa.

-Igual que yo- rió la morena- Bueno, ¿Qué tal?

-Aquí todo de maravilla- contestó Anna- mis compañeros de clase son muy simpáticos y me ayudan mucho.

-Me alegro mucho por ti- dijo Hay- al principio estaba un poco preocupada por si te salía mal.

-Pues todo ha salido bien- Anna sonrió en la otra pantalla. Al sonreír, su cara se hinchó aún más.

-¿Algún chico guapo?- bromeó Hay.

-Que va. Los ingleses son mejores- Anna y Hayley rieron.

Hay le contó a Anna su nueva amiga, Marii, una chica muy simpática y amable. Pero a Guiomar no le caía bien. Anna contó a sus amigas lo bien que se lo pasaban en clase y lo maja que eran sus amigas. Al acabar, Hay hizo muchas tonterías para hacer reír a Anna.

-Oye Hay- dijo Anna cambiando su expresión- ¿crees que estoy gorda?

-¿Gorda?- Hay no dio crédito a lo que oía- ¡tienes un cuerpo maravilloso! ¡estás perfecta! ¿Por qué dices eso?

-No se… Me veo un poco gorda- dijo Anna- bueno, es una tontería.

-Vale- Hayley rió, menudas cosas se le ocurrían a su amiga- bueno, te dejo. Que es un poco tarde.

-Son las doce y media- dijo Anna- un beso. Te quiero.

-Te quiero.

La cam del skype se cerró. Hay desconectó su ordenador, lo dejó en la mesa y se tumbó en la cama. En dos minutos, el sueño la invadió.

Anna se miró en el espejo. Se dio una vuelta completa. Giró a la derecha. A la izquierda. Sí, estaba muy gorda, sus compañeros tenían razón. Había engordado mucho durante los últimos días. Tiene que adelgazar, urgentemente.

A Anna se le ocurrió algo. Nunca se lo había planteado… Pero, ¿y si lo hace? Sólo unas cuantas veces y estará como nueva. Como antes y así nadie la insultará. ¿Lo hará? ¿Sí o no?

Anna fue al baño y se miró al espejo que había. Se tapó con el pelo el hinchón de la cara e hizo morritos.

Tenía que hacerlo, está más gorda de lo normal. Sí, lo hará.

Se agacha delante del váter. Ufff, esto da grima. Coloca dos dedos en la boca y lo empuja hacia dentro, tan fuerte que su estómago comenzó a revolverse. Más, apretó aún más. Se asomó a la taza del váter y echó toda la comida.

                                           ~~~

Había pasado dos días interminables para ella. Quería volver a Londres, pero su sitio estaba en España…

En la universidad, había visto a su ex novio, pero ni se dirigieron la palabra. Para sorpresa de Belén, no le dolía. Ya no está enamorada de su novio. ¿Cómo puede dejar de amar a una persona de una semana a otra? Había hecho un récord Guiness.

Echaba de menos a su prima y a sus amigos… Tenía tantas ganas de verles. Mandó un SMS a Emma hace diez minutos por si podían hablar por skype, pero dijo que era muy tarde y que no estaba en casa. ¿Dónde estará?

                                               ~~~

Guiomar estaba a oscuras en su habitación, Desde hace una hora, se acostó y todavía no ha conseguido dormirse. Tenía un  pensamiento que rondaba continuamente por su cabeza y no podía apartarla. ¿Por qué le caía mal Marii? Ni ella lo sabía, pero su cara le sonaba de algo. De un vídeo, de una foto o de algo…

Intentó apartar el pensamiento de la cabeza. Buscó otro. Pero no podía. ¿Pedirá perdón a Emma? ¿Intentará hacer las paces con Marii? Ya lo decidirá mañana…

                                                ~~~

Liam estaba en el tejado de su mansión. Estaba viendo las estrellas, eran preciosas. Como ella…

La voz de Anna de que se encontraba muy bien parecía falsa. Liam siempre tuvo esos presentimientos, sabía lo que era mentira y lo que era verdad.

Presentía que su amiga no estaba bien. Pero si no estaba bien, ¿Por qué estaría mal?

Seguro que sólo es un presentimiento, debería olvidarlo y dejarlo.

                                         ~~~

Louis estaba en su coche, sentado. Lleva horas así. Estaba tan desconcertado que ni podía creérselo. No… Es imposible.

Hace tres horas, Louis estaba preocupado por su amigo rubio. Se había negado a los videojuegos y a ir a un restaurante. Se pasaba todo el día encerrado en su habitación. Decidió ir a visitar a su amigo, pero vio a Emma entrar en la puerta de la casa. Luego vio, en la ventana, que Niall y Emma se estaban toqueteando con las manos… ¿Y si ella le ponía los cuernos a Harry? No podía creérselo, Emma era una chica muy amable y buena, no se esperaba eso de ella.

Pero… Si se lo contaba a Harry, destrozaría su corazón y se enfadaría con Niall y sería el fin de la banda. Todo por culpa de Emma. Se quedó en el coche para espiarles.

Ahora salía Emma de la casa. Corrió hacia la limusina, montó y se marchó tan rápido como había venido.

Tres horas. ¿Lo habrán hecho? No podía ser, Niall y Emma nunca harían eso. Pero si no, ¿Qué estarían haciendo? ¿Juguetes con plastilinas?

Louis no sabía qué hacer. Así que arrancó el motor del coche y se fue hacia su casa, otro día lo decidirá.

                                                  ~~~

Emma bajó de la limusina y entró a su casa. Todos estaban dormidos… Menos mal.

Subió a su habitación, se desvistió la ropa que eligió su novio y se puso el mismo pijama que ayer.

Volvía de la casa de Niall, no podía creer lo que había hecho con él. Pensaba que era otra cosa, pero cuando se lo pidió, no podía negárselo.

Así que le ayudo a hacerlo… Vaya, Niall quería aprender a hacerlo, así que Emma y Niall estuvieron ensayando durante tres horas. Para sorpresa de la chica, él lo hacía muy bien. Emma sonrió, se lo había pasado bien con su amigo.